Las estadísticas en la medición del trabajo y la economía asistencial
Eduardo Camin
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) está poniendo en marcha un nuevo programa de trabajo, a petición de sus mandantes, destinado a desarrollar normas estadísticas internacionales, definiciones y marcos de medición para el trabajo de cuidados. Esta iniciativa llega aparentemente en un momento crucial, en el que existe un interés mundial, regional y nacional sin precedentes por el trabajo y la economía asistenciales.
La 112a. reunion de la Conmferencia Internacional del Trabajo (CIT), recientemente concluida, reiteró la firme demanda de los mandantes de la OIT de normas estadísticas internacionales para la medición del trabajo de cuidados, solicitando:«la elaboración de normas estadísticas acordadas internacionalmente como base para la recopilación de datos detallados, comparables y armonizados sobre la economía asistencial, teniendo en cuenta todo el trabajo asistencial pertinente, remunerado y no remunerado, para su discusión en la 22.ª Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo en 2028″ (CIT.112/resolución III, páginas 6-7, párrafo 5c)
El apoyo expresado en la resolución de la CIT se basa en el mandato recibido de la 21ª Conferencia Internacional de Estadísticas del Trabajo (CIET) en octubre de 2023, en el que se ordena a la OIT que ponga en marcha un proceso de establecimiento de normas estadísticas sobre el tema de las estadísticas del trabajo de cuidados, y es una prueba más de la intensificación de la demanda de más y mejores datos sobre el trabajo de cuidados y la economía asistencial.
Normas para medir el trabajo asistencial
En los últimos años, el trabajo de cuidados ha pasado a ocupar un lugar cada vez más destacado en las agendas políticas nacionales, a medida que los países tratan de responder a los retos derivados de los acelerados cambios demográficos y siguen lidiando con las persistentes desigualdades de género en la participación en el mercado laboral y el acceso a un trabajo digno, desigualdades puestas de relieve y exacerbadas durante la pandemia de Covid-19
Recordamos que en un momento en que las economías se encontraban paralizadas por las medidas de confinamiento, el trabajo del cuidado se mantuvo activo, tanto dentro como fuera de los hogares, con el consiguiente riesgo de enfermedad o de muerte para los trabajadores.
La mayoría de los países publicaron listas de servicios considerados esenciales para el mantenimiento de la actividad económica y para satisfacer las necesidades básicas, y determinadas categorías de trabajadores del cuidado fueron consideradas como categorías esenciales, en particular, los trabajadores sanitarios y los trabajadores que prestan cuidados de larga duración. Paralelamente a la mayor concienciación sobre la importancia de una economía asistencial que funcione correctamente para alcanzar objetivos económicos y sociales más amplios, en los últimos años se ha intensificado la demanda de estadísticas sobre el trabajo asistencial, capaces de proporcionar una sólida base empírica para el desarrollo y el seguimiento de las políticas.
Es un hecho que el trabajo de cuidados -remunerado o no, formal o informal- es esencial para el bienestar individual y para el funcionamiento y florecimiento de las sociedades y economías de todo el mundo. Sin embargo, a menudo no se contabiliza ni se valora lo suficiente, ni siquiera en las estadísticas oficiales. En realidad, la economía del cuidado engloba a todos los trabajadores de los sectores de la educación, la salud y el trabajo social, los trabajadores domésticos y las personas que realizan un trabajo del cuidado no remunerado. Por lo tanto, se parte de la base que la economía del cuidado es fundamental para el desarrollo económico sostenible y el trabajo decente.
La mayor parte del trabajo del cuidado remunerado es proporcionado a través de cuatro instancias: el Estado, el sector privado, el sector sin fines de lucro y los hogares. La economía del cuidado se ocupa de la prestación de cuidados y servicios que contribuyen a las tareas de crianza, apoyo y reproducción en el seno de las sociedades actuales y futuras.En ese sentido, el trabajo del cuidado es la base sobre la que se cimenta la vida. Con frecuencia, el trabajo del cuidado entraña un aspecto relacional, que es lo que lo diferencia deotras formas de trabajo.
