Colombia: ¿Por qué el paramilitarismo sigue actuando y en expansión?
Aureliano Carbonell
¿Qué pasa hoy en Colombia que las fuerzas paramilitares de viejo y nuevo tipo, siguen actuando y están en expansión? Veamos aquí el caso del clan del golfo que domina, entre otras, la región del Uraba antioqueño, al igual que anteriormente lo hicieron los paramilitares agrupados nacionalmente bajo la jefatura de Carlos Castaño, Mancuso, Don Berna y otros?
El Clan del Golfo- que engañosamente se hace llamar “autodefensas gaitanistas”,- se ha expandido a otras regiones del país, entre otras la conocida como de “los dos ríos” en el Magdalena medio, que cobija el Bajo Cauca, el nordeste antioqueño y el Sur de Bolívar.
Miremos el caso de esta última región. Allí el clan del golfo, grupo identificado como organización narcotraficante y paramilitar, llego hace 5 años, en el 2019, en el gobierno de Ivan Duque, de la mano del ejercito, bajo su ayuda, como parte del plan contrainsurgente que desde décadas atrás, adelantan las clases altas del país y los Estados Unidos. Ya en los años 2.000 los paramilitares y el Ejercito, bajo las presidencias de Pastrana y Uribe, los paramilitares habían lanzado una gran ofensiva en esas regiones
Hoy 2024, el clan del golfo, sigue en expansión por el Sur de Bolívar y toda la gran región de “los dos ríos”. Hace poco, en los meses de Abril y Mayo, multiplicando sus fuerzas con tropa trasladada desde Uraba, intentaron copar nuevos territorios en las zonas altas de la Serrania de San Lucas, sin lograrlo, por la resistencia del ELN y un frente de las disidencias que a diferencia de lo que acontece en otras regiones, ha enfrentado la acción paramilitar.
Visita de la Mesa de Diálogos
Lo que acontece allí, obligo a una visita de la Mesa de Dialogo entre el gobierno nacional y el ELN a la región; a fines de Abril de este año, se hicieron presentes en el municipio de Santa Rosa, delegados del gobierno, del ELN, de los países garantes, de los acompañantes permanentes y del grupo de países de apoyo y cooperación, con el propósito de escuchar a la población de una de las zonas del Sur de Bolívar, en la que semanas antes, el 21 de Abril, fue asesinado por los paramilitares, el reconocido líder social, Narciso Beleño, presidente de la Federación agrominera de la región y promotor del pre-encuentro preparatorio de el de Magdalena Medio para el diseño de la participación de la sociedad en el el proceso de paz con el ELN.(1)
Meses atrás de este mismo año, otra delegación de la Mesa de dialogo gobierno-ELN, con una composición similar, estuvo en Barranca-Magdalena Medio, escuchando a las organizaciones sociales de la región frente a la agresión y expansión paramilitar en el área. No obstante todo ha seguido empeorando tal como se constata hoy en el Sur de Bolívar y toda la gran región.
Esta primera visita de la Mesa de dialogo a Barranca, tenia como antecedente inmediato los bloqueos y protestas realizados semanas antes en Lizama-Santander, contra la agresión paramilitar en el Magdalena medio. En esa protesta, las organizaciones sociales firmaron un acuerdo con el gobierno, para que se actuará frente al paramilitarismo que se asienta y expande allí a través del clan del golfo. Pero de eso nada. No hay soluciones, ni resultados concretos. La situación hoy es más grave; los paramilitares siguen alli, expandiéndose, reforzándose con tropas que vienen de Uraba y el respaldo del Ejercito colombiano.
La protección del Ejercito al Clan del Golfo
El Clan del Golfo se mantiene y avanza porque cuenta con el apoyo del Ejercito, tal como acontece en otras regiones del país, en tanto el paramilitarismo es una pieza del plan contrainsurgente que aún hoy mantienen las fuerzas armadas y el régimen colombiano. Un plan que responde a la política y la estrategia de los grandes poderes económicos del país, de los poderes regionales y de la política norteamericana para Colombia.
Los integrantes de la comunidad internacional, de la ONU, de la Iglesia, del gobierno que han estado en las reuniones, han escuchado las intervenciones, los testimonios, las denuncias de la gente que ha participado frente a la convivencia y la cooperación del Ejercito con los paramilitares, su inacción, su protección cuando la guerrilla actúa contra ellos en los municipios de Montecristo, Arenal, Tiquisio, San Pablo, Norosí, Morales, el Bagre, Achi, Segovia, Remedios y el resto de los del Nordeste antioqueño y el Sur de Bolívar. Con los integrantes de las delegaciones atrás mencionadas, se puede constatar si al decir esto estamos faltando a la verdad.
Qué pasa actualmente?. Una es la política desde la presidencia de Petro y otra lo que hacen los mandos militares en el terreno, la fuerza de tarea Marte y las fuerzas de policía; ellos obedecen a otra política, a la que ha imperado anteriormente en el país, la que han promovido y siguen promoviendo Uribe, Vargas Lleras, Sarmiento Angulo, Semana, el Tiempo, el grupo Gilinski, Zapateiro, los grandes terratenientes, el capital financiero y similares, la que ha sido la política dominante y que no logra removerse actualmente, así como no logran removerse los distintos muros que se atraviesan a las aspiraciones de cambio, expresadas en el estallido social del 2021 y la votación que saco a Petro como presidente.
Las multinacionales detrás del oro
La ofensiva paramilitar sobre la Serranía de san Lucas y las otras regiones de “los dos rios”, tiene igualmente el interés económico de las multinacionales y el gran capital del país, esta es una región rica en Oro, los títulos mineros fueron conquistados años atrás por las comunidades, por los pequeños mineros originarios de la región. Esos títulos revierten en tres años y son de especial interés para el gran capital nacional y transnacional, el que esta detrás de los paramilitares y de ese diseño de país. Igual que cuando en el pasado los grandes terratenientes estaban detrás de las tierras de los campesinos que desplazaba el terror paramilitar.
La convivencia y el apoyo de las fuerzas militares a la expansión y ofensiva del paramilitarismo, ha sido una piedra en el zapato en el cese al fuego bilateral pactado entre el gobierno y el ELN desde el 3 de Agosto del año pasado y lo tiene en crisis.
Notas
(1). Narciso Beleño, líder campesino, defensor de derechos humanos, presidente de la Federación Agrominera del Sur del Bolívar y miembro del Coordinador Nacional Agrario (CNA). Por más de tres décadas, trabajó en la defensa del territorio y población campesina del sur de Bolívar frente a la presencia de grupos paramilitares, trabajó incansablemente para la construcción de la paz desde y para los territorios afectados por la violencia.
* Negociador del Ejército de Liberación Nacional en los acuerdos de paz con el gobierno de Colombia.
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