Repulsa de los trabajadores a los planes entreguistas de Lenín Moreno en Ecuador
Eloy Osvaldo Proaño|
Un importante paro nacional contra las políticas neoliberales del gobierno del presidente Lenin Moreno, movilizó a miles de trabajadores en todo el país este miércoles, mientras se generaron diversos bloqueos de carreteras en las provincias de Los Ríos, Guayas, El Oro, Manabí, Esmeraldas, Pichicnha y Santo Domingo.
En la capital, las organizaciones se tomaron las arterias viales más importantes de la ciudad. En su recorrido, pasaron por la Corporación Nacional de Telefonía, próxima a ser concesionada por 20 años, exigiendo no se traspasen los bienes del pueblo a manos privadas y/o extranjeras. El objetivo fue llegar hasta el sitiado (por fuerzas) Palacio de Gobierno, y exigir la renuncia del presidente Moreno ante el incumplimiento del plan de campaña y la evidente entrega del país a la derecha y a las trasnacionals.
Los medios de comunicación hegemónicos ignoraron por completo la movilización y la importante huelga general, contra las medidas regresivas del gobierno morenista, que anunció que recibirá mayor apoyo financiero de multilaterales.
El Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco de Desarrollo de América Latina intensificarán “el respaldo al trabajo del gobierno para mejorar las condiciones de vida de los ecuatorianos”, comunicó el ministerio de Hacienda, “a través de asistencia técnica y financiamiento para impulsar la generación de empleo y la protección social, de los más vulnerables”.
Gerry Rice, vocero principal del FMI señaló que un quipo del organismo esboza junto al gobierno ecuatoriano un acuerdo financiero respaldado por el FMI como socio estratégico, que impulsará la competitividad y la creación de empleo, mejorar la transparencia y la lucha contra la corrupción, así como fortalecer las bases institucionales de la dolarización.
Giro de 180 grados
El Ejecutivo anunció que se iniciarán las concesiones de empresas públicas (empezando con CNT e hidroeléctricas). En un engañoso juego de palabras la privatización de hecho trata de ser disfrazada como simple traspaso de la “administración”, aunque no del “patrimonio”.
El problema es que se ha impuesto en esferas gubernamentales un retroceso conceptual sobre el país. Se ataca a los bienes y servicios públicos con los argumentos del sector privado, sin entender que la empresa pública se guía por propósitos y administración distintas, ya que mientras al Estado interesa atender a los ciudadanos, al sector privado solo le motivan las ganancias, señala Juan J. Paz y Miño Cepeda
El analista recuerda que el paraíso del modelo empresarial produjo los más grandes atracos privados contra el y contra la ciudadanía, como fueron la “sucretización” de las deudas empresariales (1983 y 1987), los “salvatajes” bancarios, el feriado bancario de 1999 y la dolarización (2000). Sixto Durán Ballén (1992-1996) intentó privatizar la seguridad social, pero también las telecomunicaciones y la electricidad. En las décadas finales del siglo XX los negociados y abusos con fondos públicos estuvieron a la orden del día.
Antes de llegar al gobierno Rafael Correa y su Alianza PAIS, los beneficiarios de las concesiones y las privatizaciones hicieron negocios envidiables, a costa del Estado. Las rentabilidades privadas crecieron con la evasión y elusión de impuestos. Con el gobierno de Correa (2007-2017) y con la Constitución de 2008, se recuperaron las capacidades del Estado y se restituyó el interés público frente a los intereses privados.
Hubo preocupación por los servicios estatales, que indudablemente mejoraron. Se construyeron obras y se dotó de infraestructuras a todo el territorio (se concluyeron ocho proyectos hidroeléctricos, entro otros). Es lo que ahora Moreno quiere revertir
El fanatismo de la “descorreización” hace olvidar la historia, aunque los casos de corrupción gubernamental, si bien magnificados por los medios de comunicación y los políticos, sin duda resultaron graves y ocasionaron el derrumbe de la imagen del gobierno de Correa.
La desesperación por obtener rápidos fondos para el fisco ha hecho que se pierda de vista la Constitución y el interés nacional. El gobierno de Moreno giró en 18 meses hacia otro “modelo” de economía ya ofrece los primeros resultados: baja en el crecimiento económico y deterioro de los índices sociales.
Mientras, el gobierno anuncia negociaciones con EEUU para un tratado comercial y habla del ingreso ecuatoriano al Acuerdo Asia Pacífico, que traerán enormes beneficios para las elites empresariales, el verdadero poder fáctico del país.
* Analista e investigador ecuatoriano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)