¿Aplicará Trump aranceles del 50% a los productos de Brasil?

137

Juraima Almeida

El gobierno de Brasil ve «señales» de apertura al diálogo de Estados Unidos sobre los inminentes aranceles punitivos impuestos por Donald Trump al país sudamericano, dijo el ministro de Finanzas, Fernando Haddad. Las tasas comerciales de 50% a productos brasileños, anunciadas el 9 de julio por el presidente estadounidense Donald Trump debieran entrar en vigor este viernes 1º de agosto.

Brasil está en pie de guerra contra el  tarifazo anunciado por Trump y ha subido el tono contra la amenaza de aranceles del 50% a sus productos por parte de Washington y está protagonizando una dura reacción a las amenazas del presidente estadounidense, quien usa su poder a través de los aranceles para influir en la política interna de Brasil en favor de su amigo, el expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro

Brasil busca evitar los aranceles de Estados Unidos, pero el diálogo parecía  estancado. «Esta semana ya hay señales de un interés en conversar», aseguró Haddad. Mientras mantiene el pulso a Trump y sus aranceles y denuncia ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) la «arbitrariedad» de EEUU,

El senador Jaques Wagner (Partido de los Trabajadores-BA), líder del gobierno en el Senado, descartó cualquier posibilidad de que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva se reúna con el presidente estadounidense Donald Trump antes de la entrada en vigor de los aranceles del 50% impuestos por Estados Unidos a los productos brasileños. La medida entra en vigor el próximo viernes 1 de agosto.

«No resolveremos esto hasta el 1. Es viernes. Una reunión entre dos presidentes  no se puede preparar de la noche a la mañana», declaró Wagner a la prensa en la capital estadounidense. Según Wagner, la misión brasileña, compuesta por parlamentarios y representantes del sector productivo, busca inicialmente abrir canales de diálogo, no lograr resultados concretos inmediatos. «Vine aquí a sembrar, y estamos sembrando. No vine con la intención de cosechar», declaró.

Sin renunciar a la negociación, Brasil anunció que aplicará la Ley de Reciprocidad Económica, que permite tasar los productos estadounidenses con aranceles del mismo valor. Lula, en un contundente discurso  en defensa de la soberanía nacional, argumentó que va a tasar a las grandes compañías tecnológicas de EEUU: “Vamos a juzgar y cobrar impuestos de las empresas estadounidenses digitales. No aceptamos que, en nombre de la libertad de expresión, utilicen (las redes sociales) para agredir, para difundir mentiras y para perjudicarnos”, afirmó.

Una persona con una máscara del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asiste al lanzamiento de un manifiesto en defensa de la soberanía nacional este viernesNo obstante, la principal carta de dicha ley brasileña no tiene que ver con tarifas recíprocas, sino con saltarse las patentes estadounidenses. El artículo 71 de la Ley de Reciprocidad Económica permite la violación de patentes en casos concretos, algo que ya ocurrió en 2007, cuando Brasil y África del Sur fabricaron medicamentos genéricos contra el SIDA.

“Sectores como el farmacéutico, el químico, el biotecnológico y el tecnológico serán los más afectados, ya que concentran gran parte de las patentes estadounidenses en el país”, aseguró Rafaella Krasinski, abogada de derecho empresarial.

El estadounidense Paul Krugman, premio Nobel de economía, ha defendido que Brasil debería aplicar tarifas recíprocas en el caso de que se confirmen los aranceles a partir del 1 de agosto. “Las oportunidades de que [Trump] vuelva atrás son mucho mayores si demuestras que tienes agallas y estás preparado para reaccionar, que si ofreces concesiones”, aseguró Krugman

Trump no asusta a la justicia brasileña

El intento de Trump de interferir en la justicia brasileña para evitar la prisión del expresidente Jair Bolsonaro,  también provocó una escalada diplomática en órganos internacionales. Brasil, aparte de criticar el carácter “arbitrario y caótico” del tarifazo de Trump, denunció el intervencionismo estadounidense en una reunión cerrada de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Ginebra. “Estamos presenciando un cambio extremadamente peligroso: el uso de tarifas como herramienta para interferir en asuntos internos de terceros países”,  dijo Philip Fox-Drummond Gough, Secretario de Asuntos Económicos y Financieros de la cancillería de Brasil.

“Las tarifas arbitrarias, anunciadas e implementadas de forma caótica, están desestructurando las cadenas globales de valor y corren el riesgo de lanzar la economía mundial en una espiral de precios altos y paralización”, alertó Gough, quien afirmó que “las negociaciones basadas en juegos de poder son un atajo peligroso para la inestabilidad y la guerra”.

