Panorama Económico Latinoamericano – Del 5 al 12 de julio de 2023
Espejismos repetidos en Argentina: las mismas fórmulas de ayer
Jorge Marchini*
Muchos son hoy los temas de preocupación para la sociedad argentina que serán foco de atención en la disputa electoral que se avecina. Pero es de suponer que serán los económicos y sociales (inflación, nivel de actividad, empleo, salario, gasto público) y los financieros (tasas de interés, dólar, mercados financieros y, por supuesto, el tortuoso vínculo con el FMI), que tendrán una incidencia crucial en la definición del electorado para decidir el próximo gobierno.
En 2014, el que fuera con posterioridad presidente del Banco Central (2015/2018), Federico Sturzenegger, explicaba en idioma inglés, con cinismo, ante una audiencia en la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, que el entonces ya mediático Jaime Durán Barba, principal estratega de la campaña posterior que llevó a la presidencia de la Nación a Mauricio Macri, le había recomendado al banquero ante un debate en 2013: “No propongas, no expliques, no debatas (…) sólo decile que están mintiendo con la inflación, o decile cualquier cosa, hablá de tus hijos”.
La experiencia histórica y, sobre todo, las enormes y acuciantes tensiones actuales, deberían poner hoy límites objetivos a recomendaciones engañosas de “coachings” políticos y económicos. Pero, lamentablemente, no es lo que se observa.
Economía de pocos
La campaña electoral reflejará las distintas visiones, promesas y propuestas de los candidatos a través de imágenes y gestos muy preparados para lograr la mayor simpatía e impacto. Estos, como siempre ha ocurrido, intentarán convencer a los votantes de la existencia de una relación muy directa y contundente de sus discursos con la solución de todos los problemas del país.
Pero en los aspectos económicos y financieros la situación es hoy más acuciante. Pocos días atrás, la más tradicional revista internacional del establishment capitalista, The Economist, dedicó un largo artículo a la Argentina. La nota, con el llamativo título It’s still the economy, stupid (“Es aún la economía, estúpido”), describe la alta inflación, el ahogo financiero y la desazón de la sociedad argentina, recomendando que el próximo gobierno, cualquiera sea su signo, aplique “medidas dolorosas de corto plazo”.
Paradójicamente, entiende que la convocatoria a hacerlo es poco convincente, teniendo en cuenta la experiencia del gobierno de Macri (2015-2019). “Eliminó subsidios, levantó controles cambiarios y acordó un crédito por 56.000 millones de dólares con el FMI. La fórmula terminó en crisis” [1].
De todas formas, los principales actores económicos y financieros y sus asesores locales no parecen sacar debidas lecciones de lo ocurrido. Por el contrario, plantean básicamente más de lo mismo.
Buen ejemplo de ello ha sido la presentación días atrás de un “programa integral, federal y de cambio de régimen” de la Fundación Mediterránea. Es la misma entidad que impulsó a Domingo Cavallo en las décadas de los ‘80 y ‘90, y que hoy desea volver a seducir al establishment por medio de su instituto IERAL, dirigido por Carlos Melconian. A pesar de presentarse como una exhaustiva elaboración de 70 profesionales que “va a poner un programa arriba de la mesa en un gesto patriótico” (grandilocuencia nunca le ha faltado a Melconian), Mediterránea-IERAL no presentó un programa, sino solo gran número de lugares comunes y generalidades. Eso sí, lo hizo con una puesta en escena con un gran evento en una estancia de Córdoba, ante numerosos invitados especiales.
Para referir males económicos y recetas para superarlos, los asesores del establishment presentan temas y argumentos repetidos, como ser:
- La alta inflación: piden, en primer lugar, mayor disciplinamiento salarial, laboral, y la reducción de políticas de control o intervención pública en precios. No ponderan lo que es evidente: que los ingresos en pesos de los trabajadores vienen por detrás de los aumentos de precios dolarizados.
- Atraso cambiario: plantean, sin justificación objetiva, la existencia de un “atraso cambiario”. Reclaman una fuerte devaluación para lograr una “salida exportadora”. Avalan sus consecuencias: el creciente empeoramiento de la desequilibrada distribución del ingreso entre sectores “dolarizados” minoritarios y “pesificados” mayoritarios.
- Gasto público excesivo: insisten con la reducción de los gastos corrientes, pese a que no son los que corroen las cuentas públicas, al venir cayendo mientras crece la inflación. No consideran que son los crecientes e inabarcables compromisos financieros la mayor causa de los desequilibrios fiscales y cuasi-fiscales (del Banco Central). La dinámica especulativa es justificada y defendida como una racional manifestación de las “presiones de mercado” y reclaman la prioridad de su atención y satisfacción.
