Uruguay: El largo camino que permitió identificar los restos de Amelia Sanjurjo

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Luvis H. Pareja

Casi un años pasaron entre que la retroexcavadora levantó un cráneo en un predio militrar del sur de la ciudad de Toledo, en el monte del Batallón de Infantería de Paracaidistas 14 y el dia en que Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos anunció que se podía afirmar con precisión que los restos eran de una mujer.

Congoja de familiares de Amelia

En realidad, los huesos aparecieron el 6 de junio de 2023 y 16 días después la organización comenzó el largo periplo, que incluyó exhumaciones, toma de muestras y búsqueda de familiares, para poder llegar a la identidad. La lista oficial de la Secretaría de Derechos Humanos decía por junio de 2023 que había 39 desaparecidas cuyos restos aún no fueron encontrados.

Del fémur hallado en el Batallón 14 y enviado al laboratorio forense en Córdoba, Argentina, se obtuvo un “perfil genético completo”. Pero cuando los investigadores fueron a contrastar con el banco de datos, no lograron la coincidencia con ninguna de las muestras de familiares de 21 desaparecidas. De otras 12 no pudieron pesquisar porque la información eran insuficiente, y de seis no había muestras de familiares.

Cuando en julio de 2023 se conoció que los restos correspondían a una mujer, la antropóloga Alicia Lusiardo explicó que la causa de muerte había sido «violenta» y por «acción de terceros», en un contexto de «privación de libertad, malos tratos o torturas». En los restos se identificaron traumatismos en la columna cervical, la mandíbula y las costillas. Ahora se sabe que se trataba de Amelia Sanjurjo.

De las 39, había tres que se sabe que estuvieron secuestradas en Uruguay y fueron vistas por última vez en territorio uruguayo. Elena Quinteros y María Claudia García de Gelman fueron descartadas por el estudio de ADN. Pero de Amelia Sanjurjo, la tercera en cuestión, no había muestras “suficientes” para comprar con la información genética.

«Hoy se confirmó la identidad de los restos hallados en el año 2023 en el Batallón 14. Se trata de Amelia Sanjurjo, desparecida en 1977. Reafirmando el compromiso del gobierno con la búsqueda de personas desparecidas, hoy una familia y el Uruguay todo encuentra un poco más de paz», señaló el presidente Luis Lacalle en su cuenta de X, desviando la atención del escándalo en su partido.

Para la precandidataa presidencial frenteamplista Carolina Cosse, el hallazgo significa “devolverle un pedacito de dignidad al Uruguay”; Laura Raffo, del Partido Nacional, pidió seguir trabajando “para que se sepa lo que pasó con cada uno de los desaparecidos”

 En busca de más desaparecidos

Predios del Batallón 14

El director de la Institución Nacional de Derechos Humanos Inddhh), Wilder Tayler, anunció este martes nuevos lugares de excavación en busca de los restos de detenidos y desaparecidos durante la dictadura cívico-militar uruguaya. El anuncio se hizo luego de que se confirmara que los restos encontrados un año atrás en el Batallón 14 corresponden a la militante juvenile comunista Amelia Sanjurjo.

En el Batallón 14, hay «dos máquinas a full» que siguen excavando, en un trabajo coordinado con los investigadores que están «revisando enormes cantidades de información y entrevistando testigos». Se trata de un área que no había sido explorada anteriormente y está ubicada en los «fondos del Galpón 4 del SMA, conocido como el 300 Carlos», donde entre 1975 y 1977 pasaron «unas 500 personas».

300 Carlos, conocido también como «Infierno Grande» o «La Fábrica», fue un centro clandestine de detención y tortura (CCDT) que funcionó desde principios de noviembre de 1975 hasta mediados del año 1977. Ocho personas desaparecidas estuvieron allí detenidas: Carlos Arévalo, Juan Manuel Brieba, Julio Correa, Julio Escudero, Otermín Montes de Oca y Elena Quinteros, secuestrada en predios de la embajada venezolana en Montevideo.

Amelia

Fiscal Ricardo Perciaballe

Los padres de Sanjurjo y su única hermana habían fallecido. Los sobrinos de Amelia estaban en el exterior y ella no tuvo hijos, pese a que los testimonios hablan de que estaba embarazada de tres meses al momento de la detención. Con esa hipótesis en la cabeza, Familiares, la Institución Nacional de Derechos Humanos y el equipo de antropólogos comenzaron a buscar. La información genética que había de su hermana no era suficiente por sí sola para confirmar la identidad.

Por eso, el objetivo inicial era encontrar a los padres enterrados para extraer una muestra de ADN. El padre había sido enterrado en los nichos tubulares del cementerio del Norte y luego reducido, por lo cual no existía posibilidad alguna de hallarlo. La madre, en cambio, había fallecido hace poco más de dos décadas y enterrada en un panteón de la extinta mutualista Casa de Galicia, no pudieron ser encontrados

Entonces, los investigadores apuntaron a sobrinos y primos. Dieron con sobrinos que vivían en el exterior y también con una tía que había fallecido y que pudieron exhumar. La suma de los ADN de los sobrinos, más esa tía y lo que había de la hermana fueron suficientes para llegar a esa coincidencia del 99,99%, informó Wilder Tayler.

Con los restos de Amelia Sanjurjo son 35 los desaparecidos durante la última dictadura que fueron identificados. Todavía hay otros 162 que no se sabe dónde están.

Es el tercer caso en el que se encuentran restos en el Batallón 14: antes habían sido los del maestro Julio Castro y Ricardo Blanco. En total, son siete los restos encontrados en Uruguay: Fernando Miranda y Eduardo Bleier en el Batallón N°13, los tres del Batallón 14, Ubagesner Cháves Sosa en una chacra de la Fuerza Aérea y el caso de Roberto Gomensoro que fue encontrado en el Lago de la represa del Rincón del Bonete en 1972. Los otros 29 fueron identificados en Argentina o algún otro país de la región.

Tres hombres vestidos de civil y con botas negras ingresaron a la casa que Amelia alquilaba en el barrio Colón, al noroeste de Montevideo. Allí la esperaron y la detuvieron. Era comienzos de noviembre de 1977. Era secretaria de organización de la seccional novena del Partido Comunista y trabajaba en la editorial “Mundo Libro”, en la Ciudad Vieja montevideana.

Tras 357 días de ardua labor, los expertos forenses lograron identificar a Amelia Sanjurjo, la militante comunista secuestrada el 2 de noviembre de 1997, estando embarazada, y que luego fue torturada. asesinada y enterrada en un batallón militar de La Tablada, cercano a Montevideo.

*Periodista uruguayo, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

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