Chomsky: Avanza un golpe blando en EU; el Partido Republicano es una fuerza neofascista
Mirko C. Trudeau
El intelectual y lingüista estadunidense Noam Chomsky advirtió sobre el riesgo de un golpe de Estado blando en Estados Unidos después del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 perpetrado por partidarios del entonces presidente saliente Donald Trump: “aquello fue un intento por derrocar un gobierno electo.
Y añadió que todo fue muy explícito por parte de Trump: ‘Las elecciones han sido robadas, vamos al Capitolio’. Un intento de derribar a un gobierno electo es un golpe de Estado. Fue un intento violento de golpe de Estado. Un grupo de republicanos rechazó formar parte y evitó que triunfase. Pero ese propósito ha sido seguido por un golpe blando, que está ocurriendo cada día ante nuestros ojos”, dijo en entrevista con el diario español El País.
Noam Chomsky, con 93 años, sigue en la brecha. Escribe, da conferencias y entrevistas, y se sitúa en la primera línea de fuego por lo que cree justo. Forma parte del movimiento progresista europeo DCiem 25, y ha disparado las alarmas sobre los riesgos del cambio climático y se ha convertido en un verdadero azote del trumpismo.
El Partido Republicano ya no es un instituto político, es una fuerza neofascista. Estados Unidos es una sociedad avanzada tecnológicamente, y culturalmente, pero es premoderna en otros ámbitos, destacó el también filósofo.
Aseguró que los republicanos planean de forma cuidadosa para que la próxima vez tenga éxito y “están asegurándose de que la gente que gestiona las elecciones tenga poder para anular votos y están aprobando decenas de leyes para impedir el voto de la gente ‘equivocada’, de minorías y pobres”.
Chomsky admitió que s muy posible que Trump gane las elección es de 2024: “tiene una base rabiosa de devotos. A los líderes del Partido Republicano los tiene aterrorizados, todos corren a Mar-a-Lago a lustrarle los zapatos y obtener su bendición. Si triunfan con el actual golpe en marcha, el de controlar y modificar el sistema electoral, pueden ganar”..
Para el lingüista, Trump es un demagogo efectivo, que “ha sabido agitar los venenos que corren bajo la superficie de la sociedad estadunidense y los ha sacado a la superficie. Ahora hay un grupo que lo venera como a un Duce II, (mote de Benito Mussolini) elegido por Dios, es la gente que asaltó el Capitolio. La democracia estadunidense corre un grave peligro”, afirmó.
Sobre la presidencia del demócrata Joe Biden, destacó: no esperaba mucho, francamente, pero los resultados de los programas nacionales han sido positivos. En buena medida fueron diseñados por Bernie Sanders, que representa al ala más progresista del Partido Demócrata. Pero han sido recortados por la oposición y no se ha conseguido casi nada.
Recuerda que en las elecciones en las que se impuso Trump, la alternativa, que era el Partido Demócrata, se rindió con la clase trabajadora hace 40 años. La clase trabajadora no es un distrito electoral. Nadie los representa en el sistema político. Los republicanos, aunque dicen ser sus representantes, son básicamente los enemigos de la clase trabajadora. Su mensaje político, sin embargo, está dirigido a la gente religiosa y a la supremacía blanca, señaló a la BBC
Definió al Partido Republicano como la organización más peligrosa de la Tierra y de la historia de la Humanidad. “En su momento dije que eran unas declaraciones escandalosas, pero es la verdad”.
Cuando el entrevistador le pregunta si es peor que la Corea del Norte de Kim Jong-un o el Estado Islámico, responde: ¿Acaso el Estado Islámico está tratando de destruir la perspectiva de la existencia humana organizada? Lo que quiero decir es que no sólo no hacemos nada por prevenir el cambio climático, sino que estamos tratando de acelerar la carrera hacia el precipicio.
Los republicanos están convencidos de que la ciencia que está detrás del cambio climático carece de fundamento. No importa si realmente lo creen o no. La gente que verdaderamente cree en Jesucristo confía en que vendrá a salvarlos durante su vida, señaló.
“Pero si la consecuencia de que crean o no en la ciencia es que vamos a utilizar más combustibles fósiles, no vamos a subvencionar a países en vías de desarrollo y estamos dispuestos a eliminar las regulaciones que obligan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, entonces las consecuencias son extremadamente peligrosas. A menos que vivas debajo de una roca, tienes que reconocer la seriedad de esta amenaza”, añadió.
Chomsky Es uno de los mayores intelectuales vivos de la izquierda estadounidense, pero también padre de la lingüística moderna al haber establecido, en los años cincuenta, la teoría de la gramática generativa.
Chomsky el anarquismo español
El anarquismo, una de las grandes utopías del siglo XX, y la única que nunca alcanzó el poder real en un Estado, fue analizado por Noam Chomsky en el libro ‘Sobre el anarquismo’, editado en España. No es un libro de historia ni una revisión de uno de los ‘ismos’ (comunismo, fascismo, capitalismo…) que participó en las últimas grandes guerras.
Es una reunión de dos grandes reflexiones sobre esta propuesta de sociedad libertaria y colectivizada, una de las cuales está dedicada a lo que sucedió durante la Guerra Civil española, en los años 1936 y 1937, cuando el anarquismo, luego del golpe de Estado de Franco, se impuso en bastiones tan importantes como Aragón y Barcelona.
Fue, «una revolución social de un alcance sin precedentes» que fue «aplastada por la fuerza» por el comunismo, cada vez más dueño del Gobierno”. La «derecha» de la República, como la llama Chomsky.
«La Guerra Civil española es uno de los acontecimientos cruciales de la historia moderna, empieza el académico. Sin vanguardia revolucionaria y de forma espontánea» tuvieron éxito en la colectivización industrial y rural, pero entre la espada y la pared. Por un lado, el fascismo y, por otro, el comunismo, con la Guardia Civil completando una sangrienta represión en Barcelona, concluye Chomsky.
Mientras las tropas de los sublevados avanzaban, con la ayuda alemana, italiana y británica -revela Chomsky- la «revolución» anarquista y la «contrarrevolución» soviética se enfrentaban. Los segundos llevaban las de ganar. «No hay que olvidar que el Gobierno central disponía de enormes reservas de oro que no tardarían en entregarse a la Unión Soviética», mantiene el autor, que alerta de la «pérdida de objetividad» sobre el anarquismo español.
* Integrante del Observatorio de Estudios Macroeconómicos (Nueva York), asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
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