Nicaragua: Protestas, represión, realidad virtual, futuro nublado/ Protestos, repressão, realidade virtual, futuro nublado

Victoria Korn-CLAE|

A un mes de las protestas en Nicaragua, ¿qué ha cambiado, cómo se ha llegado a esta situación de desestabilización con un saldo de más de 120 muertes? El gobierno nicaragüense llamó este lunes a retomar el diálogo para recuperar la tranquilidad del país y evitar más destrucción y muerte, tras violentas jornadas de protestas y represión que sacuden al país desde abril.

Los obispos de la Conferencia Episcopal anunciaron el jueves pasado que no reanudarán el diálogo que desde mayo se llevaba a cabo entre el gobierno y los opositores, mientras el pueblo «continúe siendo reprimido y asesinado» en las protestas.

«Todos queremos la paz, queremos el diálogo, queremos trabajar juntos y escucharnos, discutir todos los temas porque para todo hay solución», declaró a medios oficialistas la vicepresidenta Rosario Murillo, tras expresar su pesar por la muerte del cardenal “emérito” nicaragüense Miguel Obando y Bravo, nombrado prócer de la paz por el presidente Ortega, quien lo tenía como uno de sus principales aliados pese a que fuera feroz opositor al sandinismo durante el gobierno revolucionario de los años ochenta.

La Conferencia Episcopal tomó partido y anunció el jueves pasado que no reanudarán el diálogo que desde mayo se llevaba a cabo entre el gobierno y los opositores, mientras el pueblo «continúe siendo reprimido y asesinado» en las protestas.

El papa Francisco también puso su granito de arena y expresó su pesar por la violencia letal empleada para reprimir las protestas de carácter social en Nicaragua. Renovó su llamado al diálogo y destacó que “se necesita un compromiso activo con el respeto a la libertad y sobre todo a la vida” para que eso ocurra.

La iglesia católica ha perdido mucho terreno frente al crecimiento de la iglesia evangélica y las razones son simples, ésta se ha convertido en un partido donde sus obispos actúan como políticos.

Mientras varios cancilleres latinoamericanos fustigaron al gobierno nica en la 48 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) y solicitaron sanciones.

El representante de Nicaragua, Luis Alvarado, afirmó que en su país se vive una conspiración y a una campaña de descrédito. “Nicaragua expresa su compromiso por la estabilidad bajo el ataque de violencia delincuencial que han generado ciertos grupos de la oposición que conspiran desde la oscuridad, con la finalidad de activar formatos delictivos para aterrorizar a las familias, condenamos los hechos de violencia, días que han enlutado a las familias nicaragüenses”, dijo.

Montado sobre la conspiración, el líder del Consejo Superior de la Empresa Privada; José Adán Aguerri, confirmó la ruptura de la central patronal con el presidente nicaragüense. “Necesitamos una salida adelantada del Gobierno lo más pronto posible () Los empresarios nos equivocamos con Daniel Ortega”, dijo.

Mientras, el exvicepresidente y escritor Sergio Ramírez, enfrentado a Ortega, indicó que todo diálogo debe darse lejos de la manipulación y el engaño y estar dirigido a volver a la democracia plena y el respeto a los derechos humanos. Ramírez, premio Cervantes de Literatura 2017, el nicaragüense Sergio Ramírez, afirmó que Ortega soltó al genio maléfico de la botella, al responder con caos y terror a la crisis que enfrenta su gobierno y que su tiempo se acabó. Se lo quitaron sus propias acciones.

Mónica Baltodano, excomandanta sandinista, señala que desde 2007 cuando reasume Daniel Ortega la presidencia, el Frente Sandinista empezó a ser sustituido en sus mecanismos democráticos internos por un aparato controlado directamente por Rosario Murillo, esposa de Daniel Ortega.

 

Un poco de historia

Nicaragua es un país evidentemente agrario con muy poca inversión industrial, exportadora de materias primas: algodón, carne, café, oro.  La revolución hizo cambios, como la Reforma Agraria, y se logró el acceso de los campesinos a la tierra, pese a que fue muy presionada y afectada por la agresión estadounidense que financiaba la “contra” y que destruyeron puertos, instalaciones de servicios.

