Maduro denuncia máxima amenaza militar de EEUU
Marcos Salgado
El presidente venezolano Nicolás Maduro denunció que Estados Unidos ha desplegado ocho buques de guerra, 1.200 misiles y un submarino nuclear en el Caribe, apuntando hacia Venezuela, en lo que calificó como la amenaza más grande para América Latina en un siglo. “Son ocho barcos de guerra, con 1.200 misiles y un submarino nuclear que apunta a Venezuela. Es una amenaza extravagante, inmoral y sangrienta”, destacó.
Desde el norte desborda información difusa sobre el despliegue de tropas en el Caribe Sur, aunque sólo podrían llegar con la venia de Trinidad y Tobago. «Esos barcos no están por acá, nosotros estamos monitoreando», remarcó el miércoles el ministro para la Defensa y mayor general, Vladimir Padrino López. «Es absurdo que estén anunciando un despliegue con destructores para el narcotráfico. Es como si yo usara la artillería estratégica para aniquilar una banda roba carros de ocho personas», graficó. Aunque aplomado, el alto jefe militar no le restó seriedad al momento. «Es un globo de ensayo, están probando nuestra reacción, la reacción de otros países», indicó.
Lo cierto es que el lugar común de los medios occidentales sobre los barcos gringos «frente a las costas de Venezuela» enfrenta algunos problemas geográficos. El primero, es que en la mayor parte de los más de 2700 kilómetros de costa continental de Venezuela en el Caribe, el límite de la zona económica exclusiva (y por ende de control de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana) está a unos 400 kilómetros de la costa.
El comandante estratégico operacional de la FANB, Domingo Hernández Lárez, publicó un video en Instagram, grabado desde un avión de guerra, donde se ve a un patrullero oceánico de la Armada Bolivariana en aguas del Caribe. «Somos libres, somos tierra de paz, no somos narcotraficantes, luchamos contra el flagelo de las drogas», escribió el jefe militar venezolano.
¿Guerra?
La guerra de los Estados Unidos contra Venezuela no está oficialmente declarada, y difícilmente lo esté en algún momento. Según los funcionarios de la administración Trump, se trata de «lucha contra el narcotráfico», y aunque en Venezuela nadie se chupa el dedo, no es menos cierto que después de 15 días desde que comenzaron las versiones de prensa sobre el supuesto despliegue de una flota de guerra estadounidense en el Caribe Sur, sigue sin saberse nada sobre operaciones concretas.
En este aspecto, en la semana que pasó sólo se agregaron nuevas versiones de equipamientos, siempre según «fuentes» de Washington a agencias de noticias. A los tres destructores y a otros tantos buques de transporte anfibio, la crónica sumó un moderno crucero lanzamisiles y hasta un submarino nuclear de ataque rápido.
Del crucero, el USS Lake Erie, se sabe que cruzaba el Canal de Panamá hacia el Caribe el viernes. Del resto de la flota, ya entrado el fin de semana, no había noticias ciertas. Aún así, la mayoría de los medios occidentales desinformaban asegurando que ya se encuentran «frente a las costas de Venezuela».
Maduro señaló ante la prensa internacional que la respuesta de su gobierno será de “máxima preparación para la defensa de la Patria”, y advirtió que, en caso de agresión, Venezuela pasaría a un “periodo de lucha armada” y se declararía “República en armas”. Calificó la presencia militar estadounidense como “extravagante, injustificable, inmoral y absolutamente criminal”, y la comparó con la crisis cubana de 1962. Denunció que la estrategia de Washington es la “máxima presión imperialista” e indicó que se han convocado a millones de venezolanos a sumarse al alistamiento y la defensa nacional.
Maduro aseguró que la política de defensa es eminentemente defensiva, aunque alertó que Venezuela jamás cederá a “chantajes y amenazas” y respondió con el despliegue de tropas y la activación de milicianos. El presidente acusó al gobierno de Estados Unidos de usar el combate al narcotráfico como pretexto para justificar la presencia de buques armados ante su nación.
Venezuela exigió el retiro inmediato de los buques militares de Estados Unidos que han sido desplegados en el Caribe cerca de sus costas, acusando a Washington de violar la paz regional y tratados internacionales. El canciller venezolano, Yván Gil, denunció ante la CELAC que al menos ocho embarcaciones estadounidenses, con más de 1.200 misiles y 4.200 soldados, representan una amenaza inédita desde la crisis de los misiles en los años 60.
