Ignorancia, temor, ira contra los latinos: lo que muestra la campaña electoral en EEUU

Beverly Fanon-Clay

Ignorancia geográfica y acusaciones de quién es fascista o marxista en la contienda electoral exhiben cómo la derecha está nutriendo el deterioro del debate político nacional con graves consecuencias, aunque también regalando cada vez más material a los comediantes, señala David Brooks. Todo sirve para descalificar al rival, para convertirlo no solo en adversario electoral sino en enemigo nacional.

Obviamente el blanco elegido por los republicanos son los latinoamericanos radicados en Estados Unidos, cuto voto puede decidir las elecciones, y no a favor de Donald Trump, quien –junto a sus aliados- lleva los últimos meses de la campaña, como lo hiciera a lo largo de la última década,  alimentando la mentira de que miles de inmigrantes indocumentados votan en las elecciones de manera ilegal, aun cando solo ciudadanos estadounidenses tienen derecho a votar en las elecciones federales.

Lo cierto es que Trump mina la confianza electoral insistiendo en el bulo de que los inmigrantes ilegales votan, una mentira que espera sirva de excusa en momentos en que las encuestas no lo favorecen

Un spot dirigido al electorado latino, lanzado por una organización conservadora vinculada a Trump, llamó la atención. Una voz en off en español asegura que en Estados Unidos “el voto es un derecho sagrado” e insta al espectador a ejercerlo. “Si eres ciudadano estadounidense, cumple con tu deber: regístrate para votar”, exhorta.

Pero héte aquí que el tono cambia bruscamente a los 13 segundos: desaparece el montaje de latinos sonrientes, reemplazado por un fondo blanco en el que se puede leer: “Es ilegal que los no ciudadanos voten en las elecciones federales, incluidas las elecciones presidenciales de 2024″. Y el locutor remata: “Hacerlo es generalmente un delito federal y te puede llevar a la deportación”.

Un soplo de alivio: el expresidente Donald Trump, de 78 años,  dijo que no espera presentarse a las elecciones de 2028 en caso de perder en estos comicios presidenciales de Estados Unidos, previstos para este noviembre. Fue el candidato republicano en tres elecciones nacionales consecutivas y, en los últimos ocho años, ha transformado enormemente ese partido.

En una entrevista, con Sinclair Media Group, en la que se le preguntó si podía prever otra candidatura si pierde ante la candidata demócrata Kamala Harris, el exmandatario respondió: «No, no lo creo. Creo que… eso será todo».

Haitia

En Springfield, Ohio, amenazas de bombas y el despliegue de policías a las escuelas fueron resultado de que Donald Trump y su segundo, JD Vance, difundieron reportes falsos de que inmigrantes haitianos estaban robando y comiendo las mascotas de los ciudadanos, provocando ira y temor, pero también risa ante lo absurdo de este tipo de declaraciones en la pugna por la presidencia del país más poderoso del mundo.

“Estos migrantes haitianos ilegales, nadie sabe de dónde vienen”, dijo, en referencia a unos 20 mil migrantes autorizados con residencia provisional, en su mayoría haitianos, en Springfield. Una semana después, Trump ofreció la solución:”Haremos grandes deportaciones de Springfield, Ohio, vamos a sacar a esa gente, los vamos a devolver a Venezuela, declaró en un mitin con sus fanáticos”. ¿Haitianos o venezolanos?

Pero no es solo Trump el que tiene problemas con la geografía. Su candidato a la vicepresidencia, JD Vance, egresado de la prestigiosa Universidad Yale, también parece tener problemas con la geografía. En un mitin declaró que esos 20 mil migrantes son “principalmente de Haitia”, inventado así un país.

El noticiero ficticio The Daily Show tomó el regalo de ambos candidatos a los humoristas políticos, preguntado: “¿los haitianos son de Haitia, Venezuela o serán de un tercer país que aún no hemos identificado?” Y concluye: “seguramente escucharemos más sobre estos migrantes, de éstos, los expertos más destacados sobre Haití de este país”.

Los latinoamericanos son los más sorprendidos. En sus países un expresidente y un senador generalmente no hacen declaraciones tan confusas y mostrando tanta ignorancia, mintiendo descaradamente.

JD Vance explicó por qué repitió sus afirmaciones de que los haitianos en Springfiled estaban comiendo perros y gatos aun después de ser desmentidas por las autoridades del pueblo y los medios. “Si tengo que crear historias para que los medios pongan atención al sufrimiento del pueblo estadunidense, lo voy a hacer”, dijo a MSNBC News.

Sin duda, los republicanos no tienen el monopolio de las mentiras y falsedades, un repudiable “arte” que sigue escalando cada vez más alto, en medio de un debate más pueril que seudopolítico.

Apenas se informó que un pistolero se había detectado en uno de los campos de golf de Trump con la intención de asesinar al ex presidente, Vance responsabilizó a demócratas y a progresistas: “la izquierda necesita bajar el tono de su retórica… No le podemos decir al pueblo estadunidense que un candidato es fascista y que si es electo eso será el fin de la democracia estadounidense”.

Trump suele repetir que la candidata presidencial demócrata, Kamala Harris, es una marxista, ella es una fascista y a veces le agrega comunista y socialista a esa lista, y no deja de calificar a la administración de Joe Biden y Harris de gobierno de izquierda radical.

Mezcla rara de arrogancia e ignorancia de la clase política, sobre todo el submundo Trump, en el que se inscriben los medios hegemónicos, para quienes todos los países latinoamericanos son lo mismo. Las consecuencias sobre algunos de los sectores más vulnerables sin impredecibles y se temen crímenes de odio, amenazas y más, que no son nada chistosos.

La derecha está nutriendo el deterioro del debate político nacional con graves consecuencias, aunque también regalando cada vez más material a los comediantes.

Programas de sátira y comedia, con la mejor cobertur,a muestran a inmigrantes que se están comiendo perros y gatos, y los memes (gatos armados para defenderse; perros asustados escuchando las declaraciones, vendedores de salchichas (hot dogs) anuncian orgullosamente que los migrantes comen sus perros calientes) y bromas para burlarse de estos aspirantes presidenciales y varios de sus cómplices.

La falta de conocimiento geográfico del pueblo estadounidense no es nada nuevo. Cinco años atrás Fox News reportó de un nuevo programa del entonces presidente Trump para reducir la asistencia extranjera, con el cintillo de noticias en la pantalla afirmando: Trump recorta asistencia a tres países mexicanos. Los locutores de Fox se disculparon después, aclarando que se trataba de tres países centroamericanos: Guatemala, Honduras y El Salvador.

El programa Daily Show y otros programas de sátira y comentario humorístico están ofreciendo quizá la mejor cobertura de esta elección, y el público confía a veces más en ellos que en los medios “serios”.

Una encuesta del Pew Research Center reportó que poco más de uno de cada cinco jóvenes entre 18 y 29 años dependen de programas nocturnos cómicos para su información política, casi el mismo porcentaje de los noticieros nacionales de ABC, NBC y CBS.

* Socióloga estadounidense, profesora universitaria, colaboradora del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).