Uruguay: La guerra contra el narcotráfico y los “hongos de un gran error sucio”.

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Nicolás Centurión

“La guerra contra el narco está perdida” expresó Carlos Negro, el próximo Ministro del Interior del gobierno del Frente Amplio en Uruguay… y se desató una catarata de críticas. La oposición que todavía no es oposición sino que oficialismo hasta el 28 de febrero, en una coreografía muy ensayada, atacó a Negro sin tapujos.

En resumidas cuentas, lo que plantean desde filas del Partido Nacional, Colorado e Independiente es que Uruguay se va a transformar en un paraíso para los delincuentes, que antes de asumir Negro ya tiró la toalla y un sinfín de dichos para la tribuna que lo único que hacen es marcar la tónica del próximo lustro: oposición solo por oposición.Habló el próximo ministro del Interior de Uruguay: “La guerra contra el narcotráfico está perdida” - Infobae

Yamandú Orsi, futuro presidente, fue consultado sobre los dichos de Negro. El presidente electo dijo que Negro «hizo un análisis de lo que pasa en el mundo» y agregó: «Entre la hipocresía que en el mundo existe y que el comercio de esto no se frena nunca, es un tema de la realidad, pero hay un compromiso fronteras adentro, que es bajar la violencia y el consumo de drogas».

El gobierno de Luis Lacalle se despide con el récord de homicidios desde el retorno de la democracia. Vale decir que esta cifra, lamentablemente, puede ser fácilmente alcanzable por la próxima administración frenteamplista si no se cambia la pisada y el paradigma. Las declaraciones de Negro son una buena señal, pero eso no quita que Uruguay sea un país de acopio y ello implica un derrame de la cocaína a mayor escala que antes. Más cocaína es más enfrentamientos y más vidas perdidas.

” | La Mañana
La guerra del narcomenudeo es para generar desestabilización y divergencias entre los partidos

Ya en 2020, el extinto Ministro del Interior Jorge Larrañaga, había planteado la guerra contra el narcotráfico que no fue más que la persecución contra el narcomenudeo barrial. Tizas de pasta base, algunos cientos de pesos y armas viejas de poco calibre. Esas eran las requisas que se mostraban en los informativos, anunciando “golpe al narcotráfico”. A esto hay que agregarle que a través de la LUC aumentaron significativamente los montos de dinero con el que se podía hacer operaciones en efectivo, sin bancarizar y, por tanto, sin justificar su origen.

Según el think tank CERES: “Poco más de las tres cuartas partes del clorhidrato de cocaína incautado durante 2020 ingresó por vía aérea en los departamentos del norte del país. La droga es arrojada en sitios rurales, donde no existen controles.”

Ante los dichos de Negro habría que formular la pregunta de manera opuesta: ¿Quién piensa que puede vencer al narcotráfico en una guerra? ¿Quién está dispuesto a hacerlo? ¿La policía está lo suficientemente dotada de armamento y municiones, estructura, Inteligencia y equipamiento para brindar una guerra frontal? ¿Están dispuestos a sacar al Ejército? ¿Tanques, tanquetas y rifles de alta munición en las calles y estancias del Uruguay? Si ya hay muchos ciudadanos muertos o heridos por balas perdidas ¿no creen que esto se multiplicará?

Marset, coacusado del asesinato del fiscal paraguayo Pecci en Cartagena

¿Hasta cuando el tribuneo, el grito de sheriff compadrón seguirá inundando las políticas represivas de Uruguay? ¿Se piensan “Los manodura” que inundando de balas las calles (¿más balas?) se soluciona este problema? ¿Se piensan que solo actuando en Uruguay se soluciona? ¿Que nuestras fronteras porosas, nuestros radares intermitentes y nuestros funcionarios omisos (por ser condescendiente) no tienen nada que ver? ¿Es necesario citar el caso Sebastián Marset para mostrar un ejemplo de una estructura con montaje regional y de alcance internacional?

Según Norberto Emmerich en “Geopolítica del narcotráfico”: “El sentido de la dialéctica de “guerra” al narcotráfico que traducida significa “guerra a los eslabones menores de una actividad de acumulación capitalista ilegal que se convertirá en acumulación normal . Allí quedarán criminalizados los campesinos cocaleros, los desempleados, los consumidores, los jóvenes en general.” En buen criollo, la guerra contra el narcotráfico es cortar por el lado más fino.

Narcoempresarios y toneladas de cocaína en Uruguay
Narcoempresarios y toneladas de cocaína

“El narcotráfico genera capital, no sólo dinero; es una industria, no sólo un negocio. Es una relación social de dominación, no sólo una actividad comercial ilegal.” amplía Emmerich. El narcotráfico (que es mucho más que vender drogas) tiene la capacidad de dar respuesta a interrogantes históricos que el Estado ya no puede vehiculizar.

La guerra contra el narcotráfico está perdida, pero el gobierno del Frente Amplio ¿se animará a luchar contra la corrupción en la Policía, en las Aduanas y en el propio Estado? ¿Fortalecerá la Secretaría Nacional para la Lucha contra el Lavado de Activos (SENACLAFT), la Junta de Transparencia y Ética Pública (JUTEP), la fiscalía antilavados?

* Licenciado en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Miembro de la Red Internacional de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP).Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)