Con el gobierno actual de Daniel Ortega, el país ha tenido mejorías de los índices macroeconómicos debido a las mejoras de los precios de del café y el oro,el aumento de la inversión extranjera directa (en zonas francas), y las remesas de los migrantes. Pero la realidad es que no hay mayor equidad, que creció enormemente la concentración en los banqueros y en cierto sector de los capitalistas, vinculados a los mercados mundiales y a las transnacionales, que no dejan nada para el país.

“Es cierto que según sus estadísticas aparecen disminuyendo la pobreza en un país donde la distancia entre ser pobre o extremadamente pobre es la de tener un dólar más de ingreso diario. Eso lo han logrado mediante programas de carácter asistencial, fundamentalmente la entrega de bolsas, o un paquete agrícola que incluye dos cerdos, diez gallinas y un gallo”, dice Balsonaro.

Y eso se pudo hacer porque se insertó en el campo del ALBA (Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América) y obtuvo una ayuda muy importante del gobierno de Venezuela, Con parte de esos fondos se financió una serie de programas de combate a la pobreza que no hicieron cambios estructurales pero aliviaron la situación inmediata del pueblo.

Si en los años 90 hubo un período de resistencias a las políticas neoliberales (de privatizarlo todo) y la destrucción de las transformaciones que había hecho la revolución como la reforma agraria, empujadas por los sindicatos, las organizaciones campesinas, las mujeres.  Tras perder las elecciones de 1996, dicen los analistas, se dio el viraje de Ortega, basado en un pacto con el presidente de entonces -Arnoldo Alemán, para realizar un reparto de las instituciones: Corte Suprema de Justicia, poder electoral, Contraloría.

Por un lado, se fortaleció la burguesía con lo que se llamó “la piñata” que fue la apropiación privada de muchos bienes que eran de carácter colectivo o social después de las elecciones de 1990, repudiada por los intelectuales sandinistas como Ernesto Cardenal, y dio paso a lo que hoy se llama la burguesía orteguista, cuyos intereses convergen con los de la burguesía tradicional, el capital, los banqueros.

El discurso de campaña de 2007 de Ortega giró alrededor de la paz y la reconciliación; la conciliación con los intereses de clase, sin abandonar un cierto discurso de izquierda, el de seguir siendo antiimperialista, sandinista. También hizo una alianza con la parte más reaccionaria de la iglesia católica y se abolió el aborto terapéutico que existía en Nicaragua desde el siglo XIX como parte de la revolución liberal.

El caso de Nicaragua no es igual al de Venezuela, Brasil, Argentina o Ecuador. El modelo es el de la alianza público-privada, donde tiene singular protagonismo el Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), reemplazante en los hechos de los partidos de la derecha. Y pese al discurso radical, antiimperialista, las relaciones con Washington nunca estuvieron mejor. Dijo una embajadora estadounidense: “a nosotros no nos importa lo que diga el señor Ortega sino lo que hace el señor Ortega.”

El gobierno habla de una conspiración de la derecha, desestabilizando el país y el gobierno y para imponer ese imaginario colectivo cuenta con cuatro canales de televisión. Otros hablan de una insurrección cívica, contra el modelo que ha mantenido las palabras socialista y solidario, pero no los conceptos. Hay muchas fuerzas -algunas con fuertes conexiones con Washington- que quieren aprovechar el estallido, conducirlo.

Moisés Pastora señala que hoy los demonios, en un país que se ufanaba de ser profundamente cristiano fueron liberados por un odio inédito, que se posó como una tormenta que cubrió a todo el país para descargar con rayos y centellas un vandalismo nunca antes visto, que se salió de control (…) por lo maquiavélico de grupos intelectualmente reducidos que convirtieron mediáticamente a la verdad en mentira y a la mentira en verdad.

Los odios que fueron liberados el 19 de abril, por una situación circunstancial, tal y como lo expresa la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, nunca debieron rebasar su origen, ahora multiplicado por el terrorismo. Esta realidad que está en la ruta de un golpe de estado o derrocamiento.

La realidad virtual

Giorgio Trucchi señala que Nicaragua volvía a ser rehén de una realidad  ficticia que se mueve al ritmo de las redes sociales, donde la realidad virtual puede más que la realidad real. Donde las víctimas son carnífices y los provocadores armados son manifestantes pacíficos. Donde la masa de gente que de forma autoconvocada, genuina y respetuosa de la paz se moviliza por la democracia es convertida en carne de cañón, en ‘daño colateral’ para lograr el objetivo final: sacar al gobierno, cueste lo que cueste.

