Trump en su laberinto: Irán, la MAGA, y la redada cazamigrantes en Los Ángeles
Mirko C. Trudeau
El presidente Donald Trump no solo atiza el fuego en Medio Oriente al mantener la intriga sobre si bombardeará Irán, sino que también lo hace entre sus bases. A medida que los días han ido pasando desde que Israel empezó a atacar el régimen de los ayatolás el pasado viernes, las divisiones entre los seguidores del presidente -incluso dentro de sus círculos más estrechos- han ido creciendo.
Mientras, Trump jugaba al suspenso con una decisión trascendental para la seguridad nacional y que supondría romper con una de sus grandes promesas de campaña: sacar Estados Unidos de los conflictos internacionales.
Desde el fin de semana pasado, lealistas al presidente del ala dura como la congresista Marjorie Taylor Greene han criticado abiertamente la involucración de Washington en el conflicto. “Todo el mundo está descubriendo quiénes son los verdaderos America First/MAGA y cuáles eran falsos y solo lo decían porque era popular –escribía el domingo Greene en una publicación en la red social X–. Desgraciadamente, la lista de farsantes se está haciendo bastante larga y se han desenmascarado rápidamente“.
Sin aún atacar directamente al presidente, la división entre los aislacionistas del America First y los halcones republicanos ha ido escalando hasta condensarse en un clip viral de un minuto y medio de enganchadas entre el expresentador de la Fox, Tucker Carlson, y el senador republicano Ted Cruz.
La máquina de guerra
El republicano aseguró que si llegaba a la Casa Blanca sacaría al país de cualquier conflicto internacional y de hecho, criticaba a su predecesor Joe Biden por haber dejado el mundo a las puertas “de la Tercera Guerra Mundial”.
La maquinaria mediática de la persecución, la máquina de guerra, se movilizó de inmediato. El mismo Trump se encargó de encender las llamas al tildar a los manifestantes de “insurrectos” y “agentes de una invasión” (por las banderas mexicanas). La escena ideal para reafirmar la invención del “enemigo interno” actual: los migrantes latinos. Tres días después, frente a la pregunta de si sabía de alguna invasión a Estados Unidos, el jefe de las fuerzas armadas respondió irónicamente –revirando a Trump–, que “sólo se trataba de gente buena muy molesta”).

Kristi Noem, la Secretaria de Seguridad, se presentó personalmente en una redada, fusil en mano, para realizar una detención frente a las cámaras de los noticieros. Y Fox News dilapidó horas y horas de pantalla en primetime para estigmatizar a Los Ángeles como una ciudad “descuidada” y “corrupta”, en la que el “ideal americano” había zozobrado “por la presencia de los migrantes”. Es que meses después de reinar en Washington, Trump ha acabado enredado en un Oriente Medio mucho más inflamado y prácticamente a un paso de estallar.
En su estrategia de apostar alto, Trump ha desatado una pelea dentro del movimiento MAGA que está haciendo tambalear las bases que lo auparon a la presidencia. El influencer de extrema derecha Charlie Kirk, y que fue clave en la evangelización trumpista de los votantes jóvenes, advertía de la pérdida de “impulso” que podía significar esta guerra entre los aislacionistas y los halcones favorables a atacar Irán.
“Ningún tema divide tanto a la derecha actualmente como la política exterior”, escribía Kirk en X, y decía que estaba “muy preocupado” porque una gran escisión dentro del movimiento MAGA pudiera provocar una “disrupción” en el “impulso” de Trump y su “presidencia”.
Dodgers
En medio de todos los mensajes de solidaridad para con los migrantes, había un gran ausente, los Dodgers de Los Ángeles, uno de los equipos de béisbol más populares del país, muy seguido entre los latinoamericanos. La organización había mantenido un perfil bajo mientras agentes del Servicio de Control de Inmigración (ICE) realizan detenciones en varios puntos del sur de California, con un foco especial en Los Ángeles.
Ese silencio finalizó este jueves, cuando el equipo reveló que negó el paso de los agentes federales al estacionamiento de su estadio.
De acuerdo con Los Angeles Times, el equipo planea anunciar en los próximos días una serie de iniciativas para apoyar a las comunidades afectadas por los operativos. El club ha estado muy callado desde el comienzo de la redadas, cuando la mayoría de sus fanáticos son latinoamericanosen Los Ángeles.
El sábado la cantante Nezza ignoró una solicitud del equipo para interpretar el himno nacional en inglés, y en su lugar lo cantó en español. «Este es mi momento para mostrarle a todos que estoy con ellos, que tenemos voz y que lo que está ocurriendo no está bien. Estoy muy orgullosa de haberlo hecho, no me arrepiento de nada», declaró la cantante de 30 años.
El Dodger Stadium tiene una larga historia con las comunidades migrantes de Los Ángeles. Muchos lucen con orgullo las camisetas azules del equipo como una extensión de su amor por la ciudad y asisten a noches de celebración cultural dedicadas a comunidades mexicanas, salvadoreñas, guatemaltecas y otras, incluso de fuera de América Latina. La base de aficionados de los Dodgers es mayoritariamente latina, y el equipo es de los pocos que ofrecen transmisiones en español por televisión.
La franquicia también ha sido reconocida por contratar talento diverso a lo largo de su historia, incluyendo a Jackie Robinson (primer jugador negro en las Grandes Ligas), Fernando Valenzuela (ícono mexicano que trascendió el beisbol) y Chan Ho Park (primer coreano en llegar a la liga).
Pero la relación también ha tenido momentos de tensión: algunos residentes mexicano-estadunidenses y latinoamericanos siguen resentidos por el desalojo forzoso de familias en los años 50 para construir el estadio, en la zona conocida popularmente como Chávez Ravine, complejo barrial donde habitaron familias mexicanas.
* Economista, politólogo y analista estadounidense, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).