Cambio de rumbo: Biden llama a la acción global para frenar el cambio climático
Mirko. C. Trudeau|
El presidente estadounidense Joe Biden llamó, en conferencia virtual con 40 líderes del mundo, a actuar para frenar el calentamiento global, al asumir un mayor compromiso de Estados Unidos para reducir las emisiones contaminantes, postura aplaudida por la comunidad internacional tras la negación durante la era Donald Trump.
La resistencia a las medidas necesarias para evitar el cambio climático ya no tiene aliados académicos de peso, pero persiste en el escenario político, donde fue posible que alguien como Donald Trump llegara a la presidencia de Estados Unidos y, desde ella, operara para desacreditar los consensos científicos y retirara a su país del Acuerdo de París, firmado en 2016 para reducir las emisiones de gases con efecto invernadero.
En el Día de la Tierra, su sucesor, Joe Biden, quizá para reafirmar la imagen hegemónica de su país, anunció que EEUU disminuirá las emisiones de gases de efecto invernadero entre 50 y 52 por ciento para 2030 en comparación con los niveles de 2005, tras admitir que Washington es responsable de menos de 15 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero del planeta.
Ningún país puede solucionar este problema global por sí solo y todas las economías deben de pasar a la acción, señaló Biden, tras advertir que Estados Unidos no esperará: es un momento de peligro, pero también de oportunidad. Aseveró que hay poco tiempo para abordar el calentamiento global, pero explicó que se trata de proveer un futuro mejor para todos.
También afirmó que el paso siguiente debe ser, en su opinión, que en 2050 Estados Unidos deje de ser responsable de un aumento del total de ese gas en la atmósfera, y compense sus emisiones con medidas en el sentido contrario. Sostuvo que lograr esto es un “imperativo moral” pero también un “imperativo económico”, porque los cambios traerán consigo la creación de millones de buenos puestos de trabajo y el establecimiento de bases más sustentables para el crecimiento futuro.
El gobierno de Biden traza con este anuncio una administración con energía limpia, en la cual las fábricas producen baterías modernas para la exportación, los trabajadores dependen de una red eléctrica nacional eficiente y equipos sellan plataformas petrolíferas, gasíferas y minas de carbón abandonadas.
El compromiso de reducción hasta de 52 por ciento marca el regreso de Washington a los esfuerzos mundiales a favor del medio ambiente, luego de cuatro años de no asumir ningún compromiso durante la presidencia de Trump, quien retiró a su país del Acuerdo de París, y al cual Estados Unidos retornó con la llegada de Biden a la presidencia.
El pacto, firmado en 2015 en Viena, compromete a las naciones a emprender medidas para mantener los aumentos de temperatura en no más de 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales y en lo posible situarlo apenas arriba de 1.5 grados para evitar cambios o efectos severos en el clima.
El presidente de China, Xi Jinping, detalló que su gobierno comenzaría a eliminar el uso del carbón de 2026 a 2030, además de alcanzar una neutralidad climática en 2060. Nos hemos comprometido en un plazo mucho más corto que el que se podría dar en otros países, subrayó. También propuso una agenda de seis puntos para la construcción conjunta de una comunidad de vida entre los seres humanos y la naturaleza.
Vladimir Putin, presidente de Rusia, expresó que la conversación demuestra cuánto comparten todos esta preocupación global y el interés en redoblar el esfuerzo internacional, y resaltó la prioridad de reducir sus emisiones en 2050 de forma significativa, tras haberlas rebajado ya a la mitad respecto de 1990.
Mencionó que la cuestión no sólo pasa por aminorar las emisiones, sino también por absorber el dióxido de carbono que ya se ha acumulado en la atmósfera y ha puesto el foco en la importancia de rebajar, al menos a la mitad, para 2050, el metano actual.
La Unión Europea anunció esta semana que reducirá sus emisiones al menos 55 por ciento para 2030 con relación a 1990, después de que Reino Unido prometió bajar las suyas 78 puntos para 2035.
El primer ministro británico, Boris Johnson, quien acogerá en noviembre la 26 Cumbre del Clima de la Organización de Naciones Unidas en Glasgow, cuya finalidad es mejorar el Acuerdo de París, elogió el compromiso de Biden y lo consideró un cambio de reglas de juego.
En cuanto a Francia, el presidente Emmanuel Macron garantizó que su gobierno cumplirá con sus compromisos climáticos, pero reclamó la necesidad de regular este año el precio del carbono, fundamental para avanzar en la descarbonización, así como en la justicia climática por medio de una acción ambiental creíble y sostenible.
La canciller federal alemana, Angela Merkel, declaró que es una alegría ver que Estados Unidos está de vuelta, porque el mundo necesita de su contribución si quiere lograr objetivos ambiciosos.
Por su parte, el primer ministro de India, Narendra Modi, dio a conocer un acuerdo alcanzado con EEUU para lanzar una agenda bilateral de energía limpia en 2030 por la cual se movilizarán inversiones y programas de cooperación conjunta. Dijo que la huella de carbono de India es 60% inferior a la media global, gracias a su estilo de vida aún arraigado en prácticas sostenibles. Modi recalcó la importancia de un cambio de estilo de vida global.
Yoshihide Suga, primer ministro japonés, indicó que su país apunta a reducir las emisiones de carbono a 46 por ciento para 2030, frente a los 26 puntos a que se había comprometido con anterioridad.
Mientras, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ofreció que su gobierno bajará sus emisiones entre 40 y 45 por ciento también para 2030, cuando en 2005 había anunciado una disminución de 30 puntos. Apremió a actuar ahora porque no hay vacuna contra un planeta contaminado.
Ante la incredulidad mundial, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fijó el objetivo de neutralidad de carbono del gigante sudamericano para 2050, lo cual supondrá absorber tanto como emitir. También se comprometió a eliminar la deforestación ilegal en Brasil para 2030.
El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres, celebró los compromisos adquiridos en la cumbre, pero instó a emprender acciones inmediatas por un planeta verde porque en la actualidad la Tierra está al borde del abismo.
Guterres precisó que se deberán dar subsidios y se requerirán inversiones en infraestructuras que dejen atrás el financiamento al carbón, para que entre 2030 y 2040 los países logren esta transición, e insistió en la responsabilidad de los países más ricos para facilitar la inversión a los menos desarrollados.
Biden dijo en su discurso, respecto del calentamiento global, que “la ciencia es irrefutable” y “el costo de la inacción sigue aumentando”. Por supuesto, habrá que ver cuánto de esto llega a convertirse en realidad, y nada indica que los poderes interesados en que esas metas no se alcancen ya hayan sido derrotados: son quienes sostienen no solo al gobierno de Biden.
Cabe señalar, además, que el cumplimiento de los buenos propósitos excede las posibilidades personales de Biden, que aun si lo reeligieran gobernaría hasta 2029 y tiene 78 años de edad, de modo que puede cumplir 87 años en 2030 y (poco probablemente) 107 en 2050, pero el cambio con relación a Trump es notorio y bienvenido.
*Economista del Observatorio de Estudios Macroeconómicos (Nueva York), Analista de temas de EEUU y Europa, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)