Leonardo Moyano|
El martes 16 de julio quedará en las páginas de la historia argentina, como el día en el que la coalición macrista Cambiemos, intentó pegar otro manotazo de ahogado, buscando consolidar sus votos conservadores, retrógrados y de derecha.
La resolución 598/2019 emitida desde el Ministerio de Seguridad que conduce Patricia Bullrich, la ministra más brutal de Cambiemos, apunta a las y los jóvenes de entre 16 y 20 años, creando un servicio cívico voluntario en valores, impartido por las fuerzas de seguridad, particularmente por Gendarmería Nacional.
Esta definición pareciera tener mucho más un objetivo electoral, que ser una medida educativa, social o de inclusión social. La misma, no ha sido desarrollada desde una perspectiva pedagógica, no se ha especificado cómo será su desarrollo y mucho menos cómo será su financiamiento.
Sí queda claro que dicha medida se instaló en la última semana de veda electoral, apostando a reafirmar una base electoral, pretende solucionar las problemáticas sociales (que ellos generaron), desde políticas represivas y de adoctrinamiento militar, aunque en el relato se hable de formación civil.
La pregunta obligada que debemos realizar frente a este escenario es: ¿qué valores podrían transmitir esta ministra y la Gendarmería Nacional?
La ministra, responsable de la masacre de San Miguel del Monte e impulsora en distintos momentos del gatillo fácil y la mano dura,que persigue a dirigentes sociales y populares,, que reprime a sus ciudadanos, se encuentra muy lejos de poder transmitir valores democráticos y republicanos.
Los gobiernos de tinte neoliberal y conservadores como el de Cambiemos, suelen intervenir con recetas drásticas, represivas, persecutorias y de mano dura para atacar o combatir a la consecuencia y nunca van a aportar una propuesta para prevenir esa consecuencia y atacar a la verdadera causa que es ni más ni menos que la exclusión, la desigualdad y la falta de oportunidades para las y los jóvenes de esa franja etaria.
Tratando de corrernos del eje distractor -como lo es la afirmación de que la Gendarmería Nacional puede formar ciudadanos, por encima de la Escuela o la Universidad Publica, que es el lugar por excelencia donde los ciudadanos adquirimos valores republicanos y democráticos- resulta necesario poner toda nuestra energía en construir propuestas y aportes propositivos que logren modificar este escenario vergonzoso al que nos ha traído este gobierno con estas recetas .
Nuestra juventud se encuentra sumergida en serias dificultades económicas, con altos índices de desocupación, precarización laboral e incluso, una gran mayoría en condiciones de pobreza. Todo ello producto de las medidas económicas, políticas y sociales implementadas por el gobierno de Mauricio Macri.
Esto acarrea una sensación de desesperanza, falta de estímulos, desmoralización e incluso pérdida de confianza en que esta situación pueda ser revertida.
Es claro que pretenden a una juventud diezmada, desarticulada y sin perspectiva de futuro. Que su instrucción y formación sea desde el disciplinamiento y no desde la educación pública, como herramienta fundamental para la generación de oportunidades y proyección a futuro.
La resolución antes mencionada, publicada en el Boletín Oficial explica que: «el Servicio Cívico Voluntario en Valores nace como una herramienta para brindar oportunidades de formación a los jóvenes a través de los valores democráticos y republicanos, que suponen compromiso cívico para que conozcan sus derechos y sus responsabilidades, sus capacidades y potencialidades personales».
Los valores democráticos y republicanos, la responsabilidad y la construcción de valores en general,se lograran incluyendo a las pibas y pibes en cada barrio de la capital o el conurbano bonaerense, en cada provincia a lo largo y ancho del país. Generando oportunidades, consolidando una educación que incluya, incentivando a transformar las realidades desde la organización de las juventudes y alcanzando lo único que dignifica al hombre y la mujer de ayer, de hoy y del mañana que es y será el trabajo.
Para esto es fundamental que el lugar de la formación para las y los jóvenes de la Argentina, sea en instituciones educativas, que adaptadas a las situaciones reales y concretas de la juventud, puedan llegar hasta sus barrios, adaptarse a sus tiempos, a la utilización de nuevas tecnologías, al intercambio de ideas, principios y saberes, a lo que desde nuestra experiencia de formación con jóvenes denominamos, “encuentro de saberes”.
Las experiencias que venimos desarrollando desde un conjunto de universidades públicas son por demás interesantes. Particularmente, en la Universidad Nacional de Hurlingham, el programa “La Universidad en los Barrios” desarrolla educación popular, alfabetización, diversos oficios, deporte social y cantidad de talleres culturales y recreativos, trabajando con una población que va desde los 5 años y hasta la tercera edad.
En la mayoría de los casos con gente que se encontró imposibilitada de alcanzar la terminalidad educativa y que, estos trayectos de formación, terminan siendo un gran estímulo para continuar su formación en educación u oficios.
Es en el encuentro entre docentes, tutores, voluntarios y voluntarias de la universidad, junto a los y las jóvenes de los barrios donde se generan las mejores experiencias de pensar y planificar juntos, cómo alcanzar y realizar las ideas de una sociedad más justa, donde todos y todas tengan igualdad de derechos y de obligaciones, pero donde fundamentalmente todos y todas tengan oportunidades.
La decisión sobre las políticas públicas es una herramienta muy poderosa, que puede transformar la vida de las personas. Hablamos de la política disciplinadora del macrismo, y la experiencia transformadora de una institución universitaria que se pone al servicio del pueblo y no de espaldas, que busca unir y no dividir, con una política para y con todos y todas.
* Profesor, director del programa Universidad en los Barrios UNAHUR, militante de Generación Patriótica
