Refutaciones chinas

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Jorge Elbaum

La última semana concluyó en la ciudad china de Tianjin el encuentro de cancilleres de los países integrantes de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), un conglomerado formado por ocho países que los analistas occidentales describen como la OTAN de Oriente. La asociación, conformada por nueve países (China, India, Kazajistán, Kirguistán, Rusia, Pakistán, Tayikistán, Uzbekistán e Irán), es una de las tres iniciativas globales con las que Beijín aborda sus políticas exteriores.

Mientras que la OCS se focaliza en aspectos ligados a la seguridad, la Iniciativa de la Franja y la Ruta se concentra en optimizar el comercio. Por último, desde los BRICS+ se busca difundir patrones alternativos de gobernanza internacional. Los tres niveles, el de la seguridad, el comercial y el geopolítico, son los vectores diplomáticos desde donde la República Popular enfrenta la guerra híbrida declarada por los Estados Unidos.

La orientación política doméstica, por su parte, se desarrolla sobre la base del XIVPlan Quinquenal 2021/2025, orientado a promover la equidad, el desarrollo económico y social, la innovación tecnológica y la transición hacia una economía baja en carbono. Las previsiones de crecimiento, asociadas a este último Plan Quinquenal, se incluyen en los debates actuales de la quinceava versión, cuya aprobación ser espera para fines del presente año.

La planificación estratégica, orientadora y flexible se instauró por primera vez en 1956, con la aprobación de 156 proyectos. Uno de ellos, el de la Fábrica de Automóviles de Changchun (FAW Group) en la provincia de Jilin, produjo el primer automóvil fabricado en China –en 1958–, bautizado como Hongqicuya traducción es Bandera Roja. En la actualidad, los vehículos producidos por FAW son los coches oficiales, utilizados invariablemente por los altos funcionarios gubernamentales del País del Medio.

La cultura política china considera a los Planes Quinquenales como una brújula que debe ser sensible a los cambios que produce la declinación magnética, es decir las mutaciones siempre presentes de la realidad circundante. Sin embargo, las proyecciones de los Planes Quinquenales son cada vez más rigurosas.  En el primer semestre de 2025,Estos son los miembros de la Organización de Cooperación de Shanghái |  Diario Octubre el PBI de China aumentó un 5,3 por ciento, mientras que el de Estados Unidos se contrajo en un 0.5 por ciento. Por su parte, las exportaciones de Beijin se incrementaron casi seis puntos porcentuales, durante el último trimestre, como resultado del aumento anticipado de las exportaciones comprometidas.

Las previsiones de crecimiento del PBI, para 2025, son de cinco puntos porcentuales.  Algo similar sucedió con su socio estratégico, la Federación Rusa, que –pese a la guerra contra la OTAN y los miles de sanciones comerciales, económicas y financieras– volvió a crecer en el primer semestre en un punto y medio porcentual,  superando a Japón como la cuarta economía global, medida en términos de la Paridad de su Poder Adquisitivo (PPA), detrás de China, Estados Unidos y la India.

La motivación estructural del antagonismo de Washington se debe a que es la primera vez en los últimos siete siglos que el Atlántico Norte se ve desafiado económica y tecnológicamente por una región que hace apenas 150 años estaba controlada por las lógicas coloniales e imperiales. En el año 2000, la economía de Estados Unidos representaba casi el 20 por ciento del PIB mundial, mientras que China apenas alcanzaba 6.4 puntos porcentuales. En 2024, Washington expresaba el 14,7 y Beijing alcanza el 19,1. En este cuarto de siglo, el país gobernado actualmente por Donald Trump perdió casi una cuarta parte de todos sus empleos manufactureros persiguiendo una ortodoxia neoliberal globalistaque privilegiaba la desregulación financiera por sobre el trabajo intensivo.

En la actualidad, la fuerza de trabajo china, ligada a la producción industrial, supera los cien millones de personas, en contraste con los trece millones de estadounidenses. Según datos de junio de 2025, de la Oficina de Estadísticas Laborales de Washington, existe una demanda de 400 mil puestos fabriles vacantes en el sector manufacturero que no pueden cubrirse por falta de capacitación y disponibilidad de los propios ciudadanos estadounidenses atravesados por la limpieza étnica del trumpismo.

China apuesta por la cooperación internacional en ciencia y tecnología |  ChinaWatchSin embargo, lo que más inquieta a los analistas atlantistas es que los sectores de mayor innovación científico-tecnológica, dentro de los cuales Estados Unidos contaba con absoluta ventaja, un lustro atrás, han migrado de sede geoeconómica: la Inteligencia Artificial, las telecomunicaciones, los microprocesadores, la robótica, la computación cuántica, la biotecnológía y las nuevas formas de almacenamiento de energía (baterías) se innovan y se cultivan en China.

El liderazgo en estos sectores estratégicos genera beneficios económicos relevantes, al tiempo que impulsa la oferta de salarios más altos. La persecución contra investigadores científicos chinos, desatada en universidades estadounidenses, se inició en Michigan con la detención de dos microbiólogas –Yunqing Jian y Chengxuan Han–, acusadas de contrabando de materiales biológicos. Los aranceles y las amenazas del Pentágono respecto a Taiwán, sumados al aumento de la xenofobia contra los orientales, han engendrado un paulatino crecimiento del orgullo nacionalista. Esta realidad, sumada a los mejores indicadores comparativos de educación y una ampliación de la esperanza de vida, ha cohesionado a la sociedad china frente a la agresión estadounidense.

Mark Rutte - WikipedioLa última semana, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, amenazó a India, China y Brasil con “un alto nivel de sufrimiento” si continúan comerciando con Rusia. «Por favor, llamen a Vladimir Putin y díganle que debe tomarse en serio las negociaciones de paz», agregó Rutte. Xi Jinping pareció responderle en un encuentro con el canciller Serguéi Lavrov realizado en Tianjin, en el que le pidió al ruso que “fortalezcan su apoyo mutuo y su cooperación (…) para proteger la seguridad y los intereses de desarrollo de ambos países”. Las palabras del líder chino no fueron recibidas con alegría por los 32 miembros del conglomerado atlantista.

La conflictividad global expresada en Gaza, Ucrania, Sudán, Irán, Afganistán y Siria es el resultado del quiebre de un modelo de organización global y la correspondiente apuesta, de muchos de los actores regionales, por situarse en un escenario más conveniente en el inédito orden en ciernes. Los conflictos antes estancados cobran dinamismo ante la ausencia de normas diplomáticas compartidas, sumadas a la incapacidad del viejo orden por imponer sus reglas.

La disputa se centra, en este marco, en dos escenarios en disputa: un nuevo orden multipolar, respetuoso de las soberanías, o una distribución de zonas de influencia. Trump propone la primera opción. Los BRICS+, la segunda. Parafraseando a Paul Eluard se podría presagiar que “hay otro orden global, y está cerca”. Su resultado impactará de forma profunda enAmérica Latina y el Caribe. Quizás provea el plafón básico e imprescindible para nuestra segunda y definitiva independencia.

*Sociólogo, doctor en Ciencias Económicas, analista senior del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)