Los huevos de la serpiente se incuban, en Uruguay, a la vuelta de la esquina/ Os ovos da serpente também estão sendo incubados no Uruguai

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Nicolás Centurión|

La derecha uruguaya sigue genurando una estrategia para imponer un imaginario colectivo de continuo malestar en la población, cultivando la sensación de inseguridad e indefensión, para luego poder justificar cualquier tipo de intervención externa: diplomática, política, de inteligencia, militar, ante la dificultad en desalojar al centroizquierdista Frente Amplio del gobierno,

Ahora trató de reiventar el fantasma del trrorismo, con una especie que señala que al fiscal argentino Alberto Nisman lo mató una célula iraní de Hezbollah, con  contactos en Venezuela, con base en la Triple Frontera (Brasil Argentina y Paraguay)  y Uruguay (en Montevideo), según los servicios de inteligencia estadounidenses. ¿Será un personaje del humorista argentino  Peter Capusotto o una mala serie de Netflix, que intenta ser compleja y termina siendo un culebrón mal contado?  Pues no, nada de eso: es la declaración de Graciela Bianchi, una diputada uruguayaResultado de imagen para graciela bianchi

De estas declaraciones se desprenden algunas preguntas: ¿Por qué los servicios de inteligencia de EEUU le brindan información a una diputada de la oposición de un país donde no se perpetró el asesinato?, ¿desde cuándo tiene esa información?, ¿por qué la presentó en los medios antes que ante la justicia? Sin duda, la especie tenía su cometido: insuflar inseguridad en la población.

Pero ¿quién es Graciela Bianchi? Diputada del parlamento, se ha erigido a sí misma como la defensora de la República. Exfrenteamplista, conocida por su tono prepotente y resentido, recaló en las filas del hererrismo en el Partido Nacional hace algunos años. Su papel, tanto en el parlamento en redes sociales, así como también en declaraciones públicas, ha sido vergonzoso.

Desde una siesta en el parlamento, pasando por los continuos exabruptos en las redes, con una redacción sorprendente -obviandon que fue directora de liceo (secundario) publico-, la diputada ha cruzado el Río de la Plata para protagonizar uno de los bochornos que serán más recordados en la historia reciente del Uruguay.

Resultado de imagen para graciela bianchiPero esto no es solo un delirio ni un “espectáculo” político. Es una estrategia de generar un continuo malestar en la población. Cultivar la sensación de indefensión, para luego poder justificar cualquier tipo de intervención: diplomática, política, de inteligencia, militar, etc.

De esta manera el Estado de excepción se vuelve la regla. Bianchi derrapó atrozmente y ya la cúpula de su partido le soltó la mano.

El daño ya está hecho y parece que surgen conspiraciones terroristas en el seno de la sociedad uruguaya. Pero Bianchi no está sola, la derecha en Uruguay tiene un abanico de opciones para derrotar al Frente Amplio.

Pasen y vean:

Resultado de imagen para veronica alonso-Verónica Alonso (Partido Nacional), quin junto a pastores evangélicos y fanáticos religiosos asociados a movimientos continentales se posicionan contra “la ideología de género” y a favor de un solo tipo de familia convencional.

-Carlos Lafigliola (Partido Nacional), conservador en lo social que quiere echar por tierra la Ley de interrupción voluntaria de embarazo, entre otras.

Jorge Larrañaga (Partido Nacional) y su campaña “vivir sin miedo” para sacar militares a la calle. Pero el mismo Larrañaga ha manifestado que él no vive con miedo.

Luis Alberto Aparicio Alejandro “Cuquito” Lacalle Pou (Partido Nacional) haciendo mutis por el foro por ser él que lidera las encuestas en la interna del Partido Nacional, y para pasar como moderado. También es conservador en lo social, y liberal en lo económico.
No ha acompañado proyectos de ley importantes para los trabajadores, tampoco los de las minorías siempre discriminadas.

-Edgardo Novick (Partido de la Gente) empresario que paga salarios de hambre en sus tiendas comerciales. Es un antimujiquista y su campaña la sostiene su fortuna ya que carece de ideas.Imagen relacionada

-Ernesto Talvi (Partido Colorado), asociado internacional capitalistala Red Atlas. Un visionario que a fines del siglo XX dio buenos augurios sobre la situación económica del Uruguay; tres años después el laís padecióla peor crisis de su historia. La Red Atlas acaba de desembarcar con nombre y apellido en Uruguay a través del movimiento encabezado por la guatemalteca, Gloria Álvarez, Accion Republicana.

Como yapa, el presidente del Centro Militar , el coronel Silva Valiente, hizo fuertes declaraciones contra la comunidad LGBT, al ejor estilo Bolsonaro afirmó que en Uruguay no hubo dictadura militar, reivindicó el homenaje al expresidente de facto general Gregorio “Goyo” Álvarez.

