El efecto Petro: Colombia recupera el optimismo
Camilo Rengifo Marín
Las nuevas encuestas revelan que Colombia se transformó en un país optimista con la elección del nuevo presidente, Gustavo Petro, y está pleno de expectativas sobre el cambio que vendrá: la percepción de todas las políticas sociales asociadas a las promesas en campaña mejoraron, lo que demuestra la confianza general en el próximo mandatario.
Los colombianos confían en que con Petro mejorará el acceso a la educación, caerá el desempleo, se avanzará en la lucha contra la pobreza y el manejo de migrantes, se apoyará al campo, y habrá un avanza de paz con las guerrillas, según el sondeo de Invamer Poll realizado en la primera semana de julio. El nuevo gobierno arranca con un voto de confianza muy grande y muchas ilusiones, lo que refuerza su mandato pero a la vez el riesgo de defraudar es grande. Es lo que La Silla Vacía llama el efecto Petro”.
Las encuestas son anteriores al anuncio de Petro sobre la renegociación del Tratado de Libre Comercio suscrito con Estados Unidos firmado en 2006 y que entró en vigencia en mayo de 2012, anunciada en el encuentro entre el equipo de empalme del próximo presidente y el del gobierno de Washington.
“Sentimos que hay elementos del tratado de libre comercio que no se negociaron bien. Sectores como confecciones, agricultores, entre otros, no se han visto beneficiados, por ello urge renegociarlo”, comentó el exsenador Luis Fernando Velasco, encargado del empalme tras la reunión con la delegación estadounidense.
Aunque en algunos círculos persiste la desconfianza frente al nuevo gobierno, que la prensa hegemónica destaca permanentemente, en la mayoría de la población urbana su elección es fuente de optimismo. En números netos, el pesimismo se redujo en 25 puntos, lo que se refleja también en las ciudades y en el campo, donde hay una sensación de que si bien las cosas siguen mal con el pésimo gobierno de Iván Duque, hoy hay esperanza de que mejoren a partir del 7 de agosto, cuando asuma Petro.
La imagen de los medios de comunicación, que hicieron activa campaña contra Petro, atraviesa su peor momento, con una imagen desfavorable del 62 por ciento, la peor en 15 años, lo que ratifica que los medios fueron grandes derrotados en esta contienda.
Mientras que crece el respaldo a Petro, la oposición sufre el coletazo de su derrota. No solo empeora la imagen del candidato de la derecha Federico Gutiérrez, sino que también cayó la popularidad del ultraderechista Rodolfo Hernández, rival de Petro en la segunda vuelta. Su rechazo pasó de 16 a 52 de febrero a julio.
Hasta hay confianza en las instituciones
Llama la atención de que la mera elección de Petro mejoró la confianza en casi todas las instituciones, desde la Contraloría, a la Corte Constitucional, de la Junta del Banco de la República a la Fiscalía. Hasta del Congreso. Eso es lo que revela el último informe de Invamer Poll.
Salvo la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que tuvo la impresionante audiencia en la que los exjefes de las Farc aceptaron frente a las víctimas que habían sido unos criminales de guerra por los secuestros, las acciones de las demás entidades no estuvieron marcadas por grandes hechos mediáticos en este último bimestre.
Lo más revelador de la encuesta es la respuesta a la pregunta de si en Colombia hay garantías para hacer oposición democrática. Por primera vez en cuatro años, hay tanta gente que dice que sí existen como que no: dos meses atrás el 62 por ciento creía que no. Bueno, lo cierto es que Iván Duque nunca tuvo un bimestre que le fuera favorable.
Su rechazo siempre estuvo por encima del 50 por ciento y finaliza su mandato con un 27 por ciento de popularidad, solo comparable a lo mal que terminó Andrés Pastrana.
Mientras, Gustavo Petro arrancó con un 64 por ciento de apoyo y un 22 por ciento desfavorable, su mejor marca en tres lustros. Su sola elección mejoró la percepción en 22 puntos, lo que muestra que sus movidas conciliadoras alrededor del ‘Acuerdo Nacional’ de las primera semanas han sido bien recibidas incluso por un porcentaje de colombianos que no votaron por él.
Para los colombianos, la economía sigue siendo su principal preocupación, y eso no cambió con Petro: el 93 por ciento siente que ha empeorado su percepción sobre una mejoría en el costo de la vida, y en su capacidad adquisitiva.
Un dato interesante es que la imagen de los empresarios se disparó positivamente y volvió a sus niveles históricos por encima del 60 por ciento de favorabilidad. También creció el apoyo a políticas económicas como fomentar la llegada de inversión extranjera o firmar tratados de libre comercio, dos puntos que van en contravía con las políticas que han anunciado ministros de Petro mucho más proteccionistas.
Colombia quiere paz
Uno de los grandes cambios que trae Petro es una segunda oportunidad para el Sí, que perdió el plebiscito por la paz. Petro habló de la “paz grande” y al parecer el discurso ha calado pues la ilusión frente a todas las políticas de paz se disparó.
Los encuestados creen que habrá una mejor reintegración de los desmovilizados, un mayor apoyo al campesinado, están confiados en que se devolverá la tierra a los desplazados e incluso con pagar más impuestos para indemnizar a las víctimas del conflicto y con sacrificar justicia en aras de lograr la paz.
También hay una renovada fe en que tanto FARC como el gobierno cumplirán lo pactado en la Habana y que el gobierno de Duque incumplió. Un 70 por ciento manifestó su respaldo a abrir negociaciones con los grupos armados, lo cual es un espaldarazo para el nuevo gobierno que más que enfrentar al narco-paramilitar Clan del Golfo y disidencias propone negociar su sometimiento a la justicia y negociar con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
* Economista y docente universitario colombiano, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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