Qué hay detrás de la guerra “Gobierno Nacional vs gobernadores”
Emilia Trabucco
El gobierno de Javier Milei en Argentina inauguró en los últimos días un nuevo capítulo de confrontación abierta con los gobernadores de las provincias, con quienes mantiene varios frentes abiertos en su breve trayecto de gestión al frente del Ejecutivo.
La conflictividad va en aumento en la antesala del tratamiento del mega Decreto de Necesidad y Urgencia (hoy vigente) en la Cámara de Senadores, donde el gobierno sigue con su estrategia de extorsión, frente a un diagnóstico donde, por el momento, los votos no le serían favorables para su aprobación. Los tiempos se acortan para el líder de la ultraderechista La Libertad Avanza, ya que comienza la apertura de sesiones del Poder Legislativo.
La disputa actual la protagoniza Ignacio Torres, del Partido Propuesta Republicana-PRO (partido conducido por Mauricio Macri) y gobernador de Chubut, provincia patagónica y una de las principales productoras de petróleo y gas. El conflicto se enmarca en la política de ajuste sobre las provincias que Javier Milei viene implementando desde la caída del proyecto de “Ley Ómnibus” en la Cámara de Diputados, a modo de “castigo” a las provincias que no lo acompañaron.
La escalada con Chubut aumentó visiblemente el 23 de febrero, cuando el gobernador emitió un comunicado titulado “Las provincias unidas del sur”, con el aval del resto de los gobernadores patagónicos (Tierra del Fuego, La Pampa, Neuquén, Santa Cruz y Río Negro), denunciando la negativa del gobierno de girar más de un tercio de los fondos de coparticipación de febrero que le corresponden a Chubut, unos 13.500 millones de pesos (unos mil millones de dólares).
“Si el Ministerio de Economía no le entrega a Chubut sus recursos, entonces Chubut no entregará su petróleo y su gas”, reza el pronunciamiento. Rápidamente, el reclamo fue apoyado públicamente por gobernadores de distintos signos políticos, como Axel Kicillof, de la provincia de Buenos Aires, de Juntos por el Cambio.
Lejos de desescalar el conflicto, el gobierno nacional respondió el mismo día a la denuncia con un comunicado desde la Oficina de Presidencia, donde tildó de “amenaza chavista respaldada por Kicillof y el resto de los gobernadores” el accionar de Torres, instando a que el gobernador “proceda con su amenaza en lo inmediato y se haga cargo de las consecuencias en la Justicia”.
La contraofensiva de Milei alineó a todos los actores en la provincia patagónica. Luego de que el gobierno chubutense presentara una medida cautelar ante el Juzgado Federal de la provincia y en la Corte Suprema contra el Gobierno nacional, el 26 de febrero, la Legislatura de Chubut le otorgó facultades extraordinarias al gobernador para que detenga la «ilegalidad y el atropello del Gobierno Nacional», con el apoyo de peronistas y hasta libertarios locales.
A su vez, el máximo tribunal chubutense falló a favor de este reclamo ordenando al gobierno nacional suspender el recorte de los fondos de la coparticipación. Desde Nación redoblaron la apuesta, anunciando que no sólo apelará el fallo del Tribunal provincial, sino que solicitará un “per saltum”, recurso que implica saltar las etapas apelativas para que resuelva directamente la Corte Suprema.
El 27 de febrero, Torres ofreció una conferencia de prensa en el Senado junto a los gobernadores patagónicos, donde se mostró dispuesto al diálogo, desistiendo de frenar la producción de petróleo, en un tono conciliador que contrastó con la intensidad que tomó el enfrentamiento, en medio de una guerra de tuits protagonizada por el propio Milei, duramente cuestionado tras el “like” que dio a una discriminatoria publicación que buscaba burlarse del patagónico al retratarlo en una foto con los rasgos de una persona con Síndrome de Down.
El mismo día, llegó otro recorte de fondos provinciales, en este caso, afectando a Buenos Aires, gobernada por Kicillof, de Unión por la Patria. A la eliminación consumada del Fondo de Incentivo Docente (FONID) y del Fondo Compensador del Transporte, se sumó la eliminación por decreto del Fondo de Fortalecimiento Fiscal.
