OIT: de la comida chatarra al empleo decente para jóvenes/ Da comida rápida ao emprego decente para os jovens

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Eduardo Camin

La marca líder de restaurantes de comida rápida –McDonald´s- se sumó a los 43 socios comprometidos a reducir las barreras al empleo decente para los jóvenes lo que, a un primer vistazo, contradice las denuncias de sus prácticas de explotación y discriminación a lo ancho y largo del mundo.

 

Durante 2016, en el marco Empleos Decentes para los Jóvenes, la Organización Internacional del Trabajo  (OIT) lanzó una iniciativa mundial cuyo objetivo es promover el empleo juvenil y garantizar que los jóvenes tengan acceso al trabajo decente en conformidad con la Agenda 2030 de desarrollo sostenible .

 

Este escenario constituye el punto de partida ideal para asociarse con algunas multinacionales aparentemente comprometidas con estas iniciativas en la creación de empleos. Y así, McDonald´s se comprometió a impulsar el acceso al trabajo decente en todo el mundoResultado de imagen para mcdonalds

 

Los compromisos del sector privado incluyen la Iniciativa global para los jóvenes de Nestlé, que busca facilitar el acceso a oportunidades económicas para 10 millones de jóvenes en todo el mundo, y la iniciativa de Lukoil en los países de la CEI, dirigida a reforzar las competencias y los conocimientos locales para poner en práctica políticas y programas nacionales eficaces en materia de empleo juvenil.

 

Hace algunos años la McDonald’s tuvo diferentes entredichos con la Justicia de varios países por sus prácticas laborales. En Argentina en el año 2010, se la condenó por el inadecuado uso de contratos de aprendizaje, que apuntan a jóvenes de entre 16 y 24 años, con el fin de que se los forme de manera teórico-práctica.

 

Dicha capacitación deberá estar establecida en un programa de trabajo, el cual el empleador debe respetar literalmente. Es por ello por lo que el aprendiz no puede realizar las mismas tareas que un empleado efectivo porque, en caso contrario, se estaría en presencia de un fraude a las leyes laborales. Ese fue el caso en Argentina… pero que se ha repetido en otras latitudes.

 

Por lo tanto, dichos jóvenes se encuentran claramente con menor posibilidad de reclamar por condiciones razonables de labor y salarios, y son fuerza de trabajo propensa a mayores niveles de explotación, y de todo tipo de discriminación, como es práctica consuetudinaria en esa multinacional.

 

Todo apunta a que la propuesta de la multinacional conduce a mayor precarización y mayor rotación de puestos de trabajo, con mayor mano de obra no calificada, coherente con el sistema y la conducción económica de la globalización.

 

Un poco de historia

Resultado de imagen para mcdonalds explotacionEn 1919, las naciones signatarias del Tratado de Versalles crearon la Organización Internacional del Trabajo (OIT), reconociendo el hecho de que “existen condiciones de trabajo que entrañan tal grado de injusticia, miseria y privaciones para gran número de seres humanos, que el descontento causado constituye una amenaza para la paz y armonía universales”.

 

Para hacer frente a este problema, en el alba de su creación la Organización estableció un sistema de normas internacionales del trabajo – convenios y recomendaciones internacionales preparados por representantes de los gobiernos, de los empleadores y de los trabajadores de todo el mundo– que abarca todos los temas relacionados con el trabajo.

 

Los fundadores de la OIT reconocieron con cierto espíritu visionario ya en 1919 que la economía global necesitaba reglas claras para garantizar que el progreso económico estuviese en sintonía con la justicia social, la prosperidad y la paz para todos.

 

Muchas décadas después la Declaración de la OIT sobre la justicia social para una globalización equitativa, adoptada por los Gobiernos, los Trabajadores y los Empleadores en junio de 2008, tiene como objetivo, en particular, fortalecer la capacidad de la OIT para promover el Programa de Trabajo Decente y ofrecer una respuesta eficaz a los crecientes desafíos que plantea constantemente la globalización.Imagen relacionada

 

Este programa, que abarcó un gran número de desafíos a los que la OIT ya se vio confrontada en el momento de su creación, tiene como objetivo permitir a todas las personas la obtención de un trabajo decente, favoreciendo el diálogo social, la protección social y la creación de empleos, así como el respeto de las normas internacionales del trabajo. Este es sin lugar a duda el marco teórico que le permitió a la OIT, mantenerse como la institución que todos conocemos cien años más tarde.

 

Está claro que la OIT celebra esta adhesión de Mc Donald´s, y así lo explica Deborah Greenfield, Directora General Adjunta de Políticas de la OIT:   “Celebramos la decisión de McDonald’s de asumir un compromiso con el Empleo Decente para los Jóvenes cuyo objetivo es aportar un cambio positivo en la vida de los jóvenes a través de acciones concretas”, dijo.

