El asesinato, las protestas, la represión, las presidenciales: Dondald Trump en su laberinto

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Mirko C. Trudeau|

La violencia que se desencadenó en unas 150 ciudades a lo largo y ancho de Estados Unidos tras el asesinato del afroestadounidense  George Floyd, no es solo un reto para el presidente Donald Trump sino también para el Joe Biden, su contricante en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.

Este último estallido motivado por las políticas raciales que se aplican en el país, hace que la próxima campaña presidencial pueda ser potencialmente una de las más explosivas de la historia. Nadie olvida el video viralizado donde se ve a Floy tratando desesperadamente de respirar mientras un policía blanco, Derek Chauvin, le clavaba la rodilla en el cuello contra el suelo.Marchas e incidentes en EEUU, tras crimen racial de George Floyd ...

Trump elevó la presión sobre los gobernadores tras una semana de disturbios provocados por la muerte de George Floyd al exigir el martes que Nueva York llame a la Guardia Nacional a reprimir a los “malvivientes y perdedores”.  “NYC, llama a la Guardia Nacional», tuiteó. “Los malvivientes y perdedores te están destrozando. ¡Actúa rápido! No cometas el mismo error horrible y fatal que cometiste con hogares de ancianos”.

En Nueva York el lunes por la noche la gente rompió escaparates de tiendas cerca del Rockefeller Center y derribaron la puerta de la tienda departamental Macy’s a pesar del toque de queda, el primero que declara la ciudad en décadas. La policía detuvo a unas 700 personas e informó que varios agentes resultaron heridos.

Veintinueve estados han convocado a más de 20 mil efectivos de la Guardia Nacional para reprimir los disturbios, pero Nueva York no es uno de ellos. De Blasio ha dicho que no quiere la Guardia Nacional, y el gobernador Andrew Cuomo dijo que no la enviará a la ciudad si el alcalde no lo quiere.

El color de piel

El color de piel en estados Unidos es motivo de sospecha y asesinato. El alcalde de Minneapolis, Jacob Fray consideró que «ser negro en Estados Unidos no debería ser una sentencia de muerte», pero lo es. Según el Movimiento de base Malcolm X, una mujer, hombre o niño negro es asesinado extrajudicialmente en EEUU cada 28 horas.Taliba Obuya (@SojournerSeeds) | Twitter

Taliba Obuya, integrante del Movimiento Malcolm X, señaló a Hinterlaces que “hay muchos propósitos para la protesta. La gente está indignada, están heridos y «enfermos y cansados ​​de estar enfermos y cansados», citando a Fannie Lou Hamer. La otra razón es la solidaridad por el asesinato de Geroge Floyd o tantos otros. asesinatos extrajudiciales de personas negras por parte de la policía y vigilantes racistas blancos.

Recordó que el 7 de mayo Sean Reed fue asesinado en Indianápolis, su asesinato fue transmitido por él mismo en Facebook Live. La policía le disparó 13 veces. El 13 de marzo, en Louisville, Kentucky, Breonna Taylor fue asesinada en su casa por la policía. Allanaron su vivienda buscando a un presunto prófugo, equivocaron la casa y la asesinaron. El 23 de febrero, en Brunswick, Georgia, Ahmaud Arbery fue asesinado por dos hombres blancos, padre e hijo, mientras trotaba en su vecindario. “Entonces esta ira es justa”, añadió.

“Así como las comunidades negras y marrones viven bajo las opresivas infraestructuras imperialistas de supremacía blanca en las que se fundó Estados Unidos, la respuesta al COVID-19 no fue diferente. Al principio, algunas organizaciones estaban rastreando los números de muertes. A medida que los resultados continuaron mostrando el impacto desproporcionado en los negros, dejaron de rastrear por raza”, indicó Obuya.

En abril, las personas negras constituían el 30% de la población de Georgia, el 36% de los casos confirmados por Covid 19 (28% de raza sin confirmar) mientras que las personas negras representaban el 50% de los fallecidos.

Las presidenciales

Afortunadamente para Trump, Minneapolis es una ciudad mayoritariamente demócrata en un estado que suele apoyar a este mismo partido. De este modo, centrará su campaña en destacar el fracaso de los líderes demócratas locales a la hora de dar respuesta a las necesidades de los votantes negros.

Seguramente Trump sostendrá que décadas de políticas demócratas en Minnesota (en donde se incluyen los ocho años de la Administración Obama) han convertido a Minneapolis en una de las ciudades con mayores diferencias raciales del país. Ya en 2016 hizo a los afroestadounidenses la pregunta de si los líderes demócratas habían hicieron alguna vez algo por mejorar sus vidas. Y posiblemente la repita en los próximos meses.