- La presión tributaria intolerable: un caballito de batalla que han vuelto a poner de moda. Afirman que la Argentina tiene una altísima presión impositiva, pero no ponderan la significación de la enorme diferencia entre la recaudación teórica y la real debido a los altísimos niveles de evasión, elusión y exenciones impositivas de grandes grupos económicos. Es una irregularidad notoria puesta en evidencia por su venerado FMI, que hasta ha opinado que hay que “revisar los incentivos fiscales corporativos y combatir la evasión fiscal y el lavado de dinero” [2].
- La falta de disciplina del Banco Central: la identifican causada por un populismo económico y financiero. No ahondan en el hecho de que el nivel de créditos bancarios en relación con la actividad económica es el más bajo de América Latina y casi inexistente a nivel popular. No dimensionan como causas principales el globo de endeudamiento para esterilizar liquidez, la falta de mayores controles en las operaciones de comercio exterior (sub-facturación de exportación y sobre-facturación de importaciones) y pagos financieros
- La falta de apertura económica: aspiran a avanzar rápidamente en acuerdos de libre comercio con países centrales. No ponderan la experiencia de los países de la región que tienen acuerdos vigentes, siendo que estos no han significado un cambio favorable en el perfil de su comercio exterior, pero sí han ahondado asimetrías.
Siguiendo libretos de relaciones públicas, todos estos planteos incluyen las promesas de superar “el empleo degradado” y la “pobreza arraigada”. Es el vender la expectativa de un efecto de derrame en un tiempo indefinido luego de duras medidas inmediatas anti-populares de desregulación laboral y descenso de los gastos sociales y previsionales. Hablar de los pobres siempre queda bien, aunque se los degrade aún más con las medidas planteadas. ¿No se ha escuchado muchas veces lo mismo?
No es casual que, con adaptación de libretos, vuelvan a la escena los mismos voceros y proponentes de planes económicos “de estabilización”. Desean ponerse en el candelero para ser los preferidos, aunque no tengan mucho novedoso que decir.
La discusión de los asesores del ajuste que comparten el requerir y justificar medidas regresivas y recesivas como “indispensables” —en línea también con demandas del FMI y los fondos de inversión especulativos de “más sacrificio”— se relaciona esencialmente con el ritmo de su aplicación.
La divisoria, tanto aquí como en el exterior, aparece ser entre “duros” del shock sin anestesia y “gradualistas”, que también recorren usinas de candidatos, que interpretan que la misma perspectiva requiere apoyos comprensivos y negociaciones por el temor de un desbarranque mayúsculo (la experiencia 2001/2002 del fin del gobierno radical de De la Rúa y de la convertibilidad peso/dólar de Cavallo/Menem).
No ocultar dilemas reales
Cabe preguntarse: ¿es esta la polarización de discusión que se desarrollará en los próximos meses? Puede ser que lo deseen elites minoritarias, pero no responden a la realidad.
Sindicatos, entidades, pymes, cooperativas y de economía social reunidos en el Espacio Producción y Trabajo han venido reiterando la urgencia de otra perspectiva afirmando: “El gigantesco desborde económico y financiero no tiene justificación objetiva. Resulta esencial el apuntalamiento de la producción y trabajo.
No puede basarse la estrategia económica en bajos salarios, devaluación del peso, recortes sociales regresivos y la mayor extranjerización de la economía. La ‘salida exportadora’ no tiene multiplicadores para la mayor parte de la población. Existe, además, el peligro de que en nombre de esta se entreguen/malversen recursos naturales, aun si las condiciones potenciales para su producción sean enormes y las condiciones actuales del mercado internacional para su exportación excepcionales”[3].
Esta semana el ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa, hizo una alusión en una reunión en la Cámara de la Construcción. Sintetizó: “Hay que reparar la casa con la gente adentro”. Cierto es que el desafío no es decirlo, sino hacerlo. Es que la mayor parte de los argentinos, y no solo por no tener posibilidad de acceso a la vivienda propia, percibe que está muy desamparada y a la intemperie.
Notas
[1] The Economist, 24 de junio de 2023.
[2] Comunicado del FMI 22302, con declaraciones de la directora gerente del FMI, Kristalina Giorgieva, 22 de septiembre de 2022 .
[3] Documento “Es hora de acciones y propuestas y no de retrocesos y resignación”.
*Profesor Titular de Economía de la Universidad de Buenos Aires. Coordinador para América Latina del Observatorio Internacional de la Deuda, investigador del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso). Vicepresidente de la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y colaborador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
La urgencia de la neoindustrialización en Brasil
Paulo Kliass*
Las últimas décadas han estado marcadas por la consolidación de la hegemonía de las finanzas en nuestra sociedad. En casi todas las esferas de nuestra vida social y de nuestra articulación económica, el dominio del sistema financiero condicionó el retroceso del proceso industrializador, al mismo tiempo que se avanzaba en modelos asociados al paradigma neocolonial de exportación de mercancías .
