Foro de Sao Paulo: La izquierda debe reconstruir el significado de democracia/ Foro de São Paulo: a esquerda deve reconstruir o significado da democracia

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Elmer Pineda dos Santos

Las asignaturas pendientes de América Latina y la izquierda regional en la soberanía de los medios y las políticas comunicacionales, la mediatización de la política y el escenario de Internet como una de las plataformas en que se soporta y expande el poder cultural, económico y político de la derecha y de Estados Unidos, fueron centro de análisis en la segunda jornada del XXIV Foro de Sao Paulo, que se escenifica en La Habana.

El diálogo necesario entre movimientos y partidos

En el encuentro entre los partidos de izquierda y los movimientos sociales y populares, el costarricense Jorge Coronado, señaló que 10 plataformas regionales de América Latina, de diversos movimientos, de expresiones sindicales, de mujeres, de jóvenes iniciaron un diálogo con los partidos para ver cómo enfrentar esta contraofensiva, y cuál es la apuesta política de los sectores de izquierda y progresistas para enfrentar ese proceso más coordinadamente.

Coronado señala que no existe un diagnóstico común y hay diferencias de análisis entre los movimientos populares (con mayor cercanía con los territorios y las comunidades)  y la  izquierda política, ante procesos de este mecanismo neoliberal del capitalismo depredador que son diferentes a la práctica histórica que han planteado los partidos.

Los partidos no siempre logran leer todas las sensibilidades de grupos y comunidades locales; en muchos casos se quedan en la superestructura o no están leyendo los temas del momento. Por ejemplo, la lucha por una justicia fiscal en América Latina, donde las elites y las corporaciones extraen recursos y no pagan impuestos. La izquierda política no está abordando ese asunto, ni el de la deuda interna, no ya la externa, ni el extractivismo, añadió.

«Hay que establecer los diálogos: no es que los movimientos sociales tengamos la lectura integral correcta, sino analizar cómo complementarnos, y  hay una discusión fundamental que tenemos que hacer: la del asunto de la democracia, ya que la institucionalidad burguesa se ha tragado a una corriente importante de la izquierda que sigue la lógica de esa institucionalidad.

“Al final hay que volver a reconstruir el concepto de democracia –que no es sólo elecciones y acceder al parlamento- desde una mirada de la izquierda, y hoy es más evidente que eso no existe”, indicó Coronado, quien agregó que la izquierda se ha centrado en esa superestructura  de representación política. «Sólo e rompe con la arremetida neoliberal articulando desde abajo”, concluyó

Varios delegados se sumaron al reclamo de acercarse a las nuevas reaklidades, con sensibilidades distintas y propuestas como los movimientos LGTBI, los jóvenes que ahora se definen autoconvocados en muchas luchas, las mujeres y la nueva lógica de identidad de género. Son enfoques que van construyendo el discurso de lógica democrática que va más allá de la tradicional de la institucionalidad superestructural que nos construyó la burguesía.

La juventud de izquierda no está perdida

El décimo Foro de Juventudes del Foro de Sao Paulo hizo un llamado a la unidad contra el enemigo común —el poder imperial, neoliberal, enajenante— para alcanzar la segunda y definitiva independencia en América Latina y el Caribe. Las más acuciantes y problemáticas realidades de la región  y el futuro de la izquierda y de los movimientos populares, fueron analizadas por centenares de jóvenes reunidos en La Habana.

Diosvany Acosta, de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) de Cuba señaló que «La cultura es un campo de batalla, en especial para los países que buscamos una alternativa, es un terreno de resistencia frente a las manipulaciones del imperialismo y las oligarquías nacionales, que buscan implantar una hegemonía imperial de su valores del mundo».

Indicó que es  útil para EEUU ver una juventud descontenta,  desmovilizada, ajena a sus realidades, que se convierte en terreno fértil para la desvinculación de esa generación con las pasadas e insistió en que en las cuestiones de la hegemonía cultural las nuevas tecnologías y los medios de comunicación juegan un papel vital, como «herramientas de dominación o herramientas para la liberación y descolonización. El objetivo es saber cómo utilizarlas».

