Perú: Montesinos condenado por las matanzas de La Cantuta y Pativilca
Mariana Álvarez Orellana
Vladimiro Montesinos, el monje negro de la dictadura de Alberto Fujimori, fue condenado este miércoles a 19 años y ocho meses de cárcel por las matanzas de La Cantuta y Pativilca ocurridas durante el régimen fujimorista… pero quedará libre en dos años.
Montesinos, el más poderoso asesor de Fujimori tiene varias sentencias por asesinatos y corrupción. La mayor es de 25 años y fue por la matanza de Barrios Altos en la que fueron asesinadas 15 personas, incluido un niño de ocho años.
La Cuarta Sala Penal Superior Nacional Liquidadora Transitoria además ordenó, además de su encarcelamiento, un pago de 500 mil soles de reparación civil para los herederos legales de las víctimas Jhon Gilber Calderón Ríos, César Olimpio Rodríguez, Toribio Joaquín Ortiz, Pedro Agüero, Nieves Arias y Felandro Castillo. Además, fue inhabilitado por el lapso de 5 años para la función pública.
Lo que sucede es que Montesinos ya está en prisión desde 2001 cumpliendo una condena de 25 años. Y como de acuerdo a la legislación anterior (cuando se cometieron los crímenes) existe el principio de absorción, las penas no se suman y el ser la nueva pena menor a la que ya cumple, automáticamente la nueva pena de 19 años fue dada por cumplida y nada cambia para el reo.
El Poder Judicial lo declaró culpable de proponer el nombramiento de diversos efectivos militares para conformar el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), así como del sanguinario destacamente Colina. Los cargos imputados corresponden a su condición de autor mediato por haber tenido “el dominio de la voluntad en aparatos de poder organizados”, según la jueza Miluska Cano López.
Al admitir Montesinos que esas matanzas fueron cometidas por un escuadrón de la muerte bajo sus órdenes -por indicaciones de Fujimori-, complica más al exdictador, que está siendo juzgado por la matanza de Pativilca. Los integrantes de este escuadrón de la muerte –un destacamento clandestino del ejército llamado Grupo Colina creado en el régimen fujimorista– fueron protegidos, felicitados y premiados por Fujimori.
En su juicio, Fujimori dijo ante el tribunal que él no sabía nada de los operativos criminales del Grupo Colina, un argumento que ya había dado antes y que la Corte Suprema rechazó por el peso de las evidencias. En 2009 Fujimori fue condenado a 25 años como autor mediato de las matanzas de La Cantuta y Barrios Altos, una sentencia con sólidas evidencias que colocan a Fujimori en la cabeza de la cadena de mando de los operativos criminales del grupo Colina.
En diciembre pasado el exdictador salió libre por un indulto declarado ilegal por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Ahora enfrenta el juicio por la matanza de Pativilca que lo puede llevar de regreso a la cárcel. Incluso esta semana el juez Littman Ramírez rechazó el pedido de la Fiscalía para dictar prisión domiciliaria contra indultado Fujimori, quien afronta un juicio por el caso Pativilca.
Ramírez concluyó que la medida solicitada era excesiva ya que Fujimori presenta “una deteriorada salud” que requiere una “atención oportuna y especializada. Restringir su desplazamiento ambulatorio dentro del país no es razonable y proporcional”, añadió.
Pese a la culpabilidad en delitos como su desempeño como jefe de facto del SIN, así como por “haber diseñado una política de Estado consistente en la eliminación de presuntos elementos terroristas, valiéndose del amplio poder otorgado al SIN”, y de “ser el encargado de implementar una lucha ilegal contra la subversión a través del desarrollo de operaciones especiales”; la fecha de salida de Montesinos de la cárcel sigue siendo para el año 2026.
Montesinos llegó al poder en 1990 de la mano de Fujimori. Siendo capitán, fue expulsado del ejército en la década del setenta por vender secretos militares. Luego trabajó como abogado defendiendo narcotraficantes. Fujimori lo convirtió en la persona más poderosa de su gobierno, después de él. Fue el jefe de facto de los servicios de inteligencia y de las fuerzas armadas, donde, bajo las órdenes de Fujimori, formó el Grupo Colina, un escuadrón de la muerte.
Montesinos decidía sentencias judiciales y leyes dadas por el Congreso y protegió a organizaciones de narcotráfico cobrándoles cupos. Ministros y los más notorios congresistas fujimoristas le rendían pleitesía y cumplían sus órdenes. Videos que el propio Montesinos grabó en secreto, conocidos como “vladivideos”, lo mostraron sobornando políticos, congresistas, jueces, fiscales, empresarios y periodistas para hacer negocios, tapar denuncias de corrupción y apoyar la dictadura de Fujimori.
Pativilca y Cantuta
La matanza de Pativilca, ubicada a 200 kilómetros al norte de Lima, se produjo en enero de 1991 cuando militares del Grupo Colina irrumpieron de madrugada en las modestas viviendas de campesinos de la zona, secuestraron a seis personas de entre 17 y 38 años. En la noche siguiente fueron encontrados los cadáveres de los secuestrados con disparos en la cabeza y evidencias de haber sido torturados.
Los campesinos masacrados mantenían un conflicto por un terreno con un empresario. Un militar del Grupo Colina que en 2006 confesó el crimen, señaló que las víctimas fueron golpeadas y quemadas con un soplete en diversas partes del cuerpo antes de ser ejecutadas. Pareciere que ahora sí el proceso judicial ha ingresado a su etapa final.
En julio de 1992 los militares de ese escuadrón de la muerte ingresaron a la Universidad La Cantuta, en las afueras de Lima, secuestraron a nueve estudiantes de la residencia universitaria y a un profesor, los llevaron a un descampado, los ejecutaron, quemaron sus cuerpos y los enterraron.
Si bien tiempo después aparecieron tumbas clandestinas con restos de los universitarios, hasta ahora no se han encontrado los restos de todas las víctimas. Por este caso, Fujimori y miembros del Grupo Colina ya han sido sentenciados.
Su captura
Vladimiro Montesinos, quien controlaba la inteligencia y seguridad nacional durante el gobierno Fujimori, apareció en unas grabaciones de video, conocidas luego como Vladivideos, en las cuales se le veía sobornando a un parlamentario de la oposición y que, al hacerse públicas, desataron una grave crisis política que obligó al propio Fujimori a huir a Japón y a enviar su renuncia a la presidencia del Perú vía fax desde allí.
Como era previsible, Montesinos desapareció sin dejar rastro en momentos en que era ampliamente solicitado por la justicia peruana, acusado de diversos delitos como corrupción, tráfico de drogas y homicidio, entre otros.
Algunos rumores mencionaron que Montesinos se refugió en Panamá y luego en Costa Rica, en un yate con ayuda del magnate venezolano Gustavo Cisneros. La prensa peruana inistió en que estaba refugiado en Venezuela sin permiso, ni asilo político.
En junio del 2001 Montesinos es encontrado en Venezuela por la seguridad venezolana y fue extraditado al Perú. El caso fue señalado como el inicio del denominado «terrorismo mediático» en Venezuela, en donde los medios pusieron en marcha campañas tendenciosas y difamatorias en contra del gobierno, campañas que tuvieron su apogeo con el golpe de Estado del 11 de abril de 2002 contra el presidente Hugo Chávez, golpe que posiblemente Montesinos ayudó a gestar.
*Antropóloga, docente e investigadora peruana, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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