Las  verdades de Samper y las heridas sangrantes del hegemonismo de EEUU 

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 Aram Aharonian

Ernesto Samper, expresidente colombiano y líder del progresismo latinoamericano, analizó los desafíos geopolíticos de América Latina frente al nuevo orden global  con el regreso de Donald Trump al poder en  Estados Unidos y afirmó que el mandatario colombiano Gustavo Petro enfrenta un golpe de Estado pasivo.

En una conversación con la periodista rusa  Inna Afinogenova para Canal Red, Samper, impulsor del Grupo de Puebla del progresismo latinoamericano, pone énfasis en el potencial transformador de la integración regional. La conversación traza un mapa político de tensiones pasadas y posibilidades futuras, desde el lawfare hasta el multipolarismo.

Samper, quien fue secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) afirmó que lo que destruyóMaría Camila Díaz | “Aquí estoy y aquí me quedo” el nuevo podcast del  presidente Ernesto Samper con su hermosa y pilísima nieta Candelaria. Vean la  entrevista... | Instagram la organización fue la diplomacia ideológica: “Los gobiernos de derecha se retiraron, los de izquierda se quedaron… y dejamos de entender que las relaciones internacionales son entre Estados, no entre gobiernos”.

«Tenemos que darle gracias a (Donald) Trump, porque dio una patada en la mesa internacional y no está resultando como él pensaba, que i ba a fortalecer su posición hegemónica en  el mundo. Al contrario: el mundo se está recomponiendo para ajustarse al desbarajuste que él produjo», dijo Samper.

Señaló que en América Latina Trump elevó los aranceles y tenía suscritos una cantidad de acuerdos de libre comercio con Perú, Colombia, Chile, que ya no se tienen que cumplir. Y esos acuerdos, de alguna manera, desbarataron los procesos de integración, como el del Mercosur, el de la Comunidad Andina: «eran de cero aranceles entre nosotros y no con uno de afuera. Ahora ya no valen».

Samper puso en relieven el tema de los migrantes y señaló que fue muy doloroso que los hayan devuelto esposados, criminalizados, estigmatizados,  lo que puede crear un sentimiento antinorteamericano. «Ya llegar a EEUU para los migrantes se convirtió en un infierno».

En su repaso implacable a las heridas que ha dejado el liderazgo hegemónico de Estados Unidos en América Latina, afirma que “Nunca habíamos estado tan desintegrados como hoy. Y nunca la integración había sido tan necesaria para la integración como ahora”.  Samper lanza una advertencia sobre el rumbo político interno de la región: América Latina atraviesa un “peligroso proceso de derechización”, pero no en clave conservadora tradicional, sino en forma de neofascismo.

Bukele refuerza sintonía con Milei durante inédita visita de Estado a la  Argentina - Los Angeles Times“(Nayib) Bukele es un neofascista, (Jair) Bolsonaro lo fue, y (Javier) Milei es un neoliberal que camina en esa misma dirección”, afirma. Para Samper, la raíz del problema está en la clientelización de los partidos, la crisis del presidencialismo latinoamericano y la captura del poder político por grupos económicos y mediáticos.

Añade que el avance de poderes fácticos —como jueces, medios corporativos, ONGs alineadas y agencias de riesgo— está desplazando las reglas democráticas en favor de modelos autoritarios“No estamos yendo hacia una buena derecha. Estamos yendo hacia una derecha fascista, con gobiernos autocráticos”, concluye.

Desde los primeros minutos, Samper ironiza sobre la carga del poder: “Ser presidente, especialmente de Colombia, es duro. Cuatro años como presidente de Colombia son como cuarenta años de presidente en Suiza”, comenta, reivindicando la libertad del rol de expresidente.

Desde su experiencia como mandatario en los años 90, Samper denuncia el accionar sistemático de Estados Unidos contra la región: sanciones, injerencias, sabotajes. Narra cómo la DEA sembró droga en su avión presidencial antes de un viaje a la ONU. “Me llevé una pastilla de cianuro… prefería estar muerto que apresado por ellos”. Y sentencia: “Estados Unidos es el imperio más odiado de la historia”.

En Cuba, un genocidio como en Gaza

Asimismo, Samper denuncia el carácter inhumano del bloqueo a Cuba. “Si Kafka estuviera vivo, habría escrito una novela sobre el bloqueo cubano”, afirma, describiendo una situación surrealista y brutal en la que la isla caribeña no puede importar alimentos, materias primas para medicamentos ni combustible. Asamblea General de la ONU rechaza bloqueo de Estados Unidos a Cuba

“Lo que se está produciendo en Cuba es un genocidio como el de Gaza, poco más lento… pero realmente ahí lo que hay es una operación de exterminio”, señala con vehemencia. Esta agresión sistemática refleja no sólo la hipocresía de la política estadounidense, sino también la urgencia de redefinir las relaciones hemisféricas desde la dignidad y la soberanía, resalta.

El lawfare y los medios

Samper considera al lawfare como una estrategia sistemática de la derecha para eliminar liderazgos progresistas“En la judicialización de la política, y con la ayuda de los portentosos medios de comunicación, están convirtiendo en héroes de telenovela a jueces y fiscales, y los temas que se deberían debatir en los escenarios democráticos se trasladan a los escenarios judiciales. Entonces, los jueces y los fiscales se convierten en actores políticos y utilizan el derecho para perseguir a líderes progresistas”.

El expresidente colombiano destaca haber sido una de las primeras víctimas de esta táctica y advierte sobre sus nuevas formas de expresión, como los “golpes de Estado pasivos” que empiezan con la debilitación de las condiciones de gobernabilidad, lo que se está aplicando contra el presidente Gustavo Petro en Colombia.  “Tumbar las reformas, pero además comprometerlo a él en supuestos episodios de corrupción, vincular a la familia, producirle un daño reputacional, irle debilitando las posibilidades de gobernar. Eso es una manera, un golpe de Estado a plazos”, explica.

Lawfare: la vía “justa” al neoliberalismo — CELAGSamper no rehuye a hablar sobre el rol de los grandes medios de comunicación colombianos, a quienes acusa de crear “una psicosis de guerra” con miras a las próximas elecciones. De los ecosistemas digitales analiza un clima de desasosiego con el que es difícil lidiar: “Estamos todos exasperados, todos enardecidos por este papel que cumplen las redes de enfrentar todos los días con un lenguaje ofensivo, agresivo, violento, y con emociones negativas, con miedos, insultos y calumnias”.

Celebra la irrupción de nuevas generaciones en el poder y defiende la estrategia de paz total del gobierno de Petro: “No es que queramos la paz, es que la paz es indispensable”.

Una bancada del Sur

En su entrevista, el expresidente colombiano propone una América Latina que actúe como “bancada del sur” frente a un mundo multipolar. Cree que la oportunidad de la región está en abrazar el cambio de paradigma impulsado por China, que “no busca intereses, sino amigos”. Y enfatiza que la relación con Beijing se basa en cooperación e inversión, en contraste con el interés depredador estadounidense: “A los chinos les interesa tener amigos; a los estadounidenses, defender intereses”.

El llamado de Ernesto Samper es claro: América Latina debe reconocerse como región, retomar la senda de la integración y construir soberanía desde el sur.

 

*Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Creador y fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)