Por otro lado, este período también estuvo marcado por los efectos de una entrada irresponsable de Brasil en la esfera de la globalización, sin que se hayan tomado las medidas necesarias para proteger el tejido social o preservar las estructuras económicas y productivas consideradas más estratégicas para el país. programado.
La participación de la industria en el Producto Interior Bruto (PIB) experimentó una fuerte y continua caída desde principios de la década de 1990. La fecha simbólica se puede identificar con la elección del gobierno de Collor y la adopción de medidas extremas en la agenda del so -llamado Consenso de Washington, que incluye un programa de liberalización comercial unilateral. Con eso, todo el esfuerzo de las políticas desarrollistas de las décadas que siguieron al final de la Segunda Guerra Mundial e incluso el modelo pro industrializador del régimen militar que se instaló en 1964 se consumió rápidamente. El siguiente gráfico ilustra el fenómeno, donde cuatro décadas de mayor participación de la industria en el PIB se revierten en una sola década.
Brasil – Participación de la Industria en el PIB – (%)
Los defensores de tal estrategia pretendían argumentar que la pérdida de participación relativa del producto industrial en el conjunto de actividades económicas del país no era necesariamente un problema. Y habla de los casos de los países más desarrollados, donde este proceso fue sustituido por la llamada “revolución digital”, cuando los sectores de servicios vinculados al conocimiento y la innovación tecnológica realmente crecieron en el PIB en su conjunto.
Pero el caso brasileño es bien diferente, ya que las actividades que más crecieron no generaron un alto valor agregado. Nuestros servicios estrella fueron áreas como el telemarketing y el transporte de aplicaciones. Por otro lado, el expresivo crecimiento de la agroindustria y la exploración minera también contribuyeron a mantener el patrón de bajo valor agregado.
¿Reindustrialización o neoindustrialización?
A pesar de la evidencia de los errores de tal camino adoptado, la conciencia sobre la necesidad de revertir los efectos de la desindustrialización tardó en manifestarse. Incluso las partes de las clases dominantes que no se beneficiaron directamente de este proceso adhirieron al modelo que las comprimía en términos económicos, todo en nombre de una adhesión aparentemente irracional a los presupuestos ideológicos del neoliberalismo.
Fue solo después de la crisis económica y financiera de 2008/9 que el tema de la necesidad de revertir esta tendencia y proponer una reindustrialización pasó a ganar mayor protagonismo en la agenda política nacional. Al fin y al cabo, hasta entonces, el aplastamiento auspiciado por los ideales neoliberales convertía expresiones como “política industrial” en ofensas y blasfemias. Todo lo que oliera a intervención estatal o pública en la cosecha económica fue bombardeado de raíz.
Recién ahora, con el debate en torno al programa 3.0 de Lula y el inicio de su gobierno, el tema está cobrando relevancia en la agenda del gobierno y en el debate más amplio de la sociedad. El nombramiento del Vicepresidente para el importante cargo de Ministro de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios (MDICS) sugiere que el tema debe ganar mayor protagonismo y densidad en la agenda del gobierno. Además de la presencia de Alckmin en la cartera, se recuperaron instrumentos públicos para el desarrollo de la política industrial.
Los compromisos de fortalecimiento de las capacidades de financiamiento y préstamo del BNDES permiten prever una recuperación del banco como un importante agente para revertir la tendencia desindustrializadora. Por otro lado, Otro destaque es la reconstitución del Consejo Nacional de Desarrollo Industrial (CNDI), que había sido creado por Lula en 2004, pero nunca había ocupado un lugar tan necesario y destacado en la agenda para recuperar el tiempo perdido en la cuestión industrial. Por ahora la preocupación con el tema parece ser otra.
En abril, el gobierno publicó un nuevo decreto al respecto y los movimientos en la Explanada parecen indicar que el tema de la industria también ha vuelto. El Consejo se ha fortalecido y ampliado. Está compuesto por 20 ministros, el presidente del BNDES y veintiún representantes de organizaciones de la sociedad civil. De acuerdo con la ordenanza MDICS , estarán presentes las asociaciones de clase empresarial y las centrales sindicales.
El regreso del Consejo Nacional de Fomento Industrial.
La doctora en economía Verena Hitner Barros fue nombrada para la Secretaría Ejecutiva del organismo y la agenda propuesta para el debate en el colegiado apunta al término “neoindustrialización por misiones”. El objetivo es establecer lineamientos que no se limiten exclusivamente a recuperar patrones de capacidad industrial que se perdieron como consecuencia de la orientación impuesta por el neoliberalismo.
El prefijo “neo” significa dotar a Brasil de una nueva estructura industrial, en sintonía con la actual vanguardia tecnológica en el resto del mundo. Así, lo que se pretende es ampliar y superar la mera reindustrialización, buscando alcanzar un nuevo nivel de calidad en la capacidad industrial brasileña. La referencia a “misiones” se refiere a enfoques más modernos adoptados en los procesos de elaboración e implementación de políticas públicas.
