La Tercera Guerra Mundial sobre el escritorio

Ivy Mike (yield 10.4 mt) - an atmospheric nuclear test conducted by the U.S. at Enewetak Atoll on 1 November 1952. It was the world's first successful hydrogen bomb.
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Jorge Majfud

Como cada atardecer en Colonia del Sacramento, estaba sentado bajo los olivos de los abuelos, descansando de una larga jornada en la recogida de tomates en la granja, con mi por entonces amada Historia Universal del Arte de José Ráfols en las rodillas. Alguien (creo que uno de mis tíos, pero no pude ver su rostro) se acercó y me dijo que no estaba sabiendo explicar el problema porque no me estaba haciendo la pregunta correcta.

Me desperté inquieto y pensando en el mismo problema que me había agotado el día anterior. Supe a qué se refería aquel tío desconocido, tal vez el tío muerto en un misterioso accidente hace cuarenta años. En principio era un problema irrelevante: el mismo circo global producido en una casa de gobierno de un poderoso país. Pero la pregunta ausente iba acompañada de una respuesta trágica.

Intentaré explicarme.

La pregunta ausente

Las discusiones sobre las políticas del gobierno de Trump giran en torno a las posibles consecuencias de sus medidas arancelarias que han revuelto medio mundo: las bolsas de valores, la inflación, la reindustrialización, “una prosperidad nunca vista antes”. Todas parten de los decretos y declaraciones de intención del presidente.

Hay algo que está ausente en los medios dominantes en los análisis académicos, y no son las consecuencias ni las intenciones declaradas, sino el origen de todo. No es un origen histórico, sino su opuesto. Es un origen teleológico, un origen y una causa que está (de forma precaria) en el futuro.

Al proceder de esta forma, no sólo encontraremos consistencia de la orgía de aranceles con otras políticas del mismo gobierno, como la guerra contra la inmigración y las universidades, sino también una conclusión dramática.

Antes, resumiré las (significativas) contradicciones de estas políticas y narrativas.

Tarifas

Estados Unidos tiene déficit comercial y un endeudamiento real, aunque no tan grave como Japón. Los genios de los negocios siempre han basado su éxito, a punta de cañón, en la irresponsabilidad propia y las obligaciones ajenas. Es algo muy viejo, pero, como toda crisis, es usada como cortina de humo para el ajuste de los de abajo.

En teoría, los aranceles tendrían el objetivo de equilibrar la balanza financiera, pero las medidas reales revelan algo difícil de etiquetar como ignorancia. Como bien saben los economistas, todos tenemos déficit con nuestro supermercado y superávit con nuestro empleador. Sin embargo, la idea anunciada en abril de 2025 (“El día de la liberación”) consistió en una tabla rasa de aranceles a prácticamente todo el mundo.

En 1890 McKinley produjo la mayor recesión del siglo con una política arancelaria. En 1930, el presidente Hoover agravó la crisis con más políticas arancelarias, produciendo la gran Depresión de los años treinta que obligó al país a socializarse para salir de la catástrofe. Un factor central de esa crisis anunciada por Marx e iniciada en 1929 con el hundimiento de Wall Street, se debió a la sobreproducción de productos industriales que no se podían vender porque los obreros no tenían capacidad de compra.

Ahora, traigamos estas lecciones históricas al presente e imaginemos que se produce un milagro y Estados Unidos se reindustrializa con salarios que nadie aceptaría hoy. ¿A quién le vamos a vender los productos industriales que nuestra clase media no podrá comprar y tampoco el 96 por ciento del mundo debido a las barreras arancelarias?

Ahorro

El Objetivo Real necesita esa clase obrera, servil e incondicional, en situación de necesidad perpetua. Para eso se debe radicalizar su pérdida de derechos políticos (como la libertad de expresión) y sus beneficios sociales, creados por Roosevelt en los 30s y Johnson en los 60s, luego reducidos por la ola neoliberal y libertaria a partir de la Era Reagan-Thatcher, como la educación pública y los programas de salud estatales, como el Medicare y el Medicaid.

