Venezuela: Rearman el esquema de poder en medio de muchas críticas y escasas propuestas/ Muitas críticas de um lado, poucas propostas do outro
Aram Aharonian|
Si de algo sirvieron las elecciones generales del 20 de mayo en Venezuela, fue para que se rompiera el dique que contenían las críticas desde las filas del chavismo al gobierno de Nicolás Maduro, aguas que, lamentablemente, no vienen acompañadas de propuestas para salir de la grave crisis económica y social que vive el país.
Mientras, el acoso contra la revolución bolivariana sigue firme desde Estados Unidos y Colombia. La tercera gira del vicepresidente estadounidense Mike Pence por varios países de la región buscó asegurar el apoyo a las medidas que pueda adoptar Washington para la desestabilización y del gobierno venezolano, mientras el presidente electo colombiano Iván Duque se entrevistaba en EEUU con Marco Rubio, senador republicano, sindicado como financista y guionista de la oposición venezolana.
Cabello, postergado en sus aspiraciones presidenciales por la decisión de Hugo Chávez de nombrar a Nicolás Maduro como su sucesor (quien a su vez se abstuvo de nombrarlo Vicepresidente o ministro de Defensa), manejó la maquinaria oficialista hasta recuperar un lugar en la cúpula del poder.mientras Delcy Rodríguez quedó como primera en línea de sucesión presidencial.
Cabello, supuestamente con el apoyo de los mandos militares y varios dirigentes chavistas apartados por Maduro, marcó la cancha al presentarse en el hemiciclo con cuadro de Hugo Chávez. Así patentizaba un supuesto enfrentamiento entre los seguidores de las líneas del expresidente fallecido y los que desde el círculo madurista (con sus asesores europeos) idearon la deschavización del proceso, abjurando de los íconos, colores y simbología (y obviamente el pensamiento) del chavismo.
“Lo primero que llamo es a la transformación del liderazgo de la Revolución… No estamos haciendo lo suficiente, no lo estamos haciendo bien… Hace falta una gran rectificación profunda, hacer las cosas de nuevo y mejor más allá de la consigna, del aplauso, no estamos haciendo las cosas bien y tenemos que cambiar este país, pero tenemos que empezar por nosotros”, dijo Maduro en su discurso ante la ANC. Algunos creyeron en cambios profundos.
Pero ahora quedaron conformados los grupos de poder dentro del oficialismo –lejos de la participación popular, comunitaria- para apuntalar el gobierno de Maduro.
Tarek El Aissami, de 43 años, ministro del Interior al final del mandato de Chávez, conserva el control del equipo económico y financiero, como vicepresidente del sector y ministro de Industrias y Producción Nacional, con “la responsabilidad de recuperar las fuerzas productivas de Venezuela”, según Maduro.
Un aliado es Simón Zerpa (del corazón del madurismo) en Economía, Finanzas y Banca Pública. Entre ambos comparten el poder económico y el manejo de las finanzas. Además El Aissami colocó a una de sus colaboradoras, la arquitecta Yomana Koteich, quien pasó de interventora de Banesco a encabezar el Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Internacional.
Otro escenario de poder lo comparten los hermanos Rodríguez. Delcy Rodríguez pasó a ser la primera en la sucesión presidencial, mientras su hermano Jorge, continúa al frente del ministerio de Información y Comunicación, mientras se asegura que sustituirá el exyerno de Chávez, Jorge Areaza, en la cancillería.. Otro cuadro proveniente de Liga Socialista, Eduardo Piñate, quedó al frente de la cartera de Trabajo.
Los Rodríguez conforman junto a Cilia Flores, esposa del presidente, el círculo más estrecho de Maduro. Delcy presidió durante la pasada campaña electoral el movimiento Somos Venezuela con el que Maduro lanzó su reelección: conquistó apenas 390.000 votos, y más de cinco millones el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), liderado por Diosdado Cabello.
Ahora, Diosdado Cabello, más allá de su cargo partidario, logró el control de un poder: preside de la Asamblea Nacional Constituyente, y junto al general Padrino tiene el control de los militares, mientras que su esposa, Marleny Contreras, pasó del Ministerio de Turismo al de Obras Públicas.
Hubo cambios sustantivos en el directorio del Banco Central, y la ANC hizo malabares para convalidar los nombramientos que se repartieron entre Presidencia, El Aissami y Zerpa. El exfuncionario de Citgo y Pdvsa Calixto Ortega –sobrino del exdiputado y magistrado de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia del mismo nombre- sustituyó al ineficiente Ramón Lobo en la presidencia.