Para cerrar afirmó que el ultraderechista candidato a la presidencia de Brasil  le merece su respeto.”Hay que ser tolerantes con Bolsonaro”, dijo, Tan tolerantes como Silva Valiente lo es con las políticas de género que no le gustan.  [1].

Embriagados de coyuntura.

Así está el panorama, Nos asustan y nos abruman los Bolsonaro, los Trump, que parecen seres salidos de otra realidad, de una ficción. Quedamos en shock ante lo obsceno y burdo de algunas declaraciones, pero no advertimos de las pequeñas muestras cotidianas que nos deja la reacción; el taxista que pide pena de muerte, el compañero de trabajo que quiere que eliminen a los sindicatos, el jefe que acosa a una colega, el vecino que quiere que maten a los indigentes.

Todas estas pistas nos conducen a la bestia, pero caminamos con la cabeza gacha, matizandResultado de imagen para uruguay inseguridad y miedoo y relativizando un sentido común fascista, hasta que se escucha el golpeteo en su pecho. Como dice el pensador portugués Boaventura de Sousa Santos, vivimos en sociedades políticamente democráticas y socialmente fascistas; y eso viene en ascenso.

Uruguay no será una excepción de lo que ocurre en la región. La estrategia es continental, desde hace décadas se viene gestando y es orquestada desde el norte. Uruguay no es una potencia mundial, pero el interés que despierta en los planes imperialistas, demuestra que cada territorio se debe disputar y que el enemigo es implacable.

Vemos disputas partidarias que empiezan a quedar desdibujadas. Las contiendas electorales pasan a dirimir dos tipos de proyectos. El ajuste, la represión y el fascismo por un lado, y por el otro la democracia (con todos sus defectos, pero democracia al fin). O como lo llamaba Robert Dahl, politólogo estadounidense “poliarquías”, afirmando la no existencia de democracias perfectas.

El mundo de unos pocos donde la desigualdad y la misera serán cada vez mayores, contra un mundo donde quepamos las grandes mayorías. Y allí se visualizará claramente quienes luchan con y para el pueblo.

Los partidos políticos podrán dejar de existir, los Estados-nación también. Las formas y las disputas coyunturales pueden mutar. Pero hasta que no arranquemos de raíz este sistema, la disputa será siempre de los de abajo contra los de arriba. “Si las barbas de tu vecino ves arder…, organízate y al fascismo haz de barrer”, responden los universitarios uruguayos.

* Estudiante de Licenciatura en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)

 

VERSIÓN EN PORTUGUÉS

Os ovos da serpente também estão sendo incubados no Uruguai

Por Nicolás Centurión

A direita uruguaia continua apostando em uma estratégia para impor no imaginário coletivo a sensação de mal-estar e insegurança, para poder justificar depois qualquer tipo de intervenção externa: diplomática, política, militar ou de inteligência, devido à dificuldade em derrubar o bloco centro-esquerdista da Frente Ampla do governo.

A ideia agora é reinventar o fantasma do terrorismo, com uma teoria conspirativa de que o promotor argentino Alberto Nisman teria sido assassinado por uma célula iraniana do Hezbollah, com contatos na Venezuela e bases na Tríplice Fronteira (Brasil Argentina e Paraguai) e no Uruguai (em Montevideo), segundo (supostamente) os serviços de inteligência estadunidenses. Será um esquete do humorista argentino Peter Capusotto ou a trama de uma dessas horríveis séries da Netflix, que tenta ser complexa e termina sendo apenas um pastelão mal contado? Não, quem promove essa narrativa é a deputada uruguaia opositora Graciela Bianchi.

Destas declarações, surge a pergunta: por que os serviços de inteligência dos Estados Unidos dariam informação a uma deputada da oposição de um país onde não aconteceu a morte? Desde quando ela tem essa informação? Por que a apresentou aos meios de comunicação e não à Justiça? Sem dúvida, ela tinha um objetivo: gerar medo na população.

Mas, quem é Graciela Bianchi? Deputada do parlamento eleita com um discurso de “defensora da República”, se trata de uma ex-frenteamplista, conhecida por seu tom prepotente e ressentido, que terminou ingressando no Partido Nacional há pouco tempo. Seu papel, tanto no Parlamento quanto nas redes sociais, tem sido vergonhoso, como mostram suas declarações públicas.

Já foi flagrada dormindo durante uma sessão parlamentar e publicando enraivecidos manifestos nas redes sociais, com uma redação surpreendente para quem já foi uma diretora de escola secundária pública.

Mas isso não é somente um delírio e não visa o mero espetáculo político. É uma estratégia para gerar um contínuo mal-estar na população. Cultivar a sensação de insegurança para logo justificar qualquer tipo de intervenção estrangeira. Desta forma, o Estado de exceção volta a ser regra. Bianchi derrapou de forma atroz e até a cúpula do seu partido não lhe deu crédito, mas conseguiu gerar na população o efeito desejado.

