Alvin Holsey, nuevo jefe del injerencista Comando Sur de EEUU
Álvaro Verzi Rangel
El vicealmirante Alvin Holsey asumió el cargo de comandante del Comando Sur de Estados Unidos, sustituyendo a la generala Laura Richardson. Es el en el primer afroamericano en liderar esta organización, tras ser ascendido al rango de almirante antes de la ceremonia, marcando un hito al convertirse en sus más de seis décadas de historia.
El Comando Sur, o Southgcom como le dicen en el Pentágono, es uno de los nueve comandos militares en que se divide la fuerza militar estadounidense, creado en 1963, comprende un área de influencia que va desde México hasta la Antártida (México corresponde al Comando Norte), aunque es descendiente del Comando de Defensa del Caribe, creado en 1941 con el objetivo primordial de defender el Canal de Panamá.
Cuando se habla de la presencia de Estados Unidos es imposible no pensar en su rol desestabilizador. Según un estudio de la Universidad de Harvard, Estados Unidos intervino en 41 ocasiones, 14 intervenciones directas y 27 indirectas, para forzar un cambio de gobierno en países de América Latina entre los años 1898 y 1994.
Cuenta con más de 1.200 empleados -incluyendo civiles- procedentes de diversos cuerpos militares y de agencias federales de Estados Unidos, incluyendo el Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada y el Cuerpo de Guardacostas, entre otros.
En 1965, las tropas del Comando Sur participaron en una invasión a República Dominicana ante el temor de que un levantamiento de seguidores del depuesto presidente Juan Bosch pudiera sacar al país a la órbita de Washington. En esa década, fueron también tropas entrenadas por el Comando Sur las que pusieron fin a la guerrilla de Ernesto «Che» Guevara en Bolivia.
En muchas de esas operaciones, las denuncias o las pruebas sobre la injerencia además de hacia la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) apuntan directamente al Comando Sur. El Comando Sur fue responsable no solo de la aplicación sino también del diseño del Plan Colombia. Hace una década, el presidente de Bolivia, Evo Morales, responsabilizó al Comando Sur del derrocamiento del mandatario Manuel Zelaya en Honduras, ocurrido en 2008.
Las múltiples denuncias sobre violaciones de los derechos humanos ocurridas durante esas confrontaciones internas se proyectan todavía sobre la participación de Estados Unidos en los mismos, al punto que hay varias demandas por parte de organizaciones de derechos humanos que exigen que el Comando Sur desclasifique los documentos pertinentes.
Los orígenes del Comando Sur del ejército de Estados Unidos se remontan al primer grupo de marines que llegó a Panamá a bordo del USS Nashville el 2 de noviembre de 1903, un día antes de que el istmo declarara su independencia de Colombia.La misión oficial de esos soldados era proteger el ferrocarril que unía las costas atlántica y pacífica de Panamá pero, en la práctica, su presencia sirvió para impedir que Bogotá pudiera sofocar el alzamiento y para convencerle de que la secesión era un hecho consumado.
La actividad del Comando Sur cubre 31 países y abarca 24.9 millones de kilómetros cuadrados. Es responsable de proporcionar planificación de contingencia, operaciones, y la “cooperación de seguridad” de los gobeirnos de Estados Unidos para América Central y del Sur y el Caribe
Aunque tras el fin de la Guerra Fría, las intervenciones directas de Estados Unidos en la región disminuyeron, lo que se ha producido ha sido más bien un cambio de estrategia. Washington se apoya cada vez más en las fuerzas de los propios países latinoamericanos para defender sus intereses en la región.
En 2004 el sociólogo y especialista en relaciones internacionales argentino, Juan Gabriel Tokatlian, señalaba que “El Comando Sur parece estar convirtiéndose en el procónsul en el ámbito interamericano, figura que en el Imperio romano acreditaba al gobernador de una provincia” . El organismo militar tiende a ser el principal interlocutor de los gobiernos del área y el articulador primordial de la política exterior y de defensa estadounidense en la región.
Los objetivos del Comando fueron variando. En marzo del 2021, su exjefe Craig Faller, los resumía así “Este hemisferio está siendo atacado. Los principios y valores democráticos que nos unen están siendo activamente socavados por las violentas Organizaciones Criminales Transnacionales (ECT), la República Popular China y Rusia”.: “Estamos perdiendo nuestra ventaja posicional en este hemisferio y se necesita acción inmediata para revertir esta tendencia.”, añadió
El Comando Sur era entonces responsable de varias bases militares estadounidenses en la región, incluyendo la de Guantánamo en Cuba y la de Soto Cano en Honduras, además de otros centros de operaciones en Aruba, Curazao y El Salvador, así como una red de radares antinarcóticos en Perú, Colombia, Ecuador y otros países del Caribe.