Lla Juventud del PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) puso en el tapete los golpes blandos, que se han La imagen puede contener: 4 personas, personas sentadasconfigurado como una de las cartas de mayor uso de las agencias de inteligencias, en especial la CIA, para derribar los gobiernos inconvenientes para sus intereses. Si bien no son infalibles, ha tenido éxitos. Esta estrategia ha sido reiterada y perfeccionada en caso de Venezuela y recientemente en Nicaragua, señalaron.

La representante de la brasileña Unión de la Juventud Socialista, se refirió a la persecución política, que sufren los expresidentes Dilma Rousseuf y Luiz  Inácio Lula da Silva. Planteó que el empleo de instrumentos jurídicos, la destrucción de la imagen del líder y el derrocamiento de las instituciones pueden confundirse con los debates de corrupción e impiden ver el golpe del imperialismo donde sí lo hay, y así se desarma a la izquierda y a la unidad, destacó.

la Juventud Comunista de Colombiana (Juco) dialogó sobre el despojo y la aplicación de la Doctrina Monroe, la legitimación de las intervenciones militares y el peligro de ver la realidad fragmentada y no analizarla como un todo, mientras los dirigentes de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (OCLAE), se refirieron a  los retos de la educación y las organizaciones estudiantiles

La batalla cultural

La cultura como terreno en el que se libra una batalla entre la liberación y la enajenación de las mentes a nivel global fue debatido  en la segunda sesión del XXIV Foro de Sao Paulo que se lleva a cabo en La Habana. El politólogo cubano Enrique Ubieta señaló que el imperialismo miente con impunidad. “No importa que al correr de los días se descubra la falsedades, la mentira permitió la acción deseada y dejó una huella en la conciencia de las masas”.

La imagen puede contener: 3 personas“La guerra que se nos hace”, añadió, “no es estrictamente de pensamiento, no es solo una batalla por la verdad, sino por la toma del poder y por su conservación”, y afirmó que la guerra de los revolucionarios sí debe ser de pensamiento y  “demostrar a los potenciales lectores-espectadores-oyentes que los mensajes que ha recibido son trampas que explotarán en sus manos”.

Ubieta sostuvo que la izquierda no reparó en el siglo 20 ni en lo que va del 21 en la batalla cultural, que es probablemente la más difícil y a la vez decisiva, ya que no existe una sociedad nueva si una cultura nueva. “La ofensiva imperialista no se apoya en una reconquista del electorado, sino en actos criminales, golpes de estado judiciales, enjuiciamiento de líderes políticos y sociales”, señaló.

El venezolano Gustavo Borges, del grupo Misión Verdad, mostró su preocupación porque muchos intelectuales de izquierda a nivel internacional han sido penetrados por la propaganda occidental y desconocen la realidad de los gobiernos progresistas.  Dijo que su país enfrenta una guerra no convencional sin precedentes, similar a la de las revoluciones de colores en Europa Oriental y la Primavera Árabe en Oriente Medio, y es uno de los pocos países del mundo que ha logrado resistirla gracias al apoyo popular.

Por su parte, el cineasta y político argentino, Tristan Bauer, destacó la importancia de abordar la cultura como parte del planteamiento estratégico de quienes apuestan por llevar adelante cambios sociales en sus países. “Entendemos los modelos neoliberales como modelos económicos, pero sin dudas el neoliberalismo es también un modelo cultural que crea subjetividades colonizadas”, añadió.

Criticó que se intente poner un signo negativo a los cambios llevados a cabo en América Latina en los últimos años y mostrarlos como “experiencias frustradas”. “Tenemos que reivindicarlos, aprender de las experiencias, tener una mirada crítica, pero saber que hemos avanzado en esta etapa como hemos avanzado en pocos momentos de nuestra historia”, dijo.

Varios participantes llamaron a articular arte, pensamiento e historia para construir cultura política y hacerlo desde las bases y señalaron que los intelectuales tienen que ayudar a sus pueblos a pensar”.

