La Reforma Universitaria del año 1918 en 10 claves
Aritz Recalde|
1- La Reforma Universitaria fue la expresión de una lucha nacional más amplia, tendiente a la democratización política y electoral de Argentina. El reclamo de las Casas de Altos Estudios formó parte de la tendencia política que promovió la Ley Sáez Peña (1912) y el voto femenino de la Provincia de San Juan (1927).
2- La iniciativa retomó la agenda social del Gobierno Nacional, cuyas expresiones más avanzadas se formularon en las gobernaciones de Mendoza (Lencinas) y de San Juan (Cantoni). En el año 1918 muchos sindicatos no eran reconocidos legalmente. El límite que encontró el reclamo de cambio de sistema se evidenció en los conflictos de los Talleres Vassena (1919) y en la Patagonia (1921). El Gobierno Nacional y los paramilitares reprimieron a los trabajadores y bloquearon sus demandas y los obreros no obtuvieron un gesto de solidaridad por parte de las universidades.
3- En el plano internacional, la Reforma estuvo influenciada por la Guerra Mundial y por la Revolución Rusa. La crisis política y civilizacional europea propició la construcción de una nueva cultura iberoamericana de vocación universal. La Revolución bolchevique favoreció la conformación de una agenda de reforma social y de crítica al liberalismo. A su vez, en el plano regional, la Reforma se relacionó a la Revolución Mexicana y con el movimiento de renovación político, social y cultural uruguayo, encarnado en Batlle y Ordóñez.
4- Originariamente, la Reforma universitaria se construyó con los aportes intelectuales y políticos de dirigentes y de pensadores sudamericanos. La experiencia se irradió por todo el continente y su impronta se extendió centralmente en Uruguay, Perú y México.
5- Hubo varias iniciativas de Reforma universitaria en un mismo proceso. La iniciativa fue disímil en las tres universidades nacionales de la época (La Plata, Buenos Aires y Córdoba). Sus principales miembros eran de distintos partidos (UCR, socialistas, conservadores e independientes) por lo que fue heterogénea la ideología de origen de los reformistas. En Iberoamérica, la Reforma tuvo distintas derivaciones y ofició como un ideario importante del socialismo cubano (Mella) o del nacionalismo popular peruano (APRA).
6- La Reforma articuló, al menos, a tres generaciones. La primera, fue la antecesora y la forjadora de los marcos culturales de la época (Martí, Darío o Rodó). La segunda generación integró a distintos pensadores que oficiaron como los “maestros de la juventud” y que orientaron doctrinariamente al Movimiento (Ingenieros, Korn, Ugarte, Palacios, Vasconcelos o Taborda). La tercera, la generación joven, fue centralmente estudiantil, protagonizó la jornada y la continuó en el tiempo (Roca, Ripa Alberdi, Del Mazo o González).
7- La Reforma constituyó un ideario centrado en cinco pilares que son la autonomía, el compromiso social, el antiimperialismo, la centralidad política de la juventud y la vocación sudamericana de las universidades.
8- El año 1918 fue un importante catalizador de nuevas agrupaciones y federaciones de estudiantes como es el caso de la FUA. Los jóvenes exigieron un lugar central en el debate político argentino, regional y mundial.
9- La Reforma impulsó un programa de cambio político y cultural y no un meramente un sistema de gestión universitaria. En sus orígenes, buscó la autonomía y no el gobierno tripartito, que fue alcanzado recién en el año 1956 (docentes, alumnos y graduados) y resignificado en 1974 (docentes, alumnos y no docentes). La historia de la universidad muestra que los claustros docentes y graduados ingresaron al cogobierno con el apoyo de las elites económicas y políticas. Los alumnos y los nodocentes consiguieron su derecho a intervenir en el cogobierno, en base a la organización propia y a la disputa política.
10- El proceso reformista se modificó a lo largo del tiempo. El peronismo impulsó la Segunda Reforma y mantuvo los cinco elementos de su ideario, pero actualizándolos a la dinámica de la democracia social de masas. Con este fin, creó en el año 1948 la Universidad Obrera Nacional (UON), declaró la gratuidad universitaria en 1949 y sancionó los derechos laborales de sus miembros. La UON integró a representantes del trabajo (CGT) y de la producción, y tendió a regionalizar las funciones docentes y de investigación. En 1974 los nodocentes articularon la representación de su claustro con la organización sindical, aplicando un concepto de la democracia social propio del justicialismo de los años cincuenta.
*Sociólogo y doctor en comunicación, docente universitario, miembro del Centro de Estudios Hernández Arregui (CEHA, http://hernandezarregui.blogspot.com.ar/) y colaborador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)