Contra el discurso mediático y conservador, el movimiento feminista argentino se organiza
Yesica Leyes*
Desde que comenzó a planificarse el encuentro, a inicios de 2019, una maquinaria mediática enlazada con actores estatales y eclesiásticos, con su correlato represivo, trabaja cotidianamente para la construcción del estigma sobre las organizaciones y les jóvenes. Mientras tanto, la Policía local, con un largo prontuario de hechos represivos hacia las juventudes y disidencias, ha “capacitado” su personal femenino especialmente para la ocasión.
Así el 35 EPMLTTBINB, se abrirá paso en una ciudad que se llena de vallas, miedo y odio para intentar frenar un Movimiento feminista que avanza cuestionando profundamente todo, a su paso.
Al conocerse que San Luis sería sede del próximo encuentro, la Organización “San Luis Por La Vida”, realizó una junta de firmas el 14 de noviembre del 2019, para que el 35° Encuentro no se realizará en dicha ciudad. El pedido fue dirigido hacia el Gobernador, Alberto Rodríguez Saá y al intendente de la ciudad, en ese momento Enrique Ponce, utilizando argumentos como: “la dirección política e ideológica es ejercida por movimientos socio-políticos y partidos de izquierda cuyo único objetivo es promover el odio a la fe y la cultura de la muerte”. Una falacia total.
Una semana antes, Rafael Espejo, padre de la iglesia catedral declaró: “Lo que me preocupa mucho son las mujeres policías que van a estar acá. Van a tener solo un escudo y no tienen el permiso de confrontar”. “Espero que no tengamos que lamentar muertes de mujeres puntanas (como se nombra a les habitantes de San Luis) que trabajan en la Policía”. Responsabilizan así a quienes participan del Encuentro de un potencial asesinato. En estos días, la institución eclesiástica de San Luis, se preocupó por retirar figuras y estatuillas todas de los altares, y de cercar los ingresos, colocando rejas y chapones. Una inversión superior a $500 mil para la colocación para «proteger» puertas y ventanas de parroquias e iglesias.
Pese a la resistencia de amplios sectores para que el Encuentro ocurra, este sábado 8 de octubre volveremos a confluir en las calles de la ciudad y la provincia que ha sido testigo silencioso de las múltiples violencias que sufre el pueblo puntano -en particular las mujeres, disidencias e infancias- y la represión a quienes se atrevieron a organizarse para denunciar y exigir justicia por las vidas arrebatadas de Mónica Ramos, Johana Galdeano, Johana Morán, Laura Godoy, Jessica Castro Pérez, Dora Arce, Fernanda Lucero, Florencia Magalí Morales y Guadalupe Lucero Cialone.
Esta vez, el Encuentro se realizará, además, en un escenario general de profundización de una ofensiva de los sectores más reaccionarios, articulados en una estrategia general que involucra un dispositivo de poder, control y disciplinamiento enlazado al entramado económico, político, judicial, policial, mediático y eclesiástico.
El movimiento feminista, las disputas y el contexto de cara al Encuentro Plurinacional
El Encuentro es una de las instancias máximas de debate y organización de mujeres y disidencias argentinas que ha trascendido a lo largo del tiempo y de los territorios con una impronta feminista e internacionalista. En esta nueva edición logramos, después de mucho debate y tensiones, el cambio de nombre reconociendo las múltiples nacionalidades e identidades que lo construimos, nos asumimos entonces Plurinacionales, Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries.
En la sede de San Luis -territorio Huarpe, Comechingón y Ranquel- esperamos a esas 120.000 personas, que se acercarán desde todas las latitudes del país y la región para construir con otres desde la horizontalidad, la heterogeneidad y pluralidad, la federalidad y multiterritorialidad, la democracia participativa, el autofinanciamiento colectivo y la autoconvocatoria. Trabajaremos por seguir construyendo ese feminismo popular inclusivo, anticapitalista, antirracista, anticolonial, antipatriarcal, antiimperialista, anticlerical que reúna a todes en una misma lucha. Llenaremos las calles de cantos y abrazos para dar muestras de lo que se puede, cuando hay organización para avanzar en una agenda colectiva.