 

Con 64 millones de jóvenes desempleados en el mundo, el desafío del empleo juvenil es vasto y afecta a todos los países. La OIT-afirmó Greenfield- está plenamente comprometida con dotar a los jóvenes con las competencias para el empleo relevantes y trabaja con los gobiernos y los interlocutores sociales a fin de implementar soluciones específicas para incentivar la transición de los jóvenes hacia empleos de calidad, empleos que protejan sus derechos, les ofrezcan protección social y les den la oportunidad de expresar su opinión.

 

Resultado de imagen para oit Programa de Trabajo DecenteAñadió que en el marco de la iniciativa Youth Opportunity, la empresa está experimentando un programa de formación de preparación para el empleo en Chicago, con el objetivo de reducir los obstáculos para 4.000 jóvenes en la ciudad, antes de introducirlo en otras ciudades seleccionadas en Estados Unidos a partir del próximo año.

Esta iniciativa será puesta en marcha a partir de 2019 en los mercados mundiales participantes a través de programas de formación y socios pertinentes a nivel .

 

Recordamos que los estatutos fundacionales de la OIT dejaron claro el objetivo fundamental del desarrollo de las personas en su calidad de seres humanos. En la Declaración de Filadelfia de la OIT, de 1944, la comunidad internacional reconocía que “el trabajo no es una mercancía”.

 

La otra cara del informe: de la comida chatarra al “pleno empleo”

 

El trabajo no es como una manzana o como un aparato de televisión, no es un objeto inanimado que pueda negociarse para obtener el mayor provecho o conseguir el más bajo precio. El trabajo es parte de la vida diaria de todos y el factor determinante para alcanzar la dignidad humana, el bienestar y el desarrollo como seres humanos.

 

Por lo tanto, el desarrollo económico debe incluir la creación de empleo y unas condiciones de trabajo adecuadas para que las personas puedan trabajar con libertad y en condiciones de seguridad y dignidad. En resumen, el desarrollo económico no es un fin en sí mismo, sino que su meta debe ser mejorar la vida de las personas. Las normas internacionales del trabajo se han establecido para garantizar que el desarrollo económico siga centrándose en la mejora de la vida y la dignidad humanas.

 

Pero los tiempos cambian y según el discurso dominante de nuestra época, parece ser queexiste unagrave imposibilidad de los Estadosa dar respuestas adecuadas a la problemática del empleo juvenil.En realidad, bajo la óptica de la concepción dominante de la economía neoliberal, fenómenos sociales como la pobreza, el hambre, la desocupación y las variadas formas que asume la precarización laboral, no tendrían relación alguna con estructuras de poder establecidas.Resultado de imagen para mcdonalds explotacion

 

Transformamos entonces la estimulación por parte del Estado del individualismo, la gran familia compuesta de empresarios empleadores y empleados, la meritocracia, la libre empresa, en definitiva, el individualismo como forma de disputa cultural ante los reclamos sociales.

 

Así se vende la multinacional de la comida hasta ahora “chatarra” o de “dudosa procedencia” creando además un enfoque particular en la formación tecnológica de los jóvenes a emplear, la multinacional propone un verdaderofestival de la alegría y la sonrisa “made in América”, acorde con la dicha colectiva prometida

 

En la Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2013, los 194 estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) acordaron el plan de acción mundial para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles. Uno de los nueve grandes objetivos del plan es frenar la obesidad, esa epidemia que no deja de avanzar en los países desarrollados y emergentes. Tanto es así que expertos de la OMS pidieron a los dirigentes políticos leyes para combatir el consumo de comida rápida.

 

Según un estudio que publico la OMS, los gobiernos podrían frenar e incluso revertir la creciente epidemia de sobrepeso y obesidad, que puede tener consecuencias graves para la salud a largo plazo, como diabetes, enfermedades cardiacas, derrame cerebral y cáncer. El trabajo, realizado por un equipo de investigadores con sede en EEUU e Irlanda, es el primero en examinar los efectos de la desregulación de la economía, incluidos los sectores de la agricultura y alimentación, y el consiguiente aumento de las transacciones de comida rápida, en la obesidad a lo largo del tiempo.

 

Esta otra cara del informe pretende ser la dialéctica de las incertidumbres, o la letra pequeña de los contratos entonces permítaseme dudar seriamente de la real finalidad de McDonald´s. Aun en épocas de crisis, no todo sirve en materia de empleo:  la OIT adopta un compromiso anti-natura que va a contrasentido de sus propias normas laborales. El tiempo lo dirá, la praxis ya lo confirma.

