¿Distención comercial entre EEUU y China?
Mirko C. Trudeau
El presidente estadounidense, Donald Trump, se jactó del gran progreso
conseguido en las negociaciones que realizan representantes de su país con los del gobierno chino para mitigar o detener la guerra arancelaria impuesta por Washington a prácticamente todo el mundo, pero con especial dureza, a China. A decir del mandatario, hubo logros equivalentes a un reinicio total de manera amistosa y constructiva
.

Desde el 14 de mayo, Pekín reducirá los aranceles sobre los productos estadounidenses del 125% hasta el 10%, mientras que Washington recortará sus gravámenes a los bienes chinos desde el 145% hasta el 30%. Las dos potencias también han acordado establecer un mecanismo permanente de consulta, en lo que representa el gesto más tangible de distensión desde el inicio de la actual escalada arancelaria.
En este sentido, el representante de China para estas conversaciones será He Lifeng, viceprimer ministro del Consejo de Estado, y los representantes de Estados Unidos serán Scott Bessent, secretario del Tesoro, y Jamieson Greer, representante comercial de Estados Unidos. Estas conversaciones podrán celebrarse alternativamente en China y Estados Unidos, o en un tercer país, previo acuerdo de las Partes. Según sea necesario, ambas partes podrán celebrar consultas de trabajo sobre cuestiones económicas y comerciales pertinentes.
La directora general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala, señaló que las discusiones entre Pekín y Washington son un paso positivo y constructivo
.
En abril pasado la Casa Blanca impuso tarifas de importación de 145 por ciento en total a los bienes procedentes de China, una medida que fue respondida por esa nación asiática con gravámenes de 125 por ciento a los productos estadunidenses. Tales barreras comerciales se traducen en una virtual suspensión de los intercambios bilaterales, los cuales sumaron en 2024 cerca de 660 mil millones de dólares.
Aunque no es claro en qué consisten los avances que se habrían conseguido en las negociaciones de Ginebra, es obvio que el simple hecho de haberlas establecido resulta esperanzador en la perspectiva de reactivar el comercio entre las dos grandes potencias. El viernes de la semana pasada, Trump sugirió una reducción de 145 a 80 por ciento a las importaciones de su país desde China, pero incluso ese porcentaje resulta desproporcionado e insuficiente si se trata de restablecer en forma significativa los intercambios comerciales bilaterales y probablemente sería inaceptable para la nación asiática.
Tras conocerse el acuerdo, el alto representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, dijo que en las negociaciones comerciales del fin de semana entre su país y China en Ginebra se abordó por primera vez de forma directa la crisis del consumo de fentanilo en EEUU y que China comprendió su gravedad.
La cuestión del consumo de fentanilo, una droga sintética que en los últimos años se ha convertido en un problema de salud pública en EEUU, ha sido un elemento importante en la confrontación arancelaria entre ambas potencias, ya que Washington ha reclamado a Pekín que tome medidas drásticas contra la producción y exportación ilegal de los químicos que permiten su elaboración. “Hubo un compromiso sorprendente al abordarse la crisis del fentanilo. Era la primera vez que China entendió la magnitud de lo que pasa en Estados Unidos”, ha comentado Greer.
También Bessent se ha mostrado muy satisfecho con el resultado de los dos días de reuniones con China, destacando la voluntad que mostró de avanzar en estas discusiones y el respeto mutuo que imperó en todo momento. Ha valorado que uno de los aspectos más positivos que han resultado de los encuentros directos entre China y Estados Unidos ha sido su utilidad para “reparar las relaciones que se habían dañado” por esta guerra comercial.
El secretario del Tesoro ha agregado que ahora ambos países cuentan con un mecanismo de consulta que permitirá “evitar” otra agresiva escalada comercial como la registrada en los dos últimos meses.
Las políticas trumpianas, que reducen o clausuran el intercambio de mercancías entre países son perjudiciales para las poblaciones, y más temprano que tarde se traducen en carestía, desempleo, cierre de empresas y, por consiguiente, en un debilitamiento de las economías. Pero
Es claro que el comercio entre Estados Unidos y China no es un mero asunto bilateral, sino que su reactivación o su reducción al mínimo tienen consecuencias en todo el mundo, habida cuenta del nivel de globalización alcanzado por la industria, las finanzas y las actividades comerciales en el planeta. El tema resulta particularmente significativo. para varios países latinoamericanos, que tiene a Estados Unidos como principal socio comercial y a China
Los optimistas esperan que las negociaciones comerciales chino-estadunidenses desemboquen en una supresión total de las agresivas medidas arancelarias dictadas por Trump o, cuando menos, en la adopción de tasas impositivas reducidas y limitadas que le permitan salvar la cara al actual régimen estadounidense.
Trump vs Powell
Mientras, en su guerra interna, Trump sigue con su campaña de ataques y acoso contra Jerome Powell, el presidente de Reserva Federal (Banco Central) por no ceder a sus demandas de una rebaja de los tipos de interés. En su red Truth Social lo calificó del tonto («FOOL», todo en mayúscula) , luego que la Fed mantuviera estables los tipos de interés, aludiendo a los riesgos de un aumento de la inflación y el desempleo.
La Comisión de Mercado Abierto de la Reserva Federal (Fed) había decidido el miércoles, al cierre de sus reunión de dos días, mantener el precio del dinero sin cambios en la horquilla del 4,25%-4,5% donde se mantienen desde el recorte de diciembre de 2024. Trump ha pedido repetidas veces a Powell que anuncie otra baja de tipos porque la inflación está contenida y su política de mayores aranceles comerciales trae ingresos a las arcas públicas.
El PIB de Estados Unidos se contrajo un 0,3% en el primer trimestre en tasa anualizada y un 0,1% respecto al trimestre anterior, el primer dato negativo desde 2022, pero Powell apuntó que aunque la gente está preocupada por el impacto del conflicto arancelario, éste todavía no ha llegado. El desempleo se mantuvo en el 4,2% en abril, mientras que los precios descendieron en marzo un 0,1%, su primera caída mensual desde mayo de 2020, y dejaron ese mes la inflación interanual en el 2,4%, ligeramente por encima del objetivo del 2% marcado por la Fed.
Powell incidió ayer que estos buenos datos permiten afrontar con paciencia la política monetaria ante la incertidumbre sobre el impacto de los cambios en política comercial, regulatoria y presupuestaria de la Adminsitración Trump.
* Economista, politólogo y analista estadounidense, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).