¿Guerra económica?: China devalúa su moneda y suspende compras agrícolas a EEUU
Isabella Arria
China anunció este martes la suspensión de la compra de productos agrícolas de Estados Unidos, como respuesta a la reciente medida de Washington de incrementar en un 10% los aranceles sobre exportaciones chinas valoradas en 300.000 millones de dólares, un día después que anunciar la devaluación de su moneda, el yuan.
El Ministerio de Comercio chino consideró esta subida arancelaria, con efectos a partir del próximo 1 de septiembre, como «una grave violación de la reunión entre los jefes de Estado de China y Estados Unidos» y no descartó gravámenes a la importación a productos agrícolas de EEUU recientemente adquiridos después del 3 de agosto.
Este anuncio es un escalón más en el incremento de las tensiones en la guerra comercial que ambos países libran desde el pasado año, y que ha entrado en un nuevo capítulo desde que, la semana pasada, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara las citadas medidas arancelarias ante la falta de progresos en las negociaciones comerciales.
Devaluación del yuan
En lo que varios analistas consideraron una respuesta a los nuevos gravámenes decididos por Trump, el yuan chino rompió el lunes la barrera psicológica de las siete unidades por cada dólar, algo que no sucedía desde abril de 2008. Un yuan más débil significa que los productos chinos denominados en dólares son más baratos, algo que ayudaría a frenar el efecto negativo de los nuevos aranceles estadounidenses sobre su competitividad.
La respuesta a esa caída del valor del yuan no se hizo esperar, y el mismo lunes el Departamento del Tesoro de EEUU tildó a China de país «manipulador de divisas» y amenazó con tomar represalias para acabar con sus injustas ventajas competitivas en el marco del Fondo Monetario Internacional.
La medida china causó un estruendo en el comercio internacional, ya que hace a los productos del país más competitivos en el mostrador global. La medida es una respuesta a la radicalización de la guerra comercial por parte del égiumen estadonjidense de Donald Trump, que elevó unilateralmente las tasas de importación de productos chinos.
Hay un segundo motivo detrás de la iniciativa de Pekín: protegerse contra una posible desaceleración de la economía mundial en 2020. China – a partir de 2004- ya había abrazado medidas de alcance aún mayor, sacramentadas por el congreso del Partido Comunista, en 2007, señala el analista Gilberto Maringoni..
Entonces se trataba de desplazar el centro dinámico de la economía del sector exportador haci el mercado interno. El paso siguiente fue la incorporación de unos 800 millones de habitantes al consumo, a partir de 1992. China elevó en términos reales los salarios de los trabajadores (en algunos casos fueron triplicados), en el espacio de una década.
Con un mercado interior de mil millones de personas, el país disminuyó sus tasas de crecimiento, pero encontró mayor solidez para enfrentar la crisis de 2008. La devaluación actual hace que -sin apretar los salarios internos – se busque equilibrar los sectores internos y externo para la guerra comercial declarada por EEUU, y las eventuales inclemencias mundiales, añade..
China tira solemnemente en la lata de basura los cánones de la economía corriente. Primero, el Estado interviene fuertemente en la economía. En segundo lugar, descarta la noción de que el cambio debe flotar libremente, según los humores del mercado. Cambio de moneda soberana es cambio controlado, señala Maringoni.
* Periodista chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)