La crisis no es novedad: la novedad es la respuesta

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 Juan Guahán

 Decir que estamos en crisis tiene cero en originalidad. Porque la padecemos todos o casi todos, porque apenas habrá entre un 5 y 10% que –más que sufrirla- la aprovecha. Lo notable, lo interesante, es “la novedad es la respuesta”. Con el gobierno anterior y los que lo precedieron, los insatisfechos eran muchos, pero muy pocos de ellos se atrevían a pensar que las “soluciones” serían del tipo de las que estamos viendo.

Los vínculos de Milei con
Javier Milei y Darío Epstein, el hombre de BlackRock en Argentina

Javier Milei vio venir esta oportunidad (o fue “preparado” para la misma) y ahí tenemos –en vivo y directo- a una política dispuesta a ponerse al servicio de los intereses actuales del capital financiero más concentrado. Argentina se está constituyendo en un lugar de experimentación para la ejecución de políticas inéditas, para los tiempos que corren.

Estamos ante experimentos altamente peligrosos que van en la dirección de someter a nosotros y otras sociedades a un dominio más que colonial. Se trata de avanzar en el control económico, político y social de nuestras sociedades bajo la fachada de las instituciones tradicionales. De ese modo aspiran controlar –a estas sociedades- hasta en sus mínimos detalles, apuntando a un cambio cultural que ponga el marco y las respuestas a este fin de ciclo que estamos transitando.  Este es el camino que está trazando el actual gobierno para nuestro futuro. Esto no es nuevo. Algo semejante se vivió en otros tiempos, bajo condiciones no tan graves como las que pintan a esta actualidad.

En estos días la Revista Digital “La Tecla Eñe” publicó una nota –firmada por Rocco Carbone- trayendo del pasado el libro “Los Siete Locos” de Roberto Arlt, un autor formado en las bibliotecas públicas –promovidas por socialistas y anarquistas- del porteño barrio de Flores. Allí, con el formato de una novela, el autor exhibe la situación existente en 1929, poco antes que se desatara la crisis económica mundial del año 30, con su Gran Depresión -acompañando la crisis de Wall Street- y mientras, por estas tierras, se producía el golpe militar encabezado por el General José Evaristo Uriburu. Eran los tiempos cuando en Europa avanzaban fascismo y nazismo y se estaban creando las condiciones para lo que sería la Segunda Guerra Mundial.

Los siete locos, una despiadada revolución | La tintaEn “Los Siete Locos”, a los que Arlt hace referencia, se pone en evidencia la corrupción y los tradicionales vicios de las políticas que gobiernan. En ese camino, no esquiva el bulto al estado de locura que se estaba desplegando en la sociedad, junto a las crueldades y miserias del capitalismo y a la contradicción que existía entre la omnipotencia tecnológica y la impotencia de los humanos que la crearon y utilizan.

En medio de ese panorama, agravado por la frustración producida por el fracaso de un radicalismo sin rumbo y un anarquismo que caminaba hacia la derrota, “el astrólogo” un personaje de la novela comentada dice: “No sé si nuestra sociedad será bolchevique o fascista. A veces me inclino a creer que lo mejor que se puede hacer es preparar una ensalada rusa que ni Dios la entienda”.

En nuestro país, mirando su futuro desde esa crisis del 30’, nos encontramos con tres momentos bien diferenciados, donde cada uno de ellos prepara su propio fracaso y la aparición del modelo que lo debería sustituir.

Una etapa precedente estaba constituida por los avances industrialistas y el desarrollo de un movimiento obrero, con fuerte presencia anarquista, que cuestionaba al mundo capitalista de ese momento. Es cuando se escribe la novela utilizada como una aproximación a la actual evolución social.

Una segunda y prolongada etapa, con el fin de la vigencia de una democracia formal que fue barrida del escenario político por el Golpe de Estado del General Uriburu (1930). Vinieron los años del “fraude patriótico” y de los El golpe de Estado de 1930 | ¿La madre de todas las batallas? | Perfilgobiernos enamorados de lo que pasaba en la vieja Europa, que se habían adueñado de las instituciones constitucionales. El hambre se propagaba por el llamado “interior del país”. La mitad de los jóvenes convocados para ser soldados eran rechazados por no reunir las condiciones físicas necesarias. La sociedad argentina se caracterizaba por desazón, pobreza y ausencia de futuro.

Una tercera etapa se inicia con el golpe militar de 1943. Robustiano Patrón Costas, un oligarca salteño, admirador de los regímenes autoritarios europeos debía ser el próximo Presidente. El golpe en marcha le impidió hablar aceptando la candidatura, pero su discurso fue publicado y allí anunciaba que -por la guerra- nuestro pueblo pasaría muchas penurias en los próximos años. Vino el peronismo y, al contrario de lo que pensaba ese patrón de estancia, los que vinieron fueron los años más felices para la mayoría del pueblo argentino, que –así- aún los sigue recordado.