Los intelectualesLa imagen puede contener: 2 personas, personas sentadas

Hernando Calvo Ospina, periodista y escritor colombiano exiliados en Francia habló sobre el  papel que le toca a la intelectualidad de izquierda en esta coyuntura: “Primero, darse cuenta que son de izquierda. Nuestra agenda en la izquierda nos la manejan los grandes medios de información. Si mañana dicen algo que yo sé no es así, comienzo a dudar de lo que sé. Todos podemos hacer un discurso sobre manipulación de medios, pero los medios nos manipulan”.

«Es momento de darnos cuenta de que el enemigo es uno, no hay otro: el gran imperio, encabezado por Estados Unidos. Debemos que tener conciencia de clase. El sistema (burgués) sí tiene conciencia de clase y sabe defender sus miles de millones. Nosotros, no. Es un problema muy grave. No sabemos hablarle a la gente.

Muchos de nuestros compañeros cuando escriben o hablan parecen hallar placer en buscar los sinónimos más complicados”, dijo Calvo: “Hablamos de pueblo pero no sabemos hablarle al pueblo.

 El contexto comunicacional

Raúl Garcés, decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, recordó que ya no se puede ver el poder solo en términos de economía, de la organización política, sino en términos de poder simbólico, y este determina en las sociedades contemporáneas la configuración de gobiernos, sistemas políticos, de la relación entre gobiernos y opinión pública. “Por eso los centros de poder le dedican tanto dinero”.

Entre los principales rasgos y tendencias que definen hoy el poder simbólico, Garcés mencionó la norteamericanización, la personalización, la comercialización e incluso lo que algunos han llamado la norteamericanización de segundo grado, ya que la dominación no es solo de Norte a Sur, sino también dentro del propio Sur.

“Hay una franca norteamericanización de la comunicación política a partir de un franco dominio de EEUU en los modelos de comunicación política imperantes”, dijo, y subrayó que ello influye también desde el punto de vista de exportación de los modos de producción y las relaciones entre sistema político y sistema comunicativo en el mundo de hoy.

Garcés dijo que otro de los rasgos es la tendencia a personalizar los procesos políticos con un objetivo: dar a entender que desapareciendo las personas desaparece el problema, como lo hicieron con Fidel Castro, con Hugo Chávez, con Rafael Correa…” Es la idea de presentar al líder, y promover la idea de desaparecerlo, como si no fuera parte conductora de proceso mucho más complejo que nace desde abajo”, señaló.

Dotar de sentido a lo alternativo (al mensaje hegemónico) significa restaurarle su sentido a la palabra ‘deliberación’. No hay comunicación democrática sin debate, no hay debate sin que la gente tenga voz, y no hay voz sin que la gente tenga educación que permita compartir ideas.

Colonialismo 2.0

En una sociedad que transita aceleradamente de la producción y comercio de bienes y servicios físicos a la producción digital, la nueva e intensa concentración comunicativa y cultural con centro de Estados Unidos decide, por ejemplo, cómo gasta un cuarto de la población mundial cerca de 50 millones de horas diarias, señaló Rosa Miriam Elizalde, vicepresidenta de la Unión de Periodistas de Cuba y de la FELAP.

La imagen puede contener: 3 personas, personas sentadas e interior “Hay pocas instituciones públicas a nivel nacional o global que puedan enfrentar estos poderes trasnacionales. De hecho, las nuevas plataformas tecnológicas han alterado dramáticamente la naturaleza de la comunicación pública. No existe Estado-nación que pueda remodelar la red por sí solo ni frenar el colonialismo 2.0 aun cuando ejecute normativas locales de protección antimonopólica”, consideró la periodista e investigadora.

Según datos de la CEPAL, cerca del 90% de la información electrónica de América Latina y el Caribe pasa por algún nodo administrado directa o indirectamente por EEUU, y entre 70 y 80% de los datos que intercambian internamente los países de la región también van a ciudades estadounidenses, donde se ubican diez de los 13 servidores raíces que conforman el código maestro de Internet.

A ello se suma, continuó, que América Latina “es la región más atrasada, según datos internacionales, en la producción de contenidos locales y, sin embargo, es líder en cuanto a presencia de internautas en las redes sociales. De los cien sitios más populares en la región, solo 21 corresponden a contenidos locales: quiere decir que en lugar de crear riqueza para la región, el continente está transmitiendo riquezas todos los días a Estados Unidos, donde están alojadas las grandes empresas de Internet”.