Cuando se trabaja con el concepto de política industrial, la referencia se refiere a un amplio programa de gobierno. La voluntad política de adoptar este instrumento implica un cambio sustantivo en la actitud del sector público frente al proceso económico. La política industrial suele ir acompañada de cierto grado de dirección por parte de los organismos públicos para que se logre este objetivo, rompiendo con la pasividad liberal de dejar que todo se resuelva exclusivamente por la libre acción de las fuerzas de la oferta y la demanda.
El establecimiento de una política industrial presupone, por ejemplo, el uso de instrumentos como la desgravación fiscal, las líneas de crédito subsidiadas y la política de contratación pública. Pero lo que se recomienda, por otro lado, es la exigencia de contrapartidas de las empresas y sectores beneficiados, como la apuesta por la creación de empleo, el respeto a las determinaciones de sostenibilidad, el uso de parámetros de contenido nacional y la generación de tecnología de interés para el país. Lo que se espera es que este proceso también vaya acompañado de la recuperación de la capacidad de planificación al interior del Estado.
Esto significa adoptar planes de desarrollo de mediano y largo plazo, además de programas de emergencia como el PAC o incluso posturas burocráticas en relación al Plan Plurianual (PPA). Lo que se necesita es dotar al gobierno federal de los medios para elaborar su Plan Nacional de Desarrollo (PND), como lo establece la propia Constitución y nunca se puso en práctica desde 1988.
Así, con toda certeza, la agenda de la nueva industria sería ganancia destacada como uno de los elementos fundantes de la planificación gubernamental. La publicación de los primeros resultados del Censo 2020 presenta elementos preocupantes sobre la capacidad de Brasil para revertir la tendencia al estancamiento o permanecer con bajas tasas de crecimiento del PIB. Ahora bien, una de las formas de aprovechar el potencial de desarrollo económico, social y ambiental es precisamente avanzar en la formación de procesos que proporcionen la generación de alto valor agregado. Pero esto implica superar el modelo orientado sólo a los servicios de baja calificación o el modelo primario exportador.
Esta es una de las principales razones que justifican la urgencia de la neoindustrialización. social y ambiental es precisamente avanzar en la formación de procesos que proporcionen la generación de alto valor agregado. Pero esto implica superar el modelo orientado sólo a los servicios de baja calificación o el modelo primario exportador. Esta es una de las principales razones que justifican la urgencia de la neoindustrialización social y ambiental es precisamente avanzar en la formación de procesos que proporcionen la generación de alto valor agregado.
Pero esto implica superar el modelo orientado sólo a los servicios de baja calificación o el modelo primario exportador. Esta es una de las principales razones que justifican la urgencia de la neoindustrialización.
*Doctor en economía e integrante de la carrera de Especialistas en Políticas Públicas y Gestión Gubernamental del gobierno federal
El gobierno de México impulsa en Cuba el plan Sembrando Vida
Arturo Sánchez Jiménez-La Jornada
El gobierno de México dio inicio al proyecto Sembrando Vida en Cuba, que beneficiará a cinco mil campesinos de la isla.
Este programa, uno de los emblemas de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, busca contribuir al bienestar social de sembradores y operará en las provincias de Artemisa y Mayabeque, con el fin de incrementar la producción agrícola y fortalecer la soberanía alimentaria de la población que habita en esas localidades y en La Habana, de acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Sembrando Vida, que ya opera también en El Salvador y Honduras, contará en Cuba con el acompañamiento de 31 técnicos, priorizando 22 municipios de las provincias para robustecer las capacidades económicas, sociales y ambientales de la región, según un comunicado.
Prioridad, promover la integración regional
Sembrando Vida Cuba busca aumentar la producción agrícola mediante el apoyo en especie como plantas, semillas, herramientas, maquinaria y acompañamiento técnico personalizado, y con ello fortalecer la soberanía alimentaria y mejorar la calidad de vida de la población.
Al dar el banderazo de salida al proyecto, la directora ejecutiva de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid), Laura Elena Carrillo Cubillas, aseguró que para el gobierno mexicano es prioritario promover la integración de América Latina y el Caribe y así contribuir al máximo desarrollo de la región, lo que hace posible enfrentar los retos globales y crecer de manera conjunta.
Nunca hemos pensado que México puede desarrollarse solo. México tiene que ir de la mano de sus hermanos y hermanas de todos los países de América Latina y del Caribe, y tenemos que demostrar al mundo lo que somos capaces de hacer cuando trabajamos de la mano. Ese es el gran orgullo de los mexicanos, afirmó Carrillo Cubillas.
Por parte de Cuba, encabezaron el acto la viceministra primera de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (Mincex), Ana Teresita González; el viceministro de Agricultura, Maury Hecheverría Bermúdez, y el embajador en México, Marcos Rodríguez Costa.
También asistieron los gobernadores de Artemisa, Ricardo Concepción Rodríguez, y de Mayabeque, Manuel Aguilar Lamas.