Sin embargo, no podemos dejar de expresar nuestra preocupación, por los discursos de odio que recaen sobre nuestras luchas, espacios de militancia y cuerpes, intentando por un lado deslegitimar nuestro accionar, y por otro legitimar un relato que funciona como marco de justificación para el despliegue represivo de las fuerzas policiales.
En un contexto de crisis como el que transitamos, somos las mujeres y disidencias quienes tomamos la iniciativa para salvaguardar la vida de las infancias, adolescencias y familias completas, organizándonos colectivamente para contrarrestar las deficiencias por parte de quienes deberían cuidarnos.
En San Luis, en abril de 2020 fuimos testigues del femicidio de Estado de Florencia Magalí Morales, en la localidad de Santa Rosa del Conlara -norte provincial-, quien fue asesinada en una comisaría luego de ser detenida por supuesta violación de la cuarentena.
Frente a este y otra larga lista de femicidios y hechos represivos, fuimos las mujeres y disidencias quienes salimos a las calles a denunciar y exigir justicia por las compañeras que nos arrebataron y estamos viviendo las consecuencias.
En junio de 2022, tras la marcha de Ni Una Menos, la Policía de San Luis realizó un fino trabajo de inteligencia para identificar a las personas que asistieron y detuvieron a dos compañeres del colectivo LGBTTIQ+.
Los métodos se han ido complejizando y la persecución es hoy, sistemática.
En distintas oportunidades hemos sufrido la persecución por parte de personal policial vestido de civil o en vehículos sin patente; el perfilamiento mediante interceptaciones en la vía pública para exigir documentación y registro fotográfico del mismo; capturas de caras desde los techos y dentro de las instituciones transitadas en las marchas; persecución mediática a través de portales de facebook y medios de comunicación a escala local y nacional; hostigamientos en viviendas, detenciones arbitrarias luego de marchas o actividades culturales; represiones con gas pimienta y balas de goma e intimidación policial en sus domicilios.
Por último, en esta recopilación del accionar policial, resaltamos la particularidad de capacitar al cuerpo policial feminino específicamente para el Encuentro °35, a alrededor de 1500 policías mujeres.
Frente a la reacción profundicemos la organización
El poder fáctico sabe muy bien construir su enemigo y el marco de justificación para anularlo políticamente y, si es necesario, aniquilarlo. Ya lo han demostrado a lo largo de la historia. Está claro que los transfeminismos populares se encuentran en la mira como actor político a combatir. Ante este escenario, nunca la opción es retroceder.
Estamos decidides a redoblar la apuesta, a profundizar la lucha y generar las condiciones que finalmente nos devuelvan la dignidad al pueblo en su conjunto. Es por esto que el encuentro se constituye como un espacio de centralidad política para los feminismos y las disidencias, pues hay también una disputa que dar hacia el interior del movimiento. Pararnos desde nuestro lugar de trabajadoras/es, darle un carácter popular y de clase y comprenderlo como motor de transformación profunda y sistémica.
Así invitamos a fugarnos, una vez más, del lugar que intentan asignarnos, para disciplinarnos y deslegitimarnos en nuestros roles profundamente políticos.
Las mujeres y disidencias organizadas desde nuestros múltiples espacios y redes nos encontraremos para profundizar nuestra organización y continuar fortaleciendo esa amplia red global, local y sorora para hacer frente, no solo a esta nueva pandemia que nos acecha, la reaccionaria y conservadora del entramado policial, gubernamental, judicial, mediático y religioso, sino también y como venimos haciendo, denunciar y enfrentarnos a todas las injusticias que nos golpean y nos excluyen a los pueblos.
Si el feminismo no es revolucionario, no será. Nos vemos en San Luis.
*Prof en Psicología. Secretaria de Juventud de la CTA (Central de los trabajadores y las Trabajadoras Argentinas) San Luis. Integrante del Centro de Estudios Feministas (CEFEM), asociado aL Centro Latinoamericano d Análisis Estratégico (CLAE).
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