La realidad virtual es más fuerte. Medios nacionales e internacionales, organizaciones de derechos humanos, rectores de universidades y hasta obispos que integran la Comisión Mediadora del Diálogo Nacional reproducen automáticamente (sin la más mínima prueba) lo que les llega a su celular o computadora por #SOSNicaragua y #NicaraguaSOS: es una masacre del gobierno.

Nadie menciona que hay muertos de ambos lados, que hay policías muertos, que hay muertos en la caravana que fue atacada en La Realidad, Estelí. Nadie se pregunta qué estaban haciendo manifestantes armados cerca del estadio, a menos de dos cuadras de donde iban a pasar los activistas sandinistas. Nadie habla de lo que pasó en Masaya y Estelí, señala Trucchi.

¿A quién benefician el caos y las muertes?

El gobierno ha mostrado estar dispuesto  a sentarse a una mesa de diálogo, a permitir el acceso al país de organismos internacionales de derechos humanos para que investiguen y elaboren informes, a acatar las 15 recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a discutir el tema de la democratización del país que incluye reformas electorales y adelanto de elecciones (siempre y cuando no rompa el orden constitucional).

Pero movimientos políticos ultraconservadores sin representatividad popular, sectores de la jerarquía católica, la empresa privada y la autollamada sociedad civil, estudiantes conmocionados por las muertes y otros que son punta de lanza de movimientos que pretenden capitalizar políticamente la crisis, apuntan solo a la renuncia incondicional de Ortega, de su gobierno y de todas las autoridades públicas legalmente electas.

Y, para ellos, el diálogo es un obstáculo a su proyecto, a su venganza. Pero seguir este camino, dejando sin salida a un gobierno y a un partido organizado como el Frente Sandinista puede ser muy peligroso, ya que puede generar una respuesta violenta de la masa sandinista, para luego capitalizar la conmoción mundial. Solo aislando a los sectores que quieren capitalizar crisis y caos, Nicaragua podrá salir del atolladero.

• Periodista venezolana asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la) . Desde Managua
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EN PORTUGUÉS

Protestos, repressão, realidade virtual, futuro nublado      

Por Victoria Korn

Depois de um mês de protestos na Nicarágua, o que mudou? Como se chegou a esta situação de desestabilização, com um saldo de mais de 120 mortes? O governo nicaraguense fez um chamado nesta segunda-feira (4/6) para retomar o diálogo e tentar recuperar a tranquilidade do país, evitando mais destruição e morte, após as violentas manifestações que sacodem o país desde abril.

Os bispos da Conferência Episcopal anunciaram, na quinta-feira passada (31/5), que não retomarão o diálogo que se desenvolveu desde a primeira semana de maio, entre o governo e setores opositores, enquanto o povo “continuar a ser reprimido e assassinado” nas manifestações.

“Todos queremos a paz, queremos o diálogo, queremos trabalhar juntos e escutar uns aos outros, discutir todos os temas, porque para tudo há solução”, declarou a vice-presidenta Rosario Murillo aos meios governistas, após expressar seu pesar pela morte do cardeal emérito nicaraguense Miguel Obando e Bravo, nomeado prócer da paz pelo presidente Ortega, que o tinha como um de seus principais aliados, apesar de ter sido um feroz opositor do sandinismo durante o governo revolucionário nos Anos 80.

O papa Francisco também colocou o seu grãozinho de areia, e falou da sua tristeza pela violência letal empregada para reprimir os protestos de caráter social na Nicarágua. Renovou seu chamado ao diálogo e destacou que, para que isso ocorra, “é necessário um compromisso ativo com o respeito à liberdade, e sobretudo à vida”.

A Igreja Católica perdeu muito terreno devido ao crescimento das igrejas evangélica, e as razões são simples: os evangélicos se transformaram em um partido onde os bispos atuam como políticos.

Enquanto isso, vários chanceleres latino-americanos fustigaram o governo nicaraguense na 48ª Assembleia Geral da Organização dos Estados Americanos (OEA), e solicitaram sanções.

O representante da Nicarágua, Luis Alvarado, afirmou que seu país enfrenta uma conspiração e uma campanha de difamação. “A Nicarágua expressa seu compromisso pela estabilidade sob o ataque de violência gerado por certos grupos da oposição, que conspiram nas sombras, com a finalidade de ativar formatos delitivos para aterrorizar as famílias. Condenamos os fatos de violência, que levaram as famílias nicaraguenses ao luto”, disse.