Por México, estuvieron presentes el embajador en Cuba, Miguel Díaz Reynoso; la directora general de Ejecución de Proyectos Especiales de Cooperación Internacional, Mónica Pérez Egüis, y el director general de Política de Cooperación, Javier Dávila Torres, ambos de la Amexcid.
En enero de 2023 se concluyeron los 5 mil registros, y se está finalizando la validación de terrenos, entrega de apoyo en especie (semillas, plantas y agroquímicos) y herramienta.
Cerca del 25% del PBI agrícola peruano en riesgo por El Niño
Fabiana Sanchez
Hace unas semanas, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) informó que El Niño Global ya se encuentra en curso y que se fortalecería gradualmente hasta diciembre. ¿Cuál sería el impacto en el Perú y cuáles son los alimentos más vulnerables?
El último fenómeno de El Niño (FEN), que golpeó al Perú en 2017, tuvo un impacto económico de más de US$3,000 millones. Para 2023, aún no hay un estimado exacto del impacto que tendría, debido a que aún no se conoce su magnitud; sin embargo, el jefe del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP), de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Óscar Chávez, indicó que el 25% del Producto Bruto Interno (PBI) agrícola está en riesgo.
“Tumbes, Piura, Lambayeque, La Libertad y Áncash aportan el 25% del PBI agrícola, y ese 25% es el que se le vería afectado”, aseguró el representante del gremio.
Ante la presencia de este desastre natural, y por inicio de año, precisó que la CCL ha modificado a la baja su proyección de crecimiento del sector para este año, pasándola de 2.7% a 1.9%.
Alimentos
Con El Niño Costero de 2017, uno de los alimentos más vulnerables fue el limón, que incluso subió su costo a cerca de S/50 el kilo. El presidente de la Asociación de Gremios Productores Agrarios (AGAP), Gabriel Amaro, manifestó que, para el mercado local, algunos de los productos vulnerables son la papa, el arroz, la quinua, el maíz, entre otros.
Otros alimentos vulnerables son el mango, el café y el cacao. El representante de AGAP señaló que, a raíz de la presencia del FEN, las agroexportaciones no crecerían a dos dígitos, sino que solo avanzarían cerca de 5%. “Estos eventos climáticos como El Niño en general afectan a los cultivos de exportación porque hay una variación del clima”, aseguró.
Asimismo, recordó que en 2017 se perdieron 39,700 hectáreas (ha) de cultivo y se afectaron alrededor de 91,900 ha. En tanto, con las lluvias registradas a inicios de año se perdieron 38,877 ha y se afectaron 41,776 ha. Ante esta situación, señaló que la crisis alimentaria va a continuar “por lo menos hasta 2025″.
Escasez
Por su parte, el exministro de Desarrollo Agrario y Riego Milton Von Hesse afirmó que, como es un FEN Global, esto afectará a los alimentos que se producen en el Perú y en el mundo, y recordó que nuestro país es importador de granos.
“Los precios internacionales han disminuido en lo que va del año, pero todavía seguimos en niveles altos con respecto a años anteriores”, añadió.
En ese sentido, consideró la necesidad de la descolmatación de los ríos y las limpiezas de las quebradas para evitar consecuencias como las vistas en 2017. “Deberían ya estar limpios los ríos; lamentablemente se ha perdido mucho tiempo”, agregó.
Datos
En abril de este año, la actividad agrícola retrocedió 20.24%, según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática. En tanto, la economía peruana avanzó 0.31% en el cuarto mes.
El representante de AGAP manifestó que en un año se han perdido aproximadamente 400,000 empleos en el sector agrícola, tanto por la crisis internacional como la nacional.
Bolivia: convenio con empresas de China y Rusia para industrializar el litio
Luego de la firma un importante convenio con empresas de China y Rusia para industrializar el litio de los salares de Pastos Grandes (Oruro) y Uyuni (Potosí), el presidente Luis Arce Catacora reafirmó que no permitirá que acciones y argumentos políticos dañen la economía de Bolivia, que ingresa a la era de la industrialización.
“Aquí está el Gobierno cumpliendo con el país, lo dijimos en la campaña, vamos a industrializar el litio y aquí estamos cumpliendo la palabra una vez más. No vamos a permitir que los temas políticos dañen la economía de las y los bolivianos. Vamos a continuar trabajando para darle certeza a la economía boliviana y, por tanto, a la población que aquí hay un Gobierno que trabaja y aquí están los resultados que presentamos a Bolivia y al mundo entero”, dijo en el acto de firma del convenio.
Esta mañana, con la presencia del Jefe de Estado fueron suscritos los convenios con la Corporación Citic Guoan, perteneciente a Citic Group de China, y la Empresa Uranium One Group, de la Corporación Rosatom de Rusia, en un acto público.
Arce Catacora agradeció a las empresas su interés por acompañar a Bolivia en su proceso industrializador. Calificó como trascendental el acto que consolida el ingreso del país a la era de la industrialización.