El trabajo del cuidado comprende el cuidado infantil, la asistencia a las personas mayores, el cuidado de las personas con enfermedades físicas y mentales y con discapacidad, el acceso a tratamientos de las personas que viven con el VIH, la educación, la atención sanitaria y la prestación de servicios personales, sociales y domésticos, así como trabajos domésticos cotidianos, como cocinar, limpiar el hogar y lavar y remendar la ropa. El trabajo del cuidado se lleva a cabo tanto en el sector formal como en el informal, y tanto de forma remunerada como no remunerada.
Inquietudes y deficiencias estadísticas
Un reciente trabajo dado a conocer por la estadista superior Samantha Watson, de la Unidad de Normas y Métodos Estadísticos del Departamento de Estadística de la OIT, revela algunas deficiencias o limitaciones a este sujeto. La autora destaca que la creciente demanda de estadísticas sobre el trabajo asistencial ha puesto de manifiesto una serie de importantes lagunas y limitaciones. A nivel conceptual y metodológico, la ausencia de normas estadísticas acordadas internacionalmente y de marcos de medición afines ha socavado los esfuerzos por clasificar y medir el trabajo asistencial de forma exhaustiva y significativa.
Como consecuencia, se observa una gran variedad de prácticas entre países, organismos internacionales, organizaciones no gubernamentales e investigadores académicos. Esto ha limitado la comparabilidad internacional de los datos y su utilidad para supervisar los cambios a lo largo del tiempo.
A nivel empírico, existen importantes lagunas en la disponibilidad y utilidad de los datos. El trabajo de cuidados abarca diferentes formas de trabajo remunerado y no remunerado y se lleva a cabo en una amplia variedad de unidades económicas (incluidos los hogares privados, las comunidades y las empresas de mercado y no de mercado). Las formas de trabajo incluyen la ocupación, el trabajo de producción de uso propio (subdividido en «producción de bienes de uso propio» y «prestación de servicios de uso propio» – o trabajo doméstico y de cuidados no remunerado), el trabajo en prácticas no remunerado, el trabajo voluntario y otros trabajos no remunerados.
En consecuencia, la recopilación de datos exhaustivos sobre el trabajo de cuidados suele requerir una combinación de diferentes fuentes de medición (normalmente, encuestas de población activa y encuestas de empleo del tiempo), con diferentes metodologías, poblaciones objetivo, periodos de referencia, características de la muestra y esquemas clasificatorios.
Los esfuerzos por medir, cartografiar y supervisar labor asistencial la necesidad de una definición coherente del trabajo asistencial. trabajo asistencial que conserve su significado y coherencia analítica cuando se aplique a diferentes situaciones, contextos y entornos.
Una medición armonizada del trabajo asistencial
Aunque persisten importantes puntos de diferencia y retos no triviales, los amplios contornos conceptuales del trabajo asistencial han sido objeto, en los últimos años, de un consenso cada vez mayor. Históricamente, la OIT ha estado a la vanguardia de los esfuerzos por destacar e integrar el trabajo y la economía asistenciales.
El informe de la OIT Trabajo de cuidados y empleos de cuidados para el futuro del trabajo decente (publicado en 2018) establece una comprensión integral y holística del trabajo de cuidados. Tal y como se define en dicho informe, el trabajo asistencial abarca una amplia gama de «actividades y relaciones implicadas en la satisfacción de las necesidades físicas, psicológicas y emocionales de adultos y niños, mayores y jóvenes.»
Esta concepción implica un enfoque amplio del trabajo asistencial, en el que se reconoce que las necesidades asistenciales existen a lo largo de toda la vida: «Los recién nacidos y los jóvenes… los adultos… [y]… las personas mayores [todos] tienen necesidades físicas, psicológicas, cognitivas y emocionales y requieren diversos grados de protección, atención o apoyo».