Vale la pena tener presente estos hechos porque la presencia vergonzosa y avasallante de un Presidente como Milei intenta atemorizar a nuestro pueblo trabajador, con décadas de estas políticas ultra reaccionarias. El inicio del año nos impulsa a mirar el desarrollo de este año desde el lugar que hoy nos encontramos.

Milei podrá imponer al pueblo argentino políticas dolorosas pero lo que nunca podrá es doblegar la voluntad de lucha de este pueblo. El ejercicio de la resistencia y las propias contradicciones del enemigo abrirán el camino para que el pueblo termine expresando su voluntad y constituyendo un nuevo modelo de país.

Porque los pueblos no se suicidan, Milei terminará siendo el recuerdo de una mala noche. Una organización popular -construida desde abajo- tendrá la responsabilidad de ofrecer nuevas alternativas, que la partidocracia conocida tampoco está en condiciones de proporcionar.

El gobierno y su política internacional

El modelo que impulsa Milei, que sueña con la perspectiva de constituirse en el líder de un occidente en decadencia, conduce a una peligrosa inserción internacional de nuestro país. Esa situación se agrava ante el hecho que tenemos una fraudulenta deuda que el gobierno –con la misma lógica de la mayor parte de nuestra dirigencia- está dispuesto a pagar, a pesar de todos los daños y males que esa decisión provoca a nuestro pueblo y su soberanía.

Entre las consecuencias de esa decisión tenemos algunas cuestiones que se deben destacar.

La deuda atenta contra la integridad territorial de nuestro país. Son múltiples las manifestaciones del poder imperial que van en esta dirección. Las reiteradas opiniones de la Generala Paula Richardson -Jefa del Comando Sur de los EEUU- exponiendo el interés de ese país en el litio, los hidrocarburos y el agua de América Latina, es una muestra de ello y de cómo el extractivismo es una forma de consolidación de la dependencia.

La reciente decisión de Loretta Preska -Jueza del Estado de Nueva York-  aceptando que no paguemos en su totalidad el fallo que nos “condena” a pagar 16 mil millones de dólares por la expropiación de YPF, es otra muestra de esa aparente magnanimidad. Ello es particularmente importante porque ordena aportar otros activos, como las acciones de YPF –entre otros- como garantía de un pago que resulta imposible.Quién es Loretta Preska, la jueza que exige que Argentina pague hasta 16.000 millones de dólares

Distintas normas del DNU 70/2023 apuntalan esta misma idea en la medida que derogan normas que protegen los intereses nacionales.

Hay varios ejemplos al respecto. Uno de los más significativos es la derogación de la Ley de Tierras (Ley 26.737/2011) que pone límites a la titularidad y posesión del suelo a personas físicas o jurídicas extranjeras, favoreciendo de hecho a la extranjerización de nuestros bienes comunes, conocidos como recursos naturales.

Con la vigencia de esa nueva norma perdemos soberanía en varias cuestiones: En el control ribereño del Río Paraná, debilitando nuestra situación respecto al control de la navegación del mismo, por donde transita el 80% de nuestras exportaciones; en el acceso a los territorios del litio; en el área minera cordillerana; en el control sobre el área de los Esteros del Iberá; en la despoblada Patagonia, ya ocupada con fuertes inversiones y presencias extranjeras (hidrocarburos y minería) y en las más variadas zonas destinadas a las economías regionales y la producción agropecuaria.

Este DNU, responde a las “necesidades” del poder financiero y a la “urgencia” de estos libertarios truchos, a los cuales se les está cayendo la careta más rápido que lo que se podía pensar. También deroga diversas normas sobre el tema minero. En sentido caen las leyes 24.523 (1995) y la 24.695 (1996), fortaleciendo la entrega minera y asegurando aún mayores beneficios para la Barrick Gold, Glencore, junto a Allkem y Livent, ahora fusionadas en Arcadium Lithium, las principales compañías de extracción y procesamiento en nuestro país y que responden a los gigantes financieros BlackRock, Vanguard, JP Morgan y HSBC.

También modifica la Ley Argentina Digital (Ley 27.078/2014) dejando sentado que los sistemas satelitales de comunicaciones serán libres, en abierto beneficio –públicamente reconocido por el Presidente- del mega-multi-millonario Elon Musk. Estos nombres esconden a los dueños del mundo que, en nuestro país, representa el gobierno de Javier Milei.¡Todos estamos notificados! Que nadie se haga el distraído.