Como dijo Darcy Ribeiro, es una colonización en curso de la mano de una tecnología revolucionaria, y EEUU está cumpliendo su papel con enorme eficacia en el sentido de buscar complementariedades que nos harán dependientes permanentemente de ellos. Elizalde recalcó que “en ningún caso las llamadas plataformas sociales son un servicio neutral que explota un servicio genérico, sino que se fundan en cimientos tecnológicos e ideológicos y son sistemas institucionalizados que inevitablemente diseñan y manipulan las conexiones”.

Varios delegados coincidieron en la falta de estrategias y programas que permitan a la izquierda desafiar e intervenir las políticas públicas, y generar líneas de acción y trabajo definidas para construir un modelo verdaderamente soberano de la información y la comunicación. Es más,  aún no se ha logrado concretar en la región el proyecto de un canal propio de fibra óptica que fue un sueño de UNASUR.

La izquierda en la UE y en Latinoamérica

Los delegados de los Partido de la Izquierda Europea y los miembros del Foro de Sao Paulo abogaron por un frente común para enfrentar las amenazas a uno y otro lado del Atlántico que sufren los movimientos progresistas y contrarios al estatus quo. Pablo González, del Frente Amplio de Uruguay, dijo que existen desafíos nuevos y que es necesario construir respuestas efectivas.  “Nuestra incapacidad de discutir estos temas es una ventaja para la derecha”, dijo,

La delegada italiana Ana Campos Silveiro explicó que, del lado europeo, el problema mayor es una integración bajo presupuestos económicos, militares y comerciales, y no sobre la base de la justicia y la democracia. Denunció que su país cuenta con más de 300 bases militares de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), lo que implica un tipo nuevo de colonización y subordinación.

“Hay que tener más coraje para proponer modelos diferentes”, dijo Campos, quien criticó a la socialdemocracia europea por plegarse a los intereses económicos del gran capital, mientras la diputada alemana Heike Haense, vicepresidenta del Partido de la Izquierda (Die Linke), criticó la injerencia de EEUU y la Unión Europea (UE) en asuntos internos de diferentes países, así como el distanciamiento de gobiernos progresistas con algunos sectores de la población y de los movimientos de base.

En Europa, aseguró, el fortalecimiento de la derecha significa el fracaso de los partidos socialdemócratas y socialistas que dejan a su vez un vacío político, que ocupan generalmente los partidos de derecha radical o neonazi.

*Periodista cubano asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la


EN PORTUGUÉS

Foro de São Paulo: a esquerda deve reconstruir o significado da democracia

Por Elmer Pineda dos Santos
As tarefas pendentes da América Latina e da esquerda regional, a soberania dos meios e as políticas comunicacionais, a midiatização da política e o uso da Internet como uma das plataformas que suporta e expande o poder cultural, econômico e político da direita e dos Estados Unidos, foram o tema principal de análise da segunda jornada do 24º Encontro do Foro de São Paulo, que acontece em Havana, capital de Cuba.

O diálogo necessário entre movimentos e partidos

No encontro entre os partidos de esquerda e os movimentos sociais e populares, o costarriquenho Jorge Coronado, mostrou que 10 plataformas regionais da América Latina, de diversos movimentos, de expressões sindicais, de mulheres e de jovens, iniciaram um diálogo com os partidos para ver como enfrentar esta contraofensiva, e qual é a aposta política dos setores de esquerda e progressistas para enfrentar esse processo de forma mais coordenada.

Coronado mostra que não existe um diagnóstico comum e que há diferenças de análise entre os movimentos populares (com maior proximidade com os territórios e as comunidades) e a esquerda política, a respeito dos processos deste mecanismo neoliberal do capitalismo predador, que são diferentes da prática histórica planteada pelos partidos.

“Os partidos não sempre conseguem ler todas as sensibilidades de grupos e comunidades locais. Em muitos casos, se concentram na superestrutura, ou não estão lendo os temas do momento. Por exemplo, a luta por uma justiça fiscal na América Latina, onde as elites e as corporações extraem recursos e não pagam impostos. A esquerda política não está abordando este assunto, nem o da dívida interna, nem o extrativismo”, detalhou.