Recordó que, en sus propuestas de campaña, antes de asumir el mando del país, planteó a los bolivianos políticas para no solo depender de los hidrocarburos, sino impulsar la industrialización del litio, de los recursos mineralógicos, con las plantas de zinc, y de varios productos con plantas pequeñas, a lo largo y ancho de todo el territorio nacional para lograr la diversificación que se requiere.
“La economía del país no puede parar, no puede depender solamente de un producto. Estamos construyendo una economía de base ancha. Esto quiere decir que le estamos dando durante todos estos años al país diferentes fuentes de recursos para las bolivianas y los bolivianos”, destacó.
Durante su discurso recordó que el mundo avanza a pasos agigantados, a la velocidad con la que se transforma la tecnología, y en este último tiempo demanda cada vez más litio, producto del cambio de matriz energética y de las políticas de ahorro de energía.
En ese contexto, manifestó que cada vez es más apetecible el litio para los países desarrollados; y “Bolivia continúa siendo el país que tiene certificadas la mayor cantidad de reservas en el planeta”, situación que debe ser aprovechada para beneficio de la población boliviana.
“Hoy entendemos y conocemos que una de las preocupaciones que tiene la población boliviana es pues la economía y con esto nuevamente estamos dando una señal clara de que el Gobierno boliviano no solamente se preocupa, sino que se ocupa de la economía de las y los bolivianos”, subrayó.
El presidente Arce develó que en el transcurso de este tiempo inclusive se presentan perspectivas de mayores y mejores negocios para Bolivia con las mismas empresas que suscribieron los contratos para la industrialización del litio.
“Hay mucho interés por parte de empresas de aterrizar en nuestro país para generar mayor inversión, porque hay mucho por hacer. Las compañías extranjeras que tienen la tecnología lo saben y también lo sabemos los bolivianos que es momento de aprovechar este recurso natural en beneficio de las y los bolivianos”, agregó.
El gobierno estimó que la economía uruguaya crecerá un 1,3% en 2023
En la Rendición de Cuentas entregada el último fin de semana al Congreso, el gobierno derechista estimó que la economía uruguaya crecerá un 1,3% del Producto Interno Bruto (PIB) durante 2023, lo que implica una corrección a la baja en relación al 2% previsto en la proyección realizada en febrero.
La ministra de Economía, Azucena Arbeleche, entregó el viernes 1 de julio la Rendición de Cuentas en el Parlamento. Está previsto que el martes 4 de julio ingrese al Plenario de Diputados y que el miércoles lo haga a la comisión de Presupuesto integrada con Hacienda.
El equipo económico adjudicó el crecimiento más lento de la economía a “la fuerte sequía que azota al país”, lo que afecta a la producción. El crecimiento previsto para 2024 es de 3,7% del PIB, y para 2025 de 2,9% del PIB.
Concretamente, el PIB crecería apenas 1,3% este año, una estimación que está en línea con la que se desprende de la última encuesta de expectativas relevada por el Banco Central del Uruguay (BCU), y que es menor que la presentada por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) en febrero (2%) y en la Rendición pasada (3%).
Es importante notar que en los últimos meses las expectativas de los analistas se han corregido a la baja de forma significativa, reduciéndose más de la mitad entre noviembre (3,0%) y junio (1,2%).
Para el año que viene, en tanto, la proyección oficial indica ahora una expansión del entorno de 3,7%. Además de la sequía, que es “la de mayor duración y severidad del último siglo”, la creciente inestabilidad de Argentina y la fuga de consumo hacia ese país podrían tener impactos adicionales sobre la dinámica de la actividad económica en los próximos meses.
“En lo que refiere al mercado de trabajo, se proyecta que la trayectoria conjunta de los salarios y el empleo evolucione en línea con la actividad económica”.
Panorama internacional
OMC: Las empresas al acecho de la reglobalización
Eduardo Camin*
La Directora General de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala, afirmó en el 13er Congreso Mundial de Cámaras de Comercio, que el sistema multilateral de comercio funcionaba, pero que algunas partes debían reformarse, y subrayó el riesgo que suponía para la prosperidad mundial la fragmentación del comercio en bloques rivales y reiteró su llamamiento a la “reglobalización” más que a la desglobalización.
Señaló que el sistema de solución de diferencias de la OMC aún debía corregirse para proporcionar la certidumbre que las empresas necesitaban. Además, mantener la OMC apta para el propósito de la economía del siglo 21 requiere actualizar el reglamento de la organización, particularmente en lo que respecta al comercio digital. Agregando que “el futuro del comercio son los servicios, es digital, es verde, y tiene que ser inclusivo”, dijo.
