Milei suma derrotas, pérdida de credibilidad y también de respaldo
Aram Aharonian
Enumerar los reveses del libertario presidente argentino Javier Milei puede dar una idea de la situación compleja en la que se encuentra su gobierno y su proyecto político, y la velocidad que en la confusión inicial le permitía “dominar la agenda” pasando de tema en tema: hoy suma una rápida acumulación de derrotas y un caída acelerada de su popularidad y respaldo.
El lunes negro mundial tambaleó la economía argentina. Los dólares paralelos se dispararon y estiraron la brecha con el oficial al 25%. El riesgo país se acercó a los 1000 puntos y cayeron hasta un 16% las acciones argentinas. El Banco Central perdió reservas y se ubicaron por debajo de los 25.000 millones de dólares.
La baja de los precios internacionales suma complicaciones a la entrada de dólares mientras se sigue retrasando el préstamo del Fondo Monetario Internacional. Ante tanto entreguismo de Milei se puede combatir la catástrofe, pero son necesarias medidas soberanas de urgencia, dice la oposición.
Uno de los pilares de los que pendía su popularidad era que su gobierno lograba sostener la ilusión de que la situación económica en el futuro sería mejor. Hoy, la mayoría de la población tiene una visión pesimista y percibe que era sólo un espejismo: una porción abrumadora dice que tiene problemas para llegar a fin de mes y la principal preocupación es la pérdida de poder adquisitivo del salario.
Hay un cambio en la opinión pública: la pérdida de credibilidad fue empujada por la cirptoestafa, pero la situación económica está socavando el respaldo al gobierno. las premisas de que Milei resolvía la inflación de un mazazo y de que era especialista en crecimiento con o sin dinero son desmentidas por el devenir de la situación económica. “Si no hay un cambio en los próximos meses, la tendencia declinante va a empeorar”, explicó Santiago Giorgietta, director de la Consultora Proyección.
Hace dos meses y medio, el 23 de enero, pronunció en el Foro Económico de Davos un discurso homofóbico y reaccionario, que generó una amplia movilización callejera en su contra y un extendido rechazo de la mayoría de la sociedad.
A mediados de febrero estalló el escándalo de la estafa de la criptomoneda $Libra- promovida desde sus redes sociales-, que se expandió por el mundo, mientras se anuncian consecuencias judiciales. Luego se dedicó cada miércoles a reprimir las marchas de los jubilados, a los que se sumaron hinchas de equipo de fútbol.
El 8 de abril la Cámara de Diputados aprobó la creación de una comisión investigadora sobre la promoción que el presidente Javier Milei hizo de la criptomoneda Libra y que generó una estafa a miles de inversores de todo el mundo. Sin duda, un duro golpe al gobierno y a la credibilidad de Milei.
En la previa del paro general convocado para el jueves 10, la Confederación General del Trabajo (CGT) difundió un duro comunicado en el que detalló, uno por uno, los motivos de la medida de fuerza contra el gobierno de Javier Milei y convocó a trabajadores, estudiantes, desocupados, comerciantes, productores, industriales, empresarios y profesionales a sumarse a la jornada de protesta.
La central obrera señaló que Argentina «es un ejemplo burdo de un fanatismo individualista y de una idea de libertad vacía, donde impera el sálvese quien pueda».
«Estamos frente a un gobierno que muestra insensibilidad frente a los problemas de la gente. Ejecuta actos de represión salvaje e injustificada, viola permanentemente los acuerdos institucionales, desfinancia la educación y la salud, abandona la obra pública, manifiesta desprecio por las minorías, ajusta a los jubilados e impone límites a la negociación colectiva», añadió la CGT.
Pero el gobierno de Milei no solo entraba en una profunda crisis económica, de la mano de un modelo que sostiene artificialmente un precio congelado del dólar (y de paso quemaba tres mil millones de dólares de las reservas en divisas del Banco Central), sino que sumaba derrotas en lo que él denominó la batalla cultural.
Y el 24 de marzo, aniversario del golpe cívico-militar de 1976, con las calles céntricas colmadas, lanzaba un discurso negacionista desde el Estado, que coronó el 2 de abril, aniversario de la gesta de Malvinas, con un discurso de respaldo a la autonomía de los kelpers (británicos) que ocupan las islas.
Toda esta dinámica fue acompañada por una caída de la imagen de Milei y su gobierno, con sondeos que demuestran que la visión negativa supera a la positiva y revelan la formación de mayorías nítidas alrededor de temas como la responsabilidad clara de Milei en el caso $Libra; contra la política del gobierno hacia los jubilados; mayorías a favor de la memoria, verdad y justicia con el tema dictadura, contra el negacionismo del gobierno.
En este marco se produjo la derrota política más importante de Milei en lo que va de su administración y fue en el Senado: el rechazo de los pliegos de los jueces Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para la Corte Suprema de Justicia. Aquellos legisladores que votaban junto a La Libertad Avanza de Milei, hoy perciben la debilidad política y el laberinto en el que se encuentra el gobierno.
Como si los problemas internos no le bastaran, a Milei le explotó en las narices la bomba de neutrones que lanzó Donald Trump sobre la economía mundial con la guerra de aranceles prácticamente contra todo el mundo. Ya hubo derrumbes en las bolsas y esto incluyó, obviamente a la Argentina y se derrumbaron tanto el precio del petróleo como el de la soja.
Aun cuando las medidas concretas no se podían adivinar (aunque Trump las había anunciado); sí se podía prever la dinámica, la de un mundo que se cierra sobre sí mismo, exactamente contraria a la hoja de ruta y a la ideología que recita Milei. Por lo tanto, “teorizar” la fortaleza de Milei olvidando la dinámica internacional, pecaba de un exceso de provincianismo.
Esta negra realidad aceleró el pedido desesperado de dólares al Fondo Monetario Internacional. que sigue sin decidir cuál será el desembolso inicial. Milei asistió a un evento en Mar-a-Lago, la residencia de Donald Trump en Florida, pero volvió con las manos vacías, sin foto, sin video y sumido en un ataque de nervios.
“Hay algo que se vive como una revancha”, sostiene el escritor Martín Kohan, quien intenta comprender “la exhibición gozosa de la crueldad”. Porque en la era Milei no solo hay despidos, sino que estos son celebrados por los funcionarios de su gobierno. “Veo un cierto regodeo, una exhibición gozosa de la crueldad. Ufanarse de la crueldad. Convocar a la celebración del daño. Ahí sí veo que hay una modulación más propia de este tiempo”, reflexiona.
Milei es víctima de la aceleración que él mismo imprimió en la política. Pareciera una característica de las ultraderechas: lo mismo -con otra envergadura, claro- es lo que está haciendo Trump. Hoy, todo el plan Milei está en franco derrumbe y aquel Milei arrebatador pareciera que empeñó la motosierra.
¿Qué espera la sociedad argentina para reaccionar? La pregunta sobrevuela cualquier debate en torno a unas políticas ultraliberales que se vienen implementando a una velocidad inusitada y con enormes dosis de crueldad, señala Cecilia Valdez.
Todo indica que el de Milei es un gobierno que descansa en el relato y el hastío de una sociedad que necesita creer. Milei y los libertarios anunciaron que venían por todo y están cumpliendo con creces.
El problema es que dijeron que el precio del plan de ajuste lo iba a pagar la casta (¿los sectores privilegiados?), pero es más que evidente que el sacrificio lo está haciendo -obligado y en solitario- la mayor parte de una población empobrecida, desempleada, que no avizora ningún futuro promisorio, y que ya muestra signos de agotamiento.
*Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Creador y fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)