México: grandes desafíos de un nuevo tiempo
Matías Caciabue y Paula Giménez
El pasado domingo 2 de junio, Claudia Sheinbaum ganó cómodamente las elecciones presidenciales con el 59,35% de los votos, a más de 30 puntos de distancia de Xóchitl Gálvez, representante de la alianza entre el PRI, el PAN y el PRD que obtuvo cerca de 27,9%, y casi 40 puntos de diferencia con Jorge Álvarez Maynes, de Movimiento ciudadano que alcanzó 10,41% de los votos, en el conteo preliminar.
Hacia el segundo piso de la Cuarta Transformación
Al iniciar su mandato Sheinbaum deberá poner por delante en la agenda los problemas que más apremian: la violencia, migración, la mejora de la economía del pueblo mexicano y el rol de México en la región y el mundo, entre otros aspectos.La seguridad pública es un tema de complejidad desproporcionada en un país en el que el crimen organizado y la violencia sistémica se hace presente de manera cotidiana a través de cuestiones multicausales como altos índices de homicidio, femicidios, desapariciones, violencia política y hacia periodistas, vinculados, en gran medida, con el crimen organizado.
Expectativas sobre la nueva presidenta
De acuerdo con una proyección que realizó el diario El País de España, basándose en encuestas preelectorales e información propia, aunque Sheinbaum habría recibido un apoyo transversal de todas las generaciones, el grueso del voto para la nueva presidenta estaría entre los sectores de menos ingresos y, particularmente, las amas de casa. Javiera Manzi, socióloga e integrante de la coordinadora feminista 8M en Chile, señaló en el programa Nodal Se Prende que el hecho de que México haya contado con dos candidatas muestra los niveles de politización y da cuenta también de la potencia del movimiento feminista, que hoy se encuentra en disputa.
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