Durante la Reunión Extraordinaria de la CELAC, Gil insistió en que la militarización estadounidense viola la Zona de Paz proclamada por la región y el Tratado de Tlatelolco de 1967, que prohíbe armas nucleares en América Latina. Subrayó que esta acción militar no solo pone en riesgo a Venezuela, sino también a la estabilidad regional, por lo que llamó a la unidad de los países miembros para su defensa.
“El principal elemento de esta conferencia es preservar la Zona de Paz y condenar y exigir el retiro inmediato de los activos militares de nuestras costas y de nuestro mar Caribe”, aseguró Gil en la reunión. Además, afirmó que Venezuela está preparada para la defensa nacional, argumentando que más de 4,5 millones de milicianos han sido alistados para proteger el país. “La paz no se negocia, se defiende”, concluyó Yván Gil.

Gil también cuestionó la narrativa estadounidense de un supuesto vínculo venezolano con el narcotráfico, señalando que informes de la ONU y del Departamento de Estado de EE.UU. la han desmentido, y acusó a Washington de usar esa excusa para justificar la escalada militar. Venezuela agradeció el apoyo internacional recibido en la CELAC, particularmente el respaldo colombiano a la condena del despliegue militar.
El gobierno venezolano denunció que se están violando tratados internacionales y la Carta de la ONU al activar maniobras militares cerca de sus costas, lo que aumenta el riesgo de una escalada regional. Maduro exhortó a la unión nacional para preservar la soberanía e integridad territorial, y criticó el colapso de los mecanismos de diálogo con Washington.
CELAC: Zona de paz
La cumbre de la CELAC este lunes concluyó con un llamado a preservar América Latina y el Caribe como una “zona de paz”, en respuesta al reciente despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe. Los 23 cancilleres asistentes recalcaron que la solución de conflictos debe darse por vías diplomáticas y nunca por el uso de la fuerza o la intervención extranjera.
El comunicado final destacó el rechazo absoluto a cualquier intervención militar y reafirmó la centralidad del diálogo y la cooperación multilateral para la estabilidad regional. También subrayó el respeto a la soberanía y la integridad territorial como principios irrenunciables.
La canciller colombiana, Rosa Villavicencio, enfatizó: “Ningún gobierno latinoamericano que se respete debe solicitar ni celebrar una invasión extranjera; los problemas de los latinoamericanos y caribeños los resolvemos los latinoamericanos y caribeños”. La declaración conjunta insistió en el estricto cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas y la defensa de la democracia y el desarrollo sostenible como prioridades.
La cumbre, liderada por Colombia desde su presidencia pro tempore, instó a mantener canales de diálogo abiertos y reforzar la cooperación frente a desafíos transnacionales como el narcotráfico y la seguridad. El contexto estuvo marcado por la preocupación ante el impacto potencial de movimientos militares externos en la región.
Petro advierte
Gustavo Petro, presidente de Colombia, alertó que una «agresión violenta» contra Venezuela desataría consecuencias graves para toda la región. El mandatario comparó el posible escenario con lo vivido en Siria e Irak, advirtiendo del riesgo de colapso estatal y proliferación de violencia.
Petro hizo su advertencia en la red social X, en medio del aumento de tensión internacional por el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe. «Si hay una agresión violenta contra Venezuela, lo que vemos en Siria e Irak será la realidad de toda la región grancolombiana», escribió el presidente.
En su mensaje, Petro afirmó que en ese panorama «asesinos de masas se adueñarán de territorios, movidos por la codicia, y los estados se debilitarán como instrumentos de paz social». El mandatario también enfatizó la necesidad de preservar la soberanía nacional y rechazar injerencias extranjeras. «Si hay una agresión violenta contra Venezuela, lo que vemos en Siria e Irak será la realidad de toda la región grancolombiana» , señaló.
Petro llamó a los países de la región a mantener la coordinación y asumir la cooperación en términos de igualdad, especialmente en temas como la lucha contra el narcotráfico. «La región debe coordinar en términos de igualdad, su política antinarcotráfico con los extranjeros, pues se trata de un problema de la humanidad, pero en términos de igualdad, no de sumisión», expresó.
*Periodista argentino del equipo fundacional de Telesur. Corresponsal de HispanTv en Venezuel, editor de Questiondigital.com. Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)