Una nutrida flotilla navega su última etapa hacia Gaza
Gustavo Veiga
La flotilla humanitaria navega los últimos dos mil kilómetros que la separan de Gaza. Al mismo tiempo que Israel intensifica en la Franja la invasión por tierra, causante del desplazamiento forzado de cientos de miles de palestinos, unos cincuenta barcos de distinto porte recorren el Mediterráneo con un claro objetivo: lograr que se abra un corredor que permita la llegada de alimentos, agua, leche en polvo y medicamentos para romper el bloqueo del régimen de Benjamín Netanyahu que desató una hambruna generalizada.
Desde el puerto siciliano de Portopalo di Capo Passero, partió el grueso de la Global Sumud – como se denomina la flotilla – que podría aumentar el número de embarcaciones en el trayecto de unas 1.087 millas naúticas. A las primeras que habían salido de Barcelona el 31 de agosto se les fueron sumando más naves en Túnez e Italia. Se espera que ocurra lo mismo con otras de Grecia, Libia y Egipto, los últimos países camino a Gaza. También creció la cantidad de tripulantes, entre quienes viajan eurodiputados, legisladores de distintos países, incluso los diputados argentinos Celeste Fierro y Juan Carlos Giordano del Frente de Izquierda.
Algunos navíos que sufrieron problemas de mantenimiento, dificultades en el mar y los ataques con drones que provocaron incendios en el Familia y el Alma en Túnez, demoraron a la flotilla pero no la detuvieron en su propósito. “Hemos zarpado, esta vez no nos detendremos”, informó la vocera italiana de Global Sumud, Maria Elena Delia. También dijo que “no es fácil reunir tantos barcos”.
La misión humanitaria que fue definida por el ministerio de Relaciones Exteriores de Israel como “una iniciativa yihadista al servicio de la agenda del grupo terrorista Hamás”, sigue rumbo a Gaza. Pero ahora con el apoyo diplomático de dieciséis países que firmaron una declaración conjunta pidiendo protección para la flotilla y el respeto al derecho internacional.
El texto fue acompañado por los gobiernos de Bangladesh, Indonesia, Irlanda, Libia, Malasia, Maldivas, México, Pakistán, Qatar, Omán, Eslovenia, Sudáfrica, España y Turquía, además de Brasil y Colombia por Sudamérica. Desde la Global Sumud se pide a ciudadanos de más países que reclamen a sus autoridades por el respaldo a la flotilla si no suscribieron el documento.
El argentino Jorge González conducía el barco Isobella que por desperfectos técnicos no pudo continuar hacia Gaza desde Túnez. Durante la parte del viaje que consiguió realizar, compartió un video con otro capitán, el catalán Jordi Coronas, concejal del ayuntamiento de Barcelona por Esquerda Republicana de Cataluña (ERC), un partido independentista.
En la imagen se ve al comandante del Adara, una goleta de las más grandes en la flotilla, que explica: “es un orgullo y un privilegio navegar con gente joven, más joven que yo y que me está demostrando que es posible hoy, en este mundo loco a la deriva, contar con personas comprometidas, que tienen valores y que son capaces de transimitirlos con coraje y valentía como las que están demostrando”.
A bordo de los distintos barcos viajan políticos, artistas y referentes de la lucha por Palestina como la activista Greta Thunberg, la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau o el brasileño Thiago Ávila, uno de los organizadores de la misión humanitaria. La joven sueca dijo sobre el objetivo que persiguen desde que zarpó la flotilla: “Nuestra misión es pacífica y completamente legal. La atención global se debe mantener en Palestina. No importa a qué amenazas tengamos que enfrentarnos: no se puede comparar con la que soporta un palestino”.
Esta vez se consiguió juntar una cantidad de embarcaciones que superó las expectativas, y como parte de la flotilla va el Shireen Abu Akleh, que es un buque de apoyo legal, según informó la página oficial de Global Sumud. El nombre de esa nave homenajea a la periodista palestino-estadounidense quien fue asesinada por el ejército de Israel durante una cobertura en el campamento de refugiados de Yenín, el 11 de mayo de 2022. Tenía 51 años cuando la mataron y estaba trabajando para la cadena Al Jazeera, donde se desempeñó casi la mitad de su vida. Durante su carrera fue una de las cronistas más importantes del mundo árabe.
* Periodista argentino. Es docente por concurso de la carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y de la tecnicatura de Periodismo Deportivo en la Universidad de La Plata (UNLP). Colaborador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)