Argentina: La Iglesia criticó al Gobierno por el avance narco en los barrios

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Rubén Amendáriz

La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) criticó al gobierno del libertario Javier Milei por el avance narco en los barrios vulnerables y alertó a través de un comunicado que «los narcos ofrecen a los jóvenes una vida corta pero aparentemente mejor, y esto a cambio de su dignidad, su libertad y, muchas veces, su vida: “La retirada del Estado es una forma indirecta de condenar a muchos a la muerte”.

El narcotráfico golpea con más
El narcotráfico golpea con más fuerza a los jóvenes de barrios vulnerables, que pueden terminar en situación de calle

«No se puede seguir esperando que quienes acompañan a los jóvenes más rotos lo hagan sin recursos. La entrega gratuita de tantos voluntarios es muy valiosa, pero debe ser complementada con equipos que puedan dedicarse a tiempo completo, y eso requiere financiamiento. Desfinanciar estas obras, demorar la ayuda o relegarlas a la buena voluntad de voluntarios agotados, es una forma indirecta de condenar a muchos a la muerte”, destaca el comunicado.

El documento, titulado “Si el Estado se corre, entra el narcotráfico”,  que lleva la firma de la Comisión Ejecutiva de la CEA que preside Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza; el vicepresidente Ángel Sixto Rossi, arzobispo de Córdoba; Cesar Daniel Fernández, obispo de Jujuy; y Raúl Pizarro, obispo auxiliar de San Isidro, alertó que “el narcotráfico ocupa los lugares vacíos y se convierte en una suerte de Estado paralelo”.

En ocasión de la  celebración de la “Jornada Mundial de la ONU contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de drogas” del 26 de junio, agrega que vemos con preocupación y dolor que la retirada del Estado de esos ámbitos abre paso al avance del narcotráfico, que ocupa ese lugar vacío y se convierte en una suerte de Estado paralelo». “La Iglesia en la Argentina reafirma su compromiso en la lucha contra el flagelo del narcotráfico y el consumo de drogas, una herida profunda en el corazón de tantos jóvenes, muchos de ellos en situaciones de extrema pobreza”, añaden ,los obipos.

“La droga –continúa el comunicado– mata por dentro, apaga la esperanza y corta proyectos de tantos chicos y chicas que quedan atrapados en el circuito del consumo. Esta realidad nos duele y nos interpela: ¡No podemos naturalizarla!”.

“Sin una presencia constante del Estado y el compromiso de toda la sociedad en la formación de nuestros niños, niñas y adolescentes, estaremos siempre corriendo detrás del problema”, consideraron y agregaron que “la recuperación no es un camino solitario: se sostiene en vínculos, en el abrazo de una red fraterna, en la pertenencia”.

La declaración de los obispos y concluye con un pedido claro: A quienes tienen responsabilidades de gobierno, les pedimos: ¡Escuchen el clamor de los que luchan por salir del consumo!¡Vean el dolor de familias y comunidades que están destrozadas por este flagelo!”.

Infome lapidario

La declaración ocurre después de que tomara estado público el  informe elaborado por el Centro de Investigación y Acción Social (CIAS) y el think tank Fundar, “La narrativa rota del ascenso social, Un estudio sobre las expectativas de los jóvenes de barrios populares”, donde reveló con base en encuestas realizadas en el territorio, sobre todo barrios vulnerables, el impacto destructivo del narcotráfico entre las familias y los jóvenes.El narco en la Argentina: ¿algo está cambiando? - Revista Anfibia

“La compraventa y consumo de drogas es una realidad cotidiana y visible. En la encuesta, el 51% afirmó que la mayoría de sus amigos consumen drogas, y un 43% dijo tener conocidos del barrio que las venden. En las entrevistas, los jóvenes coinciden en que, en sus barrios, el consumo es generalizado, ocurre en grupos de amigos, y comienza a edades cada vez más tempranas”, indica el estudio que lideraron el sacerdote jesuita Rodrigo Zarazaga y la experta en políticas sociales María Migliore.

“También están de acuerdo en que el consumo conduce a la participación en grupos delictivos. La espontaneidad con la que hablan sobre sus propias adicciones o las de sus amigos y familiares refleja la cotidianidad con la que viven estas situaciones. Seis de ellos, por ejemplo, comenzaron a consumir porque alguno de sus padres ya lo hacía”, agregó el informe.

La investigación se realizó mediante una encuesta de 600 casos y 47 entrevistas en profundidad a jóvenes entre 16 y 24 años en barrios populares del Area Metroplitana de Buenos Aires (AMBA), con el objetivo de captar sus experiencias y las narrativas que elaboran sobre sus vidas. “Lejos de ser un grupo marginal, el universo de estudio abarca un amplio grupo social; el 34% de los jóvenes del país viven en el AMBA y se estima que el 40% de los jóvenes del Conurbano Bonaerense vive en barrios populares o zonas vulnerables”, indicó el infome.

Tres focos calientes, narcos en control fuera y dentro de las cárceles e incapacidad de coordinación de políticas, las debilidades de Argentina en el mapa actual del narcotráfico | IADE “Todos los jóvenes coinciden en que el consumo suele comenzar alrededor de los 13 o 14 años, pero también en que cada vez se inicia a edades más tempranas, con tan sólo 9 o 10 años (…) Muchas familias están estalladas, muchas escuelas desbordadas, y muchos barrios populares están “ocupados por los transas” y cada vez más desconectados de la vida de la ciudad”, concluye la investigación.

“El entorno barrial es percibido como una amenaza constante. Esta percepción se sustenta en la convicción generalizada de que la droga está omnipresente en el barrio. La apreciación de sus madres como ‘guerreras’ o ‘superhéroes’ no solo denota gratitud, sino que además da cuenta de la capacidad de estas mujeres para navegar, con fortaleza y resiliencia, entre los múltiples desafíos que enfrentan en contextos de exclusión y violencia”.

Además, la investigación reveló que el consumo problemático y el delito, además, se reproducen intergeneracionalmente: “Cinco jóvenes cuentan que sus familias se dedicaban a vender drogas, y siete tienen o tuvieron preso a alguno de sus padres. Lara (20 años) cuenta que su madre cayó presa por narcotráfico cuando ella tenía 16 años y que, desde entonces, ejerce la prostitución: “El trabajo en la calle me acercó a la droga. Es lo peor. Mi vida es un fracaso”.

El consumo de drogas aparece, de acuerdo a CIAS-Fundar, también como causa de abandono escolar. Entre los 29El consumo problemático de drogas en Argentina detrás del polémico folleto repartido en el festival de Morón - Portal Universidad jóvenes que no terminaron secundaria, diez abandonaron por estar en situación de calle y tener problemas de adicciones crónicas. En las narraciones de los jóvenes, el consumo de drogas aparece asociado a un modo de vida que incluye delinquir y romper lazos con quienes intentan ayudarlos a salir del consumo.

“La mitad de los jóvenes entrevistados (23) consumen o consumieron drogas y consideran que tres razones los llevaron a la “vida en la esquina”: olvidar las dificultades, obtener ingresos o lograr reconocimiento. Los que vivieron desde muy chicos en situación de calle advierten que vivir en condiciones tan duras lleva casi inexorablemente al consumo”, indicó el trabajo, entre sus aspectos fundamentales.

El estudio de campo -que circuló entre obispos y agentes sociales que pertenecen a la Iglesia- trazó un panorama desolador y reveló con datos una situación dramática. Los obispos encendieron una señal de alerta dirigida al gobierno, para impulsar un mayor compromiso para revertir el presente.

*Periodista y politólogo, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)