El movimiento de Brasil en la OMC recabó de forma inmediata el apoyo de 40 países, entre ellos, algunos de la Unión Europea, los BRICS, Canadá y Australia. El Gobierno estadounidense afirmó que “tomó nota” de las críticas. Por su parte, Brasil ha comunicado que en caso de que Donald Trump cumpla su amenaza de subir los aranceles al 50%, transformará la crítica en denuncia formal en la OMC.

Trump usa el poder de EEUU a través de los aranceles para influir en la política interna de Brasil en favor de su amigo Bolsonaro
Trump usa el poder de EEUU a través de los aranceles para influir en la política interna de Brasil en favor de su amigo Bolsonaro

La Justicia brasileña no solo está demostrando firmeza frente al intento de injerencia de Trump, sino que ha redoblado su presión contra la familia Bolsonaro. Paradójicamente, la suspensión del visado a Estados Unidos  a ocho ministros del Supremo Tribunal Federal (STF), que llegó tras la orden de instalar una tobillera electrónica  Jair Bolsonaro, reforzó al poder judicial brasileño.  Alexandre de Moraes, el “superjuez” del Supremo que está a cargo del juicio contra Bolsonaro y en el epicentro de los ataques de Trump, sigue aplicando mano dura: el pasado martes amenazó con encarcelar preventivamente al expresidente en caso de que siguiera usando redes sociales.

Asimismo, Alexandre de Moraes ordenó bloquear todas las cuentas y bienes de Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente, que desde marzo se encuentra en Estados Unidos maniobrando contra el Gobierno y la Justicia de Brasil. Por su parte, Paulo Gonet, fiscal general del Estado, denunció que “la actuación coordinada entre Jair Bolsonaro y su hijo Eduardo para intimidar a las autoridades brasileñas y obstruir el curso de la acción penal” configuran un delito.

Alexander de Moraes y Jair Bolsonaro

La Justicia brasileña también investiga a Eduardo Bolsonaro por su posible implicación en la filtración de información privilegiada en una acción orquestada de especulación financiera. Sospecha que el hijo del exmandatario alertó a agentes del mercado financiero unas horas antes del tarifazo de Trump. El pasado 9 de julio, a las 13.30 horas, alguien compró entre 3.000 y 4.000 millones de dólares, según un reportaje de TV Globo.

Spencer Hakinian, fundador del fondo de inversión de alto riesgo Tolou Capital Management, denunció que, tras el anuncio de los aranceles contra Brasil y la consecuente desvalorización del real brasileño, el mismo comprador vendió los dólares, con beneficios del 40% o 50%. La filtración de información privilegiada o insider trading es un crimen tipificado entre uno a cinco años de prisión. “Estoy muy contento al ver a Brasil investigando esta actitud sospechosa. Ojalá EEUU fuera lo suficientemente responsable como para hacer lo mismo”, afirmó Hakimian.

El veterano periodista Luis Carlos Azedo refrendó en el Correio Braziliense la estrategia diplomática brasileña y su apuesta por el multilateralismo. “Es necesario reducir la dependencia económica de Estados Unidos y reafirmar al país como un actor relevante del Sur Global. Urge reforzar lazos con la Unión Europea, el mundo árabe y los países asiáticos, especialmente con China, India e Indonesia”, apuntó  Azedo. En su opinión, la adhesión de Brasil a la acción de Sudáfrica contra Israel en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) no es casual.

El comercio bilateral

Entre 2001 y 2007, el comercio entre Estados Unidos y Brasil  favoreció al país sudamericano, alcanzando los 1.200 millones de dólares en 2001, los 10.000 millones de dólares en 2005, y así sucesivamente durante dos años más. A partir de 2008, la situación se invirtió, favoreciendo a Estados Unidos. En 2013, el saldo favorable a EEUU fue de 11.300 millones de dólares, y en 2022, de 13.800 millones de dólares, una medida coherente con la política de apertura a las importaciones iniciada por los sucesivos gobiernos brasileños durante ese período.

La Asociación Brasileña de las Industrias Exportadoras de Carne (Abiec), que representa a empresas como JBS y Marfrig, estimó el martes pérdidas de 1.000 millones de dólares si Estados Unidos aplica un arancel del 50% a las exportaciones brasileñas.Estados Unidos es el segundo mayor destino de las exportaciones de carne vacuna brasileña, después de China.

Roberto Perosa, director de Abiec, afirmó que las empresas brasileñas de carne de res esperaban vender unas 400.000 toneladas a Estados Unidos para finales de año, pero la imposición de un nuevo arancel haría las ventas «inviables». Ningún mercado puede reemplazar inmediatamente a Estados Unidos debido al gran volumen que demandan los importadores y al precio que pueden pagar, afirmó.

*Investigadora brasileña, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)