Porto Alegre se inundó por negligencia del gobierno municipal
Jeferson Miola
Si hubiera funcionado el sistema de protección contra inundaciones, nada se hubiera inundadoen Porto Alegre, excepto en Sarandi, que se vertió [agua] desde arriba (por el dique), afirmó Iporã Possantti, Ingeniero Ambiental y Maestro en Recursos Hídricos y Saneamiento Ambiental de la Universidad Federal de Río Grande do Sul.
El experto señaló que el sistema de protección contra inundaciones implementado en la capital de Río Grande do Sul desde finales de la década de 1960, es eficiente y confiable, pero en los últimos años se ha visto comprometido debido a fallas de mantenimiento relevantes.
Iporã dijo que las fallas y negligencias quedaron bien evidenciadas en estos días, e informó sobre situaciones que ocurrieron y que contribuyeron a la inundación de la ciudad, como tuberías que revierten agua que sale de las cubiertas, compuertas sin sellos y estaciones de bombeo sin aviones de contingencia cuando hay falta de electricidad.
A su juicio, el colpaso no ha sido peor porque los trabajadores de la DMAE, la Dirección Municipal de Aguas y Alcantarillado, se dedican incansablemente a garantizar el suministro de agua a la población, incluso enfrentando condiciones adversas y el desguace del organismo por parte del gobierno municipal, que planea privatizarlo. “Son verdaderos héroes”, señaló.
El diagnóstico de Iporã es corroborado por otros especialistas. El profesor Jaime Federici Gomes, de la Pontificia Universidad Católica, entiende que el sistema ha fallado, y las compuertas no han dado la respuesta adecuada. Señala que, incluso con alguna falla, el centro de la ciudad no se vería afectado, y el aeropuerto estaría funcionando con normalidad, así como la Estación de Autobuses.
Pero con las inundaciones, la región central colapsó, obligando a miles de personas a mudarse a otro lugar. El aeropuerto y la estación de autobuses están totalmente cerrados. Indefinidamente. Las aguas fangosas dañaron los centros operativos de mando.
Por más devastadora que puede estar siendo este evento climático –aún en desarrollo-, está claro que los terribles efectos que causó fueron exponenciados por la incompetencia, negligencia, omisión y equívocos del gobierno comandado por el alcalde Sebastião Melo.
Para Iporã, la fuerza y la violencia de este duro evento meteorológico no sorprende. Señala que su ocurrencia estaba prevista para septiembre de 2023, y las autoridades municipales y estatales fueron alertadas al respecto, pero no hicieron nada para evitar sus efectos y preparar de antemano un plan de contingencia para enfrentar la situación con la certeza del 100% de que ocurriría.
Para el ingeniero ambiental y especialista en recursos hídricos y saneamiento ambiental, la inundación de Porto Alegre no resultó por un fallo de funcionamiento del sistema, que puede ocurrir en situaciones de gran estrés; sino más bien, por fallas de mantenimiento del sistema; es decir, debido al desguace y la negligencia humana.
Es importante recordar que se identificaron fallos absurdos, que podrían haberse evitado con medidas económicas, como la falta de presión de tornillos y cauchos sellados, factores que comprometían el cierre eficiente de las compuertas. Con esto, las aguas tuvieron el paso libre para inundar una gran superficie de la ciudad.
A pesar del esfuerzo de los medios hegemónicos por blindar al alcalde de Porto Alegre y ocultar las graves fallas cometidas, se demuestra la responsabilidad del gobierno de Porto Alegre por la magnitud de los efectos catastróficos causados a la población y a la ciudad.
*Miembro del Instituto de Debates, Estudios y Alternativas de Porto Alegre (Idea), fue coordinador ejecutivo del V Foro Social Mundial. Colaborador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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