EEUU hace tiempo en la ONU, sin encontrar cómplices para su invasión a Venezuela

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Mirko C. Trudeau

Si bien ni la propuesta de EEUU, que ahora pedía un proceso político pacífico en Venezuela que condujera a unas elecciones presidenciales «libres, justas y creíbles», ni la de Rusia, que insistía en principios como la soberanía nacional y la no intervención, lograron el respaldo necesario en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Washington logró apoyo como para manipular la «legitimidad» de su plan.

Para salir adelante en el Consejo de Seguridad, un proyecto de resolución necesita el apoyo de al menos nueve de los quince miembros, un número que la propuesta estadounidense tenía, pero que no logró ser aprobada por el veto de Rusia y de China. El poder de veto es ejercido exclusivamente por los cinco miembros permanentes del Consejo (China, Francia, Rusia, Reino Unidos y EEUU.).  Si bien el tema a tratar era la Venezuela, el protagonista fue el pulso diplomático entre EEUU y Rusia.

Samuel Moncada,  embajador venezolano en la ONU aprovechó la oportunidad para denunciar  que hace una semana los gobiernos de Reino Unido y Estados Unidos «perpetraron el robo más grande« en la historia de su país, una acción de “crueldad calculada”: «Más de 30.000 millones de dólares se robaron al pueblo venezolano y quieren hacer invisible ese despojo de proporciones históricas», sostuvo el diplomático.

Insistió en que  la primera acción que deben hacer esos países «es devolver lo que se robaron». «Ellos cometen una acción de rapiña y pillaje que no puede ser ocultada con un manto de humanitarismo (…) No necesitamos de esos salvadores, guiados por la codicia, que terminan destruyendo todas las naciones a las que se acercan», indicó.

Moncada señaló que el asedio financiero contra su país demuestra que las guerras modernas «ya no se hacen con bombas, también se hacen con bancos» y reclamó al Consejo de Seguridad velar por el cumplimiento del derecho internacional frente «al uso de las instituciones económicas como armas de destrucción masiva».

Asimismo, reiteró la solicitud de Venezuela de aprobar una resolución en la que todos los países del organismo se comprometan a rechazar el uso de la fuerza contra su país, una propuesta que la Casa Blanca ha rechazado.

Pese a las presiones de Washington, la ONU reconoce sólo al gobierno constitucional de Nicolás Maduro. El autoproclamado “presidente interino” tras su excursión a Cúcuta y Bogotá, se reunió en Brasilia con el mandatario brasileño Jair Bolsonaro y luego con el paraguayo Mario Abdó, su compañero de fracasada aventura .en tierras colombianas.

Grupo de Lima no puede decidir nada

El ex-secretario general de la OEA, José Miguel InsulzaEl exsecretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, señaló que el llamado Grupo de Lima “es una reunión voluntaria de países que no tiene un estatuto” y por eso “no puede decidir sobre el uso de la fuerza” en Venezuela, tras cuestionar la presencia en la frontera colombo-venezolana del presidente chileno Sebastián Piñera, para apoyar el ingreso de supuesta ayuda humanitaria a Venezuela.

“La ayuda humanitaria, según la Cruz Roja y la ONU, debe ser neutral y no se puede mezclar con temas políticos. La mayor parte de las actividades que tuvieron lugar con el intento del ingreso de la ayuda era una mezcla con cuestiones políticas. Era obvio que no iba a entrar la ayuda. Los militares venezolanos no iban a permitir eso en su país. Fue una operación política muy peligrosa, porque podría haber desembocado en el pretexto para una intervención militar”, dijo Insulza.

Por qué EEUU duda en aplicar la fuerza

Hoy en día existen varios factores que impiden la implementación de un «escenario de fuerza» en Venezuela y pueden conducir a que EEUU se vea obligado a inclinarse por la resolución pacífica de la crisis venezolana, opina el columnista ruso Iván Danilov, y destaca entre ellos.” la espectacular estabilidad de sus Fuerzas Armadas”

Donald Trump es el presidente de EEUU más dependiente del espacio mediático. Todas sus acciones, incluidas las que tienen serias consecuencias geopolíticas, se hacen para obtener una beneficiosa imagen de televisión, que pueda ser presentada a su electorado, máxime cuando estará jugando su reelección el año próximo.

Pero su imagen y credibilidad vienen en picada. Esta semana, su ex abogado personal , Michael Cohen denunció ante el Congreso que el presidente es un racista, un estafador y un tramposo que realizó actividades ilegales, y podría poner en jaque el futuro democrático de EEUU, mientras Trump fracasaba en Vietnam en su diálogo con el líder norcoreano Kim Jong-un,.

Pese al hostigamiento de EEUU al gobierno nicaragüense, representantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y de la oposición (encabezada por el empresariado) fijaron una hoja de ruta para lograr una salida a la crisis que se desencadenó en abril de 2018, con un intento de estallido y desalojo del gobierno de Daniel Ortega, y la posterior represión.

El boque militar venezolano pasó con dignidad dos serias pruebas de resistencia:, ninguno de los altos cargos se puso del lado de la oposición, después de que EEUU y muchos países de la UE reconocieran a Juan Guaidó como el «presidente encargado», y ninguno de los camiones cargados con la supuesta “ayuda humanitaria” llegara siquiera a la frontera venezolana.

Para el analista ruso, todo eso limita seriamente la utilidad de un escenario de fuerza para el apoyo mediático de Trump, dado que una imagen con múltiples ataúdes de soldados estadounidenses no ayuda a subir la popularidad de un presidente. «El principal premio» que se puede obtener en  Venezuela es «su petróleo».

Otro factor que limita la posibilidad de una intervención militar es el fracaso de la diplomacia estadounidense en el ámbito latinoamericano. Además de México, Uruguay y la Comunidad del Caribe, tampoco Brasil, Perú, Chile, incluso Colombia y Canadá no apoyan la posible intervención militar. Washington no consigue crear una coalición de satélites regionales parecida a la que fue creada en Irak.Una invasión militar de EEUU creará serios problemas en un región históricamente muy sensible al intervencionismo.

Ya el Wall Street Journal  informó que la razón  por la cual Washington reconoció a Guaidó fue la promesa de la oposición venezolana acerca de su fácil victoria, de un levantamiento popular y de la deserción de altos mandos castrenses. Nada de eso ocurrió y quedó demostrado que Washington no tenía un plan B.Y la agencia Bloomberg señaló que la posible intervención militar en Venezuela sería un desastre.

*Economista-jefe del Observatorio de Estudios Macroeconómicos (Nueva York), Analista de temas de EEUU y Europa, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)

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