Deve-se, então, estabelecer os diálogos: não é que os movimentos sociais tenham que fazer sempre a leitura integral correta, mas sim uma análise de como se envolver nesses temas. E há uma discussão fundamental que precisa ser feita: a da democracia. Especialmente porque a institucionalidade burguesa terminou absorvendo uma corrente importante da esquerda que segue a lógica dessa institucionalidade.

“Temos que reconstruir o conceito de democracia – que não deve ser só eleições e acesso ao parlamento – uma visão de esquerda hoje deve ser mais ampla que isso, e oferecer algo que hoje não existe”, indicou Coronado, que acredita que a esquerda erra ao se centrar nessa superestrutura de representação política. “Só é possível confrontar a arremetida neoliberal articulando de baixo para cima”, concluiu.

Vários delegados se somaram à ideia de se aproximar das novas realidades, com sensibilidades diferentes, que requerem propostas diferentes, como os movimentos LGTBI, os jovens, o movimento negro, as mulheres e a nova lógica de identidade de gênero. São universos que vão construindo o discurso de lógica democrática que vai mais além dos paradigmas da institucionalidade superestrutural construída para satisfazer a burguesia.

A juventude de esquerda não está perdida

O décimo Foro de Juventudes, que foi um dos eventos dentro deste Foro de São Paulo fez um chamado à unidade contra o inimigo comum – o poder imperial, neoliberal e alienante – para alcançar a segunda e definitiva independência da América Latina e do Caribe. As mais angustiantes e problemáticas realidades da região e o futuro da esquerda e dos movimentos populares, foram analisadas por centenas de jovens reunidos em Havana.

Diosvany Acosta, da União de Jovens Comunistas (UJC) de Cuba, contou que “a cultura é um campo de batalha, em especial para os países que buscam uma alternativa, e também é um terreno de resistência contra as manipulações do imperialismo e das oligarquias nacionais, que buscam implantar uma hegemonia imperial dos seus valores ao mundo”.

Indicou que é útil para os Estados Unidos ver uma juventude descontente, desmobilizada, alheia às suas realidades, que se transforma em terreno fértil para a desvinculação dessa geração com as passadas e insistiu em que “as questões da hegemonia cultural, as novas tecnologias e os meios de comunicação cumprem um papel vital, como ferramentas de dominação ou ferramentas para a liberação e descolonização. O objetivo é saber como utilizá-las”.

A Juventude do PSUV (Partido Socialista Unido da Venezuela) abordou o tema dos golpes brandos, que se tornaram uma das cartas mais usadas nos últimos anos pelas agências de inteligência, em especial a CIA (principal órgão da inteligência estadunidense), para derrubar governos inconvenientes para seus interesses. Embora não sejam infalíveis, esses golpes vêm tendo sucesso ultimamente.

A representante brasileira União da Juventude Socialista (UJS), se referiu à perseguição política sofrida pelos ex-presidentes Dilma Rousseff e Luiz Inácio Lula da Silva. Planteou que o emprego de instrumentos jurídicos, a destruição da imagem do líder e o desmantelamento das instituições podem se confundir com os debates sobre a corrupção, que impedem ver o golpe do imperialismo onde ele aconteceu e desarmam a esquerda e a unidade do progressismo.

Por sua vez, a Juventude Comunista Colombiana (JUCO) dialogou sobre as intromissões estrangeiras, a aplicação da Doutrina Monroe por parte dos Estados Unidos, a legitimação das intervenções militares e o perigo de ver a realidade fragmentada e não analisá-la como um todo, enquanto os dirigentes da Organização Continental Latino-Americana e Caribenha de Estudantes (OCLAE, por sua sigla em espanhol), se referiram aos desafios da educação e das organizações estudantis

A batalha cultural

A cultura é o terreno no qual se disputa uma batalha crucial entre a liberação e a alienação das mentes a nível global, e por isso foi um dos debates mais importantes do segundo dia do 24º Foro de São Paulo. O cientista político cubano Enrique Ubieta falou sobre os interesses do imperialismo sobre esse tema, e das consequências do poder dos grandes meios de comunicação, de mentir com impunidade: “não importa se, com o passar dos dias, parte da sociedade descubra essas mentiras, pois a ação já obteve o efeito desejado, o de deixar uma marca na consciência das massas”.