 

*Periodista uruguayo, miembro de la Asociación de Corresponsales de prensa de la ONU. Redactor Jefe Internacional del Hebdolatino en Ginebra. Asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

 

VERSIÓN EN PORTUGUÉS

Da comida rápida ao emprego decente para os jovens
Por Eduardo Camín

McDonald´s, a marca que é líder mundial dos restaurantes de comida rápida, se aliou aos 43 sócios comprometidos em reduzir as barreiras ao emprego decente para os jovens. Algo que, à primeira vista, contradiz as denúncias que a marca acumula ao redor do planeta, devido às suas práticas de exploração e discriminação.

Durante o ano de 2016, em meio à campanha de Empregos Decentes para os Jovens, a Organização Internacional do Trabalho (OIT) lançou uma iniciativa mundial cujo objetivo era promover o emprego juvenil e garantir que os jovens tenham acesso a trabalhos decentes, em sintonia com a Agenda 2030 de desenvolvimento sustentável.

Foi o ponto de partida ideal para que algumas multinacionais aparentemente comprometidas com estas iniciativas na criação de empregos para os jovens se associassem a uma política que parecia positiva para sua imagem. Assim, o McDonald´s pode se apresentar para o mundo como uma empresa ligada ao acesso a um ambiente de trabalho decente para os seus empregados.

Os compromissos do setor privado incluem a Iniciativa Global para os Jovens, lançada pela Nestlé, que busca facilitar o acesso a oportunidades econômicas para 10 milhões de jovens em todo o mundo; e também a iniciativa da Lukoil, dirigida a reforçar as competências e os conhecimentos locais para colocar em prática políticas e programas nacionais eficazes em matéria de emprego juvenil.

Há alguns anos, o McDonald’s teve diferentes problemas com a Justiça de vários países, por causa de suas práticas trabalhistas questionáveis. Na Argentina, em 2010, a empresa foi condenada pelo inadequado uso de contratos de aprendizagem dedicados a jovens entre 16 e 24 anos, com o fim de formá-los de maneira teórica e prática.

Agora, tal capacitação deverá estar estabelecida em um programa de trabalho no qual o empregador terá que respeitar literalmente. Um aprendiz não pode realizar as mesmas tarefas que um empregado efetivo, pois estaríamos diante de uma fraude contra a legislação do trabalho. Esse foi o caso na Argentina, e que se viu repetido em outras latitudes.

Ademais, os trabalhadores jovens se encontram claramente em menor possibilidade de reclamar por salários e condições mais razoáveis, e são, portanto, uma força de trabalho propensa a maiores níveis de exploração e diversos tipos de discriminação, como é prática consuetudinária nessa multinacional.

Os dados mostram que as práticas da maior multinacional de comida rápida do mundo conduzem a uma maior precariedade e instabilidade dos postos de trabalho, com mais mão de obra não qualificada, coerente com o sistema e a condução econômica da globalização.

Um pouco de história

Em 1919, as nações que assinaram o Tratado de Versalhes criaram a Organização Internacional do Trabalho (OIT), reconhecendo o fato de que “existem condições de trabalho que entranham tal grau de injustiça, miséria e privações para um grande número de seres humanos, que o descontentamento causado constitui uma ameaça para a paz e a harmonia universais”.

Para enfrentar esse problema, na alvorada da sua criação, a entidade estabeleceu um sistema de normas internacionais de trabalho – convênios e recomendações internacionais preparados por representantes dos governos, dos empregadores e dos trabalhadores de todo o mundo – que abarca todos os temas relacionados com o trabalho.

Os fundadores da OIT reconheceram já em 1919, com certo espírito visionário, que a economia global necessitava regras claras para garantir que o progresso econômico estivesse em sintonia com a justiça social, a prosperidade e a paz para todos.

Muitas décadas depois, a declaração da organização sobre justiça social para uma globalização equitativa, adotada pelos governos, pelos trabalhadores e pelos empregadores em junho de 2008, tem como objetivo, em particular, fortalecer a capacidade da OIT para promover o Programa de Trabalho Decente e oferecer uma resposta eficaz aos cada vez maiores desafios que a globalização apresenta constantemente.

Este programa, que incluiu um grande número de desafios aos quais a OIT já confrontou no momento de sua criação, tem como objetivo permitir que todas as pessoas consigam obter um trabalho decente, favorecendo o diálogo social, a proteção social e a criação de empregos, assim como o respeito das normas internacionais do trabalho. Este é, sem dúvidas, o marco teórico que fez com que a entidade pudesse se manter como referência mundial mesmo depois de cem anos.

Está claro que a OIT comemora esta adesão do Mc Donald´s, como explicou Deborah Greenfield, diretora-geral adjunta de políticas da OIT: “celebramos a decisão da empresa McDonald’s de assumir um compromisso com a campanha de Empregos Decentes para os Jovens, cujo objetivo é trazer mudanças positivas para a vida dessas pessoas, através de ações concretas”, disse.