El aumento de las tensiones geopolíticas y las crisis constantes de los últimos años —la pandemia de Covid-19, la guerra en Ucrania, las crisis climáticas y las consiguientes perturbaciones del comercio— han suscitado interrogantes sobre si el sistema multilateral de comercio sigue funcionando, dijo la Directora a los dirigentes empresariales reunidos. “Mi respuesta es: Sí, el sistema funciona. Sí, partes de ella necesitan ser arregladas. Necesitamos arreglar lo que hay que arreglar. No necesitamos tirar al bebé con el agua del baño”, dijo.
“La OMC ha mejorado las cosas para las empresas”, dijo Okonjo-Iweala, citando el Acuerdo sobre Tecnología de la Información que elimina los aranceles sobre el comercio por valor de casi 3 billones de dólares EE.UU., el Acuerdo sobre Contratación Pública que abre más de 1,7 billones de dólares, en contratos públicos anuales a la competencia de las empresas de los Miembros participantes, y el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio reduce la burocracia y hace que sea más barato y rápido mover mercancías a través de las fronteras.
La funcionaria reafirmó como una amenaza inminente la desglobalización y la fragmentación del comercio. Los economistas de la OMC han advertido que un desacoplamiento de la economía mundial en dos bloques rivales reduciría el PIB mundial a largo plazo en más del 5 por ciento, siendo las economías en desarrollo y menos desarrolladas las más afectadas.
“Debemos hacer retroceder las presiones de fragmentación económica mundial, que serían costosas y podrían debilitar la resiliencia de la oferta”, dijo Okonjo-Iweala. “Un mejor camino a seguir es lo que llamamos ‘reglobalización’: mercados más profundos y desconcentrados, logrados al traer más personas y lugares de los márgenes de la economía global a la corriente principal”.
“Una mayor diversificación haría más difícil convertir las interdependencias en armas”, continuó. “Esto también se aplica a los minerales críticos. Muchas tierras raras no son tan raras, pero necesitamos innovación tecnológica para que los países en desarrollo donde se encuentran puedan extraerlas y procesarlas de manera más limpia”.
En este sentido instó a los dirigentes empresariales a seguir defendiendo la cooperación multilateral en materia de comercio, y añadió que “las empresas y cámaras que dirigen están en el centro de hacer que el comercio funcione mejor para las personas y el planeta”.
Las empresas, interlocutores cada vez más exigentes
Cuando la OMC fue fundada en 1995, los estados miembros de la Unión Europea adaptaron por unanimidad todos los acuerdos de la OMC, para la puesta en funcionamiento del neoliberalismo.
Estos acuerdos -que tenían un objetivo en común: la rápida implantación mundial del gobierno corporativo- incluyeron el Acuerdo Multilateral de Inversiones (AMI), el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS), el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) y el Acuerdo sobre Agricultura (AsA), que en este tiempo se ha complementado con el Acuerdo de Acceso al Mercado No Agrícola (AMNA).
Por lo tanto, las empresas, el comercio y la OMC siempre han estado estrechamente vinculados, y participan activamente en el sistema multilateral de comercio y en las actividades públicas de la OMC. Sin dudas es el mayor beneficiario de la existencia de normas y obligaciones comerciales transparentes y previsibles es el sector privado. Además, se hacen participes de una dialéctica que tiene cierta lógica, sin las empresas no habría comercio y no existiría la OMC.
Muchas son las empresas que revindican desempeñar un papel más activo para hacer avanzar las negociaciones comerciales multilaterales: “dejando claro en sus países y a nivel internacional que, de lejos, la mejor manera de estabilizar el comercio mundial es un acuerdo multilateral con sanciones claras cuando no todos los participantes lo cumplan”.
De hecho, en una reciente encuesta de la OMC, en la cual participaron más de 300 empresas, el 61% de ellas respondieron que le gustaría que se permitiera a representantes del sector empresarial asistir a reuniones de la OMC. Además, el 90% considera que en las actividades de formación y creación de capacidad de la OMC dirigidas a parlamentarios deberían participar representantes del sector empresarial.
Por su parte al 56% le gustaría que las empresas fueran incluidas en las actividades de asistencia técnica y formación de la OMC y sostienen que el sector empresarial debe alentar a los gobiernos a participar en serio en las negociaciones comerciales con el objetivo de alcanzar un acuerdo, aunque a veces haya que hacer concesiones.
En las negociaciones de la OMC, se hace cada vez más evidente que los Estados-nación deben utilizar la capacidad coercitiva que emerge de su soberanía política, para salvaguardar la seguridad jurídica de los inversionistas privados. Se está produciendo una especie de transferencia de la soberanía jurídica y política de los Estados, hacia los actores claves de la globalización: las corporaciones trasnacionales y la banca financiera mundial.
La globalización del neoliberalismo
Cuando analizamos más cerca algunas de estas reflexiones, podrían ser consideradas obsoletas, como parte de un pasado que podría ser reconocido hoy como erróneo, peligroso, suicida y criminal. Pero trillones de dólares y euros sacados del bolsillo del contribuyente han sido derrochados para salvarle el cuello a los especuladores financieros del neoliberalismo global y para alimentar un sistema que habrá de colapsar necesariamente. Nadie se atreve a plantearse estas preguntas, pero nadie puede escapar de ellas.
El absurdo absoluto ha echado hondas raíces en nuestras vidas. Y no sólo hemos tomado el derrotero hacia la aniquilación del planeta; nos dirigimos a ella vertiginosamente. Y la razón de todo esto no es otra cosa que la globalización del así llamado “neoliberalismo”. O acaso ¿existe una alternativa a la explotación de la Tierra? , ¿existe una alternativa frente a la guerra?, ¿existe alguna alternativa a la destrucción del planeta?
Hoy por hoy, los derechos corporativos gozan de una protección superior a la otorgada a los derechos humanos. Incluso podríamos decir que “derechos humanos” se aplican tan sólo a las corporaciones. Personas que quieren hacer valer sus derechos ante los consorcios, siempre lo harán en vano: tan sólo las corporaciones poseen el poder para interponerle una demanda a todo aquel que ponga en peligro sus intereses.
La misma OMC se ha dado en demostrar cómo prevalecer —con la ayuda de estos medios– sobre cualquier resistencia. Se trata del controvertido “Mecanismo de Solución de Diferencias” una especie de tribunal internacional que permite la puesta en ejecución de sus acuerdos y resoluciones, incluso mediante severas sanciones, especialmente financieras.
Y la pregunta que surge es ¿qué es el Estado y cómo debe asumírselo en esta hora neoliberal? ¿Qué significa la soberanía para las corporaciones trasnacionales? ¿Quiénes son los “inversionistas” y porqué ahora poseen derechos que antes eran prerrogativa de los Estados?
De esta manera, se buscó la privatización, de la soberanía del Estado. Quizá el ejemplo más relevante de esta deriva jurídica de privatización de la soberanía de los Estados sea el Centro de Arbitrajes del Banco Mundial, el CIADI.
En este tribunal – que emula a la OMC en su carencia de legitimidad democrática – las corporaciones y sus representantes pueden reivindicar los “derechos” otorgados por los acuerdos de la OMC en contra de gobiernos estatales y otros organismos nacionales o comunitarios, y por lo general ganan. El procedimiento inverso es totalmente imposible: no hay país ni gobierno –sin siquiera mencionar a comunidades no definidas como nación estado– que tenga el mínimo derecho a entablar una demanda en contra de las corporaciones.
Hace algunos años habría sido impensable siquiera suponer que una corporación pueda sentar en el banquillo de los acusados a un Estado y tratarlo de igual a igual. El CIADI ha hecho posible que empresas y Estados tengan, a nivel jurídico, una misma consistencia contractual.
En ese juego de espejos, quien realmente tiene soberanía política no es el Estado, sino la corporación. El discurso de la globalización es ejemplificativo a ese tenor. El Acuerdo Multilateral de Inversiones, como heurística, como eje central de este proceso, permitió que las demandas de las grandes corporaciones multinacionales se trasladen hacia los acuerdos de libre comercio, tanto bilaterales como multilaterales, y de éstos hacia los tribunales de arbitraje.
En todos estos tratados y tribunales de arbitraje, el inversionista y la inversión gozan de derechos contractuales que los equipara con aquellos que antes eran de potestad de los Estados. Fundamentalmente, esto significa que ya no existen otros derechos que no sean los de las corporaciones, ¡ni siquiera sobre el papel! ¿Cómo se le puede explicar tal política a la gente para que dé su visto bueno? Por supuesto que no se puede. Y es por esto por lo que se ahorran cualquier explicación. El neoliberalismo no se toma ninguna molestia con ideologías o debates serios.
El neoliberalismo es una premeditada traición de los intereses de la mayoría de los habitantes de este planeta. Justifica robos y saqueos por doquier. Paradójicamente, aunque la OMC y sus acuerdos estén anclados al derecho internacional, nada los detiene a la hora de saquear a los pueblos que precisamente deberían estar protegidos por estas leyes.
Cualquier violación de los acuerdos de la OMC es considerada pues como contravención a una ley que se mantiene por encima de cualquier tipo de regulación, sea nacional o regional. En todo caso, esta organización pasa velozmente por encima del globo entero como un tsunami, arrasando con todo aquello que prometa una forma de ganancia: la humanidad no es más que un lodo errante en las entrañas del capitalismo neoliberal.
Decía un fragmento de Dante Alighieri en su Canto Primero de la Divina Comedia “¡ah! Cuan penoso me seria decir lo salvaje, áspera y espesa que era la selva, cuyo recuerdo renueva mi pavor, pavor tan amargo, que la muerte no lo es tanto “
*Periodista uruguayo residente en Ginebra, exmiembro de la Asociación de Corresponsales de Prensa de Naciones Unidas en Ginebra. Analista Asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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