Ubieta sustenta que a esquerda não reparou, nem durante todo o Século XX e nem neste começo de Século XXI – que a batalha cultural é provavelmente a mais difícil, e também a decisiva, já que “não existe uma sociedade nova sem uma cultura nova”, e acrescentou: “a ofensiva imperialista não se apoia numa reconquista do eleitorado, e sim em atos criminosos, golpes de estado judiciais, perseguições de líderes políticos e sociais… e tudo isso requer um relato coerente e bem amarrado”.

Vários participantes defenderam a criação de novos trabalhos e propostas envolvendo arte, pensamento e história, para construir cultura política, e que esta possa ser difundida a partir das bases, e concordaram em que os intelectuais de esquerda devem ter um outro papel neste sentido, de “ajudar o povo a pensar”.

Os intelectuais

Hernando Calvo Ospina, jornalista e escritor colombiano exiliados na França, falou sobre o papel que terá a intelectualidade de esquerda nesta conjuntura: “Primero, deve entender que são de esquerda. Nossa agenda na esquerda está sendo controlada pelos grandes meios de informação. Mesmo que digam algo que sabemos que não é verdade, são capazes de nos fazer duvidar do que sabemos”.

“É hora de percebermos que o inimigo é um só, e não há outro: o grande império, encabeçado pelos Estados Unidos. Devemos ter consciência de classe. O sistema (burguês) tem consciência de classe e sabe defender seus interesses. Nós não. É um problema muito grave. Não sabemos falar com as pessoas. Muitos de nossos companheiros, quando se expressam, parecem ter um certo prazer em buscar os sinônimos mais complicados”, disse Calvo, que contestou essa tendência: “queremos falar sobre o povo, mas não sabemos falar com o povo”.

O contexto comunicacional

Raúl Garcés, decano da Faculdade de Comunicação da Universidade de Havana, recordou que já não se pode ver o poder somente em termos de economia e de organização política, mas também em termos de poder simbólico, e o que determina isso nas sociedades contemporâneas é a configuração de governos, sistemas políticos e a relação entre governos e a opinião pública. “Por isso, os centros de poder dedicam tanto dinheiro a essas matérias”.

Entre os principais traços e tendências que definem o poder simbólico hoje, Garcés menciona a norteamericanização, a personalização, a comercialização e inclusive o que alguns chamam de “norteamericanização de segundo grau”, já que a dominação não é só de Norte a Sul, como também dentro do próprio Sul.

“Há um claro processo de norteamericanização da comunicação política, a partir do também evidente domínio dos Estados Unidos sobre os modelos de comunicação política imperantes”, disse o acadêmico, que também considera que esse fato influi, ademais, no ponto de vista de exportação dos modos de produção e das relações entre o sistema político e o sistema comunicativo no mundo de hoje.

Garcés disse que outra característica é a tendência a personalizar os processos políticos com um objetivo: dar a entender que desaparecendo as pessoas desaparece o problema, como fizeram com Fidel Castro, com Hugo Chávez e agora com Rafael Correa. “O sistema aponta um líder como seu inimigo e, para se defender, promove a ideia de fazê-lo desaparecer, como se este não fosse parte condutora de processo muito mais complexo, que vem de baixo para cima”, comentou.

Dar sentido às alternativas da mensagem hegemônica significa restaurar o sentido da palavra “deliberação”. Não há comunicação democrática sem debate, não há debate sem que as pessoas tenham voz, e não há voz sem que as pessoas sejam educadas e instruídas a compartilhas essas ideias.

Colonialismo 2.0

“Numa sociedade que transita aceleradamente da produção e comércio de bens e serviços físicos à produção digital, a nova e intensa concentração comunicativa e cultural – cujo centro está nos Estados Unidos – é o que decide como as pessoas gastam a maior parte dos seus recursos e suas horas diárias, e sua influência abrange ao menos um quarto da população mundial”, analisa Rosa Miriam Elizalde, vice-presidenta da União de Jornalistas de Cuba.

