En Bolivia ¿se rompió todo? Arce y Evo,unirse o hundirse

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Boris Acosta Reyes

La Dirección Nacional del Movimiento Al Socialismo (MAS) rompió la relación con el presidente Luis Arce y su gobierno y les dijo “aquí acabó todo”,  debido a la amenaza de un juicio que busca inhabilitar al expresidente Evo Morales como candidato a la primera magistratura en 2025.

La pugna de poder y liderazgo interno puede llevar al quiebre del Proceso de Cambio y devolver el poder a las viejas formas de interpretación del país, que carecen de proyecto político y de liderazgo, a pesar de la batalla cultural qué traten de universalizar.

La crisis interna en el MAS se viene arrastrando desde hace tiempo; un claro ejemplo fue que, entre diciembre y enero, se expulsó al menos a 12 legisladores del ala de los “renovadores” por decisión de ampliados departamentales. El conflicto derivó en la creación de dos bloques en el Legislativo: los evistas y los arcistas.

La pelea entre los dos líderes del Movimiento al Socialismo (MAS) venía escalando y finalmente estalló con la ratificación del ministro de Gobierno, Carlos Eduardo Del Castillo en julio. La puja interna -azuzada por el interés de ambos de ser candidatos presidenciales en 2025- amenaza con dividir al partido que ha gobernado el país por casi dos décadas.

Bolivia está ante una disyuntiva crítica: la de profundizar y radicalizar el Estado Plurinacional o el de volver al Estado liberal de los 90; perder el horizonte comunitario ante el capitalismo neoliberal, advierten los analistas.

“Con estas amenazas de procesar, meter preso (e) inhabilitar a nuestro hermano Evo (Morales), aquí se rompió todo. Nosotros todavía estábamos con la esperanza de poder sentarnos, dialogar, debatir y ver cómo superamos nuestras diferencias, (pero) ahora estamos (separados), tan claro como el agua y aceite, no se van mezclar nunca”, remarcó el vicepresidente del partido oficialista, Gerardo García.

La crisis interna  se profundizó aún más el fin de semana cuando Evo Morales denunció que el bufete del ministro Iván Lima, administrado por su hermano, defiende a una empresa que procesa al Estado por  35 millones de dólares. Ante ello, Lima anunció un juicio en contra del expresidente y jefe del MAS por el delito de difamación. Además, consideró que las palabras de Morales ya llegaron “al límite” y que se excedió al señalar que exista un plan para anularlo.

ARCHIVO - El presidente boliviano Luis Arce, a la izquierda, camina con el expresidente Evo Morales durante la denominada "Marcha por la patria" en El Alto, Bolivia, el 29 de noviembre de 2021. Las discrepancias en el partido gobernante de Bolivia se han intensificado a un punto que amenazan con una ruptura entre Morales, jefe del Movimiento al Socialismo (MAS) y Arce, su heredero político. (AP Foto/Juan Karita, Archivo)En medio de esta coyuntura, el exvicepresidente Álvaro García Linera consideró que la resolución de la crisis corresponde solamente al presidente Arce y el expresidente Morales, eso sí, teniendo como perspectiva la candidatura de un indígena para 2025, o sea Morales. “Siempre vamos a intentar apoyar a que dialoguen, pero esto ya no se resuelve a nivel de ministros, de diputados o de dirigentes sociales; se resuelve a nivel de Evo y Luis”, afirmó al diario La Razón.

Morales y sus seguires apuntaron a ministros de Arce como responsables de la crisis interna: Lima, los ministros de Gobierno, Eduardo del Castillo; de Economía, Marcelo Montenegro; de la Presidencia, María Nela Prada; y de Obras Públicas, Édgar Montaño, fueron los señalados.

Ante el anuncio de un proceso penal contra Evo Morales, la Dirección Nacional del MAS cerró filas en apoyó al líder cocalero y calificó de “alta traición” las amenazas que intentan encarcelar a su líder y buscar su inhabilitación para las elecciones. García mencionó también que si Arce quiere ser reelegido presidente se busque otro partido y que es “imposible” que puedan aceptar la candidatura de un “traidor”. “Él ha entrado por el MAS, por moral incluso debería renunciar a la Presidencia”, complementó.

García dijo que si Arce cumplía una buena gestión, en principio se planteó que podía participar de las primarias para luego buscar una reelección; cosa que ahora lo ven “imposible”. Añadió que se planteará y exigirá que cualquier persona que quiera ser candidato a la Presidencia renuncie seis meses antes a su cargo para no aprovechar de las arcas del Estado para hacer campañas políticas.

“Vamos a seguir pidiendo, exigiendo que sea así, que estando de presidente o como ministro no aprovechen del poder para querer acusarnos y enjuiciarnos”, dijo.

¿Culto a la personalidad?

El analista Alejandro Lafuente señala que un error craso en los gobiernos y Estados alternativos al liberal es el culto El culto a Evo – eju.tva la personalidad. Es evidente que un líder es el cohesionador y aglutinador de voluntades, imprescindible para concretar proyectos en cualquier campo sea político, económico, social,

“Asumiendo el papel democrático, el papel que deben jugar los principales líderes, incluso los más radicales -cuyo interés debiera ser solamente la profundización y radicalización del Proceso de Cambio, es el de generar nuevos líderes para la continuidad del proyecto alternativo”, recalcó.

La realidad

A pesar de los esfuerzos para superar el modelo de Estado liberal, en Bolivia no se logró concretar de manera total la consolidación del nuevo Estado Plurinacional. Pero en el país hay un movimiento dialéctico que se da desde las bases y llega al Estado, con formas plurinacionales ampliadas de las organizaciones pólíticas. Algunos alertan que se continúan utilizando formas de ejecución comunes durante el Estado liberal, donde la burocracia es el fermento de la corrupción.

La vieja dirigencia del MAS acusa al arcismo de representar a la pequeña burguesía urbana -e incluso a la de origen aymara- que se comporta de forma liberal.

De lo que adolecido las fuerzas del cambio en Bolivia es de falta de formación de cuadros,  tanto en la ciudad como en el área rural, dando énfasis a este último espacio político. La solución pareciera estar en reencauzar la lucha,más allá de las visiones de los líderes (fundamentales, es evidente) actuales, apoyándose en la formación de nuevos cuadros.

*Sociólogo y periodista bolivano, colaborador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

 

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