Éste destinaba al distrito un porcentaje de recursos coparticipables adicionales que la ciudad de Buenos Aires recibía por el traspaso de la Policía Federal, y que cubría salarios de efectivos policiales en la provincia. La situación fue llevada por la administración bonaerense ante la Corte Suprema y acercó a Kicillof y Torres, dos gobernadores de signo político opuesto.
¿Se acelera la estrategia de Macri y el Círculo Rojo?
Frente al bombardeo mediático, cabe preguntarse: ¿cómo un gobernador del PRO, partido que muestra un apoyo explícito a Milei, hoy encabeza el enfrentamiento con el gobierno nacional?. El cuadro se aclara recuperando la hipótesis planteada desde la caída de la Ley Ómnibus: un golpe directo del “Círculo Rojo” sobre Javier Milei, en una estrategia del empresariado argentino encabezado por el expresidente neoliberal Mauricio Macri, conductor del PRO, para tomar las riendas del plan de gobierno.
La otra arista es la maniobra de Macri para avanzar, a la vez, en la interna del PRO, y quedarse con la presidencia del partido que hoy ocupa Patricia Bullrich, actual Ministra de Seguridad de Milei.
En el primer capítulo de la interna, la “caída de la Ley Ómnibus”, el golpe al interior del partido instrumentado por Macri se dirigió hacia los gobernadores más cercanos al ala “larretista” del PRO, con vínculos con el exjefe de gobirno de la Ciudad de Buenos Aires; la batalla “halcones vs. palomas”. Esta vez, los cañones apuntan a Bullrich, en un enfrentamiento que terminó de tomar estado público en los posicionamientos de la ministra en el marco de la situación de la provincia de Chubut.
En la antesala, se sucedieron al menos dos reuniones. El 20 de febrero se desarrolló la cumbre del PRO encabezada por Macri, de cara al cierre de listas el 19 de marzo para las elecciones del partido, donde la principal ausente fue Patricia Bullrich. La otra reunión fue la que juntó al expresidente con los gobernadores de Chubut y Entre Ríos, dos días después, donde pidió “cuidar territorios” del PRO.
El apoyo de Bullrich al gobierno de Milei y su disputa con Macri por el PRO
El 23, Bullrich cruzó a los gobernadores del PRO por apoyar el reclamo del mandatario de Chubut, Ignacio Torres, respecto de los fondos de la Coparticipación. Dos días después, desde Estados Unidos, en el marco de la Conferencia Política de Acción Conservadora, la ministra de Seguridad encabezó una juntada de firmas dentro del partido que preside para acompañar un documento de apoyo al presidente Javier Milei, en medio del enfrentamiento con los gobernadores por la distribución de la coparticipación federal.
Más allá de lograr más de 250 adhesiones, no logró el acompañamiento de las máximas figuras del espacio, como Mauricio Macri, Jorge Macri, jefe de gobierno de la capital, Rogelio Frigerio, gobernador de Entre Ríos, María Eugenia Vidal, diputada y exgobernadora bonaerense y Horacio Rodriguez Larreta, ex jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El comunicado intensificó la pulseada de Bullrich con Mauricio Macri por el futuro del rumbo que tomará el PRO, tensión que dejó expuesta una división en el bloque de diputados que conduce Cristian Ritondo, que suspendió ese día una reunión que iba a mantener con gobernadores del espacio.
El 27, Bullrich pateó el tablero y cuestionó el silencio de Macri. Afirmó que el exmandatario, quien no firmó la nota de apoyo al Gobierno publicada por dirigentes del PRO, «debería pronunciarse como expresidente» “para definir dónde está, qué ideas defiende y si está en favor del cambio».
El mismo día, el gobierno nacional sufrió otra baja: Sebastián García de Luca, asesor de Patricia Bullrich y hombre cercano a Rogelio Frigerio, que ocupaba el cargo de secretario de Articulación Federal en el Ministerio de Seguridad de la Nación, quien tampoco firmó el documento de apoyo a Milei que encabezó la ministra. El mismo Torres declaró que la salida del funcionario fue por apoyar su reclamo.