¿Qué mejor, para una población sufriente y embrutecida con la propaganda políticoreligiosa que más circo? La motosierra de Elon Musk es uno de los artilugios de bufón que para nada inventó el presidente argentino Javier Milei; ya lo había usado en los 90s otro neoliberal en Uruguay, el presidente Lacalle Herrera. Esta motosierra (DOGE) ya ha destrozado cientos de miles de puestos de trabajo sin alcanzar sus objetivos. Por el contrario, su maquinaria destructora ahorró 150 mil millones de dólares y, por su propia burocracia, produjo un gasto muerto de 130 mil millones, además de erosionar la producción y el consumo.

No hay que olvidar que, aparte del fanatismo anglosajón escondido detrás de excusas patrióticas, estas políticas están escritas por un gobierno de los ricos, por los ricos y para los ricos. El uno por ciento de la población estadounidense posee 50 billones de dólares, es decir, el doble del PIB de Estados Unidos.

Pero hay que ahorrar quitándole la asistencia médica a los jubilados pobres. Ellos no son productivos ni lucharán ninguna guerra.

Inmigración

Las políticas de deportación indiscriminada y las declaraciones racistas de Trump, son un agregado personal y cultural de este país. Son parte del circo y de la clásica incitación fascista, pero también coinciden con el Objetivo Real. Se podría legalizar a esos millones de trabajadores (y consumidores) altamente necesarios y productivos, como hizo Ronald Reagan en 1986, pero, para el Objetivo Real, no se confía en la sumisión incondicional de extranjeros no caucásicos.

(Recordemos que más allá de los billones de dólares invertidos por las superpotencias en análisis de Inteligencia, todo se reduce a la escasa inteligencia de un pequeño grupo de psicópatas con un coeficiente intelectual más bien mediocre. Alguien con conexiones un poco más arriba me ha dicho que me odian por esta “arrogancia” y, honestamente, me importa un carajo.)

El propósito declarado no es que son negros y mestizos, sino la reducción de la criminalidad, al tiempo que se crean empleos en el sector manufacturero para los ciudadanos. Un contrasentido por donde se lo mire. Actualmente, en el sector industrial existe medio millón de puestos eternamente vacantes, y ese número va en aumento. Como no se puede decir que los hispanos son improductivos, se los acusa de asesinos y violadores, a pesar de que la tasa de criminalidad en este grupo es, por lejos, inferior a la de los nacionales.

La excusa tradicional siempre fue “No estamos contra la inmigración, sino contra la inmigración ilegal” (ver “El racismo no necesita racistas”). Ahora, como estos argumentos racistas y xenófobos no son suficientes para el Objetivo Real, se continúa por criminalizar a los inmigrantes legales: profesores y estudiantes extranjeros, todos legales, usando dos excusas anticonstitucionales: (1) expulsar, desmoralizar, desacreditar o silenciar a los críticos de Israel acusándolos de antisemitas; (2) los chinos son comunistas por nacimiento y, por lo tanto, son un peligro para Estados Unidos. ¿Y los Nazis? Bueno, bienvenidos, como siempre.

Universidades

Es el mismo problema de la base laboral, pero en la cúspide de la pirámide: cualquier reindustrialización, aparte de difícil por los salarios nacionales, será doblemente imposible por las mismas medidas tomadas: para una reindustrialización se necesitan universidades, ciencia, tecnología. Pero, para el Objetivo Real, en palabras del vicepresidente Vance, “Los profesores son el enemigo” y para el Proyecto 2025, “Las universidades son el enemigo”.Contra el genocidio de Israel. Se extienden las protestas en solidaridad con Palestina en las universidades de Estados Unidos

Cuando Eugene Debs y otros estadounidenses antimperialistas comenzaron a dar discursos contra el ingreso a la Primera Guerra Mundial, fueron encarcelados por cometer el “delito de opinión”. Ahora, un siglo después, como lo expliqué en P = d.t, cuando el poder tiembla, la tolerancia a la diversidad-disidencia-democracia disminuye de forma proporcional.

A pesar de que la retórica se centra en “solo los estadounidenses importan”, los mismos estudiantes estadounidenses no quieren ir a universidades sin estudiantes internacionales. ¿Por qué? Por la ahora peligrosa diversidad. Porque no son estúpidos. Los estudiantes saben que en la diversidad de experiencias y perspectivas radica el progreso científico y académico en todas las áreas. Por otra parte, también saben que si quieren hacer una carrera más allá de la mera sobrevivencia animal deben relacionarse con gente de todas partes del mundo, aunque ni siquiera se tomen la molestia de viajar a otro país.

