Crece la tensión entre Venezuela Brasil: Maduro llama en consulta a su embajador

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Marcos Salgado

El gobierno de Nicolás Maduro no parece dispuesto a dejar pasar el desplante de Brasil, que obturó el ingreso de Venezuela a los BRICS en la reciente cumbre en Kazán, Rusia.

En un comunicado de la cancillería venezolana, se indica que Caracas convocó al encargado de Negocios de Brasil en Venezuela, para manifestar el «más firme rechazo a las recurrentes declaraciones injerencistas y groseras de voceros autorizados por el Gobierno brasileño, en particular las ofrecidas por el Asesor Especial de Asuntos Exteriores, Celso Amorim».

El comunicado dice que Amorim «comportándose más como un mensajero del imperialismo norteamericano se ha dedicado de manera impertinente a emitir juicios de valor sobre procesos que solo le corresponden a los venezolanos y las venezolanas y sus instituciones democráticas».

Además, la cancillería venezolana tacha de «actitud anti latinoamericana, en contra de los principios fundamentales de la integración regional», el veto de Brasil a Venezuela en los BRICS.

Celso Amorim (i), y el presidente pro-tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), Ralph Gonsalves (d), en San Vicente y Las Granadinas. (Xinhua)

El comunicado confirma además que el presidente Nicolás Maduro llamó a consultas a su embajador en Brasilia, Manuel Vadell.

Rodriguez contra Amorim

Al comunicado oficial de Venezuela se sumó el miércoles una carta difundida por el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez. «En los contactos que sostuvo con Venezuela, Celso Amorim siempre pareció más un enviado de Jack Sullivan que del presidente Lula», arranca el comunicado de Rodríguez.

El líder oficialista, también jefe del diálogo con la oposición y quien encabeza regularmente los contactos de alto nivel con los Estados Unidos, denuncia en su carta que Amorim «vino en nombre de Sullivan para buscar dañar el normal desenvolvimiento de la elección presidencial en Venezuela».

El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez. (Asamblea Nacional)

Rodríguez detalla varios encuentros con Amorim previo a las elecciones en los que, explica, adelantaron que «el extremismo de derecha en Venezuela, a quien Estados Unidos había dado beneplácito para control de la dirección opositora, jamás reconocería el resultado electoral» y «que el plan de esa facción fascista distaba de cubrir los extremos de una campaña electoral ajustada a los cánones naturales y legales de una contienda por los votos».

El presidente de la AN remarcó que advirtieron a Amorim que el gobierno tenía las pruebas de «la organización de grupos violentos, racistas, que utilizarían la elección para intentar perpetrar un golpe de estado en Venezuela.»

«Ante nuestra denuncia, la respuesta de Amorim siempre fue un largo e incómodo silencio», remarcó Rodríguez. 

Rodríguez también refutó argumentos de Amorim durante una comparecencia en la comisión de Política de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de Brasil.

«Nos queda claro a qué vino y quién lo mandó. Usted se comportó, de manera aviesa, más como un interlocutor del Gobierno de los Estados Unidos que en el papel supuestamente asignado por el Presidente Lula», escribió Rodríguez, quien adelantó que pedirá en la AN declarar a Amorim «persona no grata».

¿Y Lula? 

Así, Venezuela marcó la cancha frente a Amorim, y quedó a la espera de la próxima movida, que deberá ser de Lula, a quien, al menos por ahora, desde el Palacio de Miraflores prefieren no dirigir la artillería pesada.

 

Argentina regresó su histórica postura de rechazo al bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba y eso definió una salida de la que se hablaba hace semanas: la canciller Diana Mondino dejó su puesto y el gobierno emitió un comunicado donde anunció una «auditoria del personal de carrera de la Cancillería» para «identificar impulsores de agendas enemigas de la libertad». En el mismo comunicado, la administración Milei confirmó que Gerardo Werthein, actual embajador en los Estados Unidos, será el nuevo canciller.

Así, la novedad de que la diplomacia argentina había decidido conservar una de sus banderas históricas pese a la alineación irrestricta de Milei a Estados Unidos e Israel, duró poco. En Nueva York, y luego de haber cambiado de representante, Argentina fue uno de los 187 países que rechazaron el bloqueo contra Cuba. El habitual contundente respaldo tuvo solo dos países en contra: Estados Unidos y su socio en Medio Oriente, Israel.

La votación en la ONNu, a favor de Cuba y contra el bloqueo de EE.UU.

Las versiones en Buenos Aires van desde un desplante pensado en el Palacio San Martín hasta un sencillo y llano error a la hora de votar, algo bastante poco posible, aún entre novatos. También hay quienes aseguran que como Cuba siempre acompañó a la Argentina en su reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas, se intentó preservar esa relación para no perder un solo voto en el Comité de Descolonización para que Gran Bretaña reconozca la soberanía argentina y abra un mesa de diálogo.

Antes de que trascendiera la noticia del despido de Mondino, La Derecha Diario, un medio muy cercano a Milei y de los que más retuitea el mandatario en redes, había titulado: «Esperable: El Gobierno de Milei votó a favor del libre comercio y en contra de los bloqueos comerciales en la ONU». Es decir, en las filas del mileismo había quienes se ocupaban de justificar el desplante a los Estados Unidos. Luego todo volvió a la normalidad de una alineación sin cortapisas con Washington e Israel.

Cómo sigue el conflicto

¿Los hermanos Milei van a encarar una pelea de fondo con la diplomacia de carrera del Palacio San Martín? Además del párrafo donde se amenaza con la caza de brujas, el escueto comunicado de la Casa Rosada adelanta la batalla. Postula que «la Argentina atraviesa un período de cambios profundos, y esta nueva etapa exige que nuestro cuerpo diplomático refleje en cada decisión valores de libertad, soberanía y derechos individuales que caracterizan a las democracias occidentales».

Gerardo Werthein, nuevo canciller argentino.

Por lo pronto, para que quede claro el alineamiento con Estados Unidos, Milei confirmó como reemplazante de Mondino a Gerardo Werthein, el embajador argentino en Washington, un empresario, accionista del diario El Cronista y el multimedio uruguayo El Observador, ahora con una radio en Buenos Aires, donde figuran varios periodistas alineados con Milei. El Grupo Werthein es uno de los holdings más grandes del país, propietario de empresas de distintas actividades, tanto en la Argentina, como en el Reino Unido y Estados Unidos.

Werthein fue el encargado de coordinar los repetidos viajes privados del presidente para reunirse con empresarios en Estados Unidos antes y después de asumir el gobierno.

 

 

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