¿Cómo juega Macri en el conflicto con Chubut?
En el entorno de Bullrich sospechan que Macri tiene un papel mucho más activo en la disputa encabezada por el gobierno de Chubut del que está dispuesto a admitir. Los rumores apuntan a que fue una estrategia orquestada en la reunión del 22 de febrero con Torres y Frigerio.
Parece haberse puesto en suspenso la posibilidad de una alianza del PRO con La Libertad Avanza, que auguraba la fusión en un mismo bloque en las cámaras o la entrada de hombres de Macri al gobierno; nada de ello se consumó aún, a pesar del “almuerzo amistoso” de Milei y Ritondo, jefe del bloque del PRO, que compartieron en la Casa Rosada el día 29. Allí hubo selfies y promesas de acompañamiento del bloque a las iniciativas del gobierno en el Congreso, en medio del conflicto con Chubut.
Macri sigue en silencio, mientras prevé recibir la semana entrante a los 18 jefes distritales del PRO, en la previa de las elecciones partidarias, donde se especula con el armado de un “operativo clamor” para que el empresario retome el control de su espacio. Las últimas declaraciones de Torres agregan elementos para abonar la hipótesis de la estrategia de Macri para golpear al gobierno y quedarse además con el control de su partido.
El gobernador de Chubut, el día 27 en declaraciones al prooficialista diario La Nación, apuntó contra Bullrich: “Si hay una persona que usó este conflicto o me usó a mí, fue Patricia. Patricia usó este conflicto para plantarse frente a Macri por una puja partidaria”.
También reveló públicamente que estuvo con Macri antes de que estallara el conflicto e hizo explícito su apoyo al exmandatario para la presidencia del PRO: “Creo que Mauricio Macri tiene sobradas credenciales, ya todos dijimos que tenía que ser porque es expresidente, fue el fundador del partido. Creo que hay que respetarlo y reconocerle el lugar que tiene que tener». Todo parece indicar que el empresario Macri aceleró su estrategia.
El plan de Milei: guerra contra las provincias y dolarización
Sin embargo, desde las filas del presidente Milei, no parecen dar el brazo a torcer en el enfrentamiento con los gobernadores, en un escenario donde además aumenta la escalada de la conflictividad en las calles por un profundo ajuste que no da tregua a los sectores trabajadores.
El gobierno nacional parece decidido a acelerar la implementación de su plan económico, que se viene ejecutando de la mano de Luis Caputo, ministro de Economía. Esta semana se conoció que Milei firmará en los próximos días un Decreto para dejar los fondos fiduciarios de las provincias en manos del ministerio de Economía, luego de evaluar y descartar, por ahora, su eliminación.
Comenzaron también a circular rumores sobre la posibilidad de que en la apertura de sesiones parlamentarias, el presidente anuncie la dolarización. El diario Clarín, think tank del Círculo Rojo, publicó una nota donde “adelanta” información sobre un informe que la consultora Analogías construyó para Cristina Kirchner, ex presidenta.
Dicho informe, luego de presentar un gráfico donde muestran que el 53,3% de los encuestados están en contra de la dolarización, analiza que “Los dos principales arietes para concretar el programa minarquista para la eliminación del Estado, tal como lo conocemos hasta hoy, son la ruptura del sistema federal y la integridad nacional, por un lado, y la eliminación de la moneda, vía dolarización, por otro”.
Ruptura del sistema federal y dolarización para la eliminación del Estado, dos caminos que viene transitando a paso rápido el gobierno nacional.
La contracara de las disputas de grupos empresarios al interior del gobierno, con claros alineamientos internacionales, es una profunda reconfiguración de la política en un escenario inédito, con fuerzas en posición de gobierno que están decididas a llevar adelante un plan de saqueo de los recursos nacionales, que supone sepultar la soberanía sobre el territorio y doblegar cualquier expresión política que se oponga al programa empresario.
Mientras tanto, detrás de las disputas políticas, está la vida de 46 millones de argentines pendiendo de un hilo.
*Psicóloga, magíster en Seguridad de la Nación y analista argentina del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
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