Laicismo: Uruguay no celebra la navidad (oficialmente)
Luvis Hochimín Pareja
Uruguay se posiciona como el país menos religioso de América Latina en 2023, con un 47,3% de la población que no profesa ninguna religión. Esta cifra contrasta con el promedio regional, donde el catolicismo es predominante (53,8%).
Además, los uruguayos destacan por percibir altas garantías en la libertad de profesar cualquier religión: 47,9% considera que esta libertad está «completamente garantizada». Este fenómeno subraya la fuerte identidad laica del país y lo diferencia notablemente de naciones vecinas como Chile, el segundo menos religioso de la región, donde aún un 56,1% se identifica como católico, según datos de Latinobarómetro.
Uruguay es el único país de América Latina que no celebra la Navidad oficialmente, habiéndola eliminado de su calendario en 1919. Uruguay consolidó su identidad como un país laico al aprobar una Constitución que formalizó la separación entre la Iglesia y el Estado. Esto llevó a la implementación de una ley de feriados que secularizó las festividades religiosas, reemplazándolas por denominaciones laicas sin cambiar sus fechas.
La festividad fue reemplazada por el «Día de la Familia» como parte de un proceso de consolidación del laicismo en el país. Esta decisión se remonta a 1917, cuando el presidente uruguayo José Batlle y Ordóñez decretó que el 25 de diciembre sería un feriado nacional para celebrar la familia. Batlle y Ordóñez era un liberal progresista que creía que la familia era la base de la sociedad. Él quería que este día fuera un momento para que las familias se reunieran y celebraran su amor y apoyo mutuo.
La Navidad continuará siendo una celebración no oficial en Uruguay, manteniendo el 25 de diciembre como feriado nacional y respetando las elecciones privadas de cada ciudadano. Este modelo laico seguirá siendo una referencia en la región, especialmente en contextos de debates sobre la separación entre religión y Estado, mientras que el país seguirá liderando índices de baja religiosidad en América Latina.
Uruguay busca respetar todas las creencias mediante esta medida. La inclusión es un principio clave en su tradición laica. La secularización uruguaya comenzó a principios del siglo XX. Durante este período, se impulsaron múltiples reformas sociales y culturales. El gobierno eliminó símbolos religiosos de los espacios públicos. Esto incluyó la educación y la administración estatal. Uruguay fue pionero en la eliminación de privilegios eclesiásticos. Esta postura marcó un precedente para otros países de la región.
Uruguay defiende su tradición laica ante críticas y cuestionamientos. Esta postura busca fortalecer la convivencia en diversidad. El cambio de la Navidad simboliza una decisión histórica. Marca una diferencia notable con otros países de Latinoamérica.
Otras celebraciones cristianas, como el Día de Reyes y Semana Santa, también fueron renombradas como el «Día de los Niños» y «Semana de Turismo», respectivamente. Estos cambios buscaban mantener las fechas como oportunidades de reunión familiar o descanso, pero sin connotaciones religiosas.
Aunque la Navidad no tiene reconocimiento oficial, muchas personas en Uruguay la celebran en el ámbito privado, manteniendo tradiciones familiares similares a las de otros países. El 25 de diciembre sigue siendo feriado nacional, permitiendo reuniones familiares y actividades de descanso.
*Periodista uruguayo, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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