Javier Milei autorizó el ingreso de tropas de Estados Unidos a la Argentina

Crece la preocupación por la entrega de soberanía

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Rubén Armendáriz

Crece la preocupación por la autorización del ingreso de militares extranjeros a la base naval de Tierra del Fuego. Sin el aval del Congreso y mediante un decreto, el presidente libertario Javier Milei, habilitó a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos a realizar ejercicios militares en las bases navales de Mar del Plata, Ushuaia y Puerto Belgrano, lo que desató todo tipo de conjeturas luego de que Milei le besara la mano a Donald Trump la semana pasada en Nueva York, donde junto al ministro de Economía Luis Caputo mendigó un salvataje financiero de cara a las elecciones legislativas del 26 de octubre.

La visita del almirante Alvin Holsey, jefe del Comando Sur de Estados Unidos, preparó la llegada de tropas

Milei habilitó a las Fuerzas Armadas estadounidenses a realizar ejercicios en las bases navales argentinas por decreto, en contra de la Constitución.El decreto fue publicado con las firmas del presidente, del canciller y de todos los ministros. Llamativamente, el Ejecutivo reconoce que el Congreso no le dio la autorización para permitir el acceso de tropas extranjeras al territorio nacional, luego de que mandó “oportunamente” un proyecto con esa solicitud pero fue ignorado. En esa línea, señala que “la naturaleza excepcional de la situación planteada hace imposible seguir los trámites ordinarios previstos en la Constitución Nacional”, sin embargo, los argumentos no especifican ninguna excepcionalidad.

A continuación, en su segundo artículo el decreto dispone: “Autorízase el ingreso de medios y personal de las Fuerzas Armadas de EEUU para la participación en el Ejercicio “Tridente”, a llevarse a cabo en territorio argentino, en las Bases Navales de Mar del Plata, Ushuaia y Puerto Belgrano y en los espacios destinados para instrucción militar, marítimos y terrestres, entre los días 20 de octubre y 15 de noviembre de 2025”.

La norma provocó el rechazo de varios sectores. Uno de los primeros en pronunciarse en contra del decreto fue el intendente de Ushuaia, Walter Vuoto, quien advirtió: “Tierra del Fuego AeIAS (Antártida e Islas del Atlántico Sur) no es moneda de cambio para sus fines electorales. Es la puerta de entrada a la Antártida, es el territorio que protege nuestra reivindicación sobre las Malvinas y sobre todo, es nuestra casa”.

“No vamos a permitir que se use para fines que vulneren nuestros derechos y nuestra historia. No se lo vamos a permitir. Vamos a ponerle un freno. No vamos a entregar nuestra soberanía”, concluyó el intendente en su publicación en X. En el mismo sentido se pronunciaron las senadoras de esa provincia Cristina López y María Eugenia Dure. Desde el peronismo interpretan que la autorización del ingreso de las tropas responde a una de las condicionalidades que el gobierno de Donald Trump le impuso a Milei para darle respaldo en el marco de la fragilidad financiera imperante.

Asimismo, no sólo la política se opone al ingreso de fuerzas armadas extranjeras a la Argentina, la población también lo ve con malos ojos. Así lo expresó unaencuesta realizada por Zuban Córdoba sobre 1.500 casos entre el 29 y 30 de septiembre. Ante la pregunta ¿Qué nivel de acuerdo tiene con que Milei permita una base militar de EE.UU. en Tierra de Fuego a cambio de firmar un acuerdo económico?, el 71,5% respondió estar “en desacuerdo”, el 21% de “acuerdo” y el 7,5% que “no sabe”.

La decisión levantó suspicacias sobre la letra chica de las conversaciones con Donald Trump por el salvataje financiero. El decreto viola la Constitución y las leyes vigentes, que establecen que la entrada y salida de tropas debe contar con aprobación parlamentaria. Un ejercicio similar ya había sido desechado por el gobierno anterior por su riesgo territorial. «Seguimos entregándole soberanía a Estados Unidos, socio estratégico de Gran Bretaña», fustigó el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella.

Menos de 24 horas después de su paso por Tierra del Fuego para hacer campaña electoral, Javier Milei autorizó vía decreto el desembarco norteamericano en Ushuaia con la excusa de realizar tareas de entrenamiento conjunto con la Armada Argentina.

Sostener a Milei en el gobierno no es fácil ni siquiera para Donald Trump. El anuncio de la visita oficial que el presidente argentino va a hacer a la Casa Blanca el 14 de octubre es un dato central del apoyo de la administración Trump a la extrema derecha del fin del mundo. Pero exhibe un problema: el acting de hace apenas una semana no alcanzó y Milei ya se consumió la inyección de confianza que le dieron Trump y Scott Bessent con una foto y un hilo de X y la promesa de 20 mil millones de dólares. El rebote del riesgo país y la suba del dólar paralelo lo confirman.

Advertencia a Trump en Estados Unidos: el apoyo a Milei es comprar un problema El presidente de Estados Unidos está decidido a sostenerlo, por los menos hasta el 26 de octubre, porque es un aliado incondicional en una zona adversa y esencial para sus intereses en la disputa con China. Argentina no es invadida sino que su presidente pide socorro desesperado y Trump involucra a Estados Unidos en forma inédita y en un escenario plagado de incertidumbre. Son muchos los que en Estados Unidos advierten que, con su apoyo a Milei y su banda ulltraderechista, Trump está comprando un problema.

Milei será el primer presidente del Cono Sur en pisar la Casa Blanca y lo hará apenas 8 días antes de las elecciones legislativas que van a definir su futuro inmediato.Expuesto en su debilidad, el histriónico mandatario necesita mostrarse como un protegido de Trump en la recta final de la campaña y arriesgarse incluso al rechazo que eso puede generarle en las elecciones.

El desarrollo de los ejercicios militares que planifica el Ejecutivo le costaría a la Armada argentina una suma de 60.211.157 pesos e involucraría a la Aviación Naval, Flota de Mar, Fuerza de Submarinos, Comando de la Infantería de Marina, “así como las distintas bases navales y puntos de apoyo que la Armada dispone a lo largo del litoral marítimo y ribereño argentino”. De acuerdo al anexo que acompaña al decreto, los ejercicios pretenden “incrementar la cooperación” entre las fuerzas argentinas y estadounidenses “así como aumentar la capacidad de defensa en los espacios de jurisdicción nacional y de interés estratégico para el país”.

 

*Periodista y politólogo argentino, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)