Estos datos extraídos del propio DNU oficial evidencian hacia dónde apunta el cipayo gobierno argentino. Éste se considera aliado del poder financiero internacional más concentrado; de su instrumento asociado, como son los dueños del mundo tecnológico y de los EEUU que le dan la protección estatal que necesitan. Lo señalado, son los escalones que van construyendo en el camino de gobernar de un modo autónomo, en relación directa con cada una de las economías -llamadas “nacionales”- previamente colonizadas.

Esta es la cara de algunas de las políticas de este aprendiz de brujo. Pero el mundo es uno y si tiene una cara también tiene, en materia internacional, su contracara. En esa contracara encontramos a los BRICS, Rusia, China, Brasil y otros países.

Respecto a los BRICS (alianza comercial de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, a los que esta semana se sumaron: Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Etiopía), sin estas últimas incorporaciones –que dieron lugar al BRIC S PLUS- ellos representaban el 29% del PBI mundial; el 41,6% de su población y el 22% de la superficie continental. Acceder a ese mercado en mejores condiciones políticas, es una ventaja a la que Milei ha renunciado para ser obsecuente con quienes le dan órdenes, aunque ello perjudique a todos los argentinos.

Milei ha puesto entredicho la relación con Rusia al facilitar a Ucrania, dos aviones Mi-171E que nos había proporcionado Rusia. De ese modo apoya a Volodímir Zelenski, empleado de la OTAN, con quien se abrazó efusivamente cuando éste vino a la asunción de su -ahora- bienhechor.

Argentina esperaba nuevos swaps con China para aliviar el pago de lo que pide el FMI. China le había prometido al gobierno anterior- acceder a ese pedido. La torpeza diplomática de este fanático del extremismo liberal que tenemos por Presidente, hizo que aquellos compromisos fueran suspendidos y que ahora tenga que discutir nuevamente todas las condiciones de este acuerdo.Volodimir Zelenski y Javier Milei se abrazaron tras su primer discurso como presidente

Las aberraciones diplomáticas del Presidente hacia Lula y Brasil, el gigante de Sudamérica y principal socio de la Argentina, entran en el plano de lo incomprensible. En el mismo sentido, el intento por poner fin al UNASUR es un complemento orientado a debilitar la región.

Todo ello refleja la actitud de quien sobreactúa para dar muestras de un liderazgo muy débil y del intento de considerarse como una figura fundamental para poner en marcha nuevos valores que salvaguarden a occidente.

Nos están metiendo en el mundo “de ellos”

Hoy -como nunca antes había ocurrido- el poder financiero internacional está alcanzando el objetivo de tener en sus manos los resortes fundamentales de la economía argentina. El gobierno de Javier Milei está tomando las medidas necesarias para hacer efectivo el traspaso de riqueza y trabajo de nuestro pueblo a los grandes magnates del mundo. Los principales bancos y los Fondos de Inversión más importantes -encabezados por BlackRock- como fuera señalado en párrafos precedentes, son los promotores y destinatarios de las principales decisiones de este gobierno.

Darío Epstein (referente de BlackRock en Argentina) y Juan Ignacio Nápoli (Presidente del Banco de Valores), ambos como representantes de Milei, se reunieron en Nueva York –el pasado 7 de setiembre, algunas semanas después de las PASO- con la flor y nata de las finanzas mundiales. Resultan obvios los temas tratados: Apoyo a la campaña electoral de Milei y el acuerdo sobre algunas medidas posteriores, para el caso que éste ganase.

Algunos aspectos del DNU dan cuenta de cómo se van concretando los vergonzosos avances de esos acuerdos. La devaluación de más del 100% pone a estos actores financieros internacionales ante la posibilidad de comprar bienes de la economía real por la mitad de su valor. De ese modo se apoderan del trabajo de los argentinos.

Por otro lado, algunas estimaciones sobre las ganancias que podrán lograr estos monstruos financieros, “jugando” con los “Leliq” y otros inventos parecidos, resulta monumental. Algunos estudiosos del tema estiman que la ganancia a favor de estos grupos y con estas medidas financieras podría llegar a los 30 mil millones de dólares.

Es llamativo que -por primera vez- el Banco Central emitiera deudas (bonos) en dólares para que los importadores puedan pagar recibiendo esos bonos en dólares y entregando pesos. Se trata del (BOPREAL) polémico Bono para la Reconstrucción de la Argentina Libre, con denuncias en el sentido que es una nueva estafa y que puede estar en el camino del inicio de una futura dolarización de la economía.

Teniendo presente que hasta funcionarios del FMI pusieron reparos a Luis “Toto” Caputo por tratarse de un empedernido adicto a los juegos financieros, es posible dar credibilidad a estas informaciones. Este personaje ya dejó señales sobre esa “capacidad” cuando –en la época de Macri- nos endeudó con un bono a 100 años.  Así es como “ellos” se van quedando con lo “nuestro”

*Analista político y dirigente social argentino, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

 

 

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