Com 64 milhões de jovens desempregados no mundo, o desafio do emprego juvenil é vasto e afeta todos os países. A OIT, segundo Greenfield, está plenamente comprometida com a ideia de dotar os jovens com as competências necessárias para estarem aptos a adquirir empregos relevantes, e trabalha com os governos e os interlocutores sociais, a fim de implementar soluções específicas para incentivar a transição dos jovens a um padrão de empregos de maior qualidade, que protejam seus direitos, que ofereçam proteção social e que permitam expressar suas opiniões.

Ela ressalta ainda que a empresa McDonald´s, no marco da iniciativa Youth Opportunity, está experimentando um programa de formação e preparação para o emprego, em Chicago, com o objetivo de reduzir os obstáculos para cerca de 4 mil jovens na cidade, e que logo (a partir do ano que vem) pretende levá-lo a outras cidades selecionadas nos Estados Unidos.

Esta iniciativa deverá se consolidar e se expandir nos mercados mundiais participantes durante o ano de 2019, através de programas de formação e sócios pertinentes.

Recordamos que os estatutos fundacionais da OIT deixaram claro o objetivo fundamental do desenvolvimento das pessoas em sua qualidade de seres humanos. Na Declaração de Filadélfia da OIT, em 1944, a comunidade internacional reconheceu que “o trabalho não é uma mercadoria”.

A outra cara do informe: da comida rápida ao “pleno emprego”

O trabalho não é como uma maçã ou como um aparelho de televisão, não é um objeto inanimado que pode ser negociado, visando obter o maior proveito ou conseguir o preço mais baixo. O trabalho é parte da vida diária de todos e o fator determinante para alcançar a dignidade humana, o bem-estar e o desenvolvimento como seres humanos.

Portanto, o desenvolvimento econômico deve incluir a criação de emprego e de condições de trabalho adequadas para que as pessoas possam trabalhar com liberdade, segurança e dignidade. Em resumo, o desenvolvimento econômico não é um fim em si mesmo, e sua meta deve ser a de melhorar a vida das pessoas. As normas internacionais de trabalho se estabeleceram para garantir que o desenvolvimento econômico siga se centrando na melhora da vida e na dignidade humana.

Mas os tempos mudam, e segundo o discurso dominante da nossa época, parece que existe uma grave dificuldade dos Estados para reagir adequadamente à problemática do emprego juvenil. Na verdade, sob a óptica da concepção dominante da economia neoliberal, fenômenos sociais como a pobreza, a fome, o desemprego e as variadas formas de precarização do trabalho, não têm nenhuma relação com as estruturas de poder estabelecidas.

Então, transformamos a estimulação do individualismo por parte do Estado – a grande estrutura composta por empresários empregadores e empregados, a meritocracia, a livre empresa e o individualismo – como forma de disputa cultural contra a insatisfação social.

Assim, é possível vender a imagem da multinacional de comida rápida, e seus produtos de “duvidosa procedência”, criando um foco particular na formação tecnológica dos jovens empregados, com o qual a empresa propõe um verdadeiro festival da alegria e dos sorrisos made in América, em sintonia com a propaganda.

Na Assembleia Mundial da Saúde, em maio 2013, os 194 Estados-membros da Organização Mundial da Saúde (OMS) concordaram com um plano de ação mundial para a prevenção e controle das doenças não transmissíveis. Um dos nove grandes objetivos do plano era combater a obesidade, essa epidemia que não para de avançar nos países desenvolvidos e emergentes. Tanto cresce que os especialistas da OMS pediram aos líderes políticos que defendessem leis contra o consumo de comida rápida.

Segundo um estudo publicado pela OMS, os governos poderiam conter e até mesmo reverter a crescente epidemia de obesidade, que poderia ter graves consequências para a saúde a longo prazo – como diabetes, doenças cardíacas, derrame cerebral e câncer. O trabalho, realizado por uma equipe de investigadores com sede nos Estados Unidos e na Irlanda, é o primeiro em examinar os efeitos da desregulação da economia, incluindo os setores da agricultura e da alimentação, e o conseguinte aumento das transações no mercado de comida rápida e como isso fomenta a obesidade ao longo dos anos.

Esta é a dialética das incertezas, ou a letra pequena dos contratos, que permitem duvidar seriamente da real finalidade do McDonald´s. Mesmo em épocas de crise, não é qualquer coisa que pode ser considerada uma boa notícia, em matéria de emprego: o compromisso adotado pela OIT vai contra as suas próprias normas de trabalho. O tempo dirá se foi ou não uma boa decisão aceitar essa proposta.

Eduardo Camín é jornalista, membro da Associação de Correspondentes de Imprensa da ONU, redator-chefe internacional do Hebdolatino e analista associado ao Centro Latino-Americano de Análise Estratégica (CLAE)

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