En mayo 2019 Faller, publicó un mensaje en Twitter poniéndose a la disposición del líder golpista venezolano y autodenominado «presidente encargado», Juan Guaidó, mostrando su apoyo a los jefes militares venezolanos que ayuden a la «restauración del orden” en Venezuela y sacar al presidente Nicolás Maduro.
La presencia del Comando Sur en la región se mantiene mediante la “cooperación” en la «lucha contra las drogas» o en supuesta “ayuda humanitaria”, junto con la presencia permanente de varias bases militares y la «instrucción» brindada a los Ejércitos de cada país, como sucedió con los ejercicios en la triple frontera de Argentina, Paraguay y Brasil.
La anterior jefa, Laura Richardson, con un pasado relacionado con operaciones de apoyo en Iraq y Afganistán, dijo en Argentina que le preocupaba la estación espacial de China en la provincia de Neuquén. Richardson, quien había asumido el mando en octubre de 2021 y fue la primera mujer en dirigir el comando de combate de EEUU., se retirará después de una carrera militar de más de 40 años.
“Los países con gobiernos comunistas trabajan juntos y se ve que algunos países en el mundo están siguiendo su ejemplo, y tenemos que prestar atención a eso”, manifestó Richardson en Ssu última visita a Argentina. “Aquí es donde entran en el ataque a la democracia y la erosión de las instituciones democráticas y tenemos que unirnos frente a eso”.
“ Tenemos que darnos cuenta de lo que está en juego y que el voto de cada país importa ante esos tres (China, Rusia e Irán) que se unen. Para la seguridad de nuestros ciudadanos tenemos que pensar ‘¿Qué es un gobierno comunista?’ Ellos no respetan los derechos de su propio pueblo, no van a respetar los derechos de los demás. Ese es el principio fundamental de los gobiernos comunistas”, señaló. En plena concordancia con el presidente argentino Javier Milei.
El nuevo jefe
Nativo de Georgia, Holsey se graduó en Ciencias de la Computación en el programa NROTC del Morehouse College en 1988 y obtuvo una maestría en gestión en Troy State University. Para el gobierno, su trayectoria representa un avance significativo en la diversidad dentro de las fuerzas armadas de EE.UU., especialmente en roles de alto mando
Durante una ceremonia de cambio de mando celebrada en Miami, en el sur de Florida (EEUU) y donde este cuerpo militar tiene su sede, Holsey defendió que las alianzas son la mejor disuasión para afrontar “las preocupaciones económicas y de seguridad compartidas”. “Siempre estaremos allí para las naciones con ideas afines, que comparten nuestros valores, nuestra democracia, nuestro estado de derecho y los derechos humanos”, aseveró.
“Nuestros adversarios han establecido una fuerte presencia, poniendo en peligro la seguridad y la estabilidad en todo el continente americano”, alertó Holsey, quien aludió a los continuos esfuerzos de Rusia y China por ganar influencia y poder en la región. Se refirió también a las organizaciones criminales trasnacionales, que “crean un entorno de riesgo al tiempo que socavan el Estado de derecho y perturban las funciones gubernamentales legítimas”.
Según la información oficial, fue el primer comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Sentinel, en el ámbito marítimo internacional, «estableciendo rápidamente un cuartel general expedicionario para garantizar la libertad de navegación, el derecho internacional, la libre circulación del comercio y la estabilidad de marítima en todo Oriente Medio».
En cuanto a sus acciones, Holsey ha realizado numerosos despliegues a bordo de fragatas y cruceros de la Armada de EEUU, así como misiones de vuelo con varios tipos de helicópteros, como el SH-60B Seahawk.
Con Richardson, el Comando Sur llevó a cabo numerosas operaciones que apoyaron directamente la seguridad regional, aumentó la cooperación en materia de seguridad con los socios regionales de defensa y seguridad y optimizó su programa de ejercicios multinacionales para fortalecer la capacidad de seguridad colectiva de la región y reforzar la interoperabilidad», dijo la organización.
La general Richardson respaldó misiones internacionales, como la que se activó en Haití para restablecer la seguridad en las comunidades afectadas por la violencia generalizada de las pandillas.
Será recordada, además, por sus constantes advertencias acerca de la creciente influencia de China en América Latina, que en su opinión es dañina para la democracia. En ese sentido, defendió la necesidad de lanzar un ‘Plan Marshall’ en la región.
*Sociólogo y analista internacional, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y analista senior del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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