Ortega, que estudió en EEUU, es ingeniero y, al igual que sus tres predecesores, no tiene experiencia en finanzas ni conocimientos en macroeconomía ni en política monetaria, según los funcionarios del BCV, que denunciaron el carácter familiar la distribución del poder.
El país ¿no aguanta más?
Uno suele escuchar de boca de chavistas y antichavistas que el país no aguanta más. Y no soporta más improvisaciones de gobierno, que recicla ministros para garantizar la correlación de fuerzas en la cima del poder, repite políticas fallidas, anuncia que va a anunciar..
Lo cierto es que ningún sector productivo –estatal, privado- está cumpliendo sus tareas. La caída consecutiva y acumulada en el último quinquenio del Producto Interno Bruto, es una clara medición de que se vive la peor crisis de la historia en el ámbito productivo.
Es un país que hoy ni siquiera produce los insumos básicos de alimentación (las cajas de alimentación que reparte del gobierno traen productos extranjeros) y su abastecimiento agroalimentario depende de las importaciones, que realiza el ministerio de Alimentación.
El constituyente Julio Escalona denunció que desde los barcos donde llegan estas importaciones, estás son entregadas a los canales de distribución privados como Polar y Cargill, lo que determina que desde ahí se organice el contrabando de extracción, el “bachaqueo” corporativo (desde donde se deriva el cotidiano, que se mueve en plazas, esquinas, calles, a la vista de cuerpos de seguridad del Estado), el acaparamiento y un poder monopólico que manipula diariamente los precios.
Obviamente, dice Escalona, esto significa una grave fuente de corrupción con el involucramiento de importantes funcionarios del Estado, que es lo que permite que monopolios privados tengan el poder para manipular los precios diariamente moviéndonos hacia el alza, provocando hambre, caos y desesperación.
El gobierno habla de una guerra económica, pero no ha siquiera pensado en decretar un Estado de Economía de Guerra y conformar equipos de intervención a los sectores claves de la actividad económica. Luis Salas, exministro de Economía señala que la situación tiene salida a esta “dimensión desconocida” en la que está atrapado el país, y lo único cierto –pese a la propaganda oficial- es que todo empeora de manera lenta pero sostenida.
“Si la política económica sigue el rumbo que lleva, quedaremos atrapados por un buen rato más en este estado crítico, que, como acabamos de decir, no es de estancamiento –que ya sería grave- sino de regresión y deterioro, añade Salas.
La economía ortodoxa tiene un libreto: liberalización total de precios (incluyendo la de los servicios y combustibles internos) y levantamiento regulaciones (incluyendo la del tipo de cambio), más congelamiento salarial y flexibilización laboral (derogación de la ley del trabajo, la innamovilidad laboral) y demás leyes proteccionistas, como las que protegen la maternidad y paternidad, al tiempo de no aumentar más los salarios ni entregar más bonos.
Esto causaría el definitivo shock de precios que pararía la inflación por la vía de la contracción del consumo: vencer la inflación por la vía del hambre. Las salidas no ortodoxas pasan por otro lado, suelen ser más exitosas y justas, pero más allá de una propuesta de economistas del Banco Central, no se sabe de proyectos o medidas del gobierno .
“Lo que no puede seguir pasando es que se quiera salir por las dos puertas a la vez, o fingiendo ir por una cuando en realidad se va por otra, porque los resultados son peores y el bucle de las repeticiones de las mismas medidas no exitosas una y otra vez se vuelve exasperante para la población e irreversiblemente costosas para el país”, señala Salas.
El período MaduroII empieza en abril (aunque usted no lo crea)
Lo legal es que el nuevo período presidencial de Nicolás Maduro empieza el 19 de abril de 2019, pero de hecho pareciera que ya empezó con la renovación de la propuesta de diálogo, cambios importantes en el gabinete y uso oficial de la frase “Un nuevo comienzo”, tratando de generar expectativas.
Algo “nuevo” solo se hace posible cuando se desecha, aunque sea parcialmente, lo viejo. Y para que algo comience, otra cosa debe terminar, señala el analista Néstor Francia, quien agrega que parece que “no queremos nada con los capitalistas de aquí, pero estamos enriqueciendo a grandes capitalistas extranjeros”.
De todas partes llegan “expertos” economistas (nacionales, socialdemócratas europeos vendiendo sus espejitos de colores, banqueros especuladores) proponiendo “soluciones”, casi siempre en las variantes del capitalismo. Nadie habla, por cierto, de nacionalizar la banca… temiendo que esos fondos terminen nuevamente en manos de los buitres y sus socios locales.
Hay economistas que trabajan en el diagnóstico de una economía disfrazada de socialista pero altamente dependiente del capitalismo internacional, de la renta petrolera, con cajas de alimentos dominadas por productos extranjeros de trasnacionales (entre ellas las mexicanas Molinos Villafañe, Rice & Beans , Gruma y su harina de maíz Maseca).
