Macri hunde al sector científico y tecnológico argentino y obliga el exilio de los investigadores

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Rodolfo Koé Gutiérrez|

 

En Argentina, cientos de científicos denuncian a diario el abandono y la debacle del área de Ciencia y Tecnología por parte del gobierno neoliberal de Mauricio Macri, favoreciendo a empresas extranjeras con la consiguiente pérdida de soberanía, y obligando a los investigadores a emprender sus exilios.

Para Dora Barrancos, la científica renunciante al directorio del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) tras diez años de gestión,  “no  es solo desinterés, no sólo es negligencia sino que se trata de una estrategia bien definida. En el caso de las tecnologías, por un lado, se producen procesos de deshabilitación de la soberanía y compra en el exterior de paquetes enteros”.Resultado de imagen para argentina protesta de científicos

Este Gobierno, apoyado por grupos económicos privados muy concentrados, otorga innumerables facilidades para que otros emprendimientos foráneos vengan a ocupar los desarrollos que hasta hace poco tiempo se intentaba realizar aquí, añadió.

“El ejemplo de ARSAT y los satélites es muy claro. Y, si nos referimos a la ciencia, las acciones oficiales guardan muchas semejanzas con lo que históricamente hicieron las administraciones conservadoras. Gestiones que, para decirlo de manera sencilla, directamente no están interesadas en el desarrollo argentino”, señaló en entrevista con Página12.

La científica señaló que la gestión de este gobierno  es proactiva en la negatividad respecto de la importancia del área. Desde la perspectiva oficial, “no constituye una inversión sino un gasto, por eso es que los propios funcionarios lo admiten sin tapujos: tienen otras prioridades”.

Maniobra fallida

El gobierno de Mauricio Macri intentó mejorar su imagen frente a la debacle que muestra el área de Ciencia y Tecnología y los permanentes reclamos de cientos de científicos que condenan el absoluto abandono que les dedicó la actual administración neoliberal, convocando a una reunión del Presidente con la bióloga molecular Marina Simian.

Sisman ganó notoriedad al presentarse a un popular programa de televisión (¿Quién quiere ser millonario? ) con el objetivo de usar el premio para reemplazar el financiamiento que el gobierno no cumple desde hace años. Pero la maniobra mediática falló: Simian le presentó una lista de medidas urgentes para la ciencia que incluyen  la recomposición salarial, el pago en tiempo y forma de los subsidios adjudicados y la incorporación de los doctores Alberto Kornblihtt y Mario Pecheny al directorio de Conicet.Resultado de imagen para macri y simian

Ni el altamente criticado exministro de Ciencia y Tecnología Lino Barañao (actual titular de la devaluada Secretaría de Ciencia y Tecnología) ni el subsecretario Jorge Aguado participaron de la reunión. Lo que buscaban lo asesores de imagen de Macri, que sigue cayendo estrepitosamente en las encuestas de cara a las elecciones generales de octubre, era paliar el advero panorama (al menos el mediático)  en un país en grave crisis.

Macri, quien asumió en 2015 después de prometer duplicar la inversión en ciencia y tecnología, lanzó primero  un acuerdo de diez puntos elevados a la oposición (unos los escucharon, la mayoría los rechazó) de forma de mandar un mensaje apaciguador a los mercados y, a la vez, dividir a la oposición. Y luego intentó mostrarse interesado en la crisis de la ciencia y la tecnología.

En el programa televisivo, Simian expuso la crisis que atraviesa el sector científico a raíz del ajuste dispuesto por el gobierno, y desarrolló los mismos reclamos ante Macri . Los contenidos de la reunión no surgieron de fuentes oficiales, que se abstuvieron  de proponer alguna promesa sobre cómo se reparará el desfinanciamiento del Conicet.

Fue la científica -que investiga métodos para combatir el cáncer de mama y los tumores cerebrales- la que por redes sociales ofreció los detalles de la reunión de 25 minutos con Macri y detalló las necesidades que se deben resolver «de inmediato», entre ellas mejorar la comunicación con la comunidad científica. “Le expliqué que nadie nos habla», indicó. La Casa Rosada solo difundió la foto del encuentro y una breve reseña con el currículum de Simian.

El listado de los temas urgentes, a los que la científica considera que «hay que resolverlos ya, de inmediato», incluyó la eliminación de los impuestos de importación y puerta-puerta para reactivos de investigación, el pago en tiempo y forma de los subsidios adjudicados, la recomposición salarial, la simplificación del manejos de subsidios del exterior como los GSK; actualizar los montos de los mismos, establecer un buen mecanismo de patentamiento y transferencia tecnológica y agilizar y rediseñar los procesos de evaluación del Conicet.

La iniciativa de la investigadora del Conicet, integrante del Instituto de Nanosistemas, se suma a la reunión que los directores de institutos hicieron el mes pasado en Córdoba para manifestar su descontento y a las protestas de más de dos mil doctores hipercalificados a los que el gobierno les cierra la puerta para seguir dentro del sistema y se ven obligados a planificar su exilio.

