¿Se terminó el amor entre Trump y Musk?

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Beverly Fanon-Clay

Trump quiere noquear cuando antes los vehículos eléctrico en Estados Unidos, lo que significa un poblema más para  Musk y su empresa Tesla. “Sin subsidios, Elon probablemente tendría que cerrar la tienda y volver a Sudáfrica a su casa”, escribió Trump en su red  Truth Social, donde añadió: “No más lanzamientos de cohetes, satélites o coches eléctricos.Tal vez deberíamos hacer que el DOGE (el Departamento de Eficiencia Gubernamental) eche un buen vistazo a todo esto. ¡Se puede ahorrar una fortuna!”

… y llegó la separación
La tensión entre ambos también se ha trasladado al plano económico. Desde el estallido del conflicto, Musk ha sufrido un importante retroceso en el valor bursátil de sus empresas. Trump ya había insinuado en junio su intención de revisar a fondo los contratos públicos que alimentan el conglomerado empresarial del magnate. “Sería la forma más fácil de ahorrar dinero. ¡Miles y miles de millones de dólares! Siempre me sorprendió que Biden no lo hiciera”, afirmó en otro mensaje.

Resistencia

En un país atropellado por la derecha en el poder en Washington, donde literalmente se propone anular programas de alimentación para niños pobres y asistencia médica básica para 12 millones en pobreza a cambio de miles de millones en recortes de impuestos para los megarricos, donde agentes no identificados secuestran a inmigrantes en las calles y campos de la nación, donde se anulan los derechos civiles para minorías, mujeres y gays, entre otros, de repente hay unos rayos de luz y señales de una resistencia vital.

La reciente movilización de resistencia nacional contra las políticas del nuevo régimen en Washington en el Día sin Reyes, el pasado 14 de junio, fue entre las más grandes de la historia de Estados Unidos. El segundo evento con implicaciones nacionales fue el triunfo de ¡un joven inmigrante socialista democrático musulmán –casi la antítesis del régimen en Washington por definición– en la primaria  del Partido Demócrata de Nueva York, la principal ciudad de Estados Unidos.

El triunfo desacudió a las cúpulas políticas y económicas no sólo de Nueva York, sino del país. El propioTrump y su círculo inmediato expresaron alarma de que un «lunático comunista» ( dixit Trump) ganó, mientras sus aliados comentaron que Nueva York acababa de elegir a su segundo 11 de septiembre, entre otras reacciones histéricas. T

Quizá la más reveladora fue la arquitecto de la política antimigrante, Stephen Miller, quien comentó que ese triunfo es el resultado de permitir el ingreso de demasiados inmigrantes a este país. Algunos multimillonarios y titanes de Wall Street que no están acostumbrados a perder, sonaron las alarmas de que Nueva York se vuelve socialista. Mamdani también derrotó a una figura nacional demócrata, Andrew Cuomo, y la cúpula demócrata y los multimillonarios que lo apoyaron.

* Socióloga estadounidense, profesora universitaria, colaboradora del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE). Traducción de Maxime Doucrot.