Una cumbre borrascosa para imponer un nuevo ALCA
Mirko C. Trudeau
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, inauguró la novena Cumbre de las América a la que asisten 23 mandatarios, con la marcada ausencia de por lo menos nueve (incluyendo tres no invitados), repitió la retórica sobre la importancia de la región y la necesidad de abordar de manera colectiva los desafíos que enfrenta, y anunció el marco de un nuevo acuerdo económico aún por negociarse, similar al defenestrado ALCA.
Todo comenzó hollywoodescamente y en tono marcial: siete trompetas y un tambor militares dieron inicio a la ceremonia en el teatro Microsoft, con la entrada de los mandatarios presentes detrás de un sonriente Joe Biden y esposa. Un video de niños dio la bienvenida a los pueblos de cada país, y después ocuparon el escenario junto con el alcalde de Los Ángeles Eric Garcetti, y el gobernador de California Gavin Newsom, quienes repitieron que ese lugar y ocasión era el más diverso del mundo.
Los veteranos periodistas dicen que es un revival, como si nada hubiera pasado en el mundo y en la región desde que en 1994, cuando el entonces presidente Bill Clinton intentó con la primera “cumbre” imponer un Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) abortado en 2005 en la reunión realizada en Mar del Plata, Argentina. Y luego siguieron ocho intentos más.
Es una ficción de la política que se desarrolla en un búnker: la policía de Los Ángeles recibió 15 millones de dólares para militarizar una ciudad célebre por sus carpas de indigentes y sus cinturones de pobreza. Pero que se impone como “verdad” a través de la manipulación de los medios hegemónicos, que invisibilizan las protestas, como las de los inmigrantes a las puertas del Microsoft Arena.
Tras las palabras de la vicepresidenta, Kamala Harris, unos jóvenes subieran a cantar y bailar Un mundo, supuesto himno a la unidad, seguido de más canciones sobre unidad y amor y videos de niños ofreciendo más datos sobre diferentes países de las Américas.
Tras el espectáculo “participativo” (los organizadores suponen que ver algo por televisión es sinónimo de participación ciudadana), Biden inauguró la cumbre, declarando que la democracia es el ingrediente esencial para el futuro de las Américas, y afirmó que hoy cuando la democracia está bajo asalto alrededor del mundo, hay que unirnos de nuevo para reafirmarla.
Biden anunció la llamada Alianza para la prosperidad económica en las Américas, un nuevo acuerdo histórico para promover la recuperación y crecimiento a nivel hemisférico, o sea rebautizó el ALCA. Declaró que “la Alianza para los prosperidad económica en las Américas…. reconstruirá nuestras finanzas desde abajo hacia arriba” y señaló que “La economía del derrame no funciona”.
Para lograrlo, dijo, se buscará revitalizar las instituciones económicas regionales para promover la inversión, hacer más resilientes las cadenas de suministro, ampliar la inversión pública y administrarla de manera más eficaz, generar empleos a través de la energía limpia, y asegurar un comercio sostenible e inclusivo. O sea, todo esto se deberá negociar, y aún no inició las consultas. La unidad, pareciera, significa sometimiento a los intereses de Washington
Biden adelantó iniciativas sobre otros cuatro rubros además del económico: seguridad alimenticia, en la que Estados Unidos anunció 300 millones de dólares para abordar las necesidades urgentes; clima, incluyendo un plan en el Caribe; salud, para la cual el presidente dio a conocer un emprendimiento para ayudar a capacitar a 500 mil trabajadores de salud en las Américas, y sobre los desplazados, se anunciará la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección el viernes.
Pero a pesar de la presentación de sus iniciativas Biden no ha logrado superar los tropiezos por la lista de invitados y propuestas no desarrolladas que descarrilaron el objetivo del acto, que era presentarlo como un triunfo político diplomático y que ahora surge como un fracaso aun antes de comenzar.
Hipocresía a granel
Mientras, circuló la declaración del progresista Grupo de Puebla, donde señala que “Biden debería aprovechar la Cumbre para renovar los compromisos adquiridos por la administración Obama en otras Cumbres, y sus propios compromisos en relación con la normalización de las relaciones con Cuba, el apoyo al diálogo democrático de Venezuela, la facilitación de las migraciones desde Centroamérica”.
También sobre la continuación del proceso de paz en Colombia y la asunción de un diálogo internacional franco sobre la conveniencia de concretar una nueva política en la lucha de drogas y mayor responsabilidad por parte de EEUU en aquellas de uso ilícito. “Además, le pedimos al presidente Biden que ayude a impedir el abundante tráfico de armas en Estados Unidos a los carteles y mafias Latinoamericanas”. Añadió el GP.
Lo cierto es que la hipocresía campea en las declaraciones antes y durante esta cumbre borrascosa, que significa la incapacidad del gobierno estadounidense de demostrar su manejo de “su patio trasero”. Se constituyó en un duro traspié diplomático para EEUU y su presidente desde que varios jefes de Estado de América Latina y el Caribe descartaran su participación.
Es la política-ficción en un búnker, porque la policía de Los Ángeles recibió 15 millones de dólares para militarizar una ciudad célebre por sus carpas de indigentes y sus cinturones de pobreza, donde la élite del Partido Demócrata replica los clichés de la Doctrina Monroe –América para los (norte)americanos– y muestra lo que parece ser su vocación de aislacionismo respecto a América Latina., señala Rosa Elizalde.