Presiones externas
Mike Pence presionó en varios países de la región (Brasil, Ecuador, Guatemala) para asegurar el apoyo a las medidas que pueda adoptar Washington para la desestabilización y del gobierno venezolano, mientras Iván Duque, electo presidente colombiano, conversaba con el senador Marco Rubio y con John Bolton, asesor de seguridad de Donald Trump, para asegurar el involucramiento de tropas (legales y/ paramilitares) colombianas en el asedio en la frontera de 2.200 kilómetros con Venezuela.
Tanto EEUU como la Unión Europea siguen “sancionando” a funcionarios venezolanos. Pero esa unidad en su agresión a Venezuela no significa una relación armónica entre ello: las relaciones nunca habían sido tan tirantes como hoy. El tibio viraje de España con el nuevo gobierno del PSOE en lo que respecta a Venezuela, es un síntoma distanciador de la línea sumisa a EEUU, al reclamar diálogo y salidas políticas.
¿Y las oposiciones? Todas ellas, aún disuelta la mesa de unidad, apoyan explícita o implícitamente, esa política de agresión a Venezuela, y varios ¿dirigentes? Reclaman medidas y acciones más contundentes, incluida la invasión militar anunciada por Trump.
¿De caer el gobierno de Maduro, quién gobernará Venezuela?, sigue preguntándose la gente, consciente de la incapacidad de la dirigencia opositora, que no logró en 20 años crear siquiera un plan alternativo, más allá de una propuesta de golpe o de invasión.
*Periodista y comunicólogo uruguayo. Mágister en Integración. Fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
EN PORTUGUÉS
Muitas críticas de um lado, poucas propostas do outro
Por Aram Aharonian
Se para algo serviram as eleições gerais do 20 de maio na Venezuela, foi o fato de ter rompido o dique que continha as críticas contra o governo de Nicolás Maduro que vinham das próprias filas do chavismo – águas que, lamentavelmente, não vêm acompanhadas de propostas para sair da grave crise econômica e social que o país vive.
Enquanto isso, o acosso contra a revolução bolivariana segue firme, mesmo vindo dos Estados Unidos e da Colômbia. A terceira viagem do vice-presidente estadunidense Mike Pence, por vários países da região, buscou assegurar o apoio às medidas que Washington poderia adotar para a desestabilização do governo venezuelano. Ao mesmo tempo, o presidente eleito da Colômbia, Iván Duque, se entrevistou nos Estados Unidos com Marco Rubio, senador republicano, sindicado como financista e roteirista da oposição venezuelana.
Em meio a um cenário de crise interna e ameaças externas, além de uma forte demanda do setor dos camponeses, terminou se rearmando o esquema de poder, com a eleição do ex-militar e vice-presidente do Partido Socialista Unido da Venezuela (PSUV) Diosdado Cabello, como presidente da Assembleia Nacional Constituinte (ANC) em substituição de Delcy Rodríguez que foi nomeada na semana passada como vice-presidenta do país.
Cabello, que teve suas aspirações presidenciais frustradas pela decisão de Hugo Chávez de nomear Nicolás Maduro como seu sucessor – que, por sua vez, se absteve de nomeá-lo como vice-presidente ou ministro da Defesa –, manejou a maquinária oficialista até recuperar um lugar na cúpula do poder, enquanto Delcy Rodríguez ficou como primeira na linha de sucessão presidencial.
Supostamente com o apoio dos altos mandos militares e vários dirigentes chavistas afastados, Cabello marcou posição ao se apresentar no hemiciclo com o quadro de Hugo Chávez. Assim, formalizou-se um suposto enfrentamento entre duas linhas do chavismo: uma que reúne os seguidores do ex-presidente falecido, da qual Cabello pretende ser o referente, e outra que concentra o círculo madurista, com seus assessores europeus, que idealizaram e executam uma deschavização do processo, abdicando dos ícones, cores e toda a simbologia (e obviamente o pensamento) do chavismo.
“O primeiro que busco é a transformação da liderança da Revolução… Não estamos fazendo o suficiente, não o estamos fazendo bem… É preciso uma grande retificação profunda, fazer as coisas de novo e melhor, para além da consigna, do aplauso, não estamos fazendo as coisas bem e temos que mudar este país, mas temos que começar por nós mesmos”, disse Maduro em seu discurso na ANC. Alguns acreditam em mudanças profundas.
Assim foram conformados os grupos de poder dentro do governismo, – longe da participação popular, comunitária – para sustentar o governo de Maduro.
