Más allá del divorcio entre Donald Trump y Elon Musk
Observatorio en Comunicación y Democracia (Comunican)
Fue como un divorcio en tiempo real.
¿Será que se terminó el amor… o los negocios? Se terminaron las palabras de elogio, planes compartidos y miradas cómplices en el Despacho Oval. De un día para otro comenzó la guerra en las redes sociales entre dos de los hombres más poderosos del mundo, como Donald Trump y su multimillonario (¿ex?)secuaz Elon Musk, que han pasado de pareja inseparable a lanzarse misiles en las redes sociales.
Pero no, no es un divorcio cualquiera, por la magnitud de los contendientes y por la trascendencia de la contienda, merece este asunto ser abordado con rigor y meticulosidad, más allá de un final previsible de egos revueltos.
Elon Musk y Donald Trump rompieron públicamente su alianza política y personal, en medio de acusaciones cruzadas, amenazas de represalias económicas y publicaciones virales en redes sociales. El quiebre se formalizó cuando Musk reposteó en X un pedido de juicio político (impeachment) contra el presidente y propuso que sea reemplazado por el senador J.D. Vance. A la publicación, Musk agregó un escueto pero contundente: “Yes”.
Durante una reunión con el canciller alemán, Trump expresó estar “muy decepcionado con Musk” y sugirió que podría cancelar todos los contratos gubernamentales de SpaceX y Starlink. “La forma más fácil de ahorrar miles de millones es cortar los subsidios a Elon”, escribió en su red Truth Social.
«A la luz de la declaración del Presidente sobre la cancelación de mis contratos gubernamentales, SpaceX comenzará a desmantelar su nave espacial Dragon de inmediato», respondió Musk . Y subió la apuesta a la amenaza de Trump de dejar de financiar sus proyectos.
E insinuó que Trump figura en los archivos no publicados del caso Jeffrey Epstein, acusado de tráfico sexual, pedofilia y otros delitos graves. lo que explicaría la falta de transparencia de la Casa Blanca sobre ese escándalo. “Es momento de hacer explotar la gran bomba, Donald Trump está en las listas de Epstein. Esa es la razón por la cual no se hicieron públicos”, afirmó
Epstein, financista estadounidense, fue denunciado por operar una red de tráfico sexual de menores durante al menos dos décadas. Las acusaciones incluyen abuso sexual, explotación de niñas —algunas de tan solo 14 años— y el uso de su red de contactos influyentes para protegerse. Aunque fue arrestado en 2019, su muerte -presunto suicidio- en prisión generó sospechas y alimentó teorías sobre el encubrimiento de figuras poderosas implicadas en el caso.
Los primeros coqueteos entre magnates tienen, como es natural, el dinero como principal alianza y eso fue lo que comenzó en diciembre de 2016 cuando Trump acababa de ganar sus primeras elecciones y pensó en Elon Musk para integrar su consejo de asesores en materia económica. Anillo al dedo: Musk buscaba proteger sus intereses en movilidad eléctrica y uso de renovables, pero el idilio se rompió cuando en junio de 2017, Trump decidió sacar a EEUU del Acuerdo de París.
Cuatro años y medio después, en enero de 2022, Trump tildó a Musk como uno de los «grandes genios del mundo», comparándolo con Thomas Alva Edison. Partida de largada para conformar un nueva dupla ganadora.
Musk cofinanció –con 250 millones de dólares- la campaña electoral que llevó a Trump nuevamente a la presidencia y recibió su contraprestación al ser nombrado director del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), sin abandonar la dirección de sus empresas Tesla y SpaceX, con el objetivo de reestructurar el gobierno federal y eliminar regulaciones para reducir gastos.
Su gestión fue polémica, marcada por despidos masivos y recortes en agencias como USAID y la FDA. Aunque se propuso recortar hasta dos billones de dólares en gastos, los resultados fueron modestos, con solo unos 150.000 millones de dólares en recortes potenciales. “La forma más fácil de ahorrar miles de millones es cortar los subsidios a Elon”, escribió Trump en su red Truth Social.
Y es ahora que Musk ha usado su red social para lanzar una dura crítica contra la nueva ley fiscal promovida por Trump, conocida como el «Big Beautiful Bill” (Enorme y Hermoso Proyecto de Ley”), calificándola como una «aberración repugnante» y advirtió que podría llevar a Estados Unidos a la bancarrota.
La legislación, respaldada por los republicanos, contempla recortes fiscales significativos que, según la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO), podrían dejar sin cobertura sanitaria a 10,9 millones de personas para 2034. Además, establece nuevos requisitos laborales para acceder a seguros médicos y asistencia alimentaria, lo que podría afectar a millones más.
En una entrevista, el sudafricano-estadounidense denunció que el proyecto implica un gasto público masivo que aumentaría el déficit presupuestario que podría llevar a EEUU a la bancarrota. «Los pagos de intereses ya consumen el 25% de todos los ingresos del gobierno. Si el gasto deficitario masivo continúa, sólo habrá dinero para pagar intereses y nada más. Ni seguridad social, ni seguro médico, ni defensa… nada», escribió en X.
La propuesta fiscal impulsada por Trump podría tener también repercusiones significativas para Tesla y otras empresas de Elon Musk. Una de las principales preocupaciones para Tesla es la eliminación de créditos fiscales para vehículos eléctricos que la ley contempla. Estos incentivos han beneficiado directamente a Tesla.
La ruptura se produjo pocos días después de una despedida privada en el Despacho Oval, donde Trump le entregó a Musk una llave simbólica del DOGE. Ambos habían compartido actos de campaña, vuelos en el Air Force One y hasta estadías en Mar-a-Lago, la residencia del presidente.
Mientras, Steve Bannon, consejero no oficial de Trump y cabeza de la internacional ultraderechista, se metió en la pelea pública y pidió al mandatario que investigue y deporte al multimillonario nacido en Sudáfrica, convencido de que es “un inmigrante ilegal”. Asimismo lo instó a»firmar un decreto y tomar el control de SpaceX esta misma noche».
Las compañías de Musk, principalmente SpaceX ligada a la industria aeroespacial, han recibido miles de millones de dólares en contratos federales de parte de numerosas agencias estatales a lo largo de los años.
¿Se terminó el amor… o los negocios?
*Colectivo del Observatorio en Comunicación y Democracia (Comunican), Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA)