Boric cambia gabinete, no de rumbo, para negociar reformas con la derecha
Cecilia Vergara Mattei
El presidente de Chile, Gabriel Boric, realizó cinco cambios en su gabinete, la tercera modificación en poco más de un año de mandato, y a un día de una reunión clave con la coalición de derecha Chile Vamos para negociar las reformas importantes del programa de Gobierno.
No hay cambio de rumbo: el propio presidente reafirmó que el gobierno mantenía sus prioridades para viabilizar la reforma del sistema previsional y el nuevo pacto fiscal, así como la nueva agenda en torno a la seguridad ciudadana, la reactivación económica y la reducción de las listas de espera en salud, llamando a la oposición derechista a retomar el diálogo y construir un acuerdo que favoreciera al país.
Mientras la ministra del Interior y el Partido Comunista quedaron satisfechos por el nuevo cambio de gabinete, la decepción se adueñó de los cuadros de Revolución Democrática: no hubo compensación por la partida de Giorgio Jackson del ministerio de Desarrollo Social (por supuestos casos de corrupción de militantes de su partido político con traspasos de fondos entre fundaciones y el Estado) y, además, perdieron un ministerio tan complejo como clave, el de Educación, en el que asumió el comunista Nicolás Cataldo.
“Estamos viviendo un momento de crisis importante”, señaló el senador de Revolución Democrática, Juan Ignacio Latorre. en la reunión de Consejo Político Nacional , el mismo miércoles, la directiva de RD decidió dar un paso al lado y presentó su renuncia.
No ha sido un año fácil para el partido, que enfrentó una crisis a raíz del Caso Convenios, en el que una de sus principales figuras parlamentarias, la diputada Catalina Pérez, fue acusada por presunto tráfico de influencias, debido a tres millonarios acuerdos firmados entre la Seremi de Vivienda y Urbanismo de Antofagasta -liderada por su exjefe de gabinete, Carlos Contreras- y la Fundación Democracia Viva, cuyo representante legal era su pareja, Daniel Andrade.
Cabe recordar que la oposición de derecha condicionaba el diálogo con el oficialismo a la salida de Jackson del gobierno. Tras la renuncia del ministro Giorgio Jackson, a la derecha se le terminaron los pretextos para negarse al diálogo. Hoy le pide al gobierno “renunciar al octubrismo”, que traducen como un ánimo refundacional, para insistir en sus reformas.
Con los cambios, se produjo un claro debilitamiento de Revolución Democrática (RD) en el entorno presidencial, permanece intacta la influencia del Socialismo Democrático en el Comité Político y se verificó un aumento del poder del Partido Comunista (PC), que se transforma, después del PS, en la segunda colectividad más fuerte del gobierno.
Su influencia está muy por sobre la de las colectividades del Frente Amplio, en un año simbólico, en el marco de los 50 años del golpe de Estado contra el presidente Salvador Allende.
El cambio de gabinete incluyó cinco ministros y cinco subsecretarios, luego de que el viernes pasado renunciara Giorgio Jackson como titular de la cartera de Desarrollo Social, en medio del escándalo del caso Fundaciones y con una acusación constitucional sobre él en ciernes. Con ello, en el Gobierno esperan que se comience a dar vuelta la página a los 62 días de tensión entre oficialismo y oposición por el también llamado caso Convenios y sus aristas.
Nicolás Cataldo es considerado por el PC como una de las estrellas del ajuste ministerial, ya que aumentó a tres ministro la participación comunista, sino que su gestión en Interior –afirman– ha sido reconocida incluso por alcaldes de la derecha. Pero no será sencillo su rol en Educación, principalmente por el conflicto que existe con el gremio de los profesores, donde el Partido Comunista perdió la última elección a manos de un sector más a la izquierda, por la denominada deuda histórica y un largo petitorio de demandas sociales.
Los desafíos de Cataldo fueron esbozados por Boric en su discurso al inicio de la ceremonia en el Salón Montt Varas, al llamarlo “a proteger sin duda, sin pausas, a niños, niñas y adolescentes, y sentar las bases de un Sistema Nacional de Cuidados, a recuperar las fechas educativas generadas por la pandemia, a avanzar en garantizar el derecho a la educación y promover la felicidad del conocimiento de los niños y las niñas en el aula”.
En ese contexto, en el Socialismo Democrático aseguran que el ajuste ministerial “castigó a RD y lo dejó en la irrelevancia”. Ello, porque saca a sus figuras de Educación y Desarrollo Social, al tiempo que la salida de Jackson no es compensada con nada. Obviamente, la relación de Boric y Jackson, lejos de atravesar por un buen momento, se resintió en medio de la crisis por el RD-Gate.
El mandatario progresista llamó nuevamente a la oposición a “enfrentar respetuosamente las diferencias” y “encontrar los puntos en común”, pensando en aquellas reformas que van en beneficio de las personas, en referencia directa al proyecto de reforma tributaria.
“Por eso hemos invitado a acordar un pacto fiscal que nos permita mejorar la inversión, recuperar el crecimiento y también obtener los tributos justos y necesarios para financiar la seguridad social, donde quienes tienen más contribuyan más”, remarcó.
Boric valoró la disposición de los partidos de la derecha de aceptar la invitación de retomar el diálogo en el que se abordará, dijo, “la reforma de pensiones, pacto fiscal y reforzar la agenda de seguridad”. “Para poder llegar a acuerdos todos tenemos que ceder”, advirtió. “Es hora de dejar todo atrás y avanzar juntos con mayor cohesión y unidad política, eso es lo que la Patria nos demanda”, cerró el presidente.
En la ceremonia en La Moneda, el mandatario nombró a Javiera Toro en el Ministerio de Desarrollo Social, a Nicolás Cataldo en el Ministerio de Educación, en lugar de Marco Antonio Ávila; a Carolina Arredondo en el Ministerio de las Culturas, en lugar de Jaime De Aguirre; a Marcela Sandoval en el Ministerio de Bienes Nacionales (deja el cargo Javiera Toro) y a Aurora Williams en el Ministerio de Minería, en reemplazo de Marcela Hernando.
Toro, que ocupará la cartera que dejó Jackson, es abogada con un magíster en derecho público y se desempeñaba como ministra en la cartera de Bienes Nacionales.
El cambio en Educación es uno de los más significativos: a mediados de junio Ávila había sufrido una acusación constitucional (juicio político) por parte de la derecha chilena, que lo acusaba de priorizar una agenda con énfasis en la diversidad sexual y no hacerse cargo de las consecuencias de la reforma educativa de 2016. Un mes después, la Cámara de Diputados de Chile rechazó la acusación constitucional por 69 votos a favor y 78 en contra, quedando descartada su admisibilidad.
Su sucesor, Cataldo, es profesor de historia y ciencias sociales y se ha desempeñado como subsecretario de Educación y de Desarrollo Regional y Administrativo en este mismo gobierno. Williams vuelve a ser ministra de Minería, luego de tener el mismo cargo durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet.
En tanto, Arredondo es actriz de teatro y televisión desde hace más de 20 años, mientras que la nueva ministra de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval, es periodista y fue directora Nacional de Prodemu, que promueve los derechos y el fortalecimiento de la autonomía física y económica de la diversidad de mujeres en Chile. También fue jefa de comunicaciones del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.
*Periodista chilena, asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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