Montado na conspiração, o líder do Conselho Superior da Empresa Privada, José Adán Aguerri, confirmou a ruptura da central patronal com o presidente nicaraguense. “Necessitamos uma mudança de governo o mais rápido possível. Os empresários erramos ao apoiar Daniel Ortega no passado”, declarou.

Por sua parte, o ex-vice-presidente e escritor Sergio Ramírez, também em confronto com Ortega, indicou que “o diálogo deve se dar longe da manipulação e do engano, e deve estar dirigido a voltar à democracia plena e o respeito aos direitos humanos”. Ramírez, prêmio Cervantes de Literatura em 2017, afirmou que Ortega “soltou o gênio maléfico da garrafa quando reagiu à crise que seu governo enfrenta fomentando o caos e o terror”, e completou dizendo que o seu tempo já acabou. Para o escritor, as próprias ações do presidente acabaram com a sua legitimidade.

Mónica Baltodano, ex-comandante sandinista, conta que desde 2007, quando Daniel Ortega reassume a presidência, a Frente Sandinista começou a ser substituída, em seus mecanismos democráticos internos, por um aparato que é controlado diretamente por Rosario Murillo, esposa de Daniel Ortega.

Um pouco de história

A Nicarágua é um país evidentemente agrário, com muito pouco investimento industrial, exportador de matérias-primas: algodão, carne, café, ouro. A Revolução fez mudanças como a Reforma Agrária, e impulsou o acesso dos camponeses à terra, apesar de que foi muito pressionada e afetada pela agressão estadunidense, que financiava os chamados “contra” (grupos que atuavam pela desestabilização do governo, destruindo portos e instalações de serviços públicos).

Com o atual governo de Daniel Ortega, o país teve melhoria dos índices macroeconômicos devido aos preços favoráveis do café e o do ouro, ao aumento do investimento estrangeiro direto (em zonas francas) e às remessas dos imigrantes. Mas a realidade é que não há maior equidade, e que a concentração de renda dos banqueiros cresceu enormemente, e o mesmo para certos setores vinculados aos mercados mundiais e às multinacionais, que não deixam nada para o país.

“Segundo as estatísticas do governo, a pobreza está diminuindo, mas a diferença entre ser pobre ou extremadamente pobre é a de ter um dólar a mais de renda diária. Isso se dá graças aos programas de caráter assistencial, fundamentalmente a entrega de bolsas, e um pacote agrícola que inclui dos porcos, dez galinhas e um galo”, conta Baltodano.

Também colaborou o ingresso do país ingressa na ALBA (Alternativa Bolivariana para os Povos da Nossa América) e a obtenção de uma ajuda muito importante do governo da Venezuela. Parte desses fundos financiou uma série de programas de combate à pobreza, que não trouxeram mudanças estruturais, mas aliviaram a situação imediata do povo.

Nos Anos 90, houve um período de resistências às políticas neoliberais (as medidas para privatizar tudo) e a destruição das transformações que a Revolução havia feito – como a reforma agrária, alcançada graças à luta dos sindicatos, organizações camponesas e de mulheres. Segundo os analistas, após perder as eleições de 1996, aconteceu a mudança do perfil de Ortega, baseado em um pacto com o presidente de então – Arnoldo Alemão, para realizar uma divisão das instituições: Corte Suprema de Justiça, poder eleitoral, Controladoria.

Por um lado, isso fortaleceu a burguesia, com a apropriação privada de muitos bens que eram de carácter coletivo ou social, o que aconteceu depois das eleições de 1990, e foi repudiado pelos intelectuais sandinistas, como Ernesto Cardenal, por criar o que hoje se chama “burguesia orteguista”, cujos interesses convergem com os da burguesia tradicional, o capital, os banqueiros, etc.

O discurso de Ortega na campanha de 2007 fala sobre paz e reconciliação, mas a gestão promoveu mais uma conciliação com os interesses de classe, sem abandonar um certo discurso de esquerda – o de seguir sendo anti imperialista e sandinista. Ortega também fez uma aliança com a parte mais reacionária da Igreja Católica, o que resultou na proibição do aborto em qualquer caso. Na Nicarágua, o aborto em caso de risco de vida para a mãe ou má formação fetal era permitido desde o Século XIX, sendo parte da chamada “revolução liberal”.

