Venezuela: guerra de nervios en el cierre de campañas
Marcos Salgado
Termina la campaña electoral en Venezuela antes de las elecciones del próximo domingo 28 y el aire se corta con cuchillo. Aunque hay 10 candidatos en el tarjetón electoral, todas las miradas se concentran en dos: el presidente Nicolás Maduro y el candidato de la Plataforma Unitaria Democrática, Edmundo González.
Los dos bandos cerrarán campaña en Caracas. El oficialismo con un despliegue amplio en la capital y los municipios urbanos aledaños y la oposición con una concentración en el sureste de la ciudad, en Las Mercedes, una de sus zonas de confort. Será un nuevo momento -final- para la batalla de fotos, imágenes de dron y videos de celular para tratar de mostrar, de un lado y de otro, que se ganó el pulso.
Sin embargo, si algo demostró esta campaña es que la respuesta a la pregunta repetida de qué puede pasar el domingo no está en el volumen de las manifestaciones. De lado y lado necesitan otra cosa: repolarizar a los suyos, volver a convencer a los que alguna vez estuvieron convencidos de que es la hora de regresar a las urnas.
La oposición necesita vencer la resistencia que genera en una parte del electorado las repetidas derrotas anteriores. En todos los terrenos, desde el insurreccional al electoral, la oposición fracasó invariablemente en la promesa de derrocar a Maduro. El gobierno necesita que algunos millones de partidarios del comandante Hugo Chávez regresen a las urnas para frenar el avance de la oposición de la ultraderecha, que parece hoy más cerca que nunca de alcanzar el Palacio de Miraflores.
Ese movimiento es silente, no aparece en las fotos y los videos de las calles, los actos y las caravanas. Y recién lo veremos con mayor claridad durante el día mismo de la elección.
Jugando adelantados
Mientras tanto, el clima se espesa ya la guerra de nervios está a la orden del día. En el gobierno están convencidos que la hay una operación en puertas, motorizada por medios de comunicación antichavistas, para inflar una supuesta victoria opositora y una supuesta trampa del gobierno, que no reconocería ese resultado.
Desde el comando de campaña del oficialismo se denunció con pelos y señales la maniobra. No les falta razón en la prevención. Porque no sería nada nuevo: la oposición, especialmente la enrolada en la PUD, suele no reconocer los resultados si estos no lo favorecen.
Otro que decidió jugar adelantado es el presidente de Brasil, Luis Inacio Lula Da Silva, quien advirtió a Maduro que debe reconocer los resultados de la elección del próximo domingo ¿por qué no pedir lo mismo a la oposición, habida cuenta de los antecedentes?
El otro que espesó el clima fue el ex presidente argentino Alberto Fernández, quien había sido invitado a participar como observador de los comicios, aunque aseguró luego que el gobierno venezolano le pidió que no viajara, tras sus declaraciones en donde, igual que Lula, advertía a Maduro.
“No se si nos aguantan como oposición”
Más allá de la posición adelantada de Lula y Fernández, declaraciones de las últimas horas ponen paños fríos y aclaran el panorama. El diputado por el Partido Socialista Unido de Venezuela, Nicolás Maduro Guerra, hijo del presidente candidato, le dijo a El País de España que “si Edmundo González gana, entregamos y seremos oposición”, aunque aseguró que el panorama previo es favorable al oficialismo.
“Nosotros vamos a ganar, te lo ratifico. Soy aprehensivo con algunos medios de comunicación internacionales. No a un punto extremo, pero sí creo que están muy sesgados, que no ven, no están en la calle. Si Edmundo gana, entregamos y seremos oposición, listo. No nací en la presidencia, mi papá no nació siendo presidente. Yo nací en el Valle, estudié en un colegio público. Y si todo acaba para ser oposición, somos. Yo no sé si nos aguantan de oposición, somos un fastidio”, declaró Maduro Guerra.
En la misma línea, hay que apuntar las declaraciones del ministro de Defensa de Venezuela, el general en jefe Vladimir Padrino López, quien en un mensaje a militares que se difundió luego en sus redes sociales, rechazó el lugar que se pretender dar a las Fuerzas Armadas como supuestos árbitros del comicio y del conflicto político.
“Vamos a esperar la decisión del pueblo transmitida por el Consejo Nacional Electoral, y listo. El que ganó a montarse encima de su proyecto de gobierno y el que perdió que se vaya a descansar”, dijo el Padrino López.
“Todos me nombran a mí, qué va a hacer Padrino López, qué van a hacer las Fuerzas Armadas. Bendito sea Dios. ¿No será suficiente el ejemplo que hemos dado como institución de respeto a la democracia?”, se preguntó el jefe militar.
Tanto la declaración de Maduro Guerra como la de Padrino López podría interpretarse como una intento de abrir el paraguas ante una eventual derrota. Pero, en rigor, también deben verse como una apelación adelantada a la oposición, para que acepte el resultado adverso que desde el oficialismo esperan. ¿Aceptará la oposición una derrota? Difícil, casi imposible.
*Periodista argentino del equipo fundacional de Telesur. Corresponsal de HispanTV en Venezuela, editor de Questiondigital.com. Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la).
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