A economia do país está nas mãos de Tarek El Aissami, de 43 anos. Ele foi ministro do Interior no final do mandato de Chávez, e agora tem o controle da equipe econômica e financeira, como vice-presidente do setor, e acumula também o cargo de ministro da Indústria e Produção Nacional, com “a responsabilidade de recuperar as forças produtivas da Venezuela”, segundo Maduro.
Outro aliado do coração do madurismo é Simón Zerpa, ministro de Economia, Finanças e Banca Pública. Ambos compartilham o poder econômico e o manejo das finanças. Ademais, El Aissami colocou na equipe econômica uma de suas principais colaboradoras, a arquiteta Yomana Koteich, que passou de interventora do banco privado Banesco a ministra de Comércio Exterior e Investimento Internacional.
Outro cenário de poder é o encabeçado pelos irmãos Rodríguez. Delcy Rodríguez passou a ser a primeira na linha de sucessão presidencial, enquanto seu irmão Jorge é ministro de Informação e Comunicação. Outro quadro proveniente da Liga Socialista é Eduardo Piñate, que assumiu a pasta do Trabalho.
Os Rodríguez conformam – junto com Cilia Flores, esposa do presidente – o círculo mais próximo de Maduro. Durante a última campanha eleitoral, Delcy presidiu o movimento Somos Venezuela, com o qual Maduro lançou sua reeleição, e que conquistou apenas 390 mil votos, muito atrás dos mais de 5 milhões do Partido Socialista Unido da Venezuela (PSUV), liderado por Diosdado Cabello.
Agora, Diosdado Cabello foi além do seu cargo partidário: conseguiu o controle de um poder: preside a Assembleia Nacional Constituinte, e junto com o general Padrino terá o controle dos militares, enquanto sua esposa, Marleny Contreras, passou do Ministério de Turismo ao de Obras Públicas.
Houve mudanças importantes na diretoria do Banco Central (BCV), e a ANC fez malabares para convalidar as nomeações que se dividiram entre os grupos de El Aissami e Zerpa, e o da Presidência. O ex-funcionário da estatal petroleira PDVSA Calixto Ortega –sobrinho do ex-deputado e magistrado da Sala Constitucional do Tribunal Supremo de Justiça, de mesmo nome – substituiu o ineficiente Ramón Lobo na Presidência do organismo.
Ortega estudou nos Estados Unidos, é engenheiro e, assim como seus três predecessores, não tem experiência em finanças nem conhecimentos em macroeconomia, tampouco em política monetária, segundo alguns funcionários do BCV, que denunciaram o caráter familiar da distribuição de poder.
O país não aguenta mais?
Já virou rotina escutar da boca de chavistas e antichavistas que o país não aguenta mais. E que não suporta mais improvisações do governo, que recicla ministros para garantir a correlação de forças internas, que repete políticas fracassadas, que anuncia que vai anunciar.
A verdade é que nenhum setor produtivo –estatal ou privado – está cumprindo a sua parte, A queda consecutiva e acumulada do Produto Interno Bruto nos últimos cinco anos é uma clara medição de que se está vivendo a pior crise da história no âmbito produtivo.
O país hoje sequer produz os insumos básicos de alimentação (as caixas de alimentação que o governo distribui contém produtos estrangeiros) e seu abastecimento agroalimentar depende das importações realizadas pelo Ministério da Alimentação.
O deputado constituinte Julio Escalona denunciou que os barcos que trazem essas importações as entregam aos canais de distribuição privados, como Polar e Cargill, o que determina que dali se organiza o contrabando de extração, o contrabando corporativo – que se movimenta nas praças, ruas, esquinas, sob as vistas grossas dos organismos de segurança do Estado –, e a retenção de mercadorias, configurando um poder monopólico que manipula diariamente os preços.
“Obviamente, isso significa uma grave fonte de corrupção, com o envolvimento de importantes funcionários do Estado, que permite aos monopólios privados ter o poder para manipular os preços diariamente, fomentando a inflação, provocando fome, caos e desespero.
O governo fala de uma guerra econômica, mas sequer pensa em decretar um Estado de Economia de Guerra e conformar equipes de intervenção nos setores mais importantes da atividade econômica. Luis Salas, ex-ministro de Economia, acredita que depois de a Venezuela entrar nessa “dimensão desconhecida” na que está presa, a única certeza –apesar da propaganda oficial – é que tudo deve piorar, de maneira lenta, porém constante.
“Se a política econômica continuar no rumo que vai, terminaremos por um bom tempo mais nesse estado crítico, que não é uma estagnação – o que já seria grave – e sim uma regressão, e deterioração”, comenta Salas.
Aram Aharonian é jornalista e comunicólogo uruguaio, fundador do canal TeleSur e presidente da Fundação para a Integração Latino-Americana (FILA)
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