O caso da Nicarágua não é igual aos de Venezuela, Brasil, Argentina ou Equador. O modelo é o da aliança público-privada, onde o Conselho Superior da Empresa Privada tem muita força, praticamente substituindo os partidos de direita. “Apesar desse discurso radical e anti imperialista, as relações com Washington nunca estiveram melhor”, diz uma embaixadora estadunidense. “Não importa o que o senhor Ortega diz, e sim o que o senhor Ortega faz”, explicou a diplomata.

O governo fala de uma conspiração da direita, desestabilizando o país para impor esse imaginário coletivo. Outros falam de uma insurreição cívica, contra o modelo que mantém as palavras “socialismo” e “solidário”, mas não os conceitos por trás delas. Há muitas forças – algumas com boas conexões com Washington – que querem aproveitar a revolta social, e conduzi-la.

Um país que outrora se vangloriava de ser profundamente cristão hoje vê os demônios serem libertados por um ódio inédito, que chegou como uma tormenta e cobriu todo o território, descarregando raios e relâmpagos de um vandalismo nunca antes visto, e que saiu de controle. Sem contar o poder maquiavélico de grupos intelectualmente reduzidos, que transformaram a verdade em mentira e a mentira em verdade.

Os ódios que liberados desde 19 de abril, por uma situação circunstancial, não tinham porque ter se multiplicado a partir da justa indignação pacífica mostrada inicialmente, para chegar a este nível de terrorismo planejado, tal como expressou a Comissão Interamericana de Direitos Humano. Esta realidade pavimenta o caminho de um golpe de Estado.

A realidade virtual

Giorgio Trucchi conta que a Nicarágua volta a ser refém de uma realidade fictícia que se move ao ritmo das redes sociais, onde a realidade virtual pode mais que a realidade real, as vítimas são os carrascos e os provocadores armados são manifestantes pacíficos. Onde a massa de gente que, de forma autoconvocada, genuína e respeitosa da paz, se mobiliza pela democracia e é transformada em carne de canhão, em “dano colateral”, para alcançar o objetivo final: tirar o governo, custe o que custar.

A realidade virtual é mais forte. Meios nacionais e internacionais, organizações de direitos humanos, reitores de universidades e até bispos que integram a Comissão Mediadora do Diálogo Nacional, reproduzem automaticamente (sem a mais mínima prova) o que chega aos seus celulares ou computadores através das hashtags #SOSNicaragua e #NicaraguaSOS.

“Ninguém menciona que há mortos de ambos os lados, que há policiais mortos, que houve mortes na caravana que foi atacada em Estelí. Ninguém se pergunta o que um grupo de manifestantes armados estava fazendo perto do estádio, a menos de duas quadras de onde passaram os ativistas sandinistas. Ninguém fala do que aconteceu em Masaya e Estelí”, relata Trucchi.

Quem se beneficia com o caos e as mortes?

O governo mostrou estar disposto a se sentar em uma mesa de diálogo e a permitir o acesso ao país de organismos internacionais de direitos humanos, para que investiguem e elaborem informes. Também aceita acatar as 15 recomendações da Comissão Interamericana de Direitos Humanos (CIDH), e discutir o tema da democratização do país, o que inclui reformas eleitorais, além de adiantar as eleições – sempre e quando não se rompa a ordem constitucional.

Contudo, os movimentos políticos ultraconservadores (sem representatividade popular), setores da hierarquia católica, da empresa privada e da autodenominada sociedade civil (muitos deles estudantes comovidos pelas mortes), além de outros grupos que são ponta de lança de movimentos que pretendem capitalizar politicamente a crise, todos eles só querem uma coisa: a renúncia incondicional de Ortega, de seu governo e de todas as autoridades públicas legalmente eleitas.

Para isso, o diálogo é um obstáculo ao seu projeto, à sua vingança. Seguir este caminho, derrubando o governo e um partido organizado como a Frente Sandinista, pode ser muito perigoso, e pode gerar uma resposta violenta da massa sandinista, para logo capitalizar a comoção mundial. A Nicarágua só poderá sair desse atoleiro se isolar os setores que querem capitalizar a crise e o caos.

Victoria Korn é jornalista venezuelana associada ao Centro Latino-Americano de Análise Estratégica (CLAE)