BRICS crece, avanza en la desdolarización… y Brasil veta a Venezuela

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Isabella Arria

El grupo BRICS+ se reivindicó heredero de movimientos de países del Sur que a lo largo de las últimas décadas buscaron la independencia de las naciones del Norte y avanzó en su cuarta reunión cumbre celebrada en la ciudad rusa de Kazán en la creación de una plataforma de inversión y un sistema de pagos propios, en camino a la desdolarización de la economía mundial.

A los10 miembros iniciales su sumaron en la cumbre celebrada en la ciudad rusa de Kazán otras 13 naciones de tres continentes con carácter de asociadas, paso previo a ser integrantes plenos. La sorpresa fue el veto de Brasil al ingreso de Venezuela.Cumbre de los BRICS 2024 : más de 30 países buscan desafiar la hegemonía occidental - Cointribune

En la fotografía final de la cumbre del BRICS+ en Kazán posaron los presidentes de 32 países, los cancilleres de otros tres y el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres. El mandatario ruso, Vladimir Putin, anfitrión de la cumbre, dijo que “los gobiernos de las naciones aquí representadas comparten aspiraciones similares, valores y una visión de nuevo orden democrático global”.

El canciller brasileño, Mauro Viera –en representación del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien a último momento no viajó por prescripción médica–, dijo que BRICS+ no es un simple acrónimo, en alusión a un reporte del economista Jim O’Neill, de Goldman Sachs, publicado en 2001, que identificaba a Brasil, Rusia, India y China como economías emergentes que aumentarían su peso global.

“Detrás de las letras BRICS+ hay una realidad palpable construida a lo largo de décadas de esfuerzos por un mundo más equitativo”, añadió en la plenaria, donde estuvieron presentes los mandatarios latinoamericanos Nicolás Maduro, de Venezuela, y Luis Alberto Arce, de Bolivia, así como los cancilleres cubano, Bruno Rodríguez, y nicaragüense, Valdrack Jaentschke.

“El BRICS+ debe mucho al Grupo de los 77 –que reúne a países del Sur global– y al Movimiento de los Países no Alineados”, surgido durante la guerra fría como contrapoder a las grandes potencias. El grupo BRICS+ se ha convertido en vector del crecimiento económico que el mundo ha experimentado en este siglo, dijo Vieira.

El presidente chino, Xi Jinping, señaló en la última sesión plenaria que el BRICS+ debe actuar como fuerza estabilizadora. “Al estar a la vanguardia del Sur global debemos demostrar nuestra sabiduría y fuerza colectivas, defender la paz y lograr la seguridad universal”, declaró.

Los avances 

El presidente ruso Vladimir Putin planteó la creación de una plataforma de inversiones, tras haber propuesto conformar un mercado de materias primas, inicialmente cereales, entre los países del BRICS+. Putin consideró obvio que la nueva ola de crecimiento económico ya no se dará en los países del Norte y afirmó que “llegó el tiempo de discutir la idea de crear nuestra propia plataforma para desbloquear el potencial de crecimiento de nuestras economías”.

En la reunión también se acordó avanzar en la integración de un sistema de pagos entre los países BRICS, cuya economía representa 37 por ciento del producto interno bruto (PIB) mundial, poco más que el 34 por ciento del Grupo de los Siete (G7), donde están Estados Unidos, Canadá, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia y Japón.

El sistema de pagos, llamado por ahora BRICS Clear, serviría para liquidar depósitos. Hasta ahora el sistema dominante es SWIFT –que permite, por ejemplo, pagar con una tarjeta de crédito de un país en otro lado del mundo o mover el dinero entre cuentas de empresas en diferentes territorios.

Rusia está desconectado del SWIFT, como parte de las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea, por la invasión a Ucrania. Los promotores de la plataforma alternativa buscan reducir la dependencia de las transacciones en dólares, ya que ésta permitiría a todos los miembros conservar el acceso pleno a los sistemas financieros del BRICS+ incluso si fueran desconectados de SWIFT.

La decimosexta cumbre de los BRICS+ no amplió formalmente del bloque. Los socios de pleno derecho son: Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Egipto y Etiopía. De manera oficial, los estados asociados incorporados son Argelia, Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Indonesia, Kazajistán, Malasia, Nigeria, Tailandia, Turquía, Uganda, Uzbekistán y Vietnam.

El veto de Brasil a Venezuela

Venezuela no fue incorporada en esta categoría, aun cuando el presidente Nicolás Maduro fue invitado y acudió a la cumbre. La cancillería venezolana publicó un comunicado en el que asegura que su exclusión obedeció a un veto de Brasil, lo que calificó de  «un gesto hostil, que se suma a la política criminal de sanciones que han sido impuestas a un pueblo valiente y revolucionario».

Por medio de un comunicado, el Gobierno venezolano denunció que la representación de la Cancillería brasileña, encabezada por el embajador Eduardo Paes Saboia, «decidió mantener el veto que Bolsonaro aplicó a Venezuela durante años, reproduciendo el odio, la exclusión e intolerancia promovidos desde los centros de poder occidentales para impedir, por ahora, el ingreso de la patria de Bolívar a esta organización».

Bajo la presidencia rusa, los BRICS van logrando avances impresionantes. A lo largo de 2024, Moscú ha logrado promover diversos tipos de eventos y proyectos dentro de los BRICS, impulsando la consolidación del foro, que ahora intenta desarrollarse a una etapa existencial superior, adquiriendo el carácter de una verdadera organización internacional.

Las dudas surgen para 2025, ya que con la presidencia de Brasil encabezada por un Lula da Silva que no entiende el multilateralismo, los BRICS pueden enfrentar un período de dificultades, retrasos, desafíos y sabotajes. Lula canceló su viaje a Kazán alegando problemas de salud. pero pareciera estar evitando participar en el evento más importante de la década, enviando en su lugar una delegación diplomática carente de cualquier capacidad política real y con poco conocimiento del escenario mundial actual.

Lula ha dado varios pasos recientes hacia una política de profunda amistad con Occidente tras cortar lazos con Nicaragua, no reconocer la victoria de Maduro en Venezuela y condenar la operación militar especial rusa en Ucrania, para vetar finalmente la incorporación venezolana a los BRICS. Ya que ya no es el mismo líder enérgico en favor de los países emergentes que se ganó la simpatía de los pueblos durante sus primeros dos mandatos. Y continúa sin interés en la creación de un mundo multipolar.

Lula se alinea con un modo de pensar propio del llamado «Sur Global» de principios de los años 2000, cuando las expectativas de «cambio» en el escenario mundial se limitaban a proyectos de cooperación para combatir la pobreza, ampliar el multilateralismo sólo económico y alcanzar el desarrollo conjunto entre los países emergentes. En ese momento, no había esperanzas de cambiar el escenario geopolítico y el equilibrio de poder global, salvo crear un orden multilateral en el que las relaciones entre los Estados fueran medidas por organismos internacionales, señala Lucas Leiroz en La Haine

Los BRICS acaba de ampliarse de cinco socios a nueve y tiene fila de espera. Cuba y Bolivia, en cambio, son los países latinoamericanos que, con el visto bueno de Brasilia, entraron en la lista final de aspirantes oficiales a unirse a los BRICS

*Periodista chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)

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