“Há poucas instituições públicas a nível nacional ou global que podem enfrentar estes superpoderes transnacionais. Aliás, as novas plataformas tecnológicas alteraram dramaticamente a natureza da comunicação pública. Não existe Estado-nação que possa remodelar a rede por si só, nem frear o colonialismo 2.0, mesmo executando normativas locais de proteção antimonopolistas”, considera a jornalista e investigadora.

Segundo dados da Comissão Econômica para a América Latina e o Caribe (CEPAL), cerca de 90% da informação eletrônica que circula na América Latina e no Caribe passa por algum filtro administrado direta ou indiretamente pelos Estados Unidos, e entre 70% e 80% desses dados intercambiados internamente pelos países da região também passam por cidades estadunidenses, onde se localizam 10 dos 13 servidores raízes que conformam o código mestre da Internet.

Esses mesmos dados apontam que a América Latina “é a região mais atrasada com respeito à produção de conteúdos locais, embora seja líder em termos de presença de internautas nas redes sociais. Dos cem sítios mais populares na região somente 21 difundem conteúdo do seu próprio pais ou região: isso quer dizer que em vez de criar riqueza para a região, o continente está transmitindo riquezas todos os dias aos Estados Unidos, onde estão alojadas as grandes empresas de Internet”.

Como disse Darcy Ribeiro, se trata de um novo tipo de colonização, que se aproveita de uma tecnologia revolucionária, e os Estados Unidos está cumprindo seu papel com enorme eficácia, no sentido de buscar complementariedades que nos tornarão dependentes dela permanentemente. Elizalde acredita que “as chamadas plataformas sociais não são um serviço isento, que explora um serviço genérico. Elas são o cimento tecnológica e ideológicos do sistema institucionalizado que foi desenhado para manipular as conexões”.

Vários delegados concordaram com a falta de estratégias e programas que permitam à esquerda desafiar e intervir nas políticas públicas, e gerar linhas de ação e trabalho definidas para construir um modelo verdadeiramente soberano da informação e da comunicação – mesmo sem ter conseguido concretizar o projeto de um canal próprio de fibra ótica, que foi um sonho da hoje boicotada União de Nações Sul-Americanas (Unasul).

A esquerda na Europa e na América Latina

Os delegados do Partido da Esquerda Europeia e os membros do Foro de São Paulo advogaram por uma frente comum para enfrentar as ameaças a que afligem um e outro lado do Atlântico e suas estratégias para perseguir os movimentos progressistas e contrários ao status quo. Pablo González, da Frente Ampla uruguaia, disse que existem desafios novos, e que é necessário construir respostas efetivas. “Nossa incapacidade de discutir estes temas é uma vantagem para a direita”, disse,

A delegada italiana Ana Campos Silveiro explicou que, do lado europeu, o maior problema é a construção de uma integração que prioriza os temas econômicos, militares e comerciais, e não a justiça social e o fortalecimento da democracia e da participação popular. Silveiro também denunciou que seu país conta com mais de 300 bases militares dos Estados Unidos e da Organização do Tratado do Atlântico Norte (OTAN), o que significa um novo tipo de colonização e subordinação. “Precisamos ter mais coragem, e propor modelos diferentes”, afirmou a representante italiana, que criticou a socialdemocracia europeia por se aliar aos interesses econômicos do capital especulativo.

Por sua parte, a deputada alemã Heike Haense, vice-presidenta do Partido da Esquerda (Die Linke), criticou a intromissão dos Estados Unidos e da União Europeia nos assuntos internos de diferentes países, assim como o distanciamento de governos progressistas com alguns setores da população e dos movimentos de base. Ela assegura que “na Europa, o fortalecimento da direita é fruto do fracasso dos partidos socialdemocratas e socialistas, que deixaram um vazio político que, em muitos casos, tem sido ocupado pelos partidos da direita radical e pelos neonazistas.

Elmer Pineda dos Santos é jornalista cubano associado ao Centro Latino-Americano de Análise Estratégica (CLAE)

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