Biden debería ser capaz de convencer a los estadounidenses de que él es el líder más eficaz para un momento como este, en momentos que aún las encuestan les da a los demócratas una leve ventaja sobre los republicanos.

Pero lo cierto es que los demócratas no han podido mostrar un discurso unitario y el reto de Biden es mantener la lealtad del voto afroamericano y evitar cargar con la responsabilidad de los fracasos socioeconómicos de  las políticas demócratas en ciudades como Minneapolis.

Estados Unidos tiene que elegir entre continuar con el líder ventajista en el poder u optar por un aspirante que no termina de enterarse de las cosas.

Fuerzas Armadas contra el pueblo

Marchas e incidentes en EEUU, tras crimen racial de George Floyd ...Nada podría ser más provocador en el descontrolado escenario social estadounidense que el anuncio de Trump de lanzar a las fuerzas armadas contra lo que denominó terrorismo doméstico y que es, en su mayoría, un conjunto de movilizaciones pacíficas en repudio al asesinato perpetrado el lunes de la semana pasada en Minneapolis, Minnesota, por policías locales, de los que sólo uno ha sido formalmente imputado por homicidio involuntario.

En algunas ciudades han proliferado ataques a edificios –el cuartel de policía de Minneapolis y la iglesia episcopal de San Juan, ubicada frente a la Casa Blanca–, comercios y vehículos policiales, pero la parte sustancial de la violencia fue provocada por las propias fuerzas del gobiernon, al reprimir a manifestantes pacíficos y agredir a transeúntes e informadores.

Trump se enfrenta a lo que parece ser la mayor crisis experimentada por EEUU en muchos años, y debió pasar la noche del domingo en un búnker subterráneo de la Casa Blanca que no había sido utilizado desde el 19 de septiembre de 2001.

Lo cierto es que los estadounidenses no se han unido para combatir el virus, sino que  han permitido que la catástrofe sanitaria intensifique las divisiones raciales, económicas, regionales e ideológicas., de las que a menudo saca provecho Trump. Hoy, la magnitud de las dos crisis, definen una presidencia en crisis, pero los analistas especulan que encontrará el modo de usar estas dos tragedias en su propio beneficio y para complicarle las cosas a Biden.

Si el negacionismo de Trump sobre la pandemia del coronavirus, que ya dejó más de 105 mil muertos, no fuera una dificEEUU: Trump criticó a los gobernadores por no frenar las marchas y ...ultad lo bastante grande para el discurso de los derechos civiles, los sucesos de  Minneapolis bien pueden convertirse en los ejes de la próxima campaña electoral. Los detractores de Trump han arremetido contra su gestión en ambos asuntos, ante la negligencia e incapacidad para dirigir eficazmente al país en tiempos de crisis.

La obispo de Washington, Mariann Budde, condenó la alocución del presidente, repudió su abuso de los símbolos sagrados y puso el dedo en la llaga, al señalar que todo lo que ha dicho y hecho ha sido para inflamar la violencia. Los disparates presidenciales agravaron la crisis sanitaria que empujó el descalabro social y económico, que dejó a más de 50 millones de estadounidenses sin empleo

Un editorial del diario mexicano La Jornada señala que Estados Unidos parece estar al borde de un abismo de consecuencias incalculables para su propia población, pero también para el resto del mundo, y no parece probable que la insensatez imperante en la Casa Blanca contribuya a evitar una catástrofe. Y aún así, quizá nada de esto le perjudiquea Trump  en su carrera a la reelección.

Marchas e incidentes en EEUU, tras crimen racial de George Floyd ...El racismo no ha terminado en el imperio de Estados Unidos. Poner fin al racismo significaría acabar con el capitalismo, que empezó con el asalto genocida contra las personas indígenas que habitaban, Turtle Island, (nombre de Estados Unidos antes del colonialismo), dice Obuya.

Para terminar con el racismo, es necesario un desmantelamiento completo de todos los sistemas que protegen la infraestructura de poder, comenzando con los sistema penitenciario, educativo, el de salud y evidentemente el sistema económico.

“La nación oprimida de descendientes de africanos esclavizados necesita reparaciones, un proceso de verdad y reconciliación y luego un llamado a un plebiscito para responder a la cuestión de la autodeterminación. Las estructuras actuales en su lugar solo sirven para mantener el status quo”, concluyó la militante negra.

*Economista del Observatorio de Estudios Macroeconómicos (Nueva York), Analista de temas de EEUU y Europa, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)

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