Cumbre de la OEA sin Trump, corrupción, Venezuela, ¿un nuevo ALCA?/Uma Cúpula das Américas moldada pelos interesses dos EEUU
sin Trump
Mariana Álvarez Orellana- CLAE |
La VIII Cumbre de las Américas se celebrará en Lima, entre el 13 y 14 de abril, con 22 presidentes y 12 primeros ministros del continente como invitados, y un mandatario censurado (Venezuela), en momentos en que el presidente estadounidense Donald Trump quiere asegurar su patio trasero, tras bombardear y sabotear todos los esfuerzos latinoamericano-caribeños de integración horizontal. .
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, canceló este martes su participación con la excusa de permanecer en su país para supervisar una posible acción militar en Siria, aunque se comenta que la real causa es la ausencia de apoyos para sus programadas acciones contra Venezuela. La decisión deja en el aire muchas de las expectativas de los gobernantes de la región que pugnaban por conseguir una reunión bilateral con él. El vice presidente Mike Pence tomará su lugar.
La Organización de Estados Americanos llega con su octava cumbre para tratar el tema de la “Gobernabilidad democrática frente a la corrupción” a un país que acaba en destituir a su presidente en medio de un escándalo de corrupción, quien a su vez había indultado a uno anterior, Alberto Fujimori, sentenciado por corrupción y genocidio, donde sigue preso uno y reclamada la repatriación de otro (Ollanta Humala y Alejandro Toledo, respectivamente).
Todavía retumba en todo el continente el caso Odebrecht, conglomerado constructor brasileño acusado de implementar un complejo esquema de sobornos y compra de favores por 788 millones de dólares a presidentes, políticos y altos funcionarios, de izquierda y derecha, en Brasil, Argentina, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Panamá, Perú, Chile, Venezuela. Escándalos de corrupción que alcanzaron a varios de los que participarán en la reunión limeña, como Michel Temer, Juan Manuel Santos, Enrique Peña Nieto y Mauricio Macri.
Hoy existe un fuerte interés del capital internacional por recuperar a América Latina como el espacio de acumulación y reserva de capital, independientemente de la constitución del ALCA. El libre mercado necesita grados de legalidad y un Estado de derecho suficiente que asegure el movimiento de los capitales.
Aunque los grandes capitales son cómplices y promotores de la corrupción alrededor del mundo, en América Latina ha sido, también, una fuente de encarecimiento de la producción, de baja de productividad, de fuga de recursos públicos y privados, de incremento de la incertidumbre, de freno de la inversión y, por lo tanto, de estancamiento económico, señala el economista peruano Oscar Ugarteche.
En la institucionalización de este foro presidencial panamericano en 1994 en Miami, se anunció la creación de un Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), propósito primigenio que –derrotada en la reunión de Mar del Plata, está hoy más lejos que nunca de convertirse en realidad.
Ese mismo año había entrado en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre Estados Unidos, Canadá y México, que era el modelo de expansión regional para el ALCA y que hoy está en proceso de desmantelamiento, al menos en las intenciones del presidente estadounidense, Donald Trump.
Desde entonces, salvo las reuniones en Trinidad y Tobago (2009) y Colombia (2012), la Cumbre se ha alineado a la agenda del Consenso de Washington y ha gestionado y presionado por la apertura comercial de los países latinoamericanos. La de Lima será la primera Cumbre de las Américas en que México y Canadá, por un lado, y EEUU, por otro, se presenten en abierta discordia.
En el ámbito político, Cuba, el gran ausente de estas reuniones hasta que fue aceptada su presencia en la última, celebrada en Panamá el 2015, también ha sido su constante protagonista (ausente). Hoy, son manifiestas las intenciones de Trump de volver a enfriar las relaciones entre ambos países.
El actual presidente de EE.UU. no ha hecho otra cosa que echar más leña al fuego de la puesta en práctica del presidente venezolano, Nicolás Maduro, al presionar a Perú para retirar su invitación, algo sin precedentes pero que demuestra la docilidad de la cancillería peruana.
Pero, a la vez, la situación en Venezuela marca actualmente el mayor grado la impotencia continental para tomar y ejecutar decisiones conjuntas, digitadas en Washington y Madrid. Todos quieren mantener buenas relaciones con el poderoso del norte, pero les es imposible a muchos aceptar sus imposiciones.
México es el país más afectado al tener que entenderse con un vecino que quiere reforzar un muro en su frontera y pretender que lo pague, además de romper el TLCAN. Y junto a México, los países del llamado Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras), y también Nicaragua, se han visto afectados por las nuevas y agresivas políticas de EEUU contra la inmigración.
Trump y su OEA llegan a Lima contentos porque el presidente de facto brasileño Michel Temer cumplió con su parte; que el expresidente brasileño Lula –uno de los mandatarios que lograra descarrilar el ALCA de George Bush en 2005- fuera preso antes del inicio de la Cumbre. Ahora espera poder presionar y chantajear a los otros presidentes para tomar acciones conjuntas contra el gobierno constitucional de Venezuela, un país que fue la locomotora de la integración soberana de la región en el nuevo milenio.
* Antropóloga, docente e investigadora peruana, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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EN PORTUGUES
Uma Cúpula das Américas moldada pelos interesses dos Estados Unidos
Mariana Álvarez Orellana|
A VIII Cúpula das Américas se realizará em Lima entre os dias 13 e 14 de abril, com a presença de 22 presidentes e 12 primeiros-ministros do continente como convidados e um mandatário censurado (o venezuelano Nicolás Maduro), num contexto em que os Estados Unidos trabalha fortemente para assegurar a hegemonia sobre o que sempre considerou o seu quintal de trás, bombardeando governos e sabotando todos os esforços latino-americano de integração horizontal.