Hace unos años estuve en el MIT invitado por Noam Chomsky para una conversación y, recorriendo sus edificios, encontré una abrumadora mayoría de estudiantes y profesores hablando una diversidad de idiomas o hablando inglés con acento extranjero. Lo mismo Harvard y casi cualquier otra universidad que se precie de algo. Desde hace muchas décadas, la mayoría de las patentes en Estados Unidos es creada por extranjeros. Pues, justo esa ventaja que sobrevive en este país es la que los propulsores del Proyecto 2025 y de el Objetivo Real quieren destruir.

El Objetivo Real

La obsesión de Trump de una imposible reindustrialización con obreros con salarios de los 60, esconde un problema global y una advertencia oscura: la idea es hacer a Estados Unidos autosuficiente en previsión de una guerra global.EEUU y Europa han creado una nueva guerra global | Cuatro F

¿Por qué deberíamos llegar a este extremo? Por la explicación que hemos desarrollado por años: porque, diferente a otras culturas y continentes, Noroccidente sólo se desarrolló por la brutalidad imperial y la fuerza de eliminar la prosperidad ajena con el discurso contrario. En particular, el mundo protestante y anglosajón no puede ver a nada ni a nadie sin clasificarlo como ángel o demonio. Obviamente, los demonios (los salvajes, los terroristas) son siempre los otros, y es urgente eliminarlos antes de que se les ocurra la misma idea a ellos.

Este Objetivo Real (seguro que en este momento está sobre una mesa de roble y caoba con un nombre más poético) está previendo y promoviendo la Tercera Guerra Mundial en base a datos concretos recogidos de los actuales campos de batalla. Sería abusar de la inocencia de los pueblos si descartamos esta hipótesis que, entiendo, es el mayor problema desde el año 850.000 AC, cuando solo sobrevivieron 1200 humanos en todo el planeta por una razón que los científicos todavía intentan aclarar.

La Segunda Guerra mundial no solo desarrolló la industria en Estados Unidos, sino que fue el factor que extendió la hegemonía anglosajona ante la decadencia del Reino Unido. La posguerra (la Guerra fría) demostró la eficacia del imperio Noroccidental (la OTAN) basado en la agresión y el acoso, no en la negociación o la convivencia.

Estos son dos de los principales escenarios de estudio, ahora en las mesas de roble y caoba:

I

Rusia aspira a una autosuficiencia casi total en la industria petroleraRusia es el ejemplo más temido y más deseado. Las notas y discusiones autosuficiencia industrial y agrícola. sobre Rusia deben ser selváticas en este momento, ya que son una prueba sorpresiva e irrefutable de un país mediano que logró atravesar un largo conflicto bélico, bajo el bloqueo y acoso unánime de la OTAN, sin destruir su economía sino todo lo contrario. La clave no ha sido solo su poderío tecnológico, que no es superior al de Estados Unidos, sino su autosuficiencia industrial y agrícola.

Karoline Leavitt, la vocera de la Casa Blanca declaró: “Necesitamos más plomeros y menos graduados en estudios culturales”. Estas ideas repetidas no sólo apelan al manual fascista creando falsas dicotomías para mantener a los de abajo en un permanente conflicto, sino que tienen un propósito doble: Si un plomero no escucha las criticas al sistema que lo mantiene en estado de necesidad, no sólo continuará en estado de obediencia sino que culpará a los críticos de su situación y (2) para el Objetivo Real, los esclavos funcionales serán cruciales, ya que no habría cárceles para tantos críticos saboteadores como Eugene Debs.

II

Gaza es el otro laboratorio donde esta mentalidad anglo-sionista, psicópata a extremos impensables, estudia cómo reacciona la población mundial ante repetidas matanzas surreales y cómo se controlan la indignación, las protestas y la opinión pública.

Sobre este tema, enorme, hemos escrito libros. No tengo espacio aquí para volver sobre los detalles, pero creo que la explicación sobre esta oscuridad ha sido bastante clara.

**Escritor y traductor uruguayo, radicado en Estados Unidos.