Pero el portal del Departamento de Estado todavía declama el carácter abierto y sin restricciones de la convocatoria al encuentro, y señala que EEUU “ha demostrado, y seguirá demostrando, su compromiso con un proceso inclusivo que incorpora las aportaciones de las personas que representan la inmensa diversidad de nuestro hemisferio e incluye las voces indígenas y otras históricamente marginadas”..
Hasta los principales medios y analistas estadounidenses declararon fracasada la reunión antes de que comenzara. The Washington Post aseguró que esta Cumbre de las Américas será recordada por sus ausencias más que por sus posibles acuerdos y por centrar la atención en el presidente mexicano Andrés Manbuel López Obrador, la figura política más mencionada en redes y medios estadounidenses, por encima de Joe Biden, según las estadísticas de Google Trends.
“La Cumbre de las Américas parece ser una debacle, un gol diplomático en contra. Estados Unidos no tiene una propuesta comercial, una política de inmigración ni un paquete para infraestructura. En cambio, la atención se centra en quién estará y quién no estará. No está claro cómo hicimos para lograr que esto sucediera”, señaló Richard Hass, director de planificación de políticas del Departamento de Estado.
Almagro y el “ministerio de las colonias”
El 8 de junio de 2022 fue un día aciago para Luis Almagro, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuando en perfecto inglés un joven le espetó en la cara que era asesino y marioneta de la Casa Blanca, instigador del golpe de Estado en Bolivia, y antes que los guardias lo “acompañaran” fuera del recinto de la Cumbre de las Américas le recordó que tiene las manos manchadas de sangre.
Pero no le fue mejor en la reunión de cancilleres, donde el canciller mexicano Marcelo Ebrard señaló que es necesario refundar la OEA: “lo que estamos diciendo es que la organización que tenemos en las Américas debe evolucionar”. Y propuso formar un grupo de trabajo que presente el proyecto de refundación del orden interamericano, “porque si llevamos 10 años discutiendo lo mismo es que no lo hemos resuelto y todo nos urge a resolverlo”.
.Ebrard, que representa al ausente presidente André Manuel López Obrador, comentó que espera que Estados Unidos vaya hacia otro tipo de relación con las naciones americanas basada en el respeto mutuo, la no intervención y el beneficio de todos los países.
Asimismo, el canciller agentino Santiago Cafiero sostuvo que la OEA «nunca más debe legitimar procesos de desestabilización». Sostuvo que «el compromiso sobre gobernabilidad democrática que se ha trabajado en esta cumbre, no podrá alcanzarse si persisten las sanciones y medidas unilaterales que aún se llevan adelante en nuestra región. Los hechos vislumbran que han fracasado y solo han generado sufrimiento en la población», resumió.
Según Cafiero «repartir sanciones y bloqueos va en la dirección contraria a la búsqueda de herramientas efectivas para combatir la desigualdad. «Si las institiuciones que están llamadas a promover la integración, el desarrollo y el diálogo equivocan el camino, alcemos la voz».
Durante el tarde, el secretario General de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, había sido increpado durante una disertación por uno de los miembros del público, que lo acusó de haber respaldado el golpe contra Evo Morales que se produjo en noviembre de 2019.
“Estados Unidos quería saquear los recursos, el litio, el oro, todos los recursos minerales, el gas de Bolivia”, dijo el joven. “Ayudaste a instalar una dictadura que facilitaría ese saqueo”, insistió, con el evento dedicado a la libertad de prensa y seguridad de periodistas como fondo.
El joven también recordó a Sebastián Moro, el periodista argentino que anticipó el golpe de Estado de 2019 “Era un periodista que estaba mostrando las mentiras que tu dices y mostrando la verdad del golpe que orquestaste y lo golpearon en su departamento hasta matarlo. ¿Y ahora vienes y nos das una clase sobre libertad de prensa?”, señaló en su intervención.
En otra sala y casi simultáneamente, el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken fue increpado por varios periodistas que lo acusaron de usa el verso de la libertad de prensa para arropar a asesinos de periodistas y por sancionar y excluir a países de esta reunión. ¿Democracia o hipocresía?, se escuchó por el altavoz.
Pero Estados Unidos no pierde oportunidad para asegurar la ficción de sociedad civil a la que apuesta y se reúne con los enviados de “la prensa libre”de Miami, pagados por la USAID, y premiados con más dinero para desestabilizar a los gobiernos a los que Washington quiere derrocar. Blinken prometió en Los Ángeles un nuevo fondo de nueve millones de dólares para apoyar el “periodismo independiente” a los mismos que ya reciben 20 millones de dólares al año para instar el cambio de régimen en Cuba.
La noche continuó en el teatro Microsoft con el músico colombiano Jorge Celedón, una interpretación de Lean on me con tres cantantes y acróbatas, seguido por Alex Fernández con un mariachi cantando El Rey, algo que encantó a los jefes de Estado, incluyendo al anfitrión. Y todo finalizó con la percusionista Sheila E ofreciendo Come together de Los Beatles, mezclada con un poco de All you need is love; (Todo lo que necesitas es amor).
*Integrante del Observatorio de Estudios Macroeconómicos de Nueva York, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
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