Nesta terça-feira (1074), o presidente Donald Trump cancelou sua participação, com a justificativa de permanecer em seu país para supervisionar uma possível ação militar na Síria, embora se especule que a verdadeira causa de sua mudança de plano e a ausência de apoios às medidas programadas contra a Venezuela. A decisão deixa muitas expectativas dos governantes da região frustradas, já que muitos ansiavam por uma reunião bilateral com ele. O vice-presidente Mike Pence irá ao evento em seu lugar.
A Organização dos Estados Americanos (OEA) pautou a sua oitava cúpula com o tema da “Governabilidade democrática diante da corrupção”, e o faz em um país que acaba de perder o seu presidente em meio a um escândalo de corrupção (Pedro Pablo Kuczynski), o mesmo que no ano passado indultou outro ex-presidente que estava preso por corrupção e genocídio (Alberto Fujimori), sem contar os casos de um ex-presidente que está preso (Ollanta Humala) e outro que teve sua repatriação solicitada pela Justiça (Alejandro Toledo).
O Caso Odebrecht ainda retumba em todo o continente. A empreiteira brasileira é acusada de montar um complexo esquema de subornos e compra de favores a presidentes, políticos e altos funcionários, de esquerda e de direita, em países como Brasil, Argentina, Colômbia, República Dominicana, Equador, Guatemala, México, Panamá, Peru, Chile e Venezuela, que teria envolvido mais de 788 milhões de dólares. Escândalos de corrupção que alcançaram a vários dos que participarão da reunião na capital peruana, como Michel Temer, Juan Manuel Santos, Sebastián Piñera, Enrique Peña Nieto e Mauricio Macri.
Atualmente, existe um grande interesse do capital internacional em recuperar a América Latina como espaço de acumulação e reserva de capital, independentemente da constituição do velho sonho da ALCA (Área de Livre Comércio das Américas). O livre mercado necessita de mais graus de legalidade e de Estados que assegurem o movimento dos capitais.
“Embora os grandes capitais sejam cúmplices e promotores da corrupção ao redor do mundo, na América Latina tem sido, também, uma fonte de encarecimento da produção, de baixa de produtividade, de fuga de recursos públicos e privados, de aumento das incertezas, de freio aos investimentos, e, portanto, de estancamento econômico”, analisa o economista peruano Oscar Ugarteche.
A ALCA foi anunciada como ideia durante o evento que institucionalizou este foro presidencial pan-americano: a Cúpula de Miami, em 1994. Contudo, aquele primeiro projeto foi derrotado na reunião de Mar del Plata, em 2005, graças à aliança de Hugo Chávez, Lula da Silva e do anfitrião Néstor Kirchner contra o estadunidense George W. Bush, e hoje está mais longe que nunca de se tornar realidade.
Naquele mesmo evento em Miami, a propaganda para a ideia da ALCA se fazia através do então recentemente inaugurado tratado NAFTA (sigla em inglês para o Tratado de Livre Comércio de América do Norte) entre Estados Unidos, Canadá e México. O NAFTA era o modelo de expansão regional para a ALCA, e hoje está em processo de desmantelamento, ao menos segundo as intenções de Donald Trump.
Após Mar del Plata (2005), e com exceção às reuniões de Trinidad e Tobago (2009) e da Colômbia (2012), a Cúpula tem se alinhado com a agenda do Consenso de Washington, pressionado a favor da abertura comercial dos países latino-americanos. A de Lima será o primeiro evento em que México e Canadá, por um lado, e os Estados Unidos, por outro, se apresentem em aberta discórdia.
No âmbito político, Cuba será a grande ausente das reuniões, já que foi celebrada a sua aceitação na reunião do Panamá, em 2015, depois de décadas sem ser convidada – mas sem deixar de ser protagonista. Hoje, são evidentes as intenções do presidente estadunidense de esfriar novamente as relações entre os países.
O atual presidente dos Estados Unidos está dedicado a colocar mais lenha na fogueira, especialmente com respeito à Venezuela, ao pressionar o Peru a retirar o convite ao presidente Nicolás Maduro, algo sem precedentes, mas que demonstra a passividade da chancelaria peruana.
Por sua vez, a situação da Venezuela marca atualmente o maior grau de impotência continental para tomar e executar as decisões conjuntas digitadas em Washington e em Madrid. Todos querem manter boas relações com o poderoso país do Norte, mas, para muitos, também é impossível aceitar suas imposições.
O México é o país mais afetado, ao ter que se entender com um vizinho que quer reforçar um muro em sua fronteira e que ainda pretende fazê-lo pagar pela obra. Ademais, quer acabar com o tratado NAFTA, o que poderia afetar fortemente a economia mexicana. Os países do chamado Triângulo Norte (Guatemala, El Salvador e Honduras), além da Nicarágua, são outros que vem sendo afetados pelas novas e agressivas políticas dos Estados Unidos contra a imigração.
De qualquer forma, os Estados Unidos e a OEA irão felizes a Lima, porque o presidente de facto do Brasil, Michel Temer, cumpriu sua missão: o ex-presidente brasileiro Lula da Silva, um dos mandatários responsáveis por acabar com o sonho da ALCA em 2005, foi preso antes do início da Cúpula. Agora, tentarão pressionar e chantagear os outros presidentes para tomar ações conjuntas contra o governo constitucional da Venezuela, um país que foi a locomotiva da integração soberana da região neste novo milênio.
Mariana Álvarez Orellana é antropóloga, docente e investigadora peruana, analista associada ao Centro Latino-Americano de Análise Estratégica (CLAE).