O dano já está feito, e já se observa como surgem conspirações terroristas no seio da sociedade uruguaia. Bianchi não está sozinha, a direita tem um leque de opções para derrotar a Frente Ampla na eleição de 2019:

– Verónica Alonso (Partido Nacional), líder da bancada contra a “ideologia de gênero” e a favor de um só tipo de família convencional, junto com pastores evangélicos e fanáticos religiosos associados a movimentos regionais que se posicionam sobre o tema.

– Carlos Lafigliola (Partido Nacional), ultraconservador em termos de direitos civis, que quer acabar com a Lei do Aborto impulsada pelo governo de Mujica, entre outras.

– Jorge Larrañaga (Partido Nacional), líder da campanha “viver sem medo”, a favor do uso dos militares na segurança pública – embora ele mesmo afirme não viver com medo no Uruguai.

– Luis Alberto Aparicio Alejandro “Cuquito” Lacalle Pou (Partido Nacional), que aproveita o fato de liderar as pesquisas internas do seu partido, mostra uma imagem de moderado, mas é conservador no âmbito social e liberal no econômico. Não votou a favor dos projetos de lei importantes para os trabalhadores, tampouco apoiou os das minorias que sempre são discriminadas.

– Edgardo Novick (Partido da Gente), um empresário que paga salários miseráveis em suas lojas comerciais. É um antimujiquista e sua campanha é sustentada por sua fortuna, já que carece de ideias.

– Ernesto Talvi (Partido Colorado), associado internacional à Rede Atlas. Um visionário que, no final do Século XX, fez previsões positivas sobre o futuro econômico do Uruguai, e três anos depois o país padeceu a pior crise de sua história. A Rede Atlas acaba de desembarcar no Uruguai através do movimento Ação Republicana, encabeçado pela guatemalteca Gloria Álvarez.

Como brinde, está o caso do presidente do Centro Militar, coronel Silva Valiente, que fez fortes declarações contra a comunidade LGBT, ao melhor estilo Jair Bolsonaro, e também afirmou que o Uruguai não teve uma ditadura militar, reivindicando uma homenagem ao ex-presidente de fato, o general Gregorio “Goyo” Álvarez. Ademais, disse que o candidato ultradireitista à Presidência do Brasil merece o seu respeito: “temos que ser tolerantes com Bolsonaro”.

Embriagados de conjuntura

Assim está o panorama. É assustador imaginar os efeitos que podem ter no país os exemplos dos Bolsonaro, dos Trump, que parecem seres vindos de outra realidade, de uma ficção. Ficamos em choque diante do obsceno de algumas declarações, mas não percebemos as pequenas mostras cotidianas que nos deixam sem reação: o taxista que pede pena de morte, o colega de trabalho que quer o fim dos sindicatos, o chefe que assedia uma colega, o vizinho que defende a morte dos indigentes.

Todas estas pistas nos conduzem à bestialidade, mas nós caminhamos com a cabeça abaixada, relativizando um sentido comum fascista, até começar a escutar o golpe das angústias no peito. Como diz o pensador português Boaventura de Sousa Santos, vivemos em sociedades politicamente democráticas e socialmente fascistas, e este é um fenômeno que vem crescendo.

O Uruguai não será uma exceção dentro da região. A estratégia é continental, vem sendo gerada há décadas, e orquestrada no norte. O Uruguai não é uma potência mundial, mas o interesse que desperta nos planos imperialistas demonstra que cada território deve ser disputado, e que o inimigo é implacável.

Vemos disputas partidárias que começam a perder a forma tradicional. As batalhas eleitorais passam a enfrentar dois tipos de projetos: o ajuste, a repressão e o fascismo por um lado, e por outro a democracia – com todos os seus defeitos, mas democracia enfim. Ou como definiu o cientista político estadunidense Robert Dahl, uma “poliarquia”, já que não existem as democracias perfeitas.

O mundo de alguns poucos, onde a desigualdade e a miséria serão cada vez maiores, contra um mundo onde caibam as grandes maiorias. E ali se visualizará claramente quem luta com e para o povo.

Os partidos políticos poderão deixar de existir, os Estados-nação também. As formas e as disputas conjunturais podem mudar. Mas enquanto não arrancarmos da raiz este sistema, a disputa será sempre entre os de baixo contra os de cima. “Se as barbas de seu vizinho você vê arder, organize-se e ao fascismo ajude a varrer”, respondem os universitários uruguaios.

Nicolás Centurión é estudante de psicologia da Universidade da República do Uruguai. Analista associado ao Centro Latino-Americano de Análise Estratégica (CLAE)

*Publicado em estrategia.la | Tradução de Victor Farinelli

 

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