La Resolución V del CIET 112 formula la economía asistencial del siguiente mod 112:«El trabajo remunerado de prestación de cuidados abarca diversas ocupaciones y sectores… Actualmente no existe una definición estadística internacionalmente acordada del trabajo de prestación de cuidados y debería elaborarse una definición de este tipo para promover la armonización y la coherencia de los datos sobre la prestación de cuidados, incluso en todos los subsectores aplicables… La economía de la prestación de cuidados, que abarca la formalidad y la informalidad, incluye, aunque no exclusivamente, las actividades de los trabajadores de la educación, la atención y educación de la primera infancia y los sectores sanitario y social, de los trabajadores domésticos y de las personas que realizan trabajo no remunerado de prestación de cuidados» (CIT.112/resolución III, página 3, párrafo 10)
Aunque cada vez se aceptan más las líneas generales del trabajo asistencial, algunas consideraciones siguen complicando la delimitación del mismo, los límites entre el trabajo asistencial y el no asistencial, y la aplicabilidad de conceptos, definiciones y terminología en diferentes formas de trabajo y unidades económicas, con importantes implicaciones para la producción de estadísticas.
El tema del trabajo asistencial está muy integrado en las normas y los sistemas de clasificación existentes en CIET , así como en otras áreas de trabajo dirigidas por la OIT (incluida la publicación de nuevas lorintaciones y herramientas para apoyar la medición del trabajo doméstico y asistencial no remunerado en las encuestas nacionales de población activa).
El trabajo en curso, coordinado por la OIT, para actualizar la Clasificación Internacional Uniforme de Ocupaciones (CIUO-08), puede informar y ser informado por el desarrollo de normas estadísticas para el trabajo de cuidados. Otros sistemas internacionales de clasificación, como la Clasificación Industrial Internacional Uniforme de Todas las Actividades Económicas (CIIU) y la Clasificación Internacional de Actividades para las Estadísticas sobre el Empleo del Tiempo(ICATUS), proporcionan otras aportaciones importantes.
Tras una ronda inicial de trabajo de definición del alcance, se reunirá un Grupo de Trabajo de Expertos, que representará a los mandantes de la OIT, para apoyar el proceso de establecimiento de normas estadísticas. Este proceso avanzará mediante el intercambio de experiencias nacionales, prácticas, objetivos de medición y prioridades políticas. Las recomendaciones armonizadas resultantes se presentarán para su debate y adopción en la 22ª reunión CIET.
Reconociendo que las nuevas normas son necesarias, pero no suficientes, la OIT está llevando a cabo una labor paralela para ayudar a los países a medir el trabajo de cuidados remunerado y no remunerado a través de encuestas sobre la población activa alineadas con las normas estadísticas existentes, tal como figuran en los documentos 19, 20 y 21 CIET.
La motivación de este trabajo es proporcionar estadísticas provisionales sobre las dimensiones clave del trabajo de cuidados, garantizar que el próximo marco estadístico y las orientaciones correspondientes reflejen enfoques prácticos y basados en pruebas, y preparar el terreno para la aplicación oportuna y sostenible de las normas una vez adoptadas.
Pero debemos ser conscientes, que las causas de estos problemas hay que buscarlas en primer lugar en que la base económica del capitalismo y toda la estructura del funcionamiento de la sociedad. Sin dudas que desarrollar la teoría es un deber, pero insistimos que el rango distintivo de la ciencia es vincularla a la practica social, no se trata de hablar solamente, de juntar cifras y pronunciar discursos que dejen volar libremente los sentimientos del idealismo, sino bajarlos a tierra cultivando el terreno de la batalla de ideas, frente a un sistema deshumanizador y explotador.
*Periodista uruguayo residente en Ginebra, exmiembro de la Asociación de Corresponsales de Prensa de Naciones Unidasen Ginebra. Analista Asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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