Evo será candidato con otro partido: la división del MAS sólo favorece a la derecha

ARCHIVO - El expresidente Evo Morales participa en una ofrenda a la Madre Tierra antes de marchar hacia la capital de Bolivia, en Caracollo, Bolivia, el 17 de septiembre de 2024. (AP Foto/Juan Karita, Archivo)
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Boris Acosta Reyes

Pese a que La Justicia e Bolivia se lo impide, el exmandatario boliviano Evo Morales (2006-2019), anunció junto a sus seguidores que se unirá al partido político Frente para la Victoria (FPV) y se postulará como “candidato único” a la Presidencia para las elecciones del 17 de agosto, después de perder el histórico liderazgo de casi 30 años del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS).

Con este acuerdo, Morales da el portazo definitivo al agitado conflicto que lo mantenía unido al Movimiento al Socialismo (MAS), partido que lideró durante casi tres décadas y que lo llevó a la presidencia de Bolivia entre 2006 y 2019. El FPV participó en las elecciones frustradas de 2019 y en 2020 impulsó la candidatura del pastor evangélico coreano-boliviano Chi Hyun Chung, en medio de críticas por copiar en dos elecciones el plan de Gobierno de un partido peruano.

En noviembre pasado el Tribunal Constitucional (TC) de Bolivia ratificó que ninguna autoridad del país puede postularse para un tercer mandato tras haber cumplido dos períodos, lo que cerraba todo camino a Evo Morales para postularse a las presidenciales de 2025.
El ex mandatario boliviano Evo

¡Ya tenemos el partido para participar en las elecciones de este año!”, dijo Morales desde el Trópico de Cochabamba (centro), su bastión político y sindical, de donde no ha salido desde el 24 de octubre de 2024, y en el que se encuentra protegido por sus afines para evitar una orden de captura en su contra por un caso de trata agravada de personas.

«Llegó la hora para decirle al pueblo boliviano: nuevamente volverá el compañero Evo a la presidencia de la república», clamó Eliseo Rodríguez, del FPV. «Por lo tanto, el partido Frente Para la Victoria vamos a estar hasta tomar el poder venga lo que venga, pase lo que pase. Estaremos junto con ustedes», añadió.

Morales, quien ha mantenido una fuerte presencia política tras su salida del poder en 2019, reafirmó su determinación de disputar la presidencia nuevamente. “Hoy, desde Lauca Ñ, comunicamos a toda la población que ya tenemos el partido para participar de las elecciones de este año. Nuevamente, vamos a ganar las elecciones nacionales”, declaró con optimismo. Anunció que inscribirá su candidatura junto a miles de sus seguidores que marcharán a la ciudad de La Paz, en un fecha aún sin confirmar.

“Estamos con el hermano Eliseo Rodríguez, jefe nacional del partido Frente Para la Victoria (FPV), y hemos acordado, por fin, estar juntos en las próximas elecciones nacionales”, declaró Morales en una conferencia de prensa realizada en la localidad de Lauca Ñ, en la región central de Bolivia. Evo enfatizó que su objetivo es rescatar al país y destacó la alianza con Rodríguez como una alternativa viable para los sectores populares. “Quiero que sepan que, a la cabeza del hermano Eliseo Rodríguez, no hay condicionamientos; aquí todo es para salvar a Bolivia”, sostuvo.

Por su parte, Rodríguez resaltó la importancia de la unidad y el compromiso con la transformación del país. “Hemos hecho el compromiso de avanzar en nuestro país. La única condición es que debemos unir esfuerzos para salir de esta profunda crisis que enfrentamos los bolivianos. Los sectores más vulnerables de este país debemos organizarnos”, afirmó.

Evo Morales dejó de ser el presidente del MAS después de casi tres décadas después de que los órganos Judicial y Electoral validasen un congreso realizado en mayo de 2024 por el ala ‘arcista’, como se le conoce a los seguidores del presidente Luis Arce, que eligió como nuevo líder del partido gubernamental al dirigente Grover García.

Arce y Morales está distanciados desde 2021 por diferencias en la administración del Estado que se profundizaron ante la necesidad de renovar la dirección nacional del MAS y en el último año también por la candidatura oficialista para los comicios previstos para el 17 de agosto. Aunque Arce todavía no ha confirmado su postulación,  se perfila como la principal opción del MAS según varios analistas, debido a que cuenta con el control del aparato estatal y a que hasta ahora en su bloque no ha emergido un líder alternativo.

La división del MAS sólo contenta a la derecha que ve la oportunidad de ganar las elecciones, si logra consensuar un candidato potable.

Para Eduardo Paz Rada, actual jefe de carrera de Sociología en la Universidad Mayor de San Andrés, “la ruptura del MAS podría significar un retroceso de las conquistas económicas basadas en la redistribución de la riqueza”
La crisis es, hasta ahora, resultado de una lenta y constante pugna interna desde 2022 en el seno de los movimientos sociales que forman parte de la estructura del MAS y de la intensa campaña mediática orientada a dar fin con esta organización política, campaña que se inició hace más de una década. El fondo del asunto es una cuestión del control del poder y de sus instrumentos estatales y gubernamentales, señaló.

Los bolivianos se encaminan a los comicios presidenciales en medio de un clima de incertidumbre marcado por quizá la peor crisis económica en 40 años, con el partido de gobierno fracturado tras 18 años en el poder y una oposición de centro y derecha y ultraderecha dividida, sin una figura que emerja como alternativa.

Bolivia, con 12 millones de habitantes, se ha quedado casi sin reservas en dólares para importar combustibles, la subvención a la gasolina y el diésel está desangrando a la economía y la moneda nacional se devalúa rápidamente. El surgimiento de una figura nueva que no provenga de la política podría cambiar el tablero ante el hastío de la gente, pero por ahora no ha aparecido nadie con ese perfil.

*Sociólogo y periodista bolivano, colaborador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)