Mientras, el mundialmente reconocido biólogo molecular Alberto Korblihtt respaldó los reclamos realizados por Simian para financiar los gastos de su laboratorio y dejar expuesto el ajuste oficial en el área de Ciencia y Tecnología.  Señaló que éstos «coinciden con los que venimos reclamando desde hace años», y se sorprendió por la supuesta falta de información del Presidente, aun cuando.desconfió de “una cortina de humo de las autoridades».

«¿Acaso el ministro de Educación, Cultural, Ciencia y Tecnología, Alejandro Finocchiaro, jefe del secretario Lino Barañao, no le informa al presidente sobre el severo ajuste impuesto por su gobierno al sector de ciencia y técnica y el retraso en el nombramiento de los nuevos miembros del Directorio del Conicet?», señaló Kornblihtt.

«Me parece muy bien la lista de reclamos que le hizo Marina al presidente, ya que muchos coinciden con lo que venimos denunciando y reclamando diversos sectores de la comunidad científica desde hace años, que incluyen a más de 200 directores de institutos del Conicet, miles de investigadores extranjeros, entre los cuales hubo 20 premios Nobel y varias movilizaciones masivas en el polo científico, reclamos ante los cuales no hubo respuesta alguna de las autoridades», apuntó Kornblihtt.

Kornblihtt se mostró escéptico de la repentina voluntad del presidente Macri tras la aparición televisiva de Simian. «Resulta raro que el presidente le encomiende a Marina que transmita las necesidades urgentes a las autoridades como si éstas no las conocieran», señaló el biólogo.

Cómo matar el conocimiento y la investigación

Luego de diez años en el Directorio del Conicet, de defender el área de las Ciencias Sociales y las Humanidades y luchar por la equidad de género, Dora Barrancos renunció a su cargo y señaló que “estamos viviendo una regresión enorme, no se puede hablar de mera parálisis del sector sino de algo bastante más complejo”.

“ La ciencia y la tecnología en el país experimentan un retroceso general; hemos ido muy de prisa a toda marcha atrás. Con esto, no sólo se aplazan las metas sino que también se suspenden los objetivos previstos”, señaló.

Por su parte, el diario Perfil señala que la coalición gobernante nunca tuvo una política respecto al sector más que aumentar el gasto en la Función Ciencia y Tecnología al 1,5% del PBI, hoy en un magro 0,5%, y fomentar la iniciativa privada en investigación y desarrollo a través de dispersos programas de apoyo a los “emprendedores”, como si estos fueran una pieza aislada de un sistema nacional de innovación.

La inversión de las empresas en I+D+I sigue estancada con relación al inicio de la gestión de la coalición derechista Cambiemos y entre las más bajas de la región, cercana a 0,15% del PBI a valores de 2018 según la Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología.

Más allá de la crisis financiera de 2018, la devaluación de más de 100% del tipo de cambio y el nuevo régimen de política monetaria, y la aceleración de la inflación que afectaron al presupuesto de prácticamente todo el sector público, Cambiemos no supo o no quiso definir un modelo de Ciencia, Tecnología e Innovación e impulsó el recorte de cupos de ingreso a la carrera de investigador científico-tecnológico.

La caída del presupuesto para CyT descendió de 1,46% del presupuesto total en 2015 a 1,13% para 2019, y sufrió un recorte del 30% entre 2019 y 2018 sumado a otro de casi 24% entre 2018 y 2017, además de reducciones menores, pero significativas desde 2015 a 2017, todo ello con una tasa de inflación acumulada que según datos oficiales ya supera en la era Cambiemos el 150%.

Asimismo, el presupuesto de la función CyT retrocedió de 2.400 millones de dólares en 2015 a algo más de 1.600 millones de dólares en 2018, el mismo nivel que en 2011. Es importante medir el presupuesto en dólares porque el sistema es intensivo en uso de insumos, equipamientos, materiales bibliográficos, paquetes de software, organización y/o participación en congresos en el extranjero y otros gastos en moneda extranjera.

Más allá de la devaluación del tipo de cambio, los recortes se explican en buena medida por la eliminación de los aportes no reembolsables a empresas (ANR), un instrumento con 20 años de trayectoria con un proceso de asignación transparente y sin manchas por denuncias de corrupción, que permitió financiar importantes proyectos en energía, nanosatélites o biotecnología, entre otros, señala el analista Martín Grandes.

Múltiples han sido los inconvenientes y obstáculos que los becarios e investigadores vienen enfrentando estos últimos cuatro años. Uno es la restricción de cupos de ingreso desde 889 en 2015 a 450 en 2019, a diferencia del plan 2020 del Conicet que proyectaba un crecimiento del ingreso anual a más de mil investigadores, y la relativa constancia en el otorgamiento de becas doctorales y otras, añade.

La “no política de CyT” de Cambiemos excede ampliamente a la protesta por la negativa al ingreso de cientos de investigadores a la carrera del Conicet y está lejos siquiera de haber intentado devenir una política de Estado. Los países que crecen a largo plazo lo hacen innovando e invirtiendo y expandiendo el gasto en ciencia y tecnología pública, no recortándolo y socavando sus instituciones. Pero quizá nadie le comunicó eso a Macri, o él no supo comprenderlo